Dos investigaciones culpan al Gobierno de la crisis financiera

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José Hervás.– Un profesor español de economía financiera en una de las famosas universidades de Estados Unidos alertaba ayer de la grave crisis de liquidez que está sufriendo el sector financiero español y de la agudización que va a experimentar en los próximos días si hoy el Banco Central Europeo no adopta decisiones y da señales claras de que no va a quedarse de brazos cruzados ante la paralización del mercado interbancario. Junto a esta alerta y a la desconfianza creciente de los mercados por la inacción del presidente del Ejecutivo, advertía de cómo los dos informes que se hicieron públicos ayer sobre la crisis del sector bancario en Irlanda se podían aplicar a España cambiándole sólo el nombre del país y de los protagonistas. Las razones que se dan en los mismos sirven indistintamente para ambos países.

Así, donde el primero de los informes, elaborado por dos antiguos economistas del Fondo Monetario Internacional, decía que la crisis del sector bancario en Irlanda estuvo originada por las decisiones equivocadas tomadas durante años por Gobierno de Dublín y por el fracaso de los organismos de control a la hora de supervisar las actividades de las entidades financieras, sólo hay que cambiar Dublín por Madrid.

El informe, elaborado por dos ex funcionarios del FMI, Klaus Regling y Max Watson, viene a criticar la falta de reconocimiento inicial de la crisis y la promulgación de medidas sociales y la elaboración de los presupuestos generales presentados por el Ejecutivo durante los años del boom como si nunca pudiera pasar nada, debilitando los fundamentos de la economía nacional frente a la crisis iniciada en el 2007.

El informe no nombra al primer ministro irlandés, Brian Cowen, titular de Economía y Finanzas entre 2004 y 2008, momento máximo del esplendor, pero los economistas ponen en tela de juicio su capacidad para dirigir al país. Lo dicen claramente la crisis bancaria de Irlanda tiene la señal de las crisis global, pero en las cuestiones clave, es una crisis casera.

La alegría en el gasto y la ligereza en la supervisión de las cuentas públicas ha impedido rebajar las consecuencias de una crisis que debería haber sido menos profunda de lo que está resultando. Por otra parte la eliminación de algunos impuestos, el de patrimonio podía ser el caso español, ha incrementado la vulnerabilidad de la economía española.

El segundo informe lo ha elaborado el gobernador del Banco Central de Irlanda, quien califica de tímida la respuesta ante las señales de alarma que se han producido por la generosa actividad crediticia con sectores vinculados al ladrillo. Precisa el gobernador irlandés que una actitud relajada hacia la fuerte dependencia de la construcción y de otras fuentes de ingresos fiscales inseguros fueron los factores importantes en la creación de una política de gasto insostenible en la economía.

Aquí no vamos a ver nada igual, al menos de momento. Resultará muy difícil que el Banco de España realice una confesión de similares características, aunque la foto sea tan parecida. El subgobernador del Banco de España, Javier de Aríztegui, ha sido, durante los años de expansión, el responsable de la supervisión financiera. Quizás por ello comparecerá con carácter secreto ante la subcomisión de seguimiento del FROB el próximo día 15. Admito como alertaba ayer el profesor que hay comparaciones que resultan odiosas.
 
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