Dicen que para huir de un tiburón no hace falta nadar más rápido que él, que basta con nadar más rápido que otra víctima que está por allí. No pasa eso con los problemas de solvencia de los países, los ataques de los escualos siempre dejan dentelladas en otros… son las cosas de la globalización en los mercados. Y esto también ocurre cuando los problemas se disipan, de ahí la buena racha de la renta variable de la zona euro, y especialmente de la española, en los primeros días de marzo: al final bastó con advertencias externas y planes internos para que se pasara la obsesión por Grecia. Mi siquiera han hecho falta créditos o intervenciones supranacionales. Una vez más los catastrofistas fallaron en sus pronósticos pero también una vez más nos han recordado el difícil equilibrio en el que se está moviendo la economía, el propio economista jefe para Europa de Goldman Sachs reconoce que “Grecia evidencia que el sistema tiene fallos” . Y es que respecto al € hay que recordar que su propia existencia se debe a la exigencia de cumplir ciertos criterios, algo que no pasa con ninguna otra divisa en el mundo, nadie obligó al Reino Unido al crear la libra a unos ratios de endeudamiento, inflación o déficit pero la propia razón de ser del € no admitía flexibilidad. Y no la admitía porque la rigurosidad y una cierta homogenización es la única forma de aplicar la misma moneda a países tan dispares como Alemania y Grecia. Con la crisis fue la propia Unión Europea la que empezó a hacer excepciones y por lo tanto rompiendo el principio de existencia del dinero común y convirtiéndose en presa fácil para los especuladores. Los “tiburones” serán muy malos pero huelen de lejos las heridas por donde se escapa la sangre.
Estos días, a pesar de que Islandia desafía al mundo no pagando sus deudas el susto de la solvencia griega se ha minimizado, así como el miedo a la reforma bancaria de Obama y hasta a la elección del gobernador republicano de Massachusetts y al final parece que la bolsa sigue a los resultados empresariales y éstos siguen repuntando en los EUA, algo vital porque este país representa el 25% del gasto mundial y el gasto de sus consumidores supone el 20% de la demanda mundial. También allí se hizo una lectura positiva del Análisis del dato de desempleo en los EUA el viernes pasado. Se dedujo que, a pesar de ser negativo, sin los adversos efectos de la climatología en febrero habría estado cerca de ser positivo, además de revisar a la baja la destrucción de empleo de meses pasados. Es decir, un dato positivo como el Fuerte y esperanzador crecimiento del crédito al consumo en los EUA que por desgracia no oculta que Seguimos en una recesión excepcional que ya dura demasiado. A mi juicio esta larga duración se debe a muchos factores pero el principal es que sigue sin atajarse el problema bancario. Y concretamente en España a finales de este año tenemos una prueba de fuego de su verdadera salud. Recurro a un “la semana en los mercados” del 30 de enero de 2009:
En contabilidad hay algo que se conoce como principio de prudencia: reconocer las pérdidas cuando se producen y las ganancias sólo cuando se han realizado. De esta manera se evita que si un activo en manos de una empresa sube de precio se hinchen los beneficios y se asegura que haya una provisión que garantice la situación patrimonial de una compañía si los activos que la respaldan se deprecian. Es decir, si una empresa tiene un edificio comprado por 100 millones y a valor de mercado vale 200, no debe apuntarse esos 100 como beneficio pero si se rebaja a 60 debe provisionar 40 para cubrirse. Pero el gobierno reformó a finales del 2008 la ley de sociedades anónimas y dictaminó que cuando la reducción del valor del activo provoca la quiebra de una empresa, se concede una exención de reconocer esa depreciación en los dos años siguientes. Con esta medida se pretende que cuando la crisis económica termine, los activos -que se da por hecho se revalorizarán- no necesitarán esa provisión que hoy no es posible por la restricción crediticia. De este modo muchas empresas -sobre todo en el sector inmobiliario- han aplazado a una posible salida de la crisis en 2 años su quiebra inminente y por tanto no han suspendido pagos a los bancos con los que tienen deudas y de este modo la morosidad bancaria se ha contenido y por efecto bola de nieve el banco tampoco necesita hacer esas provisiones que por principio de prudencia deberían hacer. Es decir, volvemos otra vez a lo de siempre: si la crisis dura poco, todo es posible pero si se prolonga en el tiempo, sólo queda la esperanza en que los estados no quiebren.
Banco de España sabe de el gran patrimonio inmobiliario de la banca y por eso insiste en que la banca aumente sus provisiones pero eso no quita para que según avanza el tiempo cada vez haya cada vez más empresas zombies, que no quiebran para que los bancos no tengan que asumir el 100% de la deuda, de ahí tantas renegociaciones y, en empresas cotizadas, “ampliaciones de capital” que en realidad son conversiones de deuda en propiedad, convirtiendo poco a poco a la banca en el dueño de compañías que hoy por hoy apenas tienen valor, confiando de nuevo en que el tiempo lo cure todo. El mayor problema de todo esto es que mientras un banco o una caja de ahorros inmoviliza millones en una inversión fallida como “Inmobiliaria Quiebral” no se muestra tan receptiva -por culpa eso- en conceder nuevos créditos menos onerosos al que puede ser el “Bill Gates” español del futuro. No es algo único de nuestro país, los fundadores de Google no pudieron obtener fondos para fundar la compañía de los mismos bancos que concedían hipotecas subprime y que años después se peleaban por comprar sus acciones en la bolsa. Ya estamos acostumbrados a que personas que odian la especulación vean cómo el banco donde tienen depositado su dinero lo utilice para ese fin, y es difícilmente evitable pero como más que de rentabilidad el problema del sistema financiero español es de solvencia, debería ser labor de Banco de España el promover con sus normas que bancos y cajas no encuentren tan rentable mantener inversiones improductivas.
Hablando de regulaciones, parece que Europa quiere evitar que los CDS, que apenas se usan para cubrir un 1 o 2% de toda la deuda viva de un estado consigan encarecer con su cotización las subastas de bonos y obligaciones de los países. Es decir, que una prima que pagan y determinan unos pocos dificulte la financiación de todos. Tiene sentido aunque ