La reacción del Banco Popular de China al QE2

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Poco después del anuncio que hiciera la Reserva Federal estadounidense de una segunda ronda de facilitación cuantitativa (conocida como FC2), el Banco Popular de China (BPC) o Banco Central de China, anunció dos aumentos de 0.5 puntos porcentuales en el coeficiente de reserva obligatoria de los depósitos bancarios (RRR por sus siglas en inglés). El RRR ahora es de 18.5%, un máximo histórico, incluso en términos globales.

Mientras que la Reserva tiene planes de inyectar más dinero en la economía de los Estados Unidos, el BPC está tratando de reducir la cantidad de dinero en circulación en China. El dinero que utilizan los bancos comerciales para cumplir el RRR, que se mantiene en cuentas en el BPC, ya no puede ser extendido en forma de créditos. Como resultado, hay una cantidad récord de dinero que ahora está congelado o inactivo en China.

Es comprensible el deseo de la Reserva de impulsar la demanda mientras que la economía estadounidense siga en recesión. Sin embargo, ¿por qué el BPC ha endurecido tanto la política monetaria? La economía China no se está sobrecalentando. El crecimiento sigue siendo alto, aproximadamente 10% anual, aunque ha empezado a moderarse. Aunque la inflación causa inquietud –pues aumentó interanualmente 4.4% en octubre, en comparación con el 3.6% en septiembre a - ello no puede explicar por qué el BPC incrementó tres veces el RRR a principios de año, cuando la inflación era más baja.

En cambio, la política del BPC es preventiva: esterilizar el exceso de liquidez y controlar la oferta de dinero con el fin de evitar la inflación o el sobrecalentamiento. A principios de año, los aumentos del RRR podrían haber sido vistos como parte de los esfuerzos para corregir la oferta excesiva de dinero que surgió del paquete de estímulo contra la crisis. Sin embargo, los aumentos más recientes del RRR sirven principalmente para esterilizar “la oferta de dinero pasiva” provocada por el aumento de las reservas de divisas.

De hecho, tan solo en septiembre, las reservas de divisas de China aumentaron en casi 100.000 millones de dólares respecto de agosto. El superávit comercial de China empezó a crecer con la recuperación de la economía global. Además, las entradas de capital incrementaron significativamente debido a las oportunidades reales de inversión en una economía de alto crecimiento y a las expectativas de revaluación del renminbi.

Sin embargo, el rápido crecimiento de las reservas de divisas se traduce en un aumento de la oferta de dinero interna porque el BPC emite 6.64 renminbis (una disminución de 3% desde junio) por cada dólar que recibe. Eso significa que la oferta de dinero aumentó en cerca de 700.000 millones de renminbis en septiembre. Los dos aumentos del RRR en 50 puntos de base solamente bloquearon la misma cantidad de liquidez.

Un país con excedentes en la cuenta corriente y en la cuenta de capital y reservas de divisas crecientes normalmente tiene una excesiva oferta de dinero y una alta inflación. Sin embargo, si bien en China la oferta excesiva de dinero es una realidad –el BPC ahora tiene más de 2.6 billones de dólares en reservas de divisas- la inflación ha estado bastante moderada hasta ahora gracias a la esterilización monetaria.

El RRR es solo un ejemplo de un instrumento de esterilización clásico. Otro, es la venta de bonos gubernamentales en poder del Banco Central con el fin de retirar dinero en circulación –otra vez, justo lo contrario de lo que ahora hace la Reserva. Debido a que el gobierno chino no debe mucho al público, el BPC vendió sus posesiones de bonos gubernamentales en 2005. Por consiguiente, tenía que crear algo más para vender.

El BPC creó las llamadas “Letras del Banco Central”, las cuales se supone los bancos comerciales compran voluntariamente. Cuando lo hacen, el dinero que pagan también queda bloqueado en las cuentas del BPC. Hasta ahora, hasta un 5% y 6% de la liquidez total se ha devuelto al Banco Central de esta forma.

Además, el BPC usa ocasionalmente instrumentos no convencionales como “topes de crédito” o “cuotas de créditos” impuestos a los bancos comerciales. Esto puede resultar en “reservas adicionales” que los bancos comerciales no pueden usar para extender sus líneas de crédito. Las cuotas de crédito impuestas a principios de año han dejado a los bancos comerciales con reservas adicionales de entre un 2% y 3%.

