De vez en cuando sale algún término que jamás habíamos escuchado que se pone de moda en el mundo financiero. Desde hace algunas semanas, pero especialmente desde que ganó Obama, el “fiscal cliff” y su versión española “abismo fiscal” cumple con esa característica. Para explicarlo voy a hacer un poquito de historia: hasta hace 95 años en los EUA cada vez que el estado quería endeudarse debía pedir permiso al Congreso pero con el enorme gasto público que se originó por la participación del país en la I Guerra Mundial, decidieron cambiar el sistema. Implantaron un techo de deuda que sólo se podría superar con la aprobación de las dos cámaras pero mientras se llegaba a ese nivel el gobierno de turno era libre de endeudarse.
El Congreso ha aprobado siempre las peticiones para elevar el límite de deuda que le hacía el gobierno ya que de no haberlo hecho habría significado la bancarrota.Since 1960, Congress has acted 78 separate times to permanently raise, temporarily extend, or revise the definition of the debt limit – 49 times under Republican presidents and 29 times under Democratic presidents. Desde 1960, el Congreso ha actuado 78 veces para ampliar el límite de la deuda, 49 veces bajo presidentes republicanos y 29 veces con presidentes demócratas. El resultado es que los EUA son un país endeudadísimo que además ha tenido un equipo económico los últimos años que no se ha preocupado de reducir el déficit presupuestario lo que ha aumentado aún más ese proceso. Las compras de la FED y ser la primera economía mundial con la principal moneda de reserva le han permitido además pagar pocos intereses por esa deuda ya que es considerada como “refugio” para la mayoría de inversores. Pero en agosto de 2011 el Senado, de mayoría republicano, decidió no apoyar la petición de aumentar el techo de deuda que ya había sido ampliado en mayo de ese año. Eso provocó que incluso una agencia de ráting –S&P- rebajara a los EUA de la máxima calificación crediticia si bien finalmente hubo un acuerdo que se puede resumir así:
• Incremento del techo de deuda hasta 16,394 billones de dólares
• Reducción del gasto corriente de 917.000 millones de dólares hasta 2021.
• Creación de un “Supercomité“ compuesto al 50% por parlamentarios y senadores demócratas y republicanos (es decir, no depende del resultado de las elecciones del otro día) con el objetivo de identificar 1,5 billones de dólares adicionales de ajuste estructural también hasta 2021. Y si no se llega a un acuerdo, en enero de 2013 se aplicarán unos recortes que supondrán una reducción del déficit del 50%. Básicamente son estos:
La mayor parte son, respecto a 2012, subidas de impuestos para aumentar ingresos y políticas de recortes y mayor austeridad para reducir los gastos: en total hablamos de 607 mil millones de $. A esto hay que añadir que, según el secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, el techo de deuda –que se aprobó en 2011- volverá a ser rebasado antes de 3 meses. Como vemos, la negociación será dura porque evidentemente nadie quiere que los EUA suspendan pagos pero los republicanos, sea por molestar a Obama o sea por responsabilidad institucional o ambas cosas (que cada uno crea lo que quiera) no van a querer que la burbuja de la deuda y el fuerte desfase entre ingresos y gastos de la Administración continúe sin exigir medidas para corregirlo. Hay quien cree que aunque la FED siga inyectando dinero (ya se ha comprobado que los mercados no han reaccionado a su último anuncio de QE permanente), si los EUA empiezan una política de más austeridad, reducirán su crecimiento y –debido a su influencia global- el planetario. ¿Será verdad? Ya lo analizaremos otro día dependiendo de lo que finalmente se decida (sospecho que las medidas serán finalmente mucho más suaves) pero al menos a corto plazo sí que parece que tiene fundamento ese temor. Si tomamos el ejemplo de Reino Unido desde que gobierna Cameron, con un banco central inyectando dinero barato y comprando activos –estilo FED- coincidiendo con un gobierno empeñado –y con un éxito relativo- en reducir el déficit, es razonable pensarlo si bien los últimos datos de PIB y de creación de empleo fueron muy buenos. Además, la globalización impide valorar la situación económica de un país como algo aislado.
En cuanto a los mercados, un panorama de subida de impuestos y de bajada de inversiones no ofrece un futuro halagüeño a las empresas norteamericanas, máxime tras la decepción de la temporada de resultados del último trimestre y eso su bolsa lo lleva notando semanas. Un ajuste fiscal que mejore la solvencia de los EUA es un apoyo para el $, algo que también ha notado su cotización.
Se adjunta enlace original mas algunos links
La semana en los mercados - Euribor
El Congreso ha aprobado siempre las peticiones para elevar el límite de deuda que le hacía el gobierno ya que de no haberlo hecho habría significado la bancarrota.Since 1960, Congress has acted 78 separate times to permanently raise, temporarily extend, or revise the definition of the debt limit – 49 times under Republican presidents and 29 times under Democratic presidents. Desde 1960, el Congreso ha actuado 78 veces para ampliar el límite de la deuda, 49 veces bajo presidentes republicanos y 29 veces con presidentes demócratas. El resultado es que los EUA son un país endeudadísimo que además ha tenido un equipo económico los últimos años que no se ha preocupado de reducir el déficit presupuestario lo que ha aumentado aún más ese proceso. Las compras de la FED y ser la primera economía mundial con la principal moneda de reserva le han permitido además pagar pocos intereses por esa deuda ya que es considerada como “refugio” para la mayoría de inversores. Pero en agosto de 2011 el Senado, de mayoría republicano, decidió no apoyar la petición de aumentar el techo de deuda que ya había sido ampliado en mayo de ese año. Eso provocó que incluso una agencia de ráting –S&P- rebajara a los EUA de la máxima calificación crediticia si bien finalmente hubo un acuerdo que se puede resumir así:
• Incremento del techo de deuda hasta 16,394 billones de dólares
• Reducción del gasto corriente de 917.000 millones de dólares hasta 2021.
• Creación de un “Supercomité“ compuesto al 50% por parlamentarios y senadores demócratas y republicanos (es decir, no depende del resultado de las elecciones del otro día) con el objetivo de identificar 1,5 billones de dólares adicionales de ajuste estructural también hasta 2021. Y si no se llega a un acuerdo, en enero de 2013 se aplicarán unos recortes que supondrán una reducción del déficit del 50%. Básicamente son estos:
La mayor parte son, respecto a 2012, subidas de impuestos para aumentar ingresos y políticas de recortes y mayor austeridad para reducir los gastos: en total hablamos de 607 mil millones de $. A esto hay que añadir que, según el secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, el techo de deuda –que se aprobó en 2011- volverá a ser rebasado antes de 3 meses. Como vemos, la negociación será dura porque evidentemente nadie quiere que los EUA suspendan pagos pero los republicanos, sea por molestar a Obama o sea por responsabilidad institucional o ambas cosas (que cada uno crea lo que quiera) no van a querer que la burbuja de la deuda y el fuerte desfase entre ingresos y gastos de la Administración continúe sin exigir medidas para corregirlo. Hay quien cree que aunque la FED siga inyectando dinero (ya se ha comprobado que los mercados no han reaccionado a su último anuncio de QE permanente), si los EUA empiezan una política de más austeridad, reducirán su crecimiento y –debido a su influencia global- el planetario. ¿Será verdad? Ya lo analizaremos otro día dependiendo de lo que finalmente se decida (sospecho que las medidas serán finalmente mucho más suaves) pero al menos a corto plazo sí que parece que tiene fundamento ese temor. Si tomamos el ejemplo de Reino Unido desde que gobierna Cameron, con un banco central inyectando dinero barato y comprando activos –estilo FED- coincidiendo con un gobierno empeñado –y con un éxito relativo- en reducir el déficit, es razonable pensarlo si bien los últimos datos de PIB y de creación de empleo fueron muy buenos. Además, la globalización impide valorar la situación económica de un país como algo aislado.
En cuanto a los mercados, un panorama de subida de impuestos y de bajada de inversiones no ofrece un futuro halagüeño a las empresas norteamericanas, máxime tras la decepción de la temporada de resultados del último trimestre y eso su bolsa lo lleva notando semanas. Un ajuste fiscal que mejore la solvencia de los EUA es un apoyo para el $, algo que también ha notado su cotización.
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