CARACAS (Dow Jones)— Venezuela modifico nuevamente su régimen de tasa de cambio al crear una tasa fija de 4,30 bolívares por dólar a partir del 1 de enero, a menos de un año de que el país migrara a una estructura de doble tasa que se esperaba limitara la creciente inflación.
El país descartará la tasa más fuerte de 2,6 bolívares por dólar, impuesta en enero de este año sobre las importaciones de alimentos, medicina y otros productos de primera necesidad.
La foto del papagayo charlatan como lo bautizo Lula de Brasil
La decisión ayudará "a simplificar las transacciones", indicó el ministro de Finanzas y Planificación de Venezuela, Jorge Giordani, durante una conferencia de prensa emitida por la televisión estatal. El funcionario agregó que los cambios ayudarán a que el país alcance su crecimiento económico planeado para 2011.
Más temprano el jueves, el banco central de Venezuela informó que la economía se había contraído 1,9% en 2010 en momentos en que el país seguía luchando contra la alta inflación, la baja inversión y la producción petrolera en baja. La cifra negativa fue la segunda pérdida seguida de Venezuela en productividad, luego de que la economía se contrajera 3,3% en 2009.
En el informe anual del banco central, el presidente de la institución Nelson Merentes atribuyó la economía en baja a una caída de 2,2% en la actividad del sector petrolero, la columna vertebral del país, miembro de la OPEC. La extracción de petróleo y gas natural se contrajo un 2,8%, indicó el banco. La actividad en los sectores no petroleros, en tanto, cayó 1,8%.
"Durante los primeros meses del año, la crisis energética, causada por el prolongado período de sequía y la necesidad de implementar un programa de racionamiento, limitaron a la capacidad de expansión del sector manufacturero e influenciaron la desaceleración que comenzó en 2009", indicó Merentes.
El país registró una tasa de inflación anual de 26,9%, entre las más altas del mundo. A fines de 2009 la inflación se informó en 25%. Y el banco central estimó un desempleo de 8,7% este año, un aumento frente a 8% el año pasado.
Autoridades de gobierno también han dicho que esperan que el producto interno bruto se eleve 2% el próximo año, tras dos años consecutivos de contracción económica.
Sin embargo, Giordani afirmó que la tasa en el muy controlado sistema SITME, que provee dólares a empresas locales a una tasa de 5,3 bolívares por dólar, permanecerá sin variación.
El sistema SITME se lanzó a principios de este año en un intento por acabar con el mercado cambiario paralelo y no regulado del país, donde la tasa fácilmente supera los 8 bolívares por dólar.
Merentes indicó en el reporte anual del banco central que 2011 "será un año de crecimiento económico y mayor bienestar social", y agregó que el banco trabajará para reducir los niveles de inflación, mientras a la vez estimulará el crecimiento del crédito y la inversión.
La problemática economía del país atrajo cada vez más atención en momentos en que gran parte del continente sudamericano experimenta un sólido crecimiento y alta inversión. De hecho, incluso cuando los precios del petróleo tienen un nivel alto y estable, Venezuela sigue con problemas.
Los críticos han culpado a las políticas del presidente Hugo Chávez, mientras sigue nacionalizando empresas y propiedades, lo que muchos afirman ha sofocado la inversión en el país.
Chávez, a su vez, ha culpado a los problemas económicos del sistema financiero global y ha justificado sus acciones como parte de su revolución socialista.
A la devaluación que Chávez planea hacer entrar en vigencia se suma un aumento en el impuesto al valor agregado sobre las ventas en los próximos meses para aumentar los ingresos del gobierno. Apuntalar las finanzas del gobierno también mejorará la capacidad de Venezuela de pagar sus deudas.
La devaluación, sin embargo, también se añadirá a la inflación, al subir los costos de los bienes importados.
Barclay's Capital estimó que la devaluación general era de alrededor de 23,5% de la tasa de cambio promedio considerada. Goldman Sachs estima que alrededor de 40% de las ventas en dólares en Venezuela se realizaron a la tasa más fuerte.
