Brandon Alexander dice que tiene al peón de campo del futuro. Es pesado --casi 450 kilos, o 1000 libras-- y bastante lento. Pero puede levantar 360 kilos (800 libras) de vegetales y trasladarlos de un sitio a otro.
Angus es un robot que va a revolucionar la agricultura, según Alexander. Es capaz de hacerse cargo de la cosecha de lechuga, albaca y otros productos de zonas metropolitanas conservando agua y a un costo mucho más bajo que si se usasen peones humanos. Es un gran desafío y los primeros ensayos tuvieron tropiezos. Tampoco está claro si el startup de Alexander logrará financiar el proyecto.
Pero eso no lo inhibe.
Luego de recaudar 6 millones de dólares y de trabajar con robots autónomos durante dos años, la empresa de Alexander, Iron Ox, dice que está lista para empezar a ofrecer verduras cosechadas con robots. “Van a ser las mejores ensaladas que jamás hayas comido”, dice Alexander, de 33 años, quien alguna vez trabajó en el campo en Oklahoma, para después desempeñarse como ingeniero en Google y finalmente lanzarse como CEO de un startup.
Iron Ox hizo su primera cosecha con robots en un depósito de 743 metros cuadrados (8000 pies cuadrados) de San Carlos, California, un suburbio que se encuentra a 40 kilómetros (25 millas) de San Francisco. Si bien por ahora no se han firmado contratos, Alexander dice que Iron Ox ha estado hablando con restaurantes de San Francisco interesados en comprar sus verduras y que esperan vender a supermercados el año que viene.
El depósito de San Carlos es usado por Iron Ox para hacer experimentos a largo plazo. La idea es crear invernaderos manejados por robots que usarán mayormente la luz solar en lugar de las lámparas que consumen mucha energía y que resultan muy costosas. Al principio la firma venderá productos por debajo del costo para ser competitiva.
En los próximos años Iron Ox planea abrir granjas de robots en los alrededores de zonas metropolitanas y abastecer con productos frescos a restaurantes y supermercados. La mayoría de los vegetales y frutas que se consumen en Estados Unidos llegan de California, Arizona, México y otras naciones, lo que implica que el consumidor estadounidense come lechuga que ha estado viajando tal vez una semana.
Alexander afirma que iniciativas como la de Iron Ox ayudarán a producir vegetales sin dañar el medio ambiente.
Su empresa usa un sistema hidropónico (que no emplea tierra) que conserva agua, automatizado, lo que contribuye a resolver el problema derivado de la falta de interés de los estadounidenses en realizar las faenas del campo, con sueldos promedio de 13,32 dólares la hora, según el Departamento de Agricultura. Casi la mitad de los peones de campo que trabajan en Estados Unidos están en el país ilegalmente, de acuerdo con un estudio del Departamento de Trabajo.
El trabajo pesado en la granja cubierta de Iron Ox lo hace Angus, que tienen ruedas que pueden avanzar en cualquier dirección. Su principal tarea es facilitar el trasplante de las plantes transfiriendo los vegetales de un sitio a otro usando un brazo mecánico.
Es un proceso tedioso en el que se debe cargar cuidadosamente 250 plantas pequeñas en una plataforma y trasladarlas a otro sitio para que completen su crecimiento. Iron Ox sigue empleando peones humanos para recoger los vegetales cuando ya están a punto para la cosecha, aunque Alexander dice que está trabajando en otro robot que se encargaría también de eso.
Alexander trabajó en el sector de robots de Google X, pero con drones, no con plantas. Allí conoció a Jon Binney, cofundador de Iron Ox a cargo de la parte tecnológica.