Algunos de los índices más importantes que siguen los inversionistas del mundo están cambiando la forma en la que clasifican a los países. Esto puede significar que los fondos mutuos y otros inversionistas institucionales también tendrán que hacer modificaciones en sus portafolios.
Los cambios involucran a pequeños países cuyas economías se han fortalecido lo suficiente como para que pasen de su categoría de "frontera" a la clasificación de "emergente" o pueden incluir a naciones cuyas economías se han debilitado lo suficiente como para que bajen un escalón.
No es una distinción semántica. En cuanto un país recibe una nueva clasificación, se mueve de su actual índice a uno nuevo. Los fondos que siguen de cerca los movimientos de ese índice, como lo hacen muchos de los fondos de inversión y los fondos que cotizan en la bolsa, no tienen otra alternativa que seguir los cambios.
Los gestores de fondos activos pueden ejecutar esos cambios a su discreción. "Ya sea que decidan mover o no a esos países, eso depende de qué tan cerca quieran seguir los movimientos del índice o qué tan importante es el movimiento para su estrategia de inversión", dice Dimitris Melas, director ejecutivo de investigación de índices en MSCI Inc., MSCI +0.29% cuyas series son seguidas por alrededor de US$8 billones (millones de millones) de activos alrededor del mundo.
No obstante, las incorporaciones a un índice "obligan a los gestores de portafolios, al menos, a observar a los nuevos países y ver si vale la pena invertir en ellos", reconoce Oliver Bell, gestor de portafolio del fondo T. Rowe Price Africa & Middle East Fund.
Los mercados de frontera han cobrado una mayor importancia para los inversionistas dispuestos a asumir mayores riesgos con tal de conseguir retornos más jugosos. Los activos administrados por los fondos dedicados a los mercados de frontera aumentaron de US$9.500 millones en 2012 a más de US$18.000 millones en la actualidad, según el proveedor de datos EPFR. Un reciente informe de la firma de valores Renaissance Capital estima que las inversiones futuras podrían incrementar los activos que gestionan estas instituciones a US$22.000 millones.
El mayor impacto de los cambios en la composición de los índices podría venir de aquellos países que se han "graduado" de un índice en el que han representado una gran porción de la exposición. A finales de abril de este año, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos y Qatar representaban más de un tercio del Índice de Mercados de Frontera de MSCI pero al principio del mes que viene, MSCI los trasladará a la categoría de "emergente". Sin esos dos países, la representación de Kuwait en el índice se incrementará del actual 17,9% calculado a finales de abril a aproximadamente 27,7%.
La eliminación de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar "mejorará la diversificación geográfica desde una perspectiva regional", explica Michael Orzano, un director de los índices S&P Dow Jones.
Por ahora, no se estima que los cambios tengan un gran efecto en América Latina. "En general, no es mucho el impacto puesto que no hay países latinoamericanos involucrados en los cambios. El único mercado de frontera (en el índice MSCI) es Argentina, y mientras mantengan los controles de capital es improbable que MSCI la devuelva la clasificación de emergente. Argentina podría recibir flujos de fondos especializados en mercados de frontera si el país pasa a tener una mayor ponderación en el índice tras la salida de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, pero (tales flujos) no deberían ser muy significativos y lo más probable es que los acontecimientos políticos sean un factor más importante en la entrada y salida de capitales al país", dijo Adam Kutas, gestor de portafolio de Fidelity Latin America.
El índice de mercados de frontera de MSCI tiene 26 países, pero asigna un peso de 4,5% a Argentina, y contempla sólo seis acciones.
Los proveedores de índices siguen un conjunto de lineamientos específicos para decidir un cambio. En el caso de MSCI tiene en cuenta tres criterios: el desarrollo económico, el tamaño y liquidez de un mercado y su accesibilidad para los inversionistas. Otros, como FTSE, consideran aspectos tales como calificación crediticia, entorno del mercado y sus regulaciones, y el grado de desarrollo del mercado de derivados financieros. "No hacemos cambios con mucha frecuencia, pero cuando las condiciones justifican un cambio, lo hacemos", dice Melas, de MSCI.
El MSCI de mercados emergentes, que en el pasado fue parte de Morgan Stanley, incluye cinco países latinoamericanos entre los 21 que lo componen.
Sin embargo, algunos de los profesionales en el campo de la inversión no están muy entusiasmados con los cambios, que fueron anunciados en junio pasado.
"No tiene sentido que más de 25% de un índice sea dedicado tan solo a un país", dice David Wick- ham, director de mercados emergentes y de frontera para HSBC Global Asset Management.
