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Datos oficiales tras el cierre del año fiscal el 30 de Septiembre de 2010.
Esto significa que el gobierno tuvo que tomar prestados 37 centavos de cada dólar que gastó. Las recaudaciones impositivas se redujeron al tiempo que aumentaba el gasto en beneficios por desempleo y la economía salía lentamente de la recesión.
Aunque anticipada, la enorme cifra del déficit suministra a los críticos republicanos de la conducción fiscal de Barack Obama nuevas municiones a menos de tres semanas de las elecciones congresionales. El déficit fue de 122.000 millones de dólares menor que el año pasado, una modesta mejora.
La indignación de los votantes por los déficit y los gastos constituyen un gran problema para los demócratas en este año electoral. Los republicanos fustigan a los demócratas por votar a favor del estímulo económico de Obama por 814.000 millones de dólares el año pasado y por el rescate de Wall Street por 700.000 millones de dólares del ex presidente George W. Bush.
Los demócratas sostienen que la recesión habría sido peor si no hubiesen intervenido con dichos programas para apuntalar la economía. También notan que la mayoría del dinero del rescate, que comenzó durante el gobierno de Bush y que fue apoyado por varios republicanos en el Congreso, ha sido devuelto.
Ambos partidos han reconocido que elevar los déficits presentará dolores de cabeza para los formuladores de las políticas indpendientemente de qué partido controle el congreso después de noviembre.
El gobierno está proyectando que el déficit para el año presupuestario 2011, que comenzó el 1 de octubre, trepará a 1,4 billones. A partir de la próxima década el gobierno proyecta que el déficit ascenderá a 8,477 billones. Y a lo largo de la próxima década probablemente totalizará 8,47 billones. Los déficits de tal magnitud restringirán la agenda durante los próximos dos años y seguramente serán tema de las elecciones presidenciales del 2012.
Esto significa que el gobierno tuvo que tomar prestados 37 centavos de cada dólar que gastó. Las recaudaciones impositivas se redujeron al tiempo que aumentaba el gasto en beneficios por desempleo y la economía salía lentamente de la recesión.
Aunque anticipada, la enorme cifra del déficit suministra a los críticos republicanos de la conducción fiscal de Barack Obama nuevas municiones a menos de tres semanas de las elecciones congresionales. El déficit fue de 122.000 millones de dólares menor que el año pasado, una modesta mejora.
La indignación de los votantes por los déficit y los gastos constituyen un gran problema para los demócratas en este año electoral. Los republicanos fustigan a los demócratas por votar a favor del estímulo económico de Obama por 814.000 millones de dólares el año pasado y por el rescate de Wall Street por 700.000 millones de dólares del ex presidente George W. Bush.
Los demócratas sostienen que la recesión habría sido peor si no hubiesen intervenido con dichos programas para apuntalar la economía. También notan que la mayoría del dinero del rescate, que comenzó durante el gobierno de Bush y que fue apoyado por varios republicanos en el Congreso, ha sido devuelto.
Ambos partidos han reconocido que elevar los déficits presentará dolores de cabeza para los formuladores de las políticas indpendientemente de qué partido controle el congreso después de noviembre.
El gobierno está proyectando que el déficit para el año presupuestario 2011, que comenzó el 1 de octubre, trepará a 1,4 billones. A partir de la próxima década el gobierno proyecta que el déficit ascenderá a 8,477 billones. Y a lo largo de la próxima década probablemente totalizará 8,47 billones. Los déficits de tal magnitud restringirán la agenda durante los próximos dos años y seguramente serán tema de las elecciones presidenciales del 2012.