Tal y como ocurrió el año pasado con la famosa crisis financiera, a veces nos da la impresión de que los cimientos de nuestro sociedad, nivel de vida y economía en general no son demasiado sólidos. Tenemos por un lado la delicada situación monetaria, por otro los distintos enfrentamientos político/militar (como el de Israel de ahora) y por último la controvertida situación de ciertas materias primas, que es de lo que os quiero hablar hoy.
Existe una materia prima que actualmente es imprescindible para nuestro estilo de vida moderno y no hay que buscarla ni en corruptos pozos petrolíferos ni sangrientas minas de diamantes, tenemos que irnos al Congo en donde los soldados luchan (con más de 4.000.0000 de muertos en esta guerra) por hacerse cargo de esos yacimientos tan valiosos que tienen el 80% de las reservas mundiales de un mineral altamente estratégico. Minas que en las que trabajan más de 30.000 personas cada día en régimen de semiesclavitud siendo los niños sus obreros más codiciados debido al pequeño tamaño de sus manos… y a lo poco que se quejan.
Hablamos del Coltán (Columbio-Tántalo), una parte clave de los condensadores electrolíticos, que son utilizados en casi la totalidad de dispositivos electrónicos: teléfonos móviles, GPS, satélites artificiales, televisores de plasma, ordenadores portátiles, etc. Entre febrero de 2000 y enero de 2001 (menos de un año), la cotización del kilo de tántalo en la Bolsa de Metales de Londres ascendió de 180 a 950 €. Curiosamente uno de los mayores exportadores de esta materia en el mundo es Ruanda (en donde es inexistente su extracción) debido al tráfico ilegal que pasa por su frontera.
Rescato el siguiente parrafo de la Wikipedia:
La explotación del coltan, especialmente en Congo, ha ocasionado diversas polémicas sobre las posibles consecuencias a nivel social y ambiental. La explotación de este recurso ha alimentado conflictos armados entre facciones locales, apoyadas, en algunos casos, por gobiernos extranjeros como el de Uganda. Esto plantea un dilema moral similar al de la comercialización de diamantes de guerra. Otras preocupaciones derivadas de la extracción del coltán pasan por la explotación laboral de los trabajadores que participan en la misma o la destrucción de ecosistemas, pues los principales yacimientos coinciden con los hábitat de gorilas en peligro de extinción.
En El País, recientemente hicieron un interesante reportaje en el cual vemos como las variaciones en la cotización de este material ha llevado a la corrupción hacia otro distinto.
La explotación del coltán se mantiene hoy en Congo, aunque ha perdido peso debido al descenso de precios que ha sufrido en los últimos años. “Hoy es la casiterita la que está dando los mayores casos de explotación infantil y trabajos forzados”, explica Carina Tertsakian, de la ONG Global Witness, especializada en denunciar la explotación de los recursos minerales en Congo. Este mineral, del que se extrae el estaño, componente esencial de múltiples aleaciones, predomina en la parte este de Congo, la más sacudida por la intervención extranjera y las luchas fratricidas en el país.
Así que aquí descubrimos la “casiterita”, que junto con la wolframita se enfrenta al mismo problema (yo tampoco había oído hablar de ellos en mi vida).
Como véis, una materia prima completamente desconocida y olvidada por los medios de comunicación y gobiernos internacionales es imprescindible para nuestra vida diaria. Mucho apoyamos todas las medidas en contra de los “diamantes de guerra” ya que no nos afecta, pero ¿seríamos capaces de hacer lo mismo por los “teléfonos móviles de guerra”?.
Así que para terminar os dejo el resumen de prensa (escrito desde un PC lleno de Coltán):
- Con el frío que hace, lo que nos faltaba: Rusia y Ucrania, de nuevo en conflicto
- Compraventa viviendas España cayó 27,7% en octubre -INE
- Zona euro: Precios Producción registran caída récord en noviembre
- El multimillonario alemán Merckle se suicida tras el colapso de su grupo
- EE UU mantendrá los tipos en el 0% hasta 2010
- Los estafados por Madoff podrían recibir parte de su dinero en un mes