Mercados

Johngo

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Los optimistas del mercado bursátil bajan el tono

Por Mark Gongloff

Da gusto que a uno le den la razón. Pero muy pocos de los analistas que acertaron al proclamar, a principios de marzo, que el mercado había tocado fondo están satisfechos con la dirección que están tomando las acciones.

Uno de los más conocidos de este grupo, Jeremy Grantham, publicó un informe el 10 de marzo titulado "Reinvertir cuando uno está aterrorizado" que instaba a los inversionistas a comprar y que sugería que las acciones estaban subvaloradas en un 30%.

Desde entonces, el mercado no ha dejado de subir, sin siquiera registrar una corrección de 10% o más. El índice de acciones estadounidenses Standard & Poor's 500 cerró la semana pasada en 1.026,13 puntos, un alza de casi 52% respecto a su mínimo en 12 años y medio registrado el 9 de marzo y el más alto desde el 6 de octubre de 2008. El Promedio Industrial Dow Jones terminó la semana pasada en 9.505,96 puntos, un alza de 45% respecto a su mínimo de marzo. Y la tendencia alcista ha continuado esta semana.

Cambio de rumbo

Ahora, el presidente de la junta de la firma de gestión de activos de Boston GMO y sus colegas dicen que el S&P 500 ha pasado zumbando más allá de lo que consideran un valor justo de unos 880 puntos, en función de estimaciones de ganancias y las relaciones históricas de precio-ganancia.

Grantham ve por delante "siete años magros" de un mercado débil, para compensar por lo que la firma cree que fue una larga era de acciones sobrevaloradas, dice su boletín informativo.

"Los últimos 12 años han visto dos burbujas que fueron muy beneficiosas para las ganancias corporativas", dice Ben Inker, director de asignación de activos de GMO. "Ahora, es muy poco probable que las cosas vuelvan al mismo nivel al que la gente se había acostumbrado, porque no vamos a tener una burbuja que nos ayude".

Varios otros analistas que acertaron en marzo dicen que no son muy optimistas con respecto al panorama a largo plazo, aunque sus posiciones divergen para los próximos 12 meses.

En marzo, los analistas que aseguraban que el mercado había llegado a su punto más bajo eran una minoría. El pánico se había propagado y los analistas que antes habían mostrado una actitud alcista ahora aconsejaban a sus clientes que se mantuvieran alejados del mercado. A su vez, algunos escépticos del mercado a largo plazo, en vez de respaldar su perspectiva bajista, decidieron que el fondo estaba cerca.

Uno que cambió de enfoque, Michael Darda, economista jefe de la corredora MKM Partners, es optimista sobre las posibilidades de las bolsas para el año que viene. Aun así, alberga dudas sobre su habilidad para generar ganancias más allá de 2010.

El 24 de febrero, tras recomendar a sus clientes durante meses que invirtieran cautelosamente, Darda publicó un reporte en el que decía que "varios indicadores que nos hicieron ser pesimistas en los últimos meses han mejorado".

Pese a que ahora sugiere que el mercado podría encaminarse a una pausa tras su desenfrenada carrera, Darda cree que el repunte económico será más robusto que lo que esperan muchos inversionistas. Así, no descarta que el S&P 500 ascienda a 1.200 o 1.300 puntos en el próximo año.

"La profundidad de la recesión, el giro en los principales indicadores económicos y los drásticos cambios en los mercados de crédito nos llevan a adoptar previsiones alcistas por encima del promedio de consenso para el PIB y ganancias, al igual que nuestras metas para el mercado bursátil", escribió.

Más allá de 2010, el panorama puede ser menos soleado, dada las probabilidades de que la Reserva Federal de EE.UU. haga ajustes en su política monetaria, la potencial alza de impuestos como resultado grandes déficit presupuestarios del gobierno y otros obstáculos.

Otros analistas son menos alentadores con respecto a la realidad a corto plazo. Peter Grandich, comentarista para la comunidad virtual canadiense de inversión Agoracom, escribió hace 18 meses que no valía la pena vender en rachas alcistas y recomendaba que en su lugar, los inversionistas trataran de comprar durante declives. Ahora, Grandich cree que lo más probable es que el Dow se estanque en unos 10.500 puntos. Aunque eso supondría un avance de 10% frente a su nivel actual, las mercados extranjeros son más atractivos, según Grandich, ya que tienen una deuda menor que la de EE.UU.

Fuente: Los optimistas del mercado burstil bajan el tono - WSJ.com
 

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Recesión y ropa interior

NOTA: (Miren que se escriben tonteras, pero es divertido)

La recesión vista desde la gaveta donde se guarda la ropa interior

Por YLAN Q. MUI
Washington Post Service

Una de las respuestas a la pregunta económica más apremiante del país --¿cuándo terminará la recesión?-- podría ser: eche un vistazo a la gaveta donde el norteamericano guarda su ropa interior.

Podría encontrar algunas piezas nuevas en ella, a juzgar por los informes recientes de minoristas y analistas, lo que pudiera significar que se vislumbran mejores días para todos.

He aquí, resumida, la teoría: Las ventas de ropa interior masculina normalmente son estables porque se consideran una necesidad. Pero, durante los períodos de tensión económica severa, los hombres tratan de estirar el tiempo que media entre la compra de pares nuevos, lo que hace disminuir las ventas de ropa interior.

"Se trata de una compra prolongada", afirma Marshal Cohen, analista del NPD Group, una firma dedicada a investigar el comportamiento de los consumidores. "Equivale a tratar de que el auto de uno camine 10,000 millas más''.

El crecimiento de las ventas de ropa interior masculina comenzó a hacerse más lento el año pasado cuando la recesión resultó evidente, según Mintel, otra firma de investigación. Este año Mintel espera que las ventas se reduzcan un 2.3 por ciento, la primera disminución desde que la compañía comenzó a recoger datos en el 2003.

Pero el índice de ropa interior masculina puede mostrar también un aspecto positivo. Mintel pronostica que el próximo año las ventas de este tipo de ropa disminuirán 0.5 por ciento, y como ocurre con muchos indicadores económicos, el que una declinación se ralentice puede considerarse un paso en la dirección correcta. Los minoristas están reportando signos alentadores en los departamentos de ropa interior masculina. Amy Diamond, vocera de Sears, dijo que las tiendas a comenzado a tener más ventas.

En Target, la vocera Jana O'Leary señaló que las ventas de ropa interior masculina se fortalecieron durante los últimos dos meses y que los paquetes de múltiples pares están teniendo salida.

Nada menos que un oráculo como Alan Greenspan, el ex presidente de la Reserva Federal, le ha dado crédito a esta teoría, como se describió en un reporte sobre National Performance Review de hace dos años. Pero no hay que tomar sus palabras al pie de la letra. Dijo que solía comprar calzoncillos nuevos más o menos cada tres meses en colores marrón, blanco o negro. Pero como está teniendo dificultades para encontrar un trabajo nuevo, durante los últimos ocho meses no se ha comprado ni siquiera un par nuevo.

"Ya ha pasado bastante tiempo", dijo Sanford. "Ya nunca salgo de compras''.

Es famoso que Leonard Lauder, presidente de la compañía de cosméticos Estee Lauder, consideraba que las ventas de creyones de labios eran un barómetro de lo que pensaban los consumidores durante la última caída de la economía. Creía que las mujeres se permitían pequeños lujos para elevar sus espíritus durante los tiempos difíciles en lo económico, pero está teoría no se ha confirmado en esta recesión, toda vez que las ventas de creyones de labios en las tiendas minoristas disminuyeron un 8 por ciento durante el año pasado, según la firma de investigación Information Resources.

Otros contemplan el crecimiento que se ha reportado en las recetas de antidepresivos y pastillas para dormir como un signo de la frágil situación que atraviesan los consumidores.

Pero quizás ninguna otra compra sea tan íntima como la de ropa interior. Son pocos, por no decir nadie, los que la ven, lo que la convierte en un buen artículo para escatimar.

