Porque DROBLO puso un cisne negro en el cierre semanal

Johngo

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Originalmente se pensaba que todos los cisnes eran blancos, porque eran blancos todos los que se conocían. A principios del siglo XVIII, los colonos ingleses que volvieron de Australia trajeron consigo, en las panzas de sus barcos, un cargamento de cisnes negros. Los cisnes negros son originales de la isla austral y aunque pueda parecer algo ingenuo lo cierto es que la aparición de una especie de cisnes de un color distinto al que estaban acostumbrados a ver, supuso para los habitantes de la época una fuente de debate y de polémica, ha sido el favorito de los estanques ornamentales de Europa, y posteriormente de América.

En análisis técnico se llama variables incontrolables, un hecho improbable, impredecible y de consecuencias no pensadas. El cisne negro del profesor Taleb Nassim Nicholas, fue best seller, un libro que explica todo lo que sabemos sobre lo que no sabemos, sus consecuencias son importantes y todas las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori no tienen en cuenta el azar y sólo buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto. ¿Por qué no reconocemos el fenómeno de los cisnes negros hasta que éstos se producen? Según Taleb, los seres humanos nos obcecamos en averiguar lo específico, cuando nos deberíamos centrar en las generalidades. Somos incapaces de estimar realmente las oportunidades, demasiado vulnerables al impulso a simplificar, narrar y categorizar, y no lo bastante abiertos a recompensar a quienes saben imaginar lo “imposible”.

Todo lo que se sale de la normalidad también es normal; sólo hay que situarlo en el marco temporal adecuado. Nassim Taleb (The Black Swan. The Impact of the Highly Improbable. Random House, 2007) define el "cisne negro" como un suceso altamente improbable caracterizado por:

a) Su inherente impredecibilidad: Ningún dato o conjunto de datos pasados sirve para anticipar su ocurrencia y amplitud.
b) Tiene un impacto extremo: Se aleja varias desviaciones de la normalidad.
c) Explicación post hoc: Cualquier interpretación del suceso sólo puede ser formulada a posteriori.

Por otra parte, si entendemos el market timing como aquella estrategia inversora que trata de predecir el momento adecuado para posicionarse al alza o a la baja en los mercados, estaremos cayendo en la falacia del "cisne negro", y hay una autentica montaña de evidencias que lo demuestran. Ahora bien, ¿sería viable denominar una estrategia de "cisne blanco"? O sea invertir de manera preferente en aquellos instrumentos (fondos, mercados, sistemas) que muestren, en históricos muy largos y de calidad, una menor sensibilidad a estos datos extremos.

Finalmente existe un tema interesante al debate el cual es como encarar las acciones o las divisas en la operatoria de lo mas simple. Muchas veces depende de la formación (por eso los contadores siempre pierden) o haber estudiado análisis técnico primero y después ratios. En acciones ¿primero Fundamentals y después análisis técnico? ¿o la inversa? (como es mi caso) En divisas esta mas claro que esta división casi no existe pues están mirando todo el tiempo que cisne negro puede aparecer y aprovechar.
 

Pasaba por aqui

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Hola Jongo, esta fúe mi respuesta en el Blog al post de DROBLO


120, Pasaba por aqui

23 de Julio de 2010, a las 12:38

AL LORO¡ qué no estamos tan mal.
Está mítica frase de Laporta antes de conseguir los mejores resultados del barça. Se parece mucho a esta otra de José Luis Rodríguez Zapatero que cumplió ayer diez años al frente del PSOE y quiso mostrar ante los aproximadamente 150 compañeros del partido, el optimismo que mostró cuando fue elegido secretario general del PSOE hace 10 años con su frase “no estamos tan mal” afirmando ante todos sus equipos: “Estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir”.
Zapatero terminó su discurso expresando este “convencimiento muy íntimo” durante el acto organizado por el PSOE para conmemorar su 10 años al frente de la secretaría general del partido, en el que ha pedido a sus compañeros ser “más abiertos a la crítica”, “permeables a la innovación” y dialogantes con la sociedad. Los ciudadanos, recalcó Zapatero, quieren que se les digan las cosas, aunque sean difíciles, pero también que se les marque “un rumbo de confianza”.

Los cisnes negros siempre han existido, pero hasta que los científicos europeos no los descubrieron en el siglo XVII en Australia, las mentes científicas occidentales estaban convencidas de que sólo existían los cisnes blancos. Y no era así. También se había confiado demasiado en el oasis catalán en política y economía y se ha comprobado que no es cierto: otro cisne negro. Así que el cisne negro es una metáfora sobre los acontecimientos impactantes, difíciles de predecir y que sobrepasan las expectativas aceptadas, tal y como explica en su ensayo Nassim Taleb.

Curiosamente, para la mayoría de ciudadanos de nuestro país es de sentido común que en la Naturaleza coexistan cisnes blancos y negros y nunca se habían creído del todo ni en el oasis catalán ni que la estabilidad financiera, basada en burbujas imposibles, fuera para siempre.

Pero ahora necesitamos un nuevo cisne negro que en nuestro panorama político no se vislumbra: la política de los gigantes, los políticos que apuestan por el futuro que se escribe hoy y que escribimos entre todos, los políticos que no se conforman con la mediocridad.

Y por eso hay que recuperar la simbología del viaje mítico – desde los griegos, los romanos, pasando por los grandes escritores del Renacimiento y del Barroco, hasta nuestros días – y saber que todo viaje a la búsqueda de uno mismo (en este caso entendido como colectividad) y termina con un retorno a casa, a las raíces enriquecido por el aprendizaje de la ética, de la alegría y del sufrimiento. Uno de los viajes más emblemáticos se refleja en La Divina Comedia, de Dante. Y sabemos que el protagonista desciende a los Infiernos, para ir ascendiendo en el Purgatorio y llegar al Cielo, lugares de una alegoría que supera la simbología religiosa y que nos hablan de estados de conciencia, de realidades cotidianas y de situaciones extremas en cualquier ámbito de la vida.

La brecha para una esperanza de un futuro mejor queda abierta, pero no será realizable si no se han asimilado las enseñanzas de cada estadio del viaje iniciático. Tenemos más acceso al conocimiento que antes. ¿Pero tenemos más sabiduría? ¿Queremos conmemorar de nuevo el crack del 29 y que coincida con una nueva crisis dentro de 10 años?. Debemos apostar por el aprendizaje con urgencia.

Ay el futuro … Más que nunca elegir escribir palabras alentadoras también es un acto de coraje para apostar por el futuro puede parecer sencillamente utópico cuando todavía no ha pasado el huracán de la crisis y muchas personas, muchas, la están sufriendo de manera indescriptible e, incluso, escondida.

Pero podemos intentarlo. Sabemos que todos podemos contribuir a una sociedad más justa, más humana, más comprometida y más solidaria. Podemos aportar nuestro grano de arena marcando la diferencia. Y ser capaces de introducir cambios en nuestros gestos más cotidianos para que lleguen lo más lejos posible creando una red de actos que transforman y mejoran la vida. Sabemos que podemos exigir otras formas de entender la política, la economía, la cultura, la sociedad, el planeta y la globalización.

Y debemos movilizarnos en este sentido. No esperar que pase una vez más este lento y largo tiempo de inacabable salida de la crisis. Podemos ser protagonistas activos. Podemos hacer comprender que somos más fuertes, más responsables y más sabios que aquellos que intentan resolverla con las mismas viejas estrategias de siempre … Porque ellos no son nosotros.

Nosotros queremos escribir este futuro en primera persona del plural.

Somos nosotros que convirtamos el hoy mañana y el mañana en legado de futuro. Y mientras termina el año y empieza otro creer que estamos transformando la propia vida, nuestro pensamiento individual y colectivo, nuestra cultura y nuestras conexiones con otras personas, de otros países y otros pueblos. Una nueva civilización más avanzada, más humana, más universal: un nuevo cisne negro.

Podríamos escribir otras palabras más pesimistas. Pero si podemos elegir, elegimos la esperanza
 

Johngo

Well-Known Member
Gracias Pasabaporaqui. Interesante y bien escrito. Dios quiera que mi amada España encuentre su camino y pueda salir de las dificultades. ABRAZO
 
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