droblo
Administrator
Informe aquí:
http://www.caixabankresearch.com/sites/default/files/documents/IM_1706_es.pdf
Os copio la introducción:
Este mes dedicamos el Dossier de nuestro Informe Mensual a uno de los sectores más importantes de la economía española: el sector turístico. Un sector que aporta más del 11% del producto interior bruto y el 13% del empleo del país, que ha sido uno de los pilares de la recuperación económica de los últimos años y que se mantendrá como uno de los motores de crecimiento de la economía a medio y largo plazo... si lo cuidamos.
Las últimas cifras que arroja el sector muestran su dinamismo. España ha recibido 20 millones de turistas internacionales en los cuatro primeros meses de 2017, una cifra récord que se sitúa un 10,3% por encima del dato del mismo periodo del año anterior. A este ritmo, durante este año, llegarán más de 83 millones de turistas, lo que nos situará a un paso de superar a Francia como el primer país receptor de turismo de todo el mundo. Desde 2007, el número de turistas internacionales habrá aumentado más de un 40%. Por su parte, el turismo interno también está comenzando a dar muestras de recuperación.
No cabe duda de que, en los últimos años, el sector ha visto aumentar su demanda como consecuencia de los problemas de seguridad en el norte de África y Oriente Medio. Pero las razones del éxito van mucho más allá, tal y como atestigua el ranking que elabora el Foro Económico Mundial y que sitúa el sector turístico español como el más competitivo del mundo, por delante de Francia y Alemania. Las principales razones: una combinación única de entorno natural y cultural, y unas buenas infraestructuras de transporte y de servicios turísticos. España repite primera posición en el ranking, aunque hace pocos años no aparecía en las primeras cinco posiciones. Alguien ha estado haciendo muy bien las cosas.
En particular, el sector ha hecho un esfuerzo considerable por aumentar la calidad de la oferta, consciente de las ventajas que aporta la diferenciación. Actualmente, más del 50% de las plazas hoteleras tienen una categoría de cuatro o cinco estrellas, las empresas del sector son más productivas que sus homólogas europeas y España cuenta con más restaurantes que nunca en las listas más reputadas de lugares de peregrinaje gastronómico. Aun así, todavía existe margen para una mayor consolidación del sector, tanto en hostelería como en restauración y otros servicios turísticos. Las empresas de mayor tamaño del sector turístico –y, en general, de cualquier otro sector– pueden aprovechar más las economías de escala, están más profesionalizadas, cuentan con mejores condiciones de financiación, pueden invertir más para desestacionalizar la actividad y ofrecen un empleo de mejor calidad.
El sector cuenta con claras oportunidades de crecimiento a largo plazo que puede aprovechar. Se trata, por su naturaleza, de un sector de futuro, ya que la proporción del gasto que los hogares dedican a turismo suele crecer con su nivel de renta. Los países emergentes, por tanto, muy probablemente constituirán una fuente creciente de flujos de turistas, tal y como comenzamos a ver con China. Por otra parte, el envejecimiento de la población europea y de otras economías avanzadas impulsa una demanda muy atractiva, ya que suelen ser personas de rentas relativamente elevadas y que viajan fuera de los periodos de máxima afluencia turística. Finalmente, las nuevas tecnologías también ofrecen un mundo de oportunidades, por ejemplo, para mejorar la experiencia del cliente facilitando ofertas de experiencias locales personalizadas.
Las nuevas tecnologías, precisamente, y los nuevos modelos de negocio asociados a ellas representan a corto plazo uno de los grandes retos para el sector. La denominada economía colaborativa puede ayudar a mejorar la competitividad y complementar la oferta tradicional. La asignatura urgente es desarrollar un marco normativo que ofrezca seguridad jurídica y unas reglas de juego equilibradas para todos los competidores a la vez que promueve un crecimiento sostenible del sector y una convivencia armónica entre residentes y turistas.
Enric Fernández
Economista jefe
http://www.caixabankresearch.com/sites/default/files/documents/IM_1706_es.pdf
Os copio la introducción:
Este mes dedicamos el Dossier de nuestro Informe Mensual a uno de los sectores más importantes de la economía española: el sector turístico. Un sector que aporta más del 11% del producto interior bruto y el 13% del empleo del país, que ha sido uno de los pilares de la recuperación económica de los últimos años y que se mantendrá como uno de los motores de crecimiento de la economía a medio y largo plazo... si lo cuidamos.
Las últimas cifras que arroja el sector muestran su dinamismo. España ha recibido 20 millones de turistas internacionales en los cuatro primeros meses de 2017, una cifra récord que se sitúa un 10,3% por encima del dato del mismo periodo del año anterior. A este ritmo, durante este año, llegarán más de 83 millones de turistas, lo que nos situará a un paso de superar a Francia como el primer país receptor de turismo de todo el mundo. Desde 2007, el número de turistas internacionales habrá aumentado más de un 40%. Por su parte, el turismo interno también está comenzando a dar muestras de recuperación.
No cabe duda de que, en los últimos años, el sector ha visto aumentar su demanda como consecuencia de los problemas de seguridad en el norte de África y Oriente Medio. Pero las razones del éxito van mucho más allá, tal y como atestigua el ranking que elabora el Foro Económico Mundial y que sitúa el sector turístico español como el más competitivo del mundo, por delante de Francia y Alemania. Las principales razones: una combinación única de entorno natural y cultural, y unas buenas infraestructuras de transporte y de servicios turísticos. España repite primera posición en el ranking, aunque hace pocos años no aparecía en las primeras cinco posiciones. Alguien ha estado haciendo muy bien las cosas.
En particular, el sector ha hecho un esfuerzo considerable por aumentar la calidad de la oferta, consciente de las ventajas que aporta la diferenciación. Actualmente, más del 50% de las plazas hoteleras tienen una categoría de cuatro o cinco estrellas, las empresas del sector son más productivas que sus homólogas europeas y España cuenta con más restaurantes que nunca en las listas más reputadas de lugares de peregrinaje gastronómico. Aun así, todavía existe margen para una mayor consolidación del sector, tanto en hostelería como en restauración y otros servicios turísticos. Las empresas de mayor tamaño del sector turístico –y, en general, de cualquier otro sector– pueden aprovechar más las economías de escala, están más profesionalizadas, cuentan con mejores condiciones de financiación, pueden invertir más para desestacionalizar la actividad y ofrecen un empleo de mejor calidad.
El sector cuenta con claras oportunidades de crecimiento a largo plazo que puede aprovechar. Se trata, por su naturaleza, de un sector de futuro, ya que la proporción del gasto que los hogares dedican a turismo suele crecer con su nivel de renta. Los países emergentes, por tanto, muy probablemente constituirán una fuente creciente de flujos de turistas, tal y como comenzamos a ver con China. Por otra parte, el envejecimiento de la población europea y de otras economías avanzadas impulsa una demanda muy atractiva, ya que suelen ser personas de rentas relativamente elevadas y que viajan fuera de los periodos de máxima afluencia turística. Finalmente, las nuevas tecnologías también ofrecen un mundo de oportunidades, por ejemplo, para mejorar la experiencia del cliente facilitando ofertas de experiencias locales personalizadas.
Las nuevas tecnologías, precisamente, y los nuevos modelos de negocio asociados a ellas representan a corto plazo uno de los grandes retos para el sector. La denominada economía colaborativa puede ayudar a mejorar la competitividad y complementar la oferta tradicional. La asignatura urgente es desarrollar un marco normativo que ofrezca seguridad jurídica y unas reglas de juego equilibradas para todos los competidores a la vez que promueve un crecimiento sostenible del sector y una convivencia armónica entre residentes y turistas.
Enric Fernández
Economista jefe