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Por DROBLO
Junio tendrá como gran cita indiscutible en su primera semana la reunión del BCE del jueves 5. Draghi lleva desde verano de 2012 haciendo funcionar la magia de la creación de expectativas de un modo brillante: sin apenas ninguna medida concreta no sólo resolvió la crisis de deuda en la €zona, además ha ayudado a que se vean mínimos de rentabilidad en países como Italia y España. Las bolsas también se han alegrado mucho confiando en las palabras de “SuperMario” aunque llevan esperando medidas no convencionales de BCE hace meses y éstas siguen sin aparecer. Pero en la reunión del 8 de mayo dijo textualmente: “el Consejo de Gobierno está cómodo con actuar la próxima vez” por lo que se está auto-exigiendo algún tipo de acción. Declaraciones de otros miembros del consejo de BCE apuntan a lo mismo. La pregunta clave es: ¿Cuál será esa “acción”?
No voy a ejercer de profeta aunque supongo que con su habilidad habitual por crear expectativas, apostaría a que anunciará alguna (o varias) a la vez que avisará que podría hacer más próximamente con la excusa de esperar a que salgan los resultados de los stress test a la banca y a la espera de más datos de inflación. En cualquier caso me voy a limitar a enumerar las posibilidades que se barajan:
• La más fácil –y convencional- es bajar los tipos de interés por ejemplo del 0.25% al 0.10% que aparentemente parece poco pero sería una rebaja del 60%.
• Comprar activos que no sean deuda soberana a las entidades financieras como titulizaciones de préstamos bancarios a empresas o titulizaciones de créditos hipotecarios (medida que sería muy beneficiosa para la banca que obtendría toda esa liquidez). El volumen es enorme –en la €zona a finales del año pasado el volumen total de titulizaciones era de 920.000 millones de € de los que aproximadamente la mitad está retenida en los balances de los bancos- pero dependería de la cuantía del programa de adquisiciones su impacto real.
• Comprar deuda corporativa cotizada (covered bonds), lo que beneficiaría a grandes empresas. Imposible medir el impacto sin saber qué cantidad querría invertir BCE de los 1.7 billones emitidos pero España tiene el 26% -sólo superado por Alemania que tiene el 30%- del volumen total emitido en toda la €zona por lo que le beneficiaría especialmente.
• Cambiar el programa vigente por el cual la cartera de deuda soberana comprada por el BCE se esteriliza con subastas de corto plazo de captación de la liquidez que se ha invertido en dichas compras. Si deja de hacerse, esa liquidez no vuelve al BCE y se queda en el sistema y son 172 mil millones de €. Es de las medidas más sencillas de aplicar.
• Nuevas LTRO o subastas de liquidez a largo plazo (aprovechando que se ha devuelto el 53% de las anteriores y que vencen a finales de 2014 una y a comienzos de 2015 la otra). Esta quizás sería la que más interesara a los hipotecados españoles pues incidiría en un Euribor bajo durante más tiempo. De nuevo no se puede cuantificar el efecto hasta que no ocurriera pero si no se renuevan las que vencen y faltando por devolver casi medio billón de €, es posible que dentro de unos meses la liquidez del sistema financiero se redujera “demasiado” ya que no es seguro que la mejora de los mercados de capitales pueda proporcionar todo el montante necesario a la banca. De hecho, por eso es necesario que BCE haga algo –como ya avisamos aquí cuando empezó el programa hace casi 3 años- si bien la “urgencia” no sería necesaria hasta dentro de 6-8 meses.
• Reducción del coeficiente de caja (otra medida que liberaría liquidez a la banca si bien no sería lógico se hiciera antes de tener los resultados de los stress test a la banca) actualmente en el 1% (cada décima que bajara supondrían unos 10 mil millones de € “liberados”) para depósitos y valores de renta fija y de mercado monetario con duración inferior a 2 años puesto que ya está en el 0% para los de más de 2 años. Tendría poco impacto.
• Cobrar a los bancos por el exceso de liquidez que depositan en BCE (desde verano de 2012 en el 0%) con la esperanza de que lo muevan. Esta sería la que menos ayudaría a la banca ya que, al contrario de todas las demás, implicaría que tuvieran pérdidas y tampoco está claro que se consiga que ese dinero se mueva ya que podrían dejarlo donde está y simplemente pasar el coste a sus clientes reduciendo los tipos de depósito y encareciendo los créditos (es decir, podría ser contraproducente).
Creo no me dejo ninguna. Otro tema es si hace falta que se haga alguna de ellas. Mi opinión es que no pero la deflación –que no existe, es desinflación- y propiciar el aumento del crédito –que ya sabemos todos no es por falta de liquidez ya que los bancos tienen de sobra al menos hasta que venzan las LTRO sino por problemas de solvencia- son excusas muy buenas para intentar debilitar al € -lo que tendría un efecto favorable para las exportaciones- y rebajar el coste de la deuda –auténticos objetivos- que ayudaría tanto a los países como a las entidades financieras a sobrellevar una situación que a nivel de calle aún no es de recuperación. Y desde luego ayudaría mucho a bancos y grandes empresas que cotizan en bolsa por lo que se explica que deseen que ocurra –en teoría mejorarían bastante sus resultados- y que haya sido descontado con alzas los últimos meses. A saber qué pasa ese jueves, y a saber cómo se lo toman los mercados: la volatilidad estará asegurada.