Si se añade el impacto de los esfuerzos de esterilización del BPC, aproximadamente una cuarta parte del total de la base monetaria china no es líquida. Por lo tanto, aunque la oferta monetaria total de China parece excesiva pues el coeficiente M2-PIB actualmente es de alrededor de 190%, la base monetaria real de hecho es mucho menor de lo que parece. Como resultado, la inflación de China, así como los precios de los activos, siguen bajo control.

¿Durante cuánto tiempo continuará esta esterilización? ¿Y qué alcance tendrá? ¿Hasta qué punto los altos niveles del RRR provocarán pérdidas en los bancos comerciales chinos?

Puede haber margen para una mayor esterilización. Primero, a diferencia de otros países, los bancos comerciales chinos cobran tasas de interés razonables por las reservas obligatorias, excepto las “reservas adicionales” que poseen. Entonces no pierden mucho, si es que pierden, por las políticas de esterilización del BPC.

Segundo, el Banco Central chino todavía tiene control de las tasas de interés al imponer un diferencial de más o menos 3 puntos porcentuales entre las tasas de ahorro y las de crédito. Como resultado, los bancos comerciales chinos pueden operar más tiempo con un RRR elevado que sus contrapartes en otros lugares.

Una cuestión clave a la que se enfrenta China es cómo reducir los excedentes en el capital corriente y en la cuenta de capital para reducir las reservas de divisas. Sí, es necesaria una revaluación del tipo de cambio, aunque ello solo tiene un papel secundario. La tarea más importante de China es reducir la tasa de ahorro, que alcanzó el 52% del PIB en 2009. Con este propósito, se debe dar prioridad a una serie de reformas fiscales, de seguridad social y tributarias.

Sin embargo, parece que la revaluación y la reforma tomarán algún tiempo. Mientras tanto, las causas del desequilibrio global por parte de los Estados Unidos también parecen que seguirán por algún tiempo. Además, ahora, con la segunda ronda de facilitación cuantitativa en marcha, las condiciones pueden empeorar antes que mejoren. El BPC tendrá que continuar con su política de esterilización un poco más en el futuro previsible.

Fan Gang fue miembro del Comité de Política Monetaria del PBC. Es profesor de Economía de la Universidad de Beijing y de la Academia china de Ciencias Sociales
 

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El gobierno de China se ha comprometido a colaborar en la estabilización financiera de la zona euro mediante "acciones concertadas", entre las que se incluye la compra de bonos emitidos por los países afectados por la crisis de la deuda soberana, según informa el diario Financial Times, que cita como fuentes a altos funcionarios europeos. Dichos funcionarios precisaron que el viceprimer ministro chino encargado de supervisar la economía, Wang Qishan, ha ofrecido garantías de que su país respaldará "si fuera necesario" los esfuerzos para estabilizar la eurozona.

Según comentarios de Wang Qishan recogidos por los medios nacionales chinos tras la tercera cumbre anual entre UE-China, celebrada en Pekín, el Gobierno chino apoya las medidas adoptadas por la UE y el FMI para dotar de estabilidad financiera al bloque del euro, aunque no se ofrecieron detalles al respecto.

El Gobierno chino es uno de los principales apoyos de la deuda soberana europea. De hecho, durante un reciente viaje a Portugal, el presidente chino, Hu Jintao, apuntó que podría adoptar "medidas concretas" para ayudar al país luso a superar sus problemas de deuda. Apenas un mes antes, el primer ministro chino, Wen Jiabao, indicó en Atenas la disposición de su país para adquirir bonos griegos cuando éstos regresen a los mercados, así como a elevar las inversiones chinas en Grecia.

La UE es el principal mercado para la exportaciones procedentes de China, por lo que el gigante asiático tiene un gran interés en la estabilidad de la región. En concreto, los intercambios comerciales entre ambas potencias alcanzaron un valor de 434.000 millones de dólares (330.467 millones de euros) en los once primeros meses del año, un 30 por 100 más que en el mismo periodo de 2009.
 
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