Una reestructuración no es mas que un cambio de un tipo de estructura ya existente que debía ser modificado debido a diferentes circunstancias como: falta de motivación, de compromiso, de efectividad, de productividad o de capacidad operativa entre otras cosas.
Hoy vivimos en un mundo en el que están a la orden del día la flexibilidad y la capacidad de adaptación tanto de las empresas como de los propios empleados. Vivimos en un constante proceso de cambio y hay que saber adaptarse para poder sobrevivir.
Pero todo cambio, conlleva una reacción. Lawrence Polsky, director de PeopleNRG identifica cinco actitudes y ofrece consejos para enfrentarse a ellas:
- Asustados: Es natural tener miedo a un cambio. Estas personas necesitan que les escuchen y les dan tranquilidad. Es fundamental que el líder reconozca este miedo y de detalles sobre el proceso para que los afectados estén más tranquilos.
- Apáticos: Hay trabajadores que sienten indiferencia hacia los objetivos de la empresa, que no se molestarán en adaptarse al cambio porque no se sienten parte de él. El desafío del líder es hacerles entender que el cambio es real, que les afectará a todos y que no participar tendrá sus consecuencias.
- Agobiados: Son personas que se sienten abrumadas ante cualquier cambio y piensan que no lo superarán. Necesitan de su jefe apoyo y seguridad. Polsky recomienda que el directivo se siente con el empleado y corrija las malas interpretaciones, así como hacer una lista de tareas para comprobar que es factible.
- Ilusos: Son los que piensan en una mejora de color rosa y creen que el cambio será genial. Lamentablemente, al principio será mucho más complejo que esto. Polsky propone hacer una lista de las cosas que serán más fáciles y las que costarán más, y comentarla entre todos.
- Pretenders: En un estudio realizado por PeopleNRG revela que el 81% del personal en todo el mundo dice que si al cambio, pero no lo piensa. Estos son los denominados pretenders, que buscan dar una buena impresión ante el jefe pero que en realidad no les interesa para nada. La solución es hablarles de tú a tú para conseguir que se sinceren.
Lo que está claro es que los cambios, asustan, al menos al principio. Kent Jacobson, nos da algunos consejos para adaptarse a la nueva situación:
- Comprende que un cambio en la dirección de la empresa se escapa a tu control, así que simplemente acéptalo.
- Mantén una mente abierta ante el cambio y se flexible.
- Establece un entendimiento claro y conciso del trabajo que puedes hacer. Identifica las tareas críticas de una manera clara.
- Relaciona tu trabajo con las actividades del negocio como un todo. Si no puedes articular y relacionar los puntos críticos de tu trabajo en función del negocio, detén todo lo que estés haciendo y ponte con esa tarea. Busca ayuda si no logras hacerlo.
- Mide sus metas y tu desempeño constantemente y mantén esta medición actualizada. Al tener esa base de metas cumplidas anteriormente te beneficiarás si te preguntan por qué estás haciendo algo que el nuevo gerente no comprende o no considera que sea importante.
- Imagina una forma de asociar tus funciones en el trabajo y el desempeño de tus tareas con las metas globales de la organización. Promueve los beneficios que tú ofreces.
- Ten a mano una lista de actividades tácticas (diarias o repetitivas) y también de actividades estratégicas (a largo plazo).
- Habla de los problemas o situaciones que estés enfrentando si se presenta la oportunidad. No se trata de presentarte como un llorón, sino de exhibir tus habilidades para resolver problemas.
- Si no te gusta el trabajo que estás haciendo o la empresa como tal una vez hecha la reestructuración, busca alternativas internamente o fuera de la organización.
- Mantén tu red de contactos profesionales, nunca se sabe.
¿Has pasado por alguna reestructuración en tu empresa? ¿Has sabido adaptarte?
Yo he pasado por varias y la verdad es que he estado encantado porque siempre ha sido a mejor: mejor puesto, mejor jefe….
Mi caso mas cercano ha sido de pérdida de puestos de trabajo, luego la empresa ha llamado a alguno que se había quedado en la calle, y estos trabajadores han respondido que de acuerdo pero tenemos que revisar la nómina. Están trabajando.