A los economistas que analizamos el sector hipotecario, al igual que a los millones de familias hipotecadas a interés variable, nos interesa especialmente la visión de futuro que tienen los bancos y casas de análisis sobre el Euríbor.
A fin de cuentas, solo intentando adelantarnos a los efectos de la próxima revisión podemos adaptar anticipadamente nuestro presupuesto familiar.
En septiembre, se han publicado nuevas previsiones del Euríbor para 2025, gracias a las actualizaciones del panel de Funcas y del informe mensual de CaixaBank Research. ¿Qué escenarios manejan estos expertos?
Analizaremos estas proyecciones del Euribor y calcularemos con un ejemplo práctico cómo pueden afectar a tu hipoteca variable a partir de 2025.
Funcas: Euribor al 2,5% en 2025
Funcas modifica sus previsiones anteriores y, por primera vez, sitúa el interés interbancario a 12 meses por debajo del 3% antes de acabar 2024 (al 2,83% en diciembre) y vislumbra un 2,52% para diciembre de 2025.
Funcas ha ajustado su previsión del interés interbancario y, por primera vez, espera que cierre 2024 por debajo del 3% (2,83% en diciembre). Además, proyecta un Euríbor del 2,52% para finales de 2025, marcando una tendencia a la baja para alivio de los endeudados.
Funcas constata el afianzamiento de la desinflación, con un IPC de agosto en el 2,2%. La disipación de las tensiones energéticas y de suministros, así como el débil crecimiento de la economía europea, apuntalan su visión moderada del incremento de precios.
El éxito de la política monetaria en combatir la inflación, siempre según este panel de expertos, supondrá que hoy el Banco Central Europeo baje de nuevo sus tipos de interés oficiales.
En cuanto al mercado interbancario, que anticipa claramente esta nueva política monetaria, revisan a la baja sus anteriores previsiones y señalan una senda bajista del Euribor a 12 meses hasta cerrar 2025 en torno al 2,5%.
Caixabank Research: rebaja de tipos BCE de 1,5 p.p.
En la misma línea, los analistas de Caixabank Research aventuran una rebaja de hasta 1,5 puntos porcentuales de los tipos BCE, lo que llevaría al Euribor a 12 meses a situarse ligeramente por debajo del 2,5% a finales de 2025.
Los expertos marcan el 2%-2,25% como tipo de interés neutral del BCE, tras los cambios estructurales acaecidos en los últimos años.
La sangre hipotecaria no ha llegado al rio
Viendo la historia reciente de los tipos de interés, hubo un momento en que el interbancario subía en vertical y apuntaba al 4,5%, si bien se frenó en octubre de 2023 en el 4,16%, para iniciar una senda bajista hasta, previsiblemente, cerrar 2024 por debajo del 3%.
Las previsiones indican que en 2025 podríamos ver intereses hipotecarios cercanos al 2,5%. Hacer conjeturas más allá de esto es arriesgado, pero lo que parece claro es que la tendencia será más moderada.
Una hipoteca contratada en mínimos históricos, a principios de 2021, de 200.000€, a 25 años y referenciada al Euribor a 12 meses de enero de cada año + 1%, habría experimentado la siguiente evolución de sus cuotas:
En su contratación en 2021, con un Euribor de enero al -0,505%, la cuota inicial habría sido de solo 709€. En 2022, aún con el mercado interbancario en negativo, la mensualidad habría subido muy ligeramente, a 711€.
2023 fue el inicio del fatídico periodo de Euribor al alza para el hipotecado del ejemplo, que pasó a pagar 1.060€ al mes (un incremento de casi 350€ mensuales). A lo largo de 2024 ha estado pagando 1.087€, con un presupuesto familiar tensionado, pero ya estabilizado en cuanto al coste hipotecario.
¿Y 2025? Si tomamos un Euribor ligeramente por debajo del 3%, al 2,80% por ejemplo, la mensualidad empezará a bajar casi 80€: 1.011€ mensuales de cuota.
De cumplirse las previsiones comentadas en este artículo, 2026 se iniciaría con un Euribor cercano al 2,5%. La cuota bajo esta hipótesis volvería a bajar de los 1.000€, concretamente 984€.
Si bien el hipotecado del ejemplo pagaría en 2026 unos 275€ más que en el mejor momento inicial, no es menor cierto que dejaría de pagar facturas hipotecarias cercanas a los 1.100€.
Para evitar que la sangre llegue al rio, más que confiar en que los vientos hipotecarios nos sean propicios, hay que aprender a guiar nuestra nave. Y solo la cultura financiera nos puede ayudar a ser mejores navegantes.