Guangzhou, China (CNN) — En las orillas del Río Perla, en el mercado de Luwei, los vendedores se alistan diariamente para colocar sus puestos. Al atardecer, el señor Liu recorre los puestos seleccionando verduras y pescado para su cena. Al ocultarse el sol, Liu se sorprende por la transformación que sufre el río, al que llama su casa.
"El agua se ha vuelto oscura y negra”, comenta.
"La gente solía nadar aquí," comentó un vendedor ambulante de coles. “Sabemos que está contaminado, pero ¿qué podemos hacer?”.
El Río Perla ha sostenido la civilización China desde hace siglos, pero en las últimas décadas, la civilización no ha sido amable con el Río. Se ha convertido en el basurero de desperdicios flotando entre las flores de algas y hasta animales muertos. Una de las más grandes amenazas del río, es el fin de la agricultura, por la contaminación industrial.
El río es la sangre del “taller más famoso del mundo”, en cuya rivera se localizan miles de fábricas productoras de juguetes, teléfonos celulares, computadoras, textiles y muchos artículos más.
También es la capital mundial de la mezclilla.
El municipio de Xintang, ubicado al noreste del delta del río, se ha convertido en un conjunto de fábricas de textiles, mezclilla, e instalaciones en donde se tiñen las telas. En su interior, los trabajadores colocan botones sobre los pantalones vaqueros, tan rápidamente, que apenas se puede ver el movimiento de sus manos.
El gobierno de China estima que Xintang produce 200 millones de pares de jeans al año, que incluyen 60 marcas internacionales. Sólo la mitad de los 450 millones de jeans que se venden anualmente en los Estados Unidos.
Pero lo que los consumidores de los jeans-azules probablemente no han tomado en cuenta, es el proceso por el que pasa el dril, convirtiendo el agua que se consume en China, en veneno.
Imágenes de satélite muestran que parte del Río Perla, adyacente a las fábricas de jeans en Xintang se ha vuelto negro. Los bancos del río están llenos de basura, incluyendo pedazos de tela.
Como casi todos los textiles, la fabricación del dril comienza con el algodón, simple y blanco. En la Planta de Teñido Jinxin, se amontona el algodón en pilas, mismas que son introducidas en tinas de tinta hirviendo. Cuando sale el algodón “hirviendo”, ya se ha transformado en el color azul añil que todos conocemos.
Pero el proceso deja atrás toneladas de agua residual, un coctel de tintas, blanqueadores y detergentes. Las aguas sucias, espumosas y azules se arrojan al río que rodea la propiedad de la fábrica Jinxin.
De acuerdo con el director de la fábrica, Li Zhongquan, casi toda el agua se recicla. “Si no pusiéramos atención al medio ambiente, el Partido Comunista nos cerraría el negocio”, dijo Li.
Pero después admitió que parte del agua no se recicla, sino que se descarga, pero segura que no sabe a dónde va.
No se tiene que buscar ni una pista. Los tubos al borde de la propiedad, conducen directamente al Río Perla.
“El problema con esos tubos, es que no tienen etiquetas”, dijo Edward Chan, director de Greenpeace en China. "No se sabe que es lo que sale de ellos. Podría ser una descarga doméstica del área de dormitorios, pero también podría ser desecho industrial”.
Un reciente informe de Greenpeace sobre el envenenamiento del Río Perla, indica que muchas fábricas están vertiendo sus aguas negras en el río.
La organización inspeccionó el contenido de los tubos de cinco fábricas de textiles y encontró que las cinco contenían grandes cantidades de metales pesados, agentes contaminadores orgánicos y productos químicos.
De acuerdo con el Dr. Lu, Director Médico de la Clínica Internacional SOS en Guangzhou, esta clase de toxinas pueden ser muy dañinas para la salud de los humanos.
"Si hay metales pesados, entonces hay neurotoxinas y cancerígenos, que obstaculizan el funcionamiento del sistema endocrino", dijo Lu. "Provocan cáncer en diferentes órganos".
Greenpeace reportó que descubrieron metales pesados como el magnesio, que también puede estar asociado con daños cerebrales.
Pero Lu dijo que era difícil ligar la contaminación industrial con las condiciones de salud adversas a lo largo del Río perla. No se han documentado brotes de enfermedades a lo largo de los “pueblos con cáncer” que se han descubierto en otras partes de China.
Sin embargo, expertos insisten en que la contaminación del agua es el reto más grande al que se enfrenta China – un riesgo, una amenaza masiva al abastecimiento de agua en el futuro.
"El problema número uno es la contaminación del agua", dice Deborah Seligsohn del Instituto Mundial de Recursos. "La industria textil es la industria más grande en China, y una de las que más utilizan agua, por lo que se han tenido problemas de agua residual por mucho tiempo”.
El gobierno de China reconoce que tiene mucho trabajo por hacer para limpiar sus ríos. En febrero, el gobierno reveló un examen detallado de la contaminación de agua que indicaba era dos veces más nociva que en 2007, según las cifras oficiales.
La Oficina de Recursos Hidráulicos de Guangzhou dice que planea invertir $5 mil millones para mejorar el tratamiento de aguas residuales antes de que se lleven a cabo los juegos Asiáticos este mismo año.
Como respuesta a las acusaciones por contaminación del agua, a los productores de dril, Wu Xuewei, director adjunto comentó: "Si están violando las normas, los trataremos como criminales y serán castigados”.
Añadió que el departamento del agua, tiene la intensión de implementar y hacer cumplir una serie de regulaciones, solicitando a las empresas que sus aguas negras pasen por inspecciones arbitrarias. Solicitó que las fábricas sean multadas, procesadas o cerradas si se exceden en los límites de contaminación permitidos.
Pero, cuando se le presionó, comentó que la regulación podría ser difícil de seguir, debido al volumen tan grande de fábricas en el delta del Río Perla.
"Por supuesto que sabemos lo que llevan las tuberías, todas las fábricas deben registrarse, pero hay tantas”, dijo. “Pero ¿qué hay exactamente en las aguas negras?, eso no lo sé”.
Ambientalistas dicen que el principal problema de la contaminación industrial en un río tan grande como el Perla, puede llegar a envenenar el ecosistema entero y poner en riesgo a las personas que viven en la zona.
En un poblado de Pescadores en el Río Perla, un aldeano camina a través de una charca sucia y recoge pescados con sus manos limpias.
"Es muy buen pescado”, dijo. “Como pescado todos los días”.
Si no se come el pescado esta noche, lo enviará a un Mercado local, en donde los residentes, como el señor Liu, podrían comprarlo, sin saber realmente, si está contaminado.