Seguro que alguna vez en tu vida has puesto una reclamación. Muchas veces no nos quejamos porque pensamos que conlleva mucho esfuerzo y después no va a ninguna parte.
Puede ser que en algunas ocasiones efectivamente no vaya a ninguna parte, pero si no nos quejamos, muchas veces las empresas no saben que su producto o servicio no gusta o no es el adecuado. Por eso y porque si algo no nos gusta, estamos en nuestro derecho a reclamar, debemos quejarnos.
Para las empresas es beneficioso (vale, sería mejor que no tuvieran) que pongamos una queja, de esta forma pueden saber por qué los clientes estamos disgustados y en teoría, así mejorarán la calidad del producto o el servicio.
Y es que según un estudio de American Management Association, las empresas no reciben ninguna sugerencia o queja del 90% de los clientes que pierden. Sin embargo, un usuario insatisfecho comenta a una media de diez personas su descontento.
Sin embargo, sigue habiendo empresas que ignoran totalmente las quejas que reciben. Están desperdiciando una información realmente muy valiosa. ¿Por qué?
Tienes feedback gratuito. Muchas empresas se gastan un pastón en estudios de mercado (que no digo que no sean necesarios, eh?) para saber por qué un producto o servicio no está funcionando, cuando de esta forma, es el propio cliente el que le está diciendo qué es lo que no le gusta.
- Imagen. Resolver de forma adecuada una queja o reclamación, siempre va a dar una buena imagen de la empresa.
- Lealtad. Si resuelves con diligencia la queja de un cliente, posiblemente además de quedarse contigo, contará alabanzas de tu empresa.
- Tómalo como una oportunidad. Está claro que si los clientes se quejan es porque en algún sitio hay un error. Aprende de ellos para mejorar.
- Se realista. No te lo tomes a la ligera. Tienes un problema y hay que afrontarlo. Te cueste más o menos, debes solucionarlo.
¿Crees que quejarse es bueno para las empresas? ¿Eres de los que ponen reclamaciones o sugerencias?
Creo que es bueno tanto para las empresas como para el consumidor o usuario. Muchas veces lo dejamos pasar y no deberíamos hacerlo.