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La Unión Europea ha hecho públicas hace unos días sus habituales previsiones de primavera para el conjunto de la UE y para cada país que la compone, en las que se incluye una previsión desagregada de la actividad de la construcción. Se revisan las anteriores (las de otoño pasado) con distinto signo de avance o retroceso según la evolución de los datos de cada país manejados por la institución. La fluidez de la situación, con la puesta en marcha de paquetes de medidas de diferente signo y calado económico, tomadas o anunciadas por muchos países miembros en los últimos meses y entre ellos España, hace que estas previsiones deban ser consideradas con una cierta cautela, sobre todo en lo referente al medio plazo, es decir, para más allá de 2010, pero dan una idea bastante ajustada de la previsible evolución de la actividad en los dos próximos años.
Lo más significativo de estas previsiones es que mientras avanzan positivamente sobre las anteriores para el conjunto de la UE, rebajan aún más las expectativas para algunos países, sobre todo para España. El PIB de la UE-27 crecerá en 2010 un 1%, mientras que el de la eurozona (UE-15) lo hará también pero un poco menos, el 0,9%, con la mayoría de los países en positivo, aunque con leve crecimiento, excepto Grecia, Chipre, Lituania y España. Para 2011, la UE prevé que el PIB del conjunto crezca un 1,7% y el de la eurozona un 1,5%, con todos los países ya en positivo excepto de nuevo Grecia. Según estas previsiones España crecería ya ese año aunque levemente (un 0,8%), todavía lejos de la media de la eurozona.
Atendiendo a las medidas tomadas recientemente por el Gobierno español, la UE prevé que este año 2010 España sufra todavía un ligero retroceso debido fundamentalmente a la nueva caída de la inversión hasta un -8,3% (menor en bienes de equipo, -4,3%, y más abultada en construcción, estimada esta última en un -15,1% en inversión residencial y un -7,5% en el resto de actividad). No prevé la UE un dato positivo en 2010 en cuanto a empleo. Este año y el siguiente aún aumentará la destrucción de empleo en España de modo que la tasa media de desempleo en nuestro país alcanzará el 19,7% en 2010 y el 19,8% en 2011, aunque se prevé un recorte del 1% en el déficit público (gracias al efecto de las medidas de consolidación fiscal), situándolo en el 9,8% este año y en el 8,8% el próximo.
La singular caída de la inversión en construcción en la UE sufrida durante 2009 afectó a todos los países miembros, con la excepción de Polonia que consiguió crecer un 5,6%. Aún así España no estuvo entre los de peor comportamiento en este segmento, ya que con una severa caída en términos reales del -11,2%, fue superada ampliamente por varios países como Lituania (-35,6%), Irlanda (-31%), Estonia (-26,8%), Eslovaquia (-22,3%), Finlandia (-16,9%) e incluso Reino Unido (-12,2%). Sin embargo parece, a tenor de las previsiones para 2010, que el ajuste en este segmento ha sido rápido y eficaz en la mayoría de los países comunitarios, especialmente en los de mayor peso en el conjunto, ya que la UE prevé una reducción importante de la caída de la actividad en el año, excepto para España (-10,7%), solo superada por Irlanda (-22,8) y Chipre (-12,5%). Llama la atención en positivo que la UE prevé ese año ya crecimiento de la actividad constructora, aunque pequeños todavía, para muchos países, entre ellos Alemania, Suecia y Reino Unido, más Polonia, Rumanía o Eslovaquia.
Y para 2011 ya se prevé recuperación de la actividad en la práctica totalidad de los países comunitarios con la excepción de Grecia (-0,3%), Portugal (0,6%) y, para nuestra desgracia, España que con un -3,4% liderará junto con Chipre (-3,7%) la zona de mayor recesión de la actividad. Con la salvedad, además, de que el dato para España probablemente sea peor en realidad a causa de la drástica reducción de inversión en infraestructuras que nuestro ministerio de Fomento va a llevar a cabo en los próximos meses y que afectará muy negativamente sin duda a varias anualidades posteriores.
Si en 2009 España fue, con el 11,6%, el cuarto país de la UE-26 que acaparó mayor porcentaje de la inversión comunitaria en construcción, solo superada por Francia (19,3%), Alemania (18,8%) y casi a la par de Italia (11,9%), en 2010 España descenderá un puesto, hasta situarse quinta por volumen de inversión. La UE prevé que la mayor inversión en construcción se lleve a cabo por Alemania y Francia (ambas en el entorno de los 250.000 millones de euros), seguida por Italia (154.000 millones) y Reino Unido, que con 154.000 millones superaría a España (140.000 millones). A partir de ahí la inversión en construcción por países descendería ya considerablemente, desde los más de 60.000 millones de los Países Bajos a los 2.000 millones de Chipre o Estonia.
La perspectiva que arrojan los datos de la UE a partir de los resultados del sector constructor comunitario en 2008, son muy negativos para España. Desde ese año la caída de actividad constructora ha sido inédita por su intensidad y continuidad. El sector ha perdido en nuestro país más de un tercio de su volumen de actividad en tres años (el -5.5% en 2008, el -11,2% en 2009). Ahora se prevé que pierda el 10,7% a finales de 2010), que es muy probable que sea una pérdida mayor habida cuenta de las declaraciones recientes del ministro y otros responsables del Ministerio de Fomento, a causa de duro recorte de inversiones en infraestructuras previsto. Recordemos: se aplazará o dilatará en el tiempo la ejecución de muchas de las obras de infraestructuras en marcha o ya licitadas. "Hay que reprogramar más de tres mil obras actualmente en marcha, lo que implica sin duda que muchas de ellas se van a retrasar, aplazar o incluso anular". T
odo ello se integrará en un Plan de Austeridad, cuyas principales características, además de las citadas, serán la optimización de los costes de las infraestructuras, la drástica reducción de los reformados, que en ningún caso podrán superar a partir de ahora el 10% del precio adjudicado inicialmente, y la reducción en un 40% del gasto corriente del ministerio hasta 2013 en relación con 2008 (en torno a 1.200 millones de euros).
