Tras años trabajando en una agencia de marketing dedicada a promocionar libros autoeditados, Todd Rutherford se dio cuenta de que perseguir a los periodistas para que publicaran la crítica del libro de alguno de sus clientes no era efectivo, así que aprovechando el anonimato que ofrece Internet, decidió hacer el mismo el trabajo. Escribiría exactamente lo que el cliente quisiera, que su libro era magnífico, y cobraría un buen pellizco por ello.
Así nació la web GettingBookReviews.com. Al principio cobraba unos 75 euros por sus benevolentes análisis. Sin embargo, algunos clientes no se conformaban con una opinión y le pidieron que escribiera varias con distintos nombres en tiendas online, sobre todo Amazon.com. Rutherford empezó a ofrecer paquetes de críticas para impulsar libros semidesconocidos: 20 post por 400 euros dólares, 50 por 800.
Su iniciativa fue todo un éxito y antes de siquiera darse cuenta estaba facturando más de 25.000 euros mensuales escribiendo falsas críticas positivas sobre libros de autores desconocidos que ni siquiera había leído.
"Únicamente señalaba las cosas positivas, obviando las negativas", ha explicado Rutherford en una entrevista al diario 'The New York Times', en la que puntualiza que sus críticas eran "revisiones de marketing, no opiniones editoriales".
Cuando mejor iba el negocio, llegó el ocaso. Una clienta descontenta utilizo Internet, la misma arma que el falso crítico había empleado previamente para montar su rentable negocio, para advertir del fraude. Poco después Google borró la publicidad de GettingBookReviews.com y Amazon.com vetó cualquier cosa que tuviera que ver con Rutherford.
A pesar de terminar con un nuevo tirón de orejas, el negocio volvió a ser rentable, como cuando de niño vendió fotos pornográficas a sus amigos. En poco más de seis meses su empresa escribió 4.531 falsas opiniones, por las que facturó cerca de 400.000 euros.
Según el profesor de la Universidad de Illinois, Bing Liu, aproximadamente una de cada tres críticas que se publican en Internet sobre cualquier producto o servicio son fraudulentas. Liu, experto en análisis de datos, ha confirmado por ejemplo que aproximadamente el 60% de las valoraciones en Amazon llevan una calificación de cinco estrellas, a lo que hay que sumarle un 20% más con cuatro estrellas.
De su trabajo se extrae que las valoraciones que aparecen en el Red no son fiables, aunque sí un gran negocio para algunos: los cálculos apuntan que hasta 2015 se publicarán más de 600.000 libros autoeditados lo que, aun precio entre 15 y 80 euros por opinión, supone un millonario mercado de varios millones de euros.
Así nació la web GettingBookReviews.com. Al principio cobraba unos 75 euros por sus benevolentes análisis. Sin embargo, algunos clientes no se conformaban con una opinión y le pidieron que escribiera varias con distintos nombres en tiendas online, sobre todo Amazon.com. Rutherford empezó a ofrecer paquetes de críticas para impulsar libros semidesconocidos: 20 post por 400 euros dólares, 50 por 800.
Su iniciativa fue todo un éxito y antes de siquiera darse cuenta estaba facturando más de 25.000 euros mensuales escribiendo falsas críticas positivas sobre libros de autores desconocidos que ni siquiera había leído.
"Únicamente señalaba las cosas positivas, obviando las negativas", ha explicado Rutherford en una entrevista al diario 'The New York Times', en la que puntualiza que sus críticas eran "revisiones de marketing, no opiniones editoriales".
Cuando mejor iba el negocio, llegó el ocaso. Una clienta descontenta utilizo Internet, la misma arma que el falso crítico había empleado previamente para montar su rentable negocio, para advertir del fraude. Poco después Google borró la publicidad de GettingBookReviews.com y Amazon.com vetó cualquier cosa que tuviera que ver con Rutherford.
A pesar de terminar con un nuevo tirón de orejas, el negocio volvió a ser rentable, como cuando de niño vendió fotos pornográficas a sus amigos. En poco más de seis meses su empresa escribió 4.531 falsas opiniones, por las que facturó cerca de 400.000 euros.
Según el profesor de la Universidad de Illinois, Bing Liu, aproximadamente una de cada tres críticas que se publican en Internet sobre cualquier producto o servicio son fraudulentas. Liu, experto en análisis de datos, ha confirmado por ejemplo que aproximadamente el 60% de las valoraciones en Amazon llevan una calificación de cinco estrellas, a lo que hay que sumarle un 20% más con cuatro estrellas.
De su trabajo se extrae que las valoraciones que aparecen en el Red no son fiables, aunque sí un gran negocio para algunos: los cálculos apuntan que hasta 2015 se publicarán más de 600.000 libros autoeditados lo que, aun precio entre 15 y 80 euros por opinión, supone un millonario mercado de varios millones de euros.