Los votos de casi 400 millones de ciudadanos de 28 países miembros tienen mucho peso en el devenir de Europa, pero también influyen en los mercados europeos. En los últimos años los inversores no han dudado en castigar a pie de parqué todo signo de fragmentación política en el Viejo Continente. Ahora, una vez superados los comicios europeos, vuelven a surgir algunos puntos clave que plantean ciertas incógnitas para las bolsas, que atraviesan un compás de espera, pendientes de los próximos pasos que tome el Banco Central Europeo (BCE).
1) Ascenso de euroescépticos y populismo de derechas
La escalada de estos grupos en el parlamento es un argumento incómodo para los mercados. La presión no se traduce tanto en coaliciones evidentes (según recuerdan los analistas, cuentan con pocos apoyos para organizar pactos políticos) como en una realidad hacia la que ningún inversor quiere mirar. Hay una parte de Europa que no desea una unión política o económica. Desde Fidelity, el gestor Christian Von Engelbrechten considera que “es improbable un debilitamiento del euro o una amenaza de las políticas actuales", pero sí ve factible que "en el corto plazo el ascenso de esta vertiente política imprima una mayor volatilidad a los mercados”.
Los partidos de extrema derecha son otra de las facciones políticas que se ven beneficiadas tras los comicios, con especial relevancia en el caso de Le Pen en Francia. Los expertos creen que este es otro elemento que a buen seguro se plasmará en nuevas fases de nerviosismo en los mercados, si bien consideran que su peso debería ser cada vez menos relevante, ya que muchos de sus electores deberían comenzar a distanciarse de ellos, a medida que mejore la situación económica.
2) Reactivación de la crisis política en Italia y Grecia
Algunos expertos consideran que el mercado italiano ha sido el gran reflejo de las preocupaciones de los inversores por los comicios a lo largo de las últimas jornadas. El parqué transalpino ya había descontado la escalada que protagoniza el Movimiento Cinco Estrellas, liderado por Beppe Grillo, un factor que parecía aportar mayor inestabilidad para el Gobierno de Matteo Renzi en un país acostumbrado a la fuerza a los sobresaltos en el plano político. Este extremo, no obstante, no ha sido así, ya que el Partido Democrático del primer ministro ha ganado con rotundidad en las urnas. En opinión de Daniel Pingarrón, analista de IG, “si nos fijamos en el diferencial entre el MIB y el Ibex 35, observamos como el spread ha sido muy favorable al índice español desde finales de abril, en contra de la tendencia iniciada a mediados de enero. Si ambos índices cotizaran en la misma escala, el Ibex lo habría hecho 1.500 puntos mejor que el MIB durante el último mes”.
El nerviosismo es todavía más agudo si se mira hacia Grecia, después de la escalada del partido Syriza, cuya bandera es la lucha contra la austeridad. Desde Deutsche Bank Asset & Wealth Management consideran que uno de los mayores riesgos tras los comicios es que se reavive el debate sobre las políticas de austeridad y la presencia del país heleno en la Unión Europea.
3) Erosión del sentimiento europeísta en el núcleo europeo
Es un hecho innegable, el deterioro del sentimiento pro-Europa en determinados países que forman parte del núcleo del continente. Desde Deutsche Bank consideran que en países como Reino Unido, donde los partidos contrarios a la Unión Europea se han visto fortalecidos (especialmente el Partido para la Independencia de Reino Unido, UKIP por sus siglas en inglés), estas elecciones han sido un "referéndum previo a la salida de Gran Bretaña de la UE". Tampoco ha soplado a favor de Europa el desempleo que se registra en Francia y que enfrenta a los principales partidos políticos del país galo. Martin Harvey, experto de Renta Fija de Threadneedle cree que se están sentando unas bases preocupantes si se mira hacia el futuro de Europa a largo plazo. “Hay un malestar creciente hacia la dirección que está tomando la UE y, si en algo se ha basado la lucha contra la crisis, es en la mayor integración de los países miembros. Si esta idea se frustra pasará factura a los mercados”, añade.
4) Distanciamiento entre el Parlamento y el Consejo europeo
Desde Deutsche Bank Asset & Wealth Management consideran que también podría producirse un distanciamiento entre el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. “Si los jefes de Estado en el Consejo deciden elegir a un presidente diferente a lo que sugiere la Comisión Europea -Martin Schulz y Jean-Claude Juncker- esto podría conducir a un conflicto político. Si esto se extrapola a los mercados, los inversores podrían interpretar esto como una prueba de falta de equilibrio en la política europea, lo que se traduce en un nuevo aumento del riesgo.
5) El riesgo de la complacencia
Preocupación por el hecho de que, una vez superados los comicios electorales, las economías y empresas europeas caigan en la complacencia en el momento en el que comienzan a aparecer los primeros frutos de las políticas reformistas. Desde Fidelity creen que “lo más importante es que, con cualquier facción política al frente, se preserve la competitividad del continente frente a otras regiones”.