Según Mintel, los hombres compran un promedio de 3.4 pares al año.
 

Johngo

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Amazon, Yahoo! y Microsoft contra Google

Amazon.com Inc. se unió a quienes se oponen al plan de Google Inc. para digitalizar millones de libros, argumentando que la propuesta violaría las leyes de la competencia.

Amazon, que digitaliza libros con el permiso de los dueños de sus derechos, dijo que el tribunal debería rechazar un acuerdo entre Google y el Sindicato de Autores, porque el registro de libros planificado por el convenio supondría un acuerdo de precios contrario a las prácticas del mercado libre.

Es lógica la desesperación de Amazon porque Google amenaza con avanzar sobre el 'core business' de Amazon, que hasta argumentó en una declaración judicial, con fecha del martes 01/09, que el tribunal que evalúa el acuerdo no estaba bien equipado "para equilibrar y hacer los ajustes necesarios para acomodar los diferentes intereses públicos en juego cuando una nueva tecnología ofrece tanto la promesa del beneficio público como el peligro de abusar de los dueños de los derechos de autor y los consumidores".

Los rivales de Google, Microsoft Corp y Yahoo! Inc. también se oponen al plan, mientras que la Asociación de Bibliotecas de USA y la Asociación de Bibliotecas de Investigación han pedido una supervisión judicial del tema.

Algunas bibliotecas temen que el plan le conceda a Google la capacidad libre de fijar precios de acceso a las bibliotecas, una vez que digitalice libros y los ponga en Internet.

Si el servicio se convierte en una necesidad para las bibliotecas, sería un monopolio, argumentan quienes se oponen a Google.

El Departamento de Justicia de USA ya investiga el acuerdo, mientras que las autoridades de la competencia de la Unión Europea, alentadas por Alemania, han dicho que lo estudiarán.

El acuerdo propuesto resolvería una demanda presentada en 2005 por el sindicato de autores, que junto a unn grupo de editoriales habían acusado a Google por infracción de los derechos de autor.

Google ha acordado pagar US$ 125 millones para crear un Registro de Derechos de Libros, en el cual los autores y las editoriales puedan registrar sus obras y recibir compensaciones.

El mercado de libros digitales se está agitando por cuestiones de tecnología.

Sony anunció que ofrecerá un dispositivo electrónico de lectura con la capacidad de cargar textos de manera inalámbrica, incorporando un atributo del Kindle, producto de Amazon.com para portar libros digitales, e intensifica la competencia en un mercado de rápido crecimiento.

El Reader Daily Edition, a un precio de US$ 399, saldrá a la venta en diciembre, dijeron los ejecutivos de Sony en un acto en la Biblioteca Pública de Nueva York.

El Reader Daily Edition podrá recibir textos de libros, de diarios y otro material de lectura de la red celular de AT&T Inc., que también llegó a un acuerdo con Sony para proveer acceso de Wi-Fi a las cámaras Cybershot.

Sony ha producido dispositivos de lectura electrónica para el mercado estadounidense desde 2006, pero el Kindle, de Amazon.com Inc., lanzado en 2007, le restó protagonismo.

Hoy día Kindle es la herramienta más conocida en el mercado.

La más reciente versión del Kindle cuesta US$ 299 (aunque no es la más completa, que cuesta US$ 359) y usa la red inalámbrica de Sprint Nextel Corp. para cargar contenidos.

Sony anunció recientemente un lector electrónico 'de bolsillo' a un precio de US$ 199, pero sin capacidad inalámbrica. Debe ser conectado a una computadora para recibir textos. Por eso ahora buscó el acuerdo con AT&T.

A su vez Amazon.com hizo una jugada expansiva anunciando un programa gratuito que permite recibir sus textos en un iPhone o un iPod Touch, de Apple.

El programa, que puede descargarse de la tienda virtual de Apple, permite que los usuarios de iPhone y de iPod touch lean los mismos libros electrónicos que los propietarios de Kindle pueden comprar en Amazon.com. Al igual que el Kindle, el iPhone permite que los usuarios modifiquen el tamaño del texto en la pantalla y añadan notas y marcas.