Por DROBLO
Junio tendrá como gran cita indiscutible en su primera semana la reunión del BCE del jueves 5. Draghi lleva desde verano de 2012 haciendo funcionar la magia de la creación de expectativas de un modo brillante: sin apenas ninguna medida concreta no sólo resolvió la crisis de deuda en la €zona, además ha ayudado a que se vean mínimos de rentabilidad en países como Italia y España. Las bolsas también se han alegrado mucho confiando en las palabras de “SuperMario” aunque llevan esperando medidas no convencionales de BCE hace meses y éstas siguen sin aparecer. Pero en la reunión del 8 de mayo dijo textualmente: “el Consejo de Gobierno está cómodo con actuar la próxima vez” por lo que se está auto-exigiendo algún tipo de acción. Declaraciones de otros miembros del consejo de BCE apuntan a lo mismo. La pregunta clave es: ¿Cuál será esa “acción”?
No voy a ejercer de profeta aunque supongo que con su habilidad habitual por crear expectativas, apostaría a que anunciará alguna (o varias) a la vez que avisará que podría hacer más próximamente con la excusa de esperar a que salgan los resultados de los stress test a la banca y a la espera de más datos de inflación. En cualquier caso me voy a limitar a enumerar las posibilidades que se barajan:
• La más fácil –y convencional- es bajar los tipos de interés por ejemplo del 0.25% al 0.10% que aparentemente parece poco pero sería una rebaja del 60%.
• Comprar activos que no sean deuda soberana a las entidades financieras como titulizaciones de préstamos bancarios a empresas o titulizaciones de créditos hipotecarios (medida que sería muy beneficiosa para la banca que obtendría toda esa liquidez). El volumen es enorme –en la €zona a finales del año pasado el volumen total de titulizaciones era de 920.000 millones de € de los que aproximadamente la mitad está retenida en los balances de los bancos- pero dependería de la cuantía del programa de adquisiciones su impacto real.
• Comprar deuda corporativa cotizada (covered bonds), lo que beneficiaría a grandes empresas. Imposible medir el impacto sin saber qué cantidad querría invertir BCE de los 1.7 billones emitidos pero España tiene el 26% -sólo superado por Alemania que tiene el 30%- del volumen total emitido en toda la €zona por lo que le beneficiaría especialmente.
• Cambiar el programa vigente por el cual la cartera de deuda soberana comprada por el BCE se esteriliza con subastas de corto plazo de captación de la liquidez que se ha invertido en dichas compras. Si deja de hacerse, esa liquidez no vuelve al BCE y se queda en el sistema y son 172 mil millones de €. Es de las medidas más sencillas de aplicar.
• Nuevas LTRO o subastas de liquidez a largo plazo (aprovechando que se ha devuelto el 53% de las anteriores y que vencen a finales de 2014 una y a comienzos de 2015 la otra). Esta quizás sería la que más interesara a los hipotecados españoles pues incidiría en un Euribor bajo durante más tiempo. De nuevo no se puede cuantificar el efecto hasta que no ocurriera pero si no se renuevan las que vencen y faltando por devolver casi medio billón de €, es posible que dentro de unos meses la liquidez del sistema financiero se redujera “demasiado” ya que no es seguro que la mejora de los mercados de capitales pueda proporcionar todo el montante necesario a la banca. De hecho, por eso es necesario que BCE haga algo –como ya avisamos aquí cuando empezó el programa hace casi 3 años- si bien la “urgencia” no sería necesaria hasta dentro de 6-8 meses.
• Reducción del coeficiente de caja (otra medida que liberaría liquidez a la banca si bien no sería lógico se hiciera antes de tener los resultados de los stress test a la banca) actualmente en el 1% (cada décima que bajara supondrían unos 10 mil millones de € “liberados”) para depósitos y valores de renta fija y de mercado monetario con duración inferior a 2 años puesto que ya está en el 0% para los de más de 2 años. Tendría poco impacto.
• Cobrar a los bancos por el exceso de liquidez que depositan en BCE (desde verano de 2012 en el 0%) con la esperanza de que lo muevan. Esta sería la que menos ayudaría a la banca ya que, al contrario de todas las demás, implicaría que tuvieran pérdidas y tampoco está claro que se consiga que ese dinero se mueva ya que podrían dejarlo donde está y simplemente pasar el coste a sus clientes reduciendo los tipos de depósito y encareciendo los créditos (es decir, podría ser contraproducente).
Creo no me dejo ninguna. Otro tema es si hace falta que se haga alguna de ellas. Mi opinión es que no pero la deflación –que no existe, es desinflación- y propiciar el aumento del crédito –que ya sabemos todos no es por falta de liquidez ya que los bancos tienen de sobra al menos hasta que venzan las LTRO sino por problemas de solvencia- son excusas muy buenas para intentar debilitar al € -lo que tendría un efecto favorable para las exportaciones- y rebajar el coste de la deuda –auténticos objetivos- que ayudaría tanto a los países como a las entidades financieras a sobrellevar una situación que a nivel de calle aún no es de recuperación. Y desde luego ayudaría mucho a bancos y grandes empresas que cotizan en bolsa por lo que se explica que deseen que ocurra –en teoría mejorarían bastante sus resultados- y que haya sido descontado con alzas los últimos meses. A saber qué pasa ese jueves, y a saber cómo se lo toman los mercados: la volatilidad estará asegurada.