En esta línea, la práctica totalidad de los analistas coincide al recalcar que la resaca electoral se traduce en un aumento de la volatilidad en el corto plazo en unos mercados que adolecen de falta de rumbo en las últimas fechas. Ahora bien, tal y como apunta Rodrigo García, analista de XTB Trading, “el mercado sólo tiene ojos ahora para lo que le espera el próximo cinco de junio en la próxima intervención de Mario Draghi y es complicado que aparezcan factores que desvíen la atención de este punto”. El confidencial
1) Ascenso de euroescépticos y populismo de derechas
La escalada de estos grupos en el parlamento es un argumento incómodo para los mercados. La presión no se traduce tanto en coaliciones evidentes (según recuerdan los analistas, cuentan con pocos apoyos para organizar pactos políticos) como en una realidad hacia la que ningún inversor quiere mirar. Hay una parte de Europa que no desea una unión política o económica. Desde Fidelity, el gestor Christian Von Engelbrechten considera que “es improbable un debilitamiento del euro o una amenaza de las políticas actuales", pero sí ve factible que "en el corto plazo el ascenso de esta vertiente política imprima una mayor volatilidad a los mercados”.
Los partidos de extrema derecha son otra de las facciones políticas que se ven beneficiadas tras los comicios, con especial relevancia en el caso de Le Pen en Francia. Los expertos creen que este es otro elemento que a buen seguro se plasmará en nuevas fases de nerviosismo en los mercados, si bien consideran que su peso debería ser cada vez menos relevante, ya que muchos de sus electores deberían comenzar a distanciarse de ellos, a medida que mejore la situación económica.
2) Reactivación de la crisis política en Italia y Grecia
Algunos expertos consideran que el mercado italiano ha sido el gran reflejo de las preocupaciones de los inversores por los comicios a lo largo de las últimas jornadas. El parqué transalpino ya había descontado la escalada que protagoniza el Movimiento Cinco Estrellas, liderado por Beppe Grillo, un factor que parecía aportar mayor inestabilidad para el Gobierno de Matteo Renzi en un país acostumbrado a la fuerza a los sobresaltos en el plano político. Este extremo, no obstante, no ha sido así, ya que el Partido Democrático del primer ministro ha ganado con rotundidad en las urnas. En opinión de Daniel Pingarrón, analista de IG, “si nos fijamos en el diferencial entre el MIB y el Ibex 35, observamos como el spread ha sido muy favorable al índice español desde finales de abril, en contra de la tendencia iniciada a mediados de enero. Si ambos índices cotizaran en la misma escala, el Ibex lo habría hecho 1.500 puntos mejor que el MIB durante el último mes”.
El nerviosismo es todavía más agudo si se mira hacia Grecia, después de la escalada del partido Syriza, cuya bandera es la lucha contra la austeridad. Desde Deutsche Bank Asset & Wealth Management consideran que uno de los mayores riesgos tras los comicios es que se reavive el debate sobre las políticas de austeridad y la presencia del país heleno en la Unión Europea.
3) Erosión del sentimiento europeísta en el núcleo europeo
Es un hecho innegable, el deterioro del sentimiento pro-Europa en determinados países que forman parte del núcleo del continente. Desde Deutsche Bank consideran que en países como Reino Unido, donde los partidos contrarios a la Unión Europea se han visto fortalecidos (especialmente el Partido para la Independencia de Reino Unido, UKIP por sus siglas en inglés), estas elecciones han sido un "referéndum previo a la salida de Gran Bretaña de la UE". Tampoco ha soplado a favor de Europa el desempleo que se registra en Francia y que enfrenta a los principales partidos políticos del país galo. Martin Harvey, experto de Renta Fija de Threadneedle cree que se están sentando unas bases preocupantes si se mira hacia el futuro de Europa a largo plazo. “Hay un malestar creciente hacia la dirección que está tomando la UE y, si en algo se ha basado la lucha contra la crisis, es en la mayor integración de los países miembros. Si esta idea se frustra pasará factura a los mercados”, añade.
4) Distanciamiento entre el Parlamento y el Consejo europeo
Desde Deutsche Bank Asset & Wealth Management consideran que también podría producirse un distanciamiento entre el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. “Si los jefes de Estado en el Consejo deciden elegir a un presidente diferente a lo que sugiere la Comisión Europea -Martin Schulz y Jean-Claude Juncker- esto podría conducir a un conflicto político. Si esto se extrapola a los mercados, los inversores podrían interpretar esto como una prueba de falta de equilibrio en la política europea, lo que se traduce en un nuevo aumento del riesgo.
5) El riesgo de la complacencia
Preocupación por el hecho de que, una vez superados los comicios electorales, las economías y empresas europeas caigan en la complacencia en el momento en el que comienzan a aparecer los primeros frutos de las políticas reformistas. Desde Fidelity creen que “lo más importante es que, con cualquier facción política al frente, se preserve la competitividad del continente frente a otras regiones”.
En esta línea, la práctica totalidad de los analistas coincide al recalcar que la resaca electoral se traduce en un aumento de la volatilidad en el corto plazo en unos mercados que adolecen de falta de rumbo en las últimas fechas. Ahora bien, tal y como apunta Rodrigo García, analista de XTB Trading, “el mercado sólo tiene ojos ahora para lo que le espera el próximo cinco de junio en la próxima intervención de Mario Draghi y es complicado que aparezcan factores que desvíen la atención de este punto”. El confidencial