Los venezolanos promedio reaccionaron ante la medida con una mezcla de consternación y resignación, preocupados porque la inflación pudiera salirse de control. "No tenemos una economía basada en la realidad", indicó Francisco Holinek, un vendedor de muebles en Caracas.
Cualquier aumento en los precios podría perjudicar a los pobres más que a nadie, lo que le complicaría la vida a la mayor base de apoyo de Chávez. De hecho, economistas preveían algún tipo de devaluación pronto, al sostener que Chávez querría soportar un golpe político mucho antes de las elecciones de 2012. El ex oficial del ejército se presentará a elecciones otra vez, y está en el poder desde 1999.
A pesar del bolívar débil, la moneda aún está sobrevaluada contra el dólar, señalan economistas, lo que lleva a una escasez de dólares. La falta de dólares a tasas oficiales ha conducido a un próspero mercado negro.
"El gobierno continuará racionando de cerca los dólares extranjeros para proteger las reservas", indicó Tamara Herrera, una economista del grupo de investigación venezolano Global Source Partners.
La iniciativa también hará poco para enfrentar los problemas de fondo de Venezuela. En los últimos meses, Chávez ha acelerado el ritmo de las nacionalizaciones, lo que debilitó al sector privado aún más.
Una larga recesión ha hecho poco para calmar los numeritos de Chávez en el escenario global. Hace poco rechazó aceptar las credenciales de la persona nominado para ser embajador de EE.UU. en Venezuela, lo que hizo que esta semana Washington revocara el visado del embajador venezolano. Analistas afirman que no es probable que el incidente de reciprocidad afecte las exportaciones de petróleo venezolano a EE.UU.
Las políticas populistas también están volviéndose en contra de algunos de los aliados de Chávez. En Bolivia, el presidente Evo Morales enfrenta extendidas protestas callejeras luego de recortar los subsidios al combustible. Morales explicó que la medida es un intento de impulsar la producción interna de combustible, que se redujo desde que Morales efectivamente nacionalizó la industria energética en 2006.
Por Kejal Vyas – WSJ
El país descartará la tasa más fuerte de 2,6 bolívares por dólar, impuesta en enero de este año sobre las importaciones de alimentos, medicina y otros productos de primera necesidad.
La foto del papagayo charlatan como lo bautizo Lula de Brasil
La decisión ayudará "a simplificar las transacciones", indicó el ministro de Finanzas y Planificación de Venezuela, Jorge Giordani, durante una conferencia de prensa emitida por la televisión estatal. El funcionario agregó que los cambios ayudarán a que el país alcance su crecimiento económico planeado para 2011.
Más temprano el jueves, el banco central de Venezuela informó que la economía se había contraído 1,9% en 2010 en momentos en que el país seguía luchando contra la alta inflación, la baja inversión y la producción petrolera en baja. La cifra negativa fue la segunda pérdida seguida de Venezuela en productividad, luego de que la economía se contrajera 3,3% en 2009.
En el informe anual del banco central, el presidente de la institución Nelson Merentes atribuyó la economía en baja a una caída de 2,2% en la actividad del sector petrolero, la columna vertebral del país, miembro de la OPEC. La extracción de petróleo y gas natural se contrajo un 2,8%, indicó el banco. La actividad en los sectores no petroleros, en tanto, cayó 1,8%.
"Durante los primeros meses del año, la crisis energética, causada por el prolongado período de sequía y la necesidad de implementar un programa de racionamiento, limitaron a la capacidad de expansión del sector manufacturero e influenciaron la desaceleración que comenzó en 2009", indicó Merentes.
El país registró una tasa de inflación anual de 26,9%, entre las más altas del mundo. A fines de 2009 la inflación se informó en 25%. Y el banco central estimó un desempleo de 8,7% este año, un aumento frente a 8% el año pasado.
Autoridades de gobierno también han dicho que esperan que el producto interno bruto se eleve 2% el próximo año, tras dos años consecutivos de contracción económica.
