Jeroglífico americhino

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por Antonio IRUZUBIETA:

Interesante visita de Obama a Hu Jintao. Historia de intereses comunes entrelazados pero eventualmente opuestos. Se habla de la caída del imperio americano, de haber incluso dejado atrás el punto de inflexión, y de China como principal potencia mundial para tomar el relevo.

En cualquier hipótesis y para bien de la economía global, los asuntos bilaterales deberían encaminarse a evitar una escalada de proteccionismo por todos los medios. Ya existen diversas medidas de corte proteccionista implementadas por las dos potencias. Ambos países se defenderán.

La cita USA-China es de particular relevancia por el manejo de la cotización de sus respectivas monedas, en sus distintas formas, ambos buscando devaluaciones competitivas y en definitiva de control de cuotas.

América acusa a China de mantener su moneda a un tipo artificialmente bajo contra el dólar, para fortalecer sus exportaciones. China acusa a América de estar fomentando la creación de burbujas de activos en el mundo con su actual política monetaria hiper expansiva. Uno se queda perplejo viendo la M2 China creciendo a tasas cercanas a 30% anualizadas.

América sugiere a China que promueva el crecimiento de su consumo interno y minore su dependencia de las exportaciones para sanear la simiente de su crecimiento y poder confiar en China como motor de crecimiento global.

China manifiesta en público gran inquietud por el gran peso que tiene el dólar en su cartera de reservas y anuncia diversificación. Pero el volumen es de tal magnitud, reservas de $2.3 billones la mayoría en dólares, que se encuentra en ante una trampa de propia creación y mutuamente vinculante.

China no desea un deterioro de las finanzas americanas por su elevada exposición al dólar vía Treasuries y porque si la crisis continua en EEUU, el consumidor americano se retraerá y dejará de comprar artículos chinos.
América insiste en afirmar que sigue defendiendo una política de Dólar fuerte. Bernanke ha aprovechado su discurso ante el Economic Club of New York mientras Obama estaba en China para señalar que ” the Fed is attentive to changes in the dollar’s value and will help ensure that the dollar is strong.” Se trata de una excepción, este tipo de mensajes relacionados con la moneda está reservado para el Secretario del Tesoro desde 1.951.

Si el superávit chino se contrajera por caída de la demanda americana serían buenas noticias para la balanza exterior americana, aunque paradójicamente entonces China tendría menos dólares que esterilizar, su petición de bonos americanos bajaría y desaparecería así un importante factor de demanda. Este escenario es altamente probable y uno de los motivos por los que los bonos 30 años son vulnerables a largo plazo.

De manera que China debe fomentar una demanda interna fuerte que supla al sector exterior, como está haciendo, pero debe seguir comprando bonos USA. China aprovechó la crisis del pasado año para implantar en su economía medidas de estímulo mientras estaba creciendo al 9%.

El problema es de gran dimensión, entrelazado y lleno de aristas que realmente conforman un escenario de negociaciones complejo. Así, el riesgo de propiciar una escalada del proteccionismo es latente. Las relaciones USA- China son las de un matrimonio mal avenido, con posibilidad de divorcio y consecuente daño para los pequeños –países-, en definitiva para el crecimiento global.

Las reuniones de los máximos mandatarios, en teoría, ideadas en la dirección de evitar el peligro de otra crisis económica alentada por guerras comerciales derivadas de una reforma de la paridad de monedas que nunca fraguó, son cruciales para la economía global.

Se estima que el Yuan chino está infravalorado en un 30% gracias a su astuta política de flotación controlada. Gracias a lo cual, China está aumentando sus reservas de forma increíble vendiendo masivamente al consumidor americano, entre otros. Los dólares que recibe al vender artículos los reinvierte en deuda americana y financia a los EEUU.
 
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