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coliflor
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Tras un periodo de relativa tranquilidad en el riesgo-país en el otoño de 2009, las tensiones volvieron a intensificarse a partir de diciembre, aunque de nuevo con notables diferencias entre países.
Esta evidencia permite extraer varias conclusiones.
Primero, que la sostenibilidad fiscal es una restricción de una importancia máxima: los gobiernos que la ignoran terminan siendo penalizados por los mercados.
Segundo, que como consecuencia de esta disciplina impuesta por los mercados financieros, las estrategias de salida de la política fiscal van a tener distintas velocidades según países: algunos se pueden permitir una salida lenta mientras que, a otros, los mercados les obligan a retirar ya los estímulos fiscales cuando la recuperación todavía no se ha consolidado.
Tercero, que la reacción de los mercados no siempre es lineal, en periodos de crecimiento tienden a infravalorar el riesgo e imponen una escasa disciplina a las autoridades fiscales, mientras que en los periodos de elevada incertidumbre pueden llegar incluso a reaccionar con exceso.
Cuarto, como la disciplina de los mercados en algunos momentos no es suficiente, se necesitan reglas fiscales que, como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), hagan lo posible por asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas a lo largo del ciclo económico.
Por lo tanto, una de las lecciones que podemos extraer de esta crisis es que en el futuro será necesario mejorar las reglas fiscales para avanzar en la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo, sobre todo en momentos de bonanza económica en los que la disciplina de los mercados pueda ser insuficiente.
Rafael Doménech, economista jefe de España y Europa del Servicio de Estudios BBVA.
Esta evidencia permite extraer varias conclusiones.
Primero, que la sostenibilidad fiscal es una restricción de una importancia máxima: los gobiernos que la ignoran terminan siendo penalizados por los mercados.
Segundo, que como consecuencia de esta disciplina impuesta por los mercados financieros, las estrategias de salida de la política fiscal van a tener distintas velocidades según países: algunos se pueden permitir una salida lenta mientras que, a otros, los mercados les obligan a retirar ya los estímulos fiscales cuando la recuperación todavía no se ha consolidado.
Tercero, que la reacción de los mercados no siempre es lineal, en periodos de crecimiento tienden a infravalorar el riesgo e imponen una escasa disciplina a las autoridades fiscales, mientras que en los periodos de elevada incertidumbre pueden llegar incluso a reaccionar con exceso.
Cuarto, como la disciplina de los mercados en algunos momentos no es suficiente, se necesitan reglas fiscales que, como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), hagan lo posible por asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas a lo largo del ciclo económico.
Por lo tanto, una de las lecciones que podemos extraer de esta crisis es que en el futuro será necesario mejorar las reglas fiscales para avanzar en la sostenibilidad de las cuentas públicas a largo plazo, sobre todo en momentos de bonanza económica en los que la disciplina de los mercados pueda ser insuficiente.
Rafael Doménech, economista jefe de España y Europa del Servicio de Estudios BBVA.