En el artículo de ayer, acababamos con la frase (que feo es autocitarse, pero me viene muy bien) “Me queda el consuelo de que dentro de 1.000 años el sistema monetario será ultramoderno pero probablemente seguiremos con el mismo problema (…)” como de momento no podemos ver el futuro (salvo algún economista-astrólogo) tenemos o bien la opción de ver que ocurre en la economía de Star Trek o echar un vistazo a lo que ocurrió hace siglos, por aquello de que la historia se repite.
Así que, bellas doncellas y valientes caballeros, hoy nos toca ponernos el traje de época y viajar a la Inglaterra del siglo XIII, para lo cual os traduzco este interesante artículo.
Esta relación tuvo grandes ventajas para ambas partes. Permitió al rey adelantar las retribuciones y suavizar las fluctuaciones estacionales de sus ingresos. Eduardo también disfrutó de accesos regulares a créditos, que le permitieron responder a sucesos inesperados o emprender caros proyectos sin la preocupación de mantener una gran reserva de dinero en metálico. A cambio, los Ricciardi recibieron algún retorno financiero en sus avances de dinero, aunque esto normalmente está oculto en las fuentes debido a que la usura estaba prohibida en la religión. Hemos calculado que, antes de 1294, Eduardo probablemente pudo pedir prestado con intereses de cerca del 15% al año. Es más, los Ricciardi se beneficiaron del favor real en sus tratos de negocios.
¿Cómo podían los Ricciardi y otras sociedades de mercaderes estar en una posición para poder hacer estos préstamos e inversiones? Sus fondos inicialmente procedían de los socios de la sociedad, que unieron su capital y recibieron partes proporcionales de los beneficios que iban obteniendo. Estas participaciones podían ser arriesgadas, porque los socios podían ser responsables personalmente por cualquier deuda que contrajera la sociedad. Ellos también recibían depósitos, en su mayoría procedentes de ciudadanos ricos de las ciudades-estado italianas (Hunt and Murray 1999). Además, los mercaderes italianos se beneficiaron del manejo de los impuestos papales recogidos en Inglaterra, y podríamos decir que este hecho jugó un papel vital en la formación de capital. En 1274 el papa impuso impuestos en el clero en toda Europa para pagar una nueva cruzada, que sumaron cerca de 150.000 libras esterlinas sólo en Inglaterra. Los Ricciardi fueron una de las sociedades mercantiles italianas que actuaron como banqueros papales y fueron responsables de recoger una porción (de cerca de 10.000 libras esterlinas) de los importes recogidos en Inglaterra. Esta suma habría cubierto la mayoría de los descubiertos reales.
De vez en cuando, la mayoría de este capital se dedicaba a distintas iniciativas, incluyendo préstamos a gobiernos y prestatarios privados, así como inversiones en bienes para el comercio. Normalmente, estas operaciones tenían beneficios, ya que el dinero tenía un buen retorno, pero significaba que los mercaderes sólo retenían una pequeña cantidad de capital líquido. Habitualmente esto no era un problema, ya que la mayoría de las transacciones se podían llevar a cabo a través de crédito, compensaciones o transferencias entre mercaderes. Cuando se necesitaba dinero en metálico más allá de las propias reservas, se podía obtener de otros mercaderes, tanto a préstamo como vendiendo activos. Por ejemplo, los Ricciardi a menudo actuaron como agentes dando préstamos al rey de un cartel de otras sociedades de mercaderes.
El detonante de la crisis global que comenzó en 2007 ha sido localizado en la “crisis sub-prime” de los Estados Unidos, como resultado de la incertidumbre que suponía que los bancos no deseaban prestarse unos a otros, eliminando liquidez en el mercado. A principio de la década de 1290, hubo una crisis de liquidez similar, cuando los impuestos papales de los que hablábamos fueron aumentando mientras el rey francés exigía grandes sumas de los mercaderes italianos en su reino, dejando a las sociedades de mercaderes infra capitalizadas.
Inicialmente, pareció como si los Ricciardi hubieran escapado de lo peor de esto. En 1290, Eduardo finalmente acordó los términos con el papa para liderar una nueva cruzada y, a cambio, se le garantizó el acceso a la recaudación de impuestos clericales en Inglaterra. Como consecuencia, las sociedades mercantiles en las que se habían depositado los impuestos tuvieron que entregar una cuota de 100.000 marcos (66.667 libras esterlinas) a los Ricciardi en nombre de Eduard. No es probable, sin embargo, que cambiara de manos mucho dinero, ya que habría sido más lógico para las sociedades de mercaderes transferir simplemente sus responsabilidades del Papa a los Ricciardi. En los papeles, a los Ricciardi se les habría concedido el dinero extra, pero el peligro correspondiente hizo que Eduardo intentara retirar sus ganancias por los impuestos en el menor tiempo posible.
Por desgracia, esta fue precisamente la situación que se produjo en 1294, cuando la guerra estalló entre Inglaterra y Francia. Como había hecho antes, Eduardo acudió a los Ricciardi para pedirles dinero para pagar a su ejército. Aunque en teoría los Ricciardi deberían haber tenido grandes capitales, parece que en realidad, la mayoría de sus recursos estaban invertidos, y por desgracia, la gran falta de liquidez significaba que no podían pedir dinero del mercado interbancario. Estas dificultades se agravaron con la guerra anglo-francesa, que efectivamente destruyó las comunicaciones entre Italia e Inglaterra, dejando a las sociedades de mercaderes sin posibilidad de actualizar los libros de cuentas de sus delegaciones en Europa.
En su defensa, los Ricciardi podrían argumentar, como los pequeños bancos de nuestros días, que sus dificultades eran fruto de de los problemas de poca liquidez a corto plazo y que, en general, sus activos coincidían con sus pasivos. En la práctica, sin embargo, los Ricciardi no fueron capaces de darle al rey Eduardo el apoyo financiero que necesitaba desesperadamente. En respuesta a esto, Eduardo destituyó a los Ricciardi de su posición como cobradores de las aduanas de lana y ordenó la confiscación de los activos (mayormente lana, pero también préstamos a individuos privados) de los Ricciardi y de otras sociedades mercantiles.
Los Ricciardi inicialmente intentaron recuperar su posición a través de una serie de “intercambios de crédito” y realizando una red entre sus acreedores y sus deudores. Pidieron un nuevo ajusto de cuentas con Eduardo, pensando que su “descubierto”, combinado con los procedimientos de confiscación de lana y deudas, podría compensar la mayoría de los impuestos papales extraordinarios. Su otro mayor acreedor era el Papa, y los mercaderes trataron de persuadirle para que se hiciera cargo de las deudas que le debían en Francia y en Italia, donde estaba mejor situado para recolectarlas. Para hacer otro paralelismo con los acontecimientos recientes, podemos comparar esto con la intervención gubernamental, el intercambio de bonos del Tesoro para dar liquidez a los activos de los bancos.
Desafortunadamente para los Ricciardi, no pudieron convencer a los gobiernos para apoyarles.
A corto plazo, las decisiones de Eduardo tuvieron éxito al recuperar 50.000 libras esterlinas de los Ricciardi. Sin embargo, la caída de los Ricciardi tuvo consecuencias a medio plazo, ya que Eduardo aún necesitó adelantar grandes sumas de dinero para pagar a su ejército, que ahora luchaban en Gasconia, Escocia y Gales, así como los subsidios que había prometido a sus aliados en los Países Bajos y en Alemania. Como consecuencia, Eduardo se vio forzado a pedir a prestamistas que no tenían los recursos de los Ricciardi y le pidieron intereses más altos (hemos encontrado ejemplos de tasas anuales del 40% y del 150%).
Aplicando esta experiencia a la crisis actual, está claro que tomar acciones punitivas contra los bancos hoy tendría consecuencias más serias para la economía, dado la moderna dependencia del crédito. Eduardo habría llegado a la misma conclusión. En 1299 entró en una nueva relación financiera de larga duración con los Frescobaldi de Florencia. Cuando los Frescobaldi se quejaron de las noticias habían llegado a su banco, Eduardo les prometió 10.000 libras esterlinas como compensación.2 Sobre de los ingresos anuales de la corona Inglesa, de cerca de 40.000 libras esterlinas, esta obligación es de hecho mayor que la recapitalización de bancos inicial de 50.000 millones de libras esterlinas propuesta por el Gobierno británico en 2008.
Es más, privado del acceso a créditos, Eduardo se vio forzado a confiar en unos mayores impuestos y sus derechos como proveedor y palanca (compra obligatoria de bienes). También infló sus facturas de vestuario (esencialmente pagarés del Gobierno) para pagar sueldos y suministros. Todas estas medidas contaron con una oposición política en Inglaterra, y contribuyeron a una gran crisis constitucional en 1297. Por contraste, el oponente de Eduardo, Felipe el Hermoso de Francia, intentó conseguir dinero devaluando la moneda francesa, reduciendo el contenido en plata de las monedas hasta los dos tercios. Los ingresos (seigniorage) generados por esta nueva acuñación de moneda significaron que Felipe no tuvo que recurrir a impuestos directos en la misma medida que Eduardo o caer en el mismo nivel de deuda. Es posible, sin embargo, que las consecuencias a largo plazo de la expansión monetaria fuera más dañina para la economía francesa que la molestia de los altos impuestos y la deuda en Inglaterra. Podríamos argumentar que estos hechos tienen unas resonancias actuales considerables, ya que los gobiernos de hoy en día están empezando a tratar de resolver el problema de cómo pagar las obligaciones que están contrayendo.
Como véis, cuanda hablamos de “ciclos económicos” solemos verlos como ciclos de 10-15 años, pero lo que nos cuesta ver más son los ciclos dentro de los ciclos, casi como si se tratase de un fractal, así que quién sabe si el que estamos terminando (o empezando ahora) forma parte de uno que comenzó hace cientos de años. Inquietante.
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Pues ya ves, ya lo dicen que la historia se repite, será por eso de que somos los únicos que tropezamos dos (o cientos) veces con la misma piedra.
si es que no madrugamos, ¿asi queremos levantar el pais?
creo que el euribor,por responsabilidad,no puede llegar a niveles del 5,afixia a los currantes vulgares como yo...excurrante mejor dicho victimas de eres encubiertos,estamos en manos de los del traje y corbata que por cierto los qwue curran en bancos tienen hipotecas ventajosas,tiene cojo nes la cosa.
Para todos los que el otro día se inquietaron, especialmente para Copero, os informo de que he decidido que sí que voy a votar. Como veréis mi yuyu me ha durado poco.
Ahora, el motivo que me ha decidido a hacerlo es muy triste: tras ver la vomitiva campaña de carteles de un partido, voy a hacer un voto negativo.
El problema de la crisis de esa época puede ser que todo se basara en una sociedad bélica, mucho comercio y mucho intercambio entre países y a la hora de la verdad necesitan el dinero para pagar ejércitos. Espero que la cosa haya cambiado un poco porque si no falta poco para otra guerra, sea del tipo que sea.
Esta vez puede que la cosa venga por el lado de las energías. Hoy en día los países avanzados dependen de la energía producida en muchos otros que no lo son pero que aspiran a serlo. El gas y el petróleo tienen sujeta a Europa, entre otras potencias, a las negociaciones con los monopolios. Así que la esperanza nuclear para desarrollar energía gana enteros, pero podría deteriorar las relaciones con otros países.
Leí un artículo de un físico de Barcelona que defendía esta energía por los avances de seguridad que hay ( dice que Chernobil tenía un fallo grande de seguridad porque no tapaba los depósitos por el techo para extraer mejor el producto y que se basaba en el armamento y no en la energía), por los falsos clichés que la acompañan, porque saldría más barata aunque no lo sepamos, porque las centrales térmicas, eléctrticas, solares y eólicas tiraban de gas por la noche para no bajar el rendimiento, porque el mar daba depósitos inacabables de uranio ( o plutonio, no recuerdo). Porque el calor de los residuos se podía aprovechar durante años. Claro que no queda muy cerrado el tema de qué pasa con esos residuos, aunque ya me veo algunos países necesitados cobrando por crear vertederos nucleares en sus dominios. En fin es lo que pienso, pero puede que cambie de opinión, como todos.
Hola. Yo trabajo en Marsans y me gusta compruebar en la realidad las noticias y las previsiones de este y otros blogs. Trabajo en el ambito turistico. Nunca he visto tan pocos turistas ingleses come en este mes de mayo. Las previsiones para los meses de junio, julio y agosto son de momento fatales. La caida podria ser de mas del 50% y posiblemente soy optimista.
Ufff...siento que no tenga nada que ver con el artículo, pero es que me indigno....
Viendo las noticias de arriba leo: Salgado empieza a ver luz al final del túnel.
La luz del túnel? Claro, la de la locomotora que se nos echa encima…o quizás Salgado es el lateral derecho del Madrid, il due, que ve la luz porque vuelve Florentino.
Y que sigan diciendo sandeces, y la gente se lo crea…
Buenos días foreros,
Ahora que ya estoy fuera del gobierno y que estoy en el escritorio de mi chalet… os voy a decir lo que pienso de esta crisis con brotes verdes: Lo peor está por llegar. Traducido a España = un par de millones más de parados.
Mucha gente que no ha estado en su vida en el paro se verá en ese trance tan amargo, y no pocos de esos nuevos parados serán de los que votaron ZetaParo, que se coman con patatas su desempleo. Por las que no se dejaron embaucar por ese mentiroso, y que engrosarán las listas del INEM, no me alegraré en absoluto.
# 345 , Anónimo
20 de Mayo de 2009, a las 23:56.
La actual crisis mundial es “mucho peor” que la década de 1930 porque los sistemas financieros y economías de todo el mundo se han vuelto más interdependientes, según el autor del bestseller Cisne Negro, Nicholas Nassim Taleb.
“Este es el período más difícil que está atravesando la humanidad porque los gobiernos no tienen ningún control”. De hecho, según Taleb, la actual crisis acabará superando a la Gran Depresión de los años 30. Un mensaje que contrasta con las recientes declaraciones emitidas por los responsables de organismos intenacionales de referencia como el Fondo Monetario Internacioanal (FMI), Banco Central Europeo (BCE) o la Reserva Federal de EEUU (FED), junto a la mayoría de los gobiernos.
Taleb va aún más allá y advierte de que la economía global se dirige hacia una “gran deflación”, aunque no descarta futuros riesgos inflacionistas debido a la impresión de billetes por parte de los principales bancos centrales del mundo desarrollado, en consonancia con la previsión del profesor Antal Fekete. Como resultado, el “oro” experimentará un “rally masivo” como valor refugio por excelencia con el fin de mantener el poder adquisitivo, informa Bloomberg.
http://www.libertaddigital.com/economia/no-todos-ven-suelo-lo-peor-esta-por-llegar-y-superara-a-la-gran-depresion-1276359772/