El mapa del stock del ladrillo en España

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La banca, indignada por la elección de BlackRock como auditor



A falta de que se confirme que BlackRock sea uno de los dos expertos elegidos para tasar el ladrillo de la banca española, las entidades cuestionan la independencia de este fondo y temen lo que ocurrirá con la valoración.
Es muy difícil que algún banco se atreva a manifestar en público una postura en contra del Gobierno. Pero en el sector el descontento por cómo se está gestionando la crisis financiera está en máximos. El último factor de irritación ha sido la probable elección de BlackRock como uno de los dos expertos independientes que tendrán que valorar los activos inmobiliarios de la banca española.
La noticia, que EXPANSIÓN adelantó el pasado 26 de abril, ha sido publicada hoy por el diario británico Financial Times, justo el día después de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, visitara la City y la sede del diario británico, ha caído como una bomba entre las entidades españolas. Fuentes de Economía han asegurado esta mañana que la decisión de elegir a Black Rock y Oliver Wyman para tasar el ladrillo de la banca española no está cerrada. Aun así, en el sector le dan mucha credibilidad y se temen lo peor.
La opinión generalizada, de acuerdo con múltiples fuentes bancarias, es que BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, no se puede considerar una entidad independiente y que tiene muchos intereses cruzadas con la actividad de la banca española. El pensamiento se puede resumir en la frase que de un ejecutivo de banca mediana: “Nos van a tasar a precios de derribo para luego comprar ellos y forrarse”. Desde otro banco afirman: “Son capaces de tasar con descuentos de hasta el 93%, con unos criterios que nada tienen a que ver con la situación de la propiedad en España. Y eso por no hablar de los intereses concretos que puedan llegar a tener, o las participaciones cruzadas…”.
El enfado de la banca, de todas formas, no se limita a Black Rock: es mucho más amplio y afecta al mismo hecho de que, finalmente, tengas que ser entidades externas las que lleguen a valorar los balances. “¿Cómo hemos llegado a esto?”, se preguntan desde una entidad y añaden que “mucho tiene a que ver con que se ha desprestigiado al Banco de España que, hace hasta unos meses, era uno de los principales activos del país”.
En muchos bancos insisten en lo llamativo que fue la nula participación del Banco de España en el último Real Decreto sobre saneamiento del sector y en la falta de comunicación que el Ministerio de Economía ha tenido con las entidades: “No sabíamos prácticamente nada hasta la rueda de prensa e incluso después de que el Decreto salió publicado en BOE seguimos teniendo dudas, por ejemplo sobre cómo se tienen que instrumentar las sociedades inmobiliarias”.
La evolución de la situación se ve tan crítica que en alguna entidad empiezan a echar cuentas con la posibilidad de que, si no hay un brusco cambio de ruta, llegará el rescate de la banca española con fondos europeos. “En la espiral en la que nos han metido no hay límites. Y con la brillante idea de hacernos provisionar los créditos sanos les están dando alas a los que creen que todo el balance de los bancos está podrido”, opina el directivo de una entidad.
Así no se recupera el crédito
Una de las razones por las que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha justificado los dos decretos de saneamiento del sector que ha realizado el Gobierno popular (el de febrero y el de la pasada semana) es que hay que tomar medidas para reactivar el crédito. El ministro asegura que, con las medidas tomadas, se conseguirá devolver la confianza hacia las entidades, lo que le facilitará el acceso al mercado de financiación y estimulará el crédito a familias y empresas.
Pero los bancos no lo ven así. “Lo que están haciendo es abocarnos a un credit crunch”, dicen tajantes en un banco cotizado y añaden que “ni dios a va conceder créditos en estas condiciones, porque nos están asfixiando”. En otra entidad más pequeña van más allá y aseguran que ya no es sólo el crédito, sino que “casi ya no tenemos tiempo de hablar con los clientes y hacer negocios, ya que tenemos que dedicar todas las fuerzas a superar las decenas de exámenes, test de estrés, pruebas y requerimientos a los que están sometiendo al sector”.
En este clima de opinión, ampliamente generalizado, también hay alguna excepción. Desde un importante banco del país, de hecho, afirman que hay que recordar que el objetivo del Gobierno es dar credibilidad al sistema y que “si esto se consigue es bueno para todos”. Eso sí, la eventual elección de BlackRock no se ve con buenos ojos ni siquiera en esta entidad.
 
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