Lo más significativo de estas previsiones es que mientras avanzan positivamente sobre las anteriores para el conjunto de la UE, rebajan aún más las expectativas para algunos países, sobre todo para España. El PIB de la UE-27 crecerá en 2010 un 1%, mientras que el de la eurozona (UE-15) lo hará también pero un poco menos, el 0,9%, con la mayoría de los países en positivo, aunque con leve crecimiento, excepto Grecia, Chipre, Lituania y España. Para 2011, la UE prevé que el PIB del conjunto crezca un 1,7% y el de la eurozona un 1,5%, con todos los países ya en positivo excepto de nuevo Grecia. Según estas previsiones España crecería ya ese año aunque levemente (un 0,8%), todavía lejos de la media de la eurozona.
Atendiendo a las medidas tomadas recientemente por el Gobierno español, la UE prevé que este año 2010 España sufra todavía un ligero retroceso debido fundamentalmente a la nueva caída de la inversión hasta un -8,3% (menor en bienes de equipo, -4,3%, y más abultada en construcción, estimada esta última en un -15,1% en inversión residencial y un -7,5% en el resto de actividad). No prevé la UE un dato positivo en 2010 en cuanto a empleo. Este año y el siguiente aún aumentará la destrucción de empleo en España de modo que la tasa media de desempleo en nuestro país alcanzará el 19,7% en 2010 y el 19,8% en 2011, aunque se prevé un recorte del 1% en el déficit público (gracias al efecto de las medidas de consolidación fiscal), situándolo en el 9,8% este año y en el 8,8% el próximo.
La singular caída de la inversión en construcción en la UE sufrida durante 2009 afectó a todos los países miembros, con la excepción de Polonia que consiguió crecer un 5,6%. Aún así España no estuvo entre los de peor comportamiento en este segmento, ya que con una severa caída en términos reales del -11,2%, fue superada ampliamente por varios países como Lituania (-35,6%), Irlanda (-31%), Estonia (-26,8%), Eslovaquia (-22,3%), Finlandia (-16,9%) e incluso Reino Unido (-12,2%). Sin embargo parece, a tenor de las previsiones para 2010, que el ajuste en este segmento ha sido rápido y eficaz en la mayoría de los países comunitarios, especialmente en los de mayor peso en el conjunto, ya que la UE prevé una reducción importante de la caída de la actividad en el año, excepto para España (-10,7%), solo superada por Irlanda (-22,8) y Chipre (-12,5%). Llama la atención en positivo que la UE prevé ese año ya crecimiento de la actividad constructora, aunque pequeños todavía, para muchos países, entre ellos Alemania, Suecia y Reino Unido, más Polonia, Rumanía o Eslovaquia.
Y para 2011 ya se prevé recuperación de la actividad en la práctica totalidad de los países comunitarios con la excepción de Grecia (-0,3%), Portugal (0,6%) y, para nuestra desgracia, España que con un -3,4% liderará junto con Chipre (-3,7%) la zona de mayor recesión de la actividad. Con la salvedad, además, de que el dato para España probablemente sea peor en realidad a causa de la drástica reducción de inversión en infraestructuras que nuestro ministerio de Fomento va a llevar a cabo en los próximos meses y que afectará muy negativamente sin duda a varias anualidades posteriores.
Si en 2009 España fue, con el 11,6%, el cuarto país de la UE-26 que acaparó mayor porcentaje de la inversión comunitaria en construcción, solo superada por Francia (19,3%), Alemania (18,8%) y casi a la par de Italia (11,9%), en 2010 España descenderá un puesto, hasta situarse quinta por volumen de inversión. La UE prevé que la mayor inversión en construcción se lleve a cabo por Alemania y Francia (ambas en el entorno de los 250.000 millones de euros), seguida por Italia (154.000 millones) y Reino Unido, que con 154.000 millones superaría a España (140.000 millones). A partir de ahí la inversión en construcción por países descendería ya considerablemente, desde los más de 60.000 millones de los Países Bajos a los 2.000 millones de Chipre o Estonia.
La perspectiva que arrojan los datos de la UE a partir de los resultados del sector constructor comunitario en 2008, son muy negativos para España. Desde ese año la caída de actividad constructora ha sido inédita por su intensidad y continuidad. El sector ha perdido en nuestro país más de un tercio de su volumen de actividad en tres años (el -5.5% en 2008, el -11,2% en 2009). Ahora se prevé que pierda el 10,7% a finales de 2010), que es muy probable que sea una pérdida mayor habida cuenta de las declaraciones recientes del ministro y otros responsables del Ministerio de Fomento, a causa de duro recorte de inversiones en infraestructuras previsto. Recordemos: se aplazará o dilatará en el tiempo la ejecución de muchas de las obras de infraestructuras en marcha o ya licitadas. "Hay que reprogramar más de tres mil obras actualmente en marcha, lo que implica sin duda que muchas de ellas se van a retrasar, aplazar o incluso anular". T
odo ello se integrará en un Plan de Austeridad, cuyas principales características, además de las citadas, serán la optimización de los costes de las infraestructuras, la drástica reducción de los reformados, que en ningún caso podrán superar a partir de ahora el 10% del precio adjudicado inicialmente, y la reducción en un 40% del gasto corriente del ministerio hasta 2013 en relación con 2008 (en torno a 1.200 millones de euros).