Explicando la propuesta de Eurobonos de la UE

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por ACF

La Comisión Europea presenta hoy el Libro Verde sobre la viabilidad de la
introducción de los Bonos de Estabilidad (Eurobonos). Se plantean tres
opciones para abaratar la financiación de los Estados Miembros a cambio
de supervisión de los presupuestos nacionales, que podría derivar en intervenciones y/o pérdidas de soberanía nacional en materia presupuestaria.

Creemos que esta propuesta contribuirá a frenar la crisis de la deuda
soberana y que debería ser complementada con otras iniciativas, como la
expansión de las líneas de crédito del FMI ya anunciada y/o una mayor
actividad del BCE.

La Comisión Europea plantea tres opciones de Eurobonos:

1. Introducción de Eurobonos como única opción de financiación. Sustituiría
a los bonos nacionales y los emitiría, o bien una agencia de la Unión Europea o bien se haría mediante un proceso descentralizado coordinado. Su característica principal es que asume garantías comunes y se comparte el riesgo de crédito entre todos los Estados Miembros. A cambio, se crearía un marco para garantizar la disciplina presupuestaria. Requeriría cambios en el Tratado de la Unión y, por tanto, llevaría un largo tiempo de implantación (hasta que el marco disciplinario en presupuestos estuviera fijado).

2. Introducción de Eurobonos como complemento de la emisión de bonos
nacionales. Los Eurobonos estarían respaldados con garantías comunes
mientras que los bonos nacionales serían garantizados por cada Estado. Es el
esquema conocido como “bonos azules y rojos”. Los primeros no necesariamente cubrirían las necesidades de financiación de cada Estado (habría, para estos, garantías comunes), por lo que, adicionalmente, se tendría que recurrir a la emisión de bonos nacionales, con garantía nacional. Habría que definir los límites que determinaran la cantidad máxima que cada Estado podría emitir bajo el paraguas “común” (un determinado porcentaje sobre PIB, por ejemplo, aunque la norma podría flexibilizarse si se cumplieran las recomendaciones de la UE, por ejemplo). Requeriría cambios en el Tratado de la UE.

3. Introducción de Eurobonos como complemento de la emisión de bonos
nacionales pero sin compartir garantías, esto es, cada país garantizaría la
parte proporcional que le correspondiera en cada emisión de Eurobonos, según
la necesidad de financiación. Además, cada país garantizaría las emisiones nacionales, que serían compatibles con este esquema. El inconveniente sería que no tendría costes de financiación tan bajos como anteriores esquemas pero no requeriría cambios en el Tratado, por lo que sería la opción más rápida de implantar ya que tendría menos condiciones previas que cumplir.
La Comisión también plantea la combinación de esquemas, considerando una
aproximación por pasos, empezando por el tercero, por ser el de mayor facilidad y rapidez de implantación, para avanzar hacia un esquema de mayor integración y compromiso (esquemas 1 ó 2) pero, también, de más largo plazo.

Los tres esquemas exigen incrementar la vigilancia y colaboración en el diseño e implementación de las políticas fiscales nacionales, en mayor o menor medida, dependiendo del esquema elegido. Se exigirían condiciones previas tanto para entrar como para permanecer en el sistema de Eurobonos, contemplándose mecanismos de sanción automáticos por incumplimiento de objetivos fiscales (penalizaciones vía mayores tipos de interés, solicitud de colaterales adicionales o imposición de límites que podrían ir ligados al grado de incumplimiento de objetivos como que cada punto porcentual de PIB de desviación en el presupuesto podría llevar aparejada la reducción del derecho a emitir Eurobonos). También se plantea la supervisión de los proyectos
de presupuesto por parte de la UE a todos los Estados Miembros que, en
casos extremos, podrían derivar en intervención de presupuestos nacionales y pérdidas de soberanía nacional (se podría establecer algún tipo de “administración”).

Podrían establecerse medidas de supervisión intermedias, como el examen de la ejecución presupuestaria, incluyendo informes regulares y contemplando medidas de alerta ante desviaciones. El objetivo final en cuanto al pago de intereses es que estén garantizados en todo momento.
La Comisión Europea presenta este documento en el que se plantean sugerencias y establece que todas las opciones requieren de un mayor análisis.

Las propuestas, susceptibles de modificación, ya están sobre la mesa. Los
siguientes pasos deberán darse en las próximas reuniones de ministros de
finanzas de la Eurozona (29 y 30 de noviembre) y en la Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno (9 de diciembre).
 
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