Sin embargo, Giordani afirmó que la tasa en el muy controlado sistema SITME, que provee dólares a empresas locales a una tasa de 5,3 bolívares por dólar, permanecerá sin variación.
El sistema SITME se lanzó a principios de este año en un intento por acabar con el mercado cambiario paralelo y no regulado del país, donde la tasa fácilmente supera los 8 bolívares por dólar.
Merentes indicó en el reporte anual del banco central que 2011 "será un año de crecimiento económico y mayor bienestar social", y agregó que el banco trabajará para reducir los niveles de inflación, mientras a la vez estimulará el crecimiento del crédito y la inversión.
La problemática economía del país atrajo cada vez más atención en momentos en que gran parte del continente sudamericano experimenta un sólido crecimiento y alta inversión. De hecho, incluso cuando los precios del petróleo tienen un nivel alto y estable, Venezuela sigue con problemas.
Los críticos han culpado a las políticas del presidente Hugo Chávez, mientras sigue nacionalizando empresas y propiedades, lo que muchos afirman ha sofocado la inversión en el país.
Chávez, a su vez, ha culpado a los problemas económicos del sistema financiero global y ha justificado sus acciones como parte de su revolución socialista.
A la devaluación que Chávez planea hacer entrar en vigencia se suma un aumento en el impuesto al valor agregado sobre las ventas en los próximos meses para aumentar los ingresos del gobierno. Apuntalar las finanzas del gobierno también mejorará la capacidad de Venezuela de pagar sus deudas.
La devaluación, sin embargo, también se añadirá a la inflación, al subir los costos de los bienes importados.
Barclay's Capital estimó que la devaluación general era de alrededor de 23,5% de la tasa de cambio promedio considerada. Goldman Sachs estima que alrededor de 40% de las ventas en dólares en Venezuela se realizaron a la tasa más fuerte.
Los venezolanos promedio reaccionaron ante la medida con una mezcla de consternación y resignación, preocupados porque la inflación pudiera salirse de control. "No tenemos una economía basada en la realidad", indicó Francisco Holinek, un vendedor de muebles en Caracas.
Cualquier aumento en los precios podría perjudicar a los pobres más que a nadie, lo que le complicaría la vida a la mayor base de apoyo de Chávez. De hecho, economistas preveían algún tipo de devaluación pronto, al sostener que Chávez querría soportar un golpe político mucho antes de las elecciones de 2012. El ex oficial del ejército se presentará a elecciones otra vez, y está en el poder desde 1999.
A pesar del bolívar débil, la moneda aún está sobrevaluada contra el dólar, señalan economistas, lo que lleva a una escasez de dólares. La falta de dólares a tasas oficiales ha conducido a un próspero mercado negro.
"El gobierno continuará racionando de cerca los dólares extranjeros para proteger las reservas", indicó Tamara Herrera, una economista del grupo de investigación venezolano Global Source Partners.
La iniciativa también hará poco para enfrentar los problemas de fondo de Venezuela. En los últimos meses, Chávez ha acelerado el ritmo de las nacionalizaciones, lo que debilitó al sector privado aún más.
Una larga recesión ha hecho poco para calmar los numeritos de Chávez en el escenario global. Hace poco rechazó aceptar las credenciales de la persona nominado para ser embajador de EE.UU. en Venezuela, lo que hizo que esta semana Washington revocara el visado del embajador venezolano. Analistas afirman que no es probable que el incidente de reciprocidad afecte las exportaciones de petróleo venezolano a EE.UU.
Las políticas populistas también están volviéndose en contra de algunos de los aliados de Chávez. En Bolivia, el presidente Evo Morales enfrenta extendidas protestas callejeras luego de recortar los subsidios al combustible. Morales explicó que la medida es un intento de impulsar la producción interna de combustible, que se redujo desde que Morales efectivamente nacionalizó la industria energética en 2006.
Por Kejal Vyas – WSJ