La aplicación no se conecta con la tienda de Kindle, de modo que los usuarios deben acceder al buscador de la red en su propio iPhone, iPod o computadora para comprar el contenido. Los usuarios tampoco pueden leer revistas y periódicos en la aplicación Kindle.

A quien tenga un Kindle y un iPhone, el programa de Amazon le permitirá interconectar ambos para ver el mismo libro en los 2 equipos.

El programa de Kindle no es el primer lector de libros electrónicos (e-books) en el iPhone, pero es la 1ra. vez que su contenido está disponible en un teléfono celular.

Se presenta pocas semanas después que Amazon presentó el Kindle de 2da. generación, con el mismo precio que su antecesor pero más delgado, más espacio de almacenamiento de textos y una batería de mayor duración.

A su vez Microsoft Corp. y Yahoo! Inc. se unieron a Amazon.com. Inc. para impedir el ambicioso plan de libros digitales de Google.

El grupo, que se autodenominó Alianza del Libro Abierto, está en proceso de consolidación bajo la dirección de Internet Archive, una organización que hace tiempo criticó la iniciativa de Google de hacer tantas copias digitales de libros como fuera posible.

Entre otras cosas, el grupo intentará convencer al Departamento de Justicia de USA de que el acuerdo entre Google y varios autores y editores podría afectar la competencia en el mercado de libros digitales.

Irónicamente, la alianza trabaja en conjunto con Gary Reback, un abogado del Silicon Valley que ayudó a convencer al Departamento de Justicia para que presentara una demanda por monopolio contra Microsoft, que persiguió a la empresa de software durante años.

El juez federal Denny Chin fijó una audiencia en Nueva York para el 07/10.
 

Johngo

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Bien por Google en la barata

Google entra en el negocio de las ediciones impresas

Después de escanear libros durante 5 años, Google decidió ingresar por primera vez en el negocio de las ediciones impresas.

Gracias a un acuerdo con una compañía de impresiones, Google ofrecerá 2 millones de libros no sujetos a derechos de autor que se podrán recoger o enviar desde bibliotecas, universidades y otros lugares de todo el mundo.

La empresa ha alcanzado un acuerdo con On Demand Books, fabricante de la Espresso Book Machine, capaz de imprimir un libro de 300 páginas –con cubierta y encuadernación– en menos de 5 minutos.

Las ediciones costarán probablemente US$8 (€5,4), de los que Google y On Demand Books se repartirán US$1 cada uno y US$3 irán a parar al minorista. Los 3 restantes cubrirían el coste de los materiales y del proceso de fabricación.

“La misión de Google es conseguir que las obras mundiales tengan un mayor alcance”, explicó Jennie Johnson, portavoz del líder de búsquedas en Internet.

La alianza pretende ayudar a Google a demostrar los beneficios públicos de su iniciativa, que incluye la búsqueda de textos y una propuesta de resolución legal para una demanda colectiva por vulneración de los derechos de autor.

La polémica propuesta espera la aprobación de los tribunales en New York y ha suscitado las críticas de las autoridades anti monopolio de USA y de Amazon, Microsoft y Yahoo. Se espera que el Departamento de Justicia ofrezca más detalles de su oposición en documentos que presentará ante los tribunales el viernes.

On Demand Books, la mayor empresa de su sector, ya ofrecía 1,5 millón de títulos, principalmente libros de Internet Archive, sin ánimo de lucro. Esta cifra incluye 200.000 títulos sujetos a derechos de autor.

El acuerdo con Google multiplica en más del doble el catálogo de On Demand books, permitiendo a millones de lectores de todo el mundo un fácil acceso a clásicos como Alicia en el país de las maravillas y Jane Eyre.

La distribución se concentrará en los lugares que dispongan de las imprentas de On Demand Books, que tienen un coste próximo a los US$100.000. En la actualidad, existe una docena de Espresso Book Machine funcionando en todo el mundo, incluidas la Librería Blackwell en Londres y la Universidad de Michigan.
 
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