La firma, con la ayuda de MSCI, ha creado su propio índice que considera como más representativo del universo de los mercados de frontera. WSJ
Los cambios involucran a pequeños países cuyas economías se han fortalecido lo suficiente como para que pasen de su categoría de "frontera" a la clasificación de "emergente" o pueden incluir a naciones cuyas economías se han debilitado lo suficiente como para que bajen un escalón.
No es una distinción semántica. En cuanto un país recibe una nueva clasificación, se mueve de su actual índice a uno nuevo. Los fondos que siguen de cerca los movimientos de ese índice, como lo hacen muchos de los fondos de inversión y los fondos que cotizan en la bolsa, no tienen otra alternativa que seguir los cambios.
Los gestores de fondos activos pueden ejecutar esos cambios a su discreción. "Ya sea que decidan mover o no a esos países, eso depende de qué tan cerca quieran seguir los movimientos del índice o qué tan importante es el movimiento para su estrategia de inversión", dice Dimitris Melas, director ejecutivo de investigación de índices en MSCI Inc., MSCI +0.29% cuyas series son seguidas por alrededor de US$8 billones (millones de millones) de activos alrededor del mundo.
No obstante, las incorporaciones a un índice "obligan a los gestores de portafolios, al menos, a observar a los nuevos países y ver si vale la pena invertir en ellos", reconoce Oliver Bell, gestor de portafolio del fondo T. Rowe Price Africa & Middle East Fund.
Los mercados de frontera han cobrado una mayor importancia para los inversionistas dispuestos a asumir mayores riesgos con tal de conseguir retornos más jugosos. Los activos administrados por los fondos dedicados a los mercados de frontera aumentaron de US$9.500 millones en 2012 a más de US$18.000 millones en la actualidad, según el proveedor de datos EPFR. Un reciente informe de la firma de valores Renaissance Capital estima que las inversiones futuras podrían incrementar los activos que gestionan estas instituciones a US$22.000 millones.
El mayor impacto de los cambios en la composición de los índices podría venir de aquellos países que se han "graduado" de un índice en el que han representado una gran porción de la exposición. A finales de abril de este año, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos y Qatar representaban más de un tercio del Índice de Mercados de Frontera de MSCI pero al principio del mes que viene, MSCI los trasladará a la categoría de "emergente". Sin esos dos países, la representación de Kuwait en el índice se incrementará del actual 17,9% calculado a finales de abril a aproximadamente 27,7%.
La eliminación de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar "mejorará la diversificación geográfica desde una perspectiva regional", explica Michael Orzano, un director de los índices S&P Dow Jones.
Por ahora, no se estima que los cambios tengan un gran efecto en América Latina. "En general, no es mucho el impacto puesto que no hay países latinoamericanos involucrados en los cambios. El único mercado de frontera (en el índice MSCI) es Argentina, y mientras mantengan los controles de capital es improbable que MSCI la devuelva la clasificación de emergente. Argentina podría recibir flujos de fondos especializados en mercados de frontera si el país pasa a tener una mayor ponderación en el índice tras la salida de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, pero (tales flujos) no deberían ser muy significativos y lo más probable es que los acontecimientos políticos sean un factor más importante en la entrada y salida de capitales al país", dijo Adam Kutas, gestor de portafolio de Fidelity Latin America.
El índice de mercados de frontera de MSCI tiene 26 países, pero asigna un peso de 4,5% a Argentina, y contempla sólo seis acciones.
Los proveedores de índices siguen un conjunto de lineamientos específicos para decidir un cambio. En el caso de MSCI tiene en cuenta tres criterios: el desarrollo económico, el tamaño y liquidez de un mercado y su accesibilidad para los inversionistas. Otros, como FTSE, consideran aspectos tales como calificación crediticia, entorno del mercado y sus regulaciones, y el grado de desarrollo del mercado de derivados financieros. "No hacemos cambios con mucha frecuencia, pero cuando las condiciones justifican un cambio, lo hacemos", dice Melas, de MSCI.
El MSCI de mercados emergentes, que en el pasado fue parte de Morgan Stanley, incluye cinco países latinoamericanos entre los 21 que lo componen.
Sin embargo, algunos de los profesionales en el campo de la inversión no están muy entusiasmados con los cambios, que fueron anunciados en junio pasado.
"No tiene sentido que más de 25% de un índice sea dedicado tan solo a un país", dice David Wick- ham, director de mercados emergentes y de frontera para HSBC Global Asset Management.
La firma, con la ayuda de MSCI, ha creado su propio índice que considera como más representativo del universo de los mercados de frontera. WSJ