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El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo el viernes que el coste final del rescate financiero en Estados Unidos será de 87.000 millones de dólares y no de 500.000 millones como había calculado en un principio el gobierno.
"El coste de la estabilización del sistema financiero con seguridad será significativamente más bajo de lo previsto", escribió Geithner en una carta dirigida a los líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado.
En 2009, el gobierno había calculado que los esfuerzos de asistencia al sistema financiero excederían los 500.000 millones de dólares, equivalentes al 3,5% del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos.
La nueva cifra revisada a la baja será menor al 1% del PIB, expresó el funcionario en la misiva, una copia de la cual obtuvo The Associated Press.
Las nuevas cifras, que se prevé citará el presidente Barack Obama en su programa radiofónico sabatino, forman parte de los intensos esfuerzos del gobierno para convencer al congreso de que apruebe una reforma financiera radical para el país.
Debido al menor coste del rescate financiero, el déficit federal y el total de la deuda nacional será inferior a las proyecciones.
Las autoridades dijeron que el coste podría bajar incluso más debido a que el gobierno prepara actualizaciones de las cifras contenidas en el presupuesto que Obama presentó a principios de febrero en el congreso.
Los recursos que destinó el gobierno a empresas y para la liquidez del sistema financiero, como parte de su Programa de Asistencia a Activos en Problemas (TARP por sus siglas en inglés) suscitaron severas críticas de diversos sectores políticos y sociales en Estados Unidos.
Hace un año, las autoridades habían calculado que el coste del rescate financiero gubernamental alcanzaría al menos 500.000 millones de dólares.
De acuerdo con los nuevos cálculos, las mayores pérdidas provendrán del apoyo del gobierno a las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac.
Las pérdidas en este sector se fijaron en 85.000 millones de dólares, seguidas de otros números rojos por 49.000 millones a causa de la asistencia oficial a propietarios que afrontaban la amenaza de perder sus viviendas en embargos hipotecarios.
El gobierno calcula que su apoyo a la gigante aseguradora American International Group le dejará pérdidas por 48.000 millones de dólares, mientras que su asistencia a las empresas automovilísticas General Motors, Chrysler y las financiadoras de éstas, le causará números rojos por 28.000 millones, afirmó Geithner en su misiva.
El gobierno compensará sus pérdidas con las ganancias por 115.000 millones de dólares que prevé obtendrá la Reserva Federal por los recursos que canalizó a bancos para proveer liquidez al sistema financiero.
Los demócratas en el Senado han fijado para el próximo lunes un ensayo de votación sobre la iniciativa de reforma financiera, que continúa en suspenso en esa cámara.
La Cámara de Representantes ya aprobó su versión de lo que podría constituirse como la reforma más amplia que se hubiera hecho al sistema financiero desde la década de 1930 en el país.
Antes, el gobierno ya había revisado a la baja el coste del TARP, de 700.000 millones de dólares a 117.000 millones.
"El coste de la estabilización del sistema financiero con seguridad será significativamente más bajo de lo previsto", escribió Geithner en una carta dirigida a los líderes demócratas y republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado.
En 2009, el gobierno había calculado que los esfuerzos de asistencia al sistema financiero excederían los 500.000 millones de dólares, equivalentes al 3,5% del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos.
La nueva cifra revisada a la baja será menor al 1% del PIB, expresó el funcionario en la misiva, una copia de la cual obtuvo The Associated Press.
Las nuevas cifras, que se prevé citará el presidente Barack Obama en su programa radiofónico sabatino, forman parte de los intensos esfuerzos del gobierno para convencer al congreso de que apruebe una reforma financiera radical para el país.
Debido al menor coste del rescate financiero, el déficit federal y el total de la deuda nacional será inferior a las proyecciones.
Las autoridades dijeron que el coste podría bajar incluso más debido a que el gobierno prepara actualizaciones de las cifras contenidas en el presupuesto que Obama presentó a principios de febrero en el congreso.
Los recursos que destinó el gobierno a empresas y para la liquidez del sistema financiero, como parte de su Programa de Asistencia a Activos en Problemas (TARP por sus siglas en inglés) suscitaron severas críticas de diversos sectores políticos y sociales en Estados Unidos.
Hace un año, las autoridades habían calculado que el coste del rescate financiero gubernamental alcanzaría al menos 500.000 millones de dólares.
De acuerdo con los nuevos cálculos, las mayores pérdidas provendrán del apoyo del gobierno a las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac.
Las pérdidas en este sector se fijaron en 85.000 millones de dólares, seguidas de otros números rojos por 49.000 millones a causa de la asistencia oficial a propietarios que afrontaban la amenaza de perder sus viviendas en embargos hipotecarios.
El gobierno calcula que su apoyo a la gigante aseguradora American International Group le dejará pérdidas por 48.000 millones de dólares, mientras que su asistencia a las empresas automovilísticas General Motors, Chrysler y las financiadoras de éstas, le causará números rojos por 28.000 millones, afirmó Geithner en su misiva.
El gobierno compensará sus pérdidas con las ganancias por 115.000 millones de dólares que prevé obtendrá la Reserva Federal por los recursos que canalizó a bancos para proveer liquidez al sistema financiero.
Los demócratas en el Senado han fijado para el próximo lunes un ensayo de votación sobre la iniciativa de reforma financiera, que continúa en suspenso en esa cámara.
La Cámara de Representantes ya aprobó su versión de lo que podría constituirse como la reforma más amplia que se hubiera hecho al sistema financiero desde la década de 1930 en el país.
Antes, el gobierno ya había revisado a la baja el coste del TARP, de 700.000 millones de dólares a 117.000 millones.