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Datos básicos del país
La economía india nada tiene que envidiar a la china. El crecimiento del país es estable, ha resistido relativamente bien la crisis y su futuro potencial es de sobresaliente. El Producto Interior Bruto (PIB) indio crecerá un 8,5 por 100 en 201, y una décima más en 2012. En el medio plazo, podría llegar a crecer un 10 por 100, según explica en el informe económico de la India publicado este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Muchos son los aspectos positivos a destacar. El primero, es la resistencia que ha mostrado la economía india a la crisis económica. En 2008, el PIB se resintió, pero se mantuvo creciendo a un ritmo del 4,8 por 100. Repuntó un 9,1 por 100 en 2009 y un 9,6 por 100 en 2010. Las previsiones de la OCDE para este año y el que viene muestran una ligera ralentización, pero con la mejora de algunas variables, en especial, de un mayor ahorro y de un clima de negocios más favorable, el crecimiento podría llegar al 10 por 100 del PIB en los años posteriores. "Un crecimiento inclusivo del 10 por 100 anual es factible, dado que los acontecimientos demográficos impulsarán el ahorro, pero sólo será posible si se reducen las barreras administrativas y regulatorias para las empresas", señala el informe.
La positiva evolución de la economía se basa en dos factores positivos y complementarios. Por un lado, el tirón de las exportaciones, que registraron un incremento cercano al 60 por 100 en mayo, aunque se trata de un sector muy dependiente de los países industrializados. Por otro, la fortaleza de la demanda interna, lo que permite reducir la correlación con la economía mundial.
La mejora de las infraestructuras, especialmente aeropuertos, telecomunicaciones y autopistas, es otro punto a destacar. En los últimos años ha crecido la participación del sector privado en esta actividad económica, pero se deben hacer mayores esfuerzos para controlar los niveles de corrupción.
En cuanto al sistema financiero, este ha mostrado una gran resistencia a la crisis internacional y está bien capitalizado, pero son necesarias mayores reformas que permitan liberalizar al sector, según la OCDE.
El alto incremento de los precios al consumo es, a priori, el riesgo económico más inmediato. El IPC de la India del mes de mayo se situó en el 9 por 100, según ha publicado este martes el gobierno. El Banco de Reservas de la India reaccionó bien a la crisis, según la OCDE, con políticas de estímulo inmediatas. Pero tardó demasiado tiempo en subir los tipos, actualmente en el 7,25 por 100, lo que ha hecho que la inflación siga avanzando. El alza en los precios de los alimentos y del petróleo podrían acelerar el proceso y forzar mayores subidas de tipos de interés en los próximos meses.
En cuanto a los retos destacados, la organización resalta la reducción del déficit, algo que el gobierno ya ha atajado con la puesta en marcha de un plan fiscal que, prevé, además de una reducción del gasto, un nuevo impuesto indirecto para bienes y servicios. No obstante, la OCDE insiste en la necesidad de replantear el sistema impositivo y el gasto para facilitar la reducción de la pobreza y el acceso a la salud, campos donde los progresos han sido insuficientes en relación a la evolución del PIB.
La economía india nada tiene que envidiar a la china. El crecimiento del país es estable, ha resistido relativamente bien la crisis y su futuro potencial es de sobresaliente. El Producto Interior Bruto (PIB) indio crecerá un 8,5 por 100 en 201, y una décima más en 2012. En el medio plazo, podría llegar a crecer un 10 por 100, según explica en el informe económico de la India publicado este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Muchos son los aspectos positivos a destacar. El primero, es la resistencia que ha mostrado la economía india a la crisis económica. En 2008, el PIB se resintió, pero se mantuvo creciendo a un ritmo del 4,8 por 100. Repuntó un 9,1 por 100 en 2009 y un 9,6 por 100 en 2010. Las previsiones de la OCDE para este año y el que viene muestran una ligera ralentización, pero con la mejora de algunas variables, en especial, de un mayor ahorro y de un clima de negocios más favorable, el crecimiento podría llegar al 10 por 100 del PIB en los años posteriores. "Un crecimiento inclusivo del 10 por 100 anual es factible, dado que los acontecimientos demográficos impulsarán el ahorro, pero sólo será posible si se reducen las barreras administrativas y regulatorias para las empresas", señala el informe.
La positiva evolución de la economía se basa en dos factores positivos y complementarios. Por un lado, el tirón de las exportaciones, que registraron un incremento cercano al 60 por 100 en mayo, aunque se trata de un sector muy dependiente de los países industrializados. Por otro, la fortaleza de la demanda interna, lo que permite reducir la correlación con la economía mundial.
La mejora de las infraestructuras, especialmente aeropuertos, telecomunicaciones y autopistas, es otro punto a destacar. En los últimos años ha crecido la participación del sector privado en esta actividad económica, pero se deben hacer mayores esfuerzos para controlar los niveles de corrupción.
En cuanto al sistema financiero, este ha mostrado una gran resistencia a la crisis internacional y está bien capitalizado, pero son necesarias mayores reformas que permitan liberalizar al sector, según la OCDE.
El alto incremento de los precios al consumo es, a priori, el riesgo económico más inmediato. El IPC de la India del mes de mayo se situó en el 9 por 100, según ha publicado este martes el gobierno. El Banco de Reservas de la India reaccionó bien a la crisis, según la OCDE, con políticas de estímulo inmediatas. Pero tardó demasiado tiempo en subir los tipos, actualmente en el 7,25 por 100, lo que ha hecho que la inflación siga avanzando. El alza en los precios de los alimentos y del petróleo podrían acelerar el proceso y forzar mayores subidas de tipos de interés en los próximos meses.
En cuanto a los retos destacados, la organización resalta la reducción del déficit, algo que el gobierno ya ha atajado con la puesta en marcha de un plan fiscal que, prevé, además de una reducción del gasto, un nuevo impuesto indirecto para bienes y servicios. No obstante, la OCDE insiste en la necesidad de replantear el sistema impositivo y el gasto para facilitar la reducción de la pobreza y el acceso a la salud, campos donde los progresos han sido insuficientes en relación a la evolución del PIB.
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