Un vistazo a la India

En la película “Monstruos contra alienígenas”, de casi obligada visión para todos los padres con hijos pequeños, hay una escena en la que el Estado Mayor de los EUA está reunido con el presidente por una situación de emergencia y alguien dice: “llamemos a nuestros mejores científicos” y alguien responde “llamen a la India”. Sintomático, ¿Verdad? Y a pesar de eso, es un país que pasa de puntillas en los medios occidentales, que obvian su enorme interés. Como ejemplo de crecimiento se prefiere hablar de China y, últimamente, de Brasil, y ni siquiera se la nombra como ejemplo de los contrastes del capitalismo cuando en mi opinión podría ser la reina en esa faceta.

La India era un imperio a cargo del rey británico que delegaba en un virrey y como tal apenas duró 89 años, se habla mucho de Gandhi para explicar la independencia –y desde luego influyó, sobre todo en que fuera pacífica- pero fue la Guerra –que enseñó a las colonias a vivir solas, algo similar ocurrió en la América española cuando nos invadió Napoleón- y el empobrecido y endeudado Reino Unido de 1947 quien no podía permitirse ejercer su dominio sobre el Raj (Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Birmania y la India). La India ha vivido desde su independencia muchos problemas de terrorismo (tanto por independentismo como por luchas religiosas) y sobre todo una feroz lucha entre la modernización y la tradición, representada a veces por connotaciones clasistas que no encajaban con una democracia parlamentaria. Como fundador del Movimiento de Países No Alineados intentó una tercera vía pero desarrollando un arsenal nuclear (con la tercera fuerza militar más grande del mundo) y practicando una economía de corte socialista (la Constitución de 1950 califica a la India como república socialista): Entre 1947 y 1981 se ensayó la fórmula de la economía estatizada, dirigida por una enorme burocracia gubernamental, intensamente proteccionista, hostil a la empresa privada y a las inversiones extranjeras, haciendo lo contrario que otros vecinos suyos como Taiwan, Corea del sur o Singapur. Tras una etapa de transición, desde 1991 se fue liberalizando la economía y ha coincidido con sus años de mayor crecimiento, abriéndose al capital foráneo y sustituyendo los oligopolios dependientes de los contactos políticos (la corrupción era generalizada y aún sigue siendo un problema) por empresas privadas que intentan competir con China en productos baratos y de alta tecnología (y su contrapartida, sus deshechos: http://www.elpais.com/articulo/portada/India/imperio/basura/electronica/elpepisupcib/20100121elpcibpor_1/Tes ). De ahí el bajón de su PIB cuando llegó el estallido de la burbuja tecnológica (mucho más relevante que el de la última crisis) y el subidón cuando se superó:

El sector público sigue siendo predominante en petróleo y gas y en gran parte del sector bancario. No obstante, a pesar de estar entre los 5 primeros países del mundo por PIB, 1 de cada 5 personas vive en el umbral de la pobreza, se calcula que un 3% de los niños trabaja a pesar de las prohibiciones y la contaminación en ríos y ciudades no estaría permitida en Occidente. Es de destacar que más de la mitad de la población activa depende directa o indirectamente de la agricultura, de hecho el pasado verano fue trágica la reducción del volumen de lluvias (el 23%) en la época del monzón (la más baja desde 1972) y convirtió a la India en la única gran economía cuya inflación es más alta que antes de la crisis financiera. Su condición de mayor productor de leche del mundo hasta les ha llevado a intentar competir con Italia por el mercado de la mozzarella de búfala. Por otra parte, el dominio del inglés y una prestigiosa educación le ha llevado a ser el mayor exportador mundial de trabajadores cualificados en servicios informáticos y financieros, en muchas ocasiones realizando trabajos desde la India para compañías extranjeras, convirtiéndose en el paraíso de la subcontratación en servicios de atención al cliente y soporte técnico.

India, por sus roces con Pakistán y sus problemas con la minoría musulmana, es un buen aliado de Israel, al que le compra armas, siempre ha tenido buenas relaciones con Rusia (de quien importó la tecnología nuclear en un primer momento) y en los últimos años ha mejorado mucho su relación con los EUA, país que debe hacer equilibrios diplomáticos por ello para no dañar su relación con China (su segundo socio comercial tras Canadá) y Pakistán. La relación comercial de los EUA con la India es más equilibrada que con China ya que el desequilibrio es sólo del 25% entre lo que compra de la India y lo que le vende mientras que lo que importa de China es 4.5 veces más que lo que exporta, quizás explicado por los más de 800 mil millones de $ que el estado chino posee de deuda norteamericana, lo que seguro resta capacidad de presión al gobierno Obama.

Tradicionalmente, la India y China se han tratado con desconfianza y escepticismo, y en algunos casos con enemistad. Ambas luchan por un mismo mercado global (La India recibe apenas un tercio de las inversiones extranjeras que recibe China) y tienen un problema común: la población. Por ejemplo en Bombay (ciudad que se calcula produce el 38% de todo el PIB del país) es raro que la gente tenga lavadora en el domicilio ya que hay cientos de pobres que por poco dinero hacen la colada en el río y todos saben que viven del bajo salario que reciben por ello: una lavadora puede llevar al hambre a una familia. Es muy difícil para ambos países crecer y a la vez ofrecer servicios de calidad para sus cientos de millones de habitantes, y son tan conscientes de ese problema que ambos han intentado frenar el crecimiento demográfico, aunque la India, al ser un país más religioso y democrático, no ha tenido tanto éxito como China.

India ha sorteado bien la crisis:

ha tenido estos últimos meses la ventaja de que la perspectiva de subidas en los tipos de interés y los precios han ayudado a aumentar el consumo interno, paliando la falta de inversiones y compras extranjeras pero básicamente ha sido el gasto público, como en el resto del mundo, lo decisivo contra la crisis…eso sí, dos de sus medidas estrellas fueron únicas: pagar los atrasos de la Administración justo en el peor momento de la recesión (finales de 2008) y más recientemente condonar 17 mil millones de $ de deuda de pequeños agricultores. Además, su banco central ha actuado con inteligencia, por ejemplo cambiando en el tercer trimestre de 2009 reservas de $ por 200 toneladas de oro y ganando mucho dinero con ello.

Moody´s alertó hace unas semanas de los problemas de la banca india con los créditos improductivos pero el principal riesgo económico a corto plazo es único en el mundo: el alza de los precios de los productos de primera necesidad (la tasa anual de inflación para los artículos primarios roza el 14%), que difícilmente se pueden combatir desde el gobierno y que amenazan la nutrición de millones de personas. Personalmente no puedo entender cómo un país con estos problemas se permite el coste de un programa nuclear bélico pero claro, peor está Corea del norte. En cualquier caso, la paradoja es clara: uno de los más firmes candidatos a liderar el futuro económico del mundo tiembla por el problema más básico y prehistórico del hombre: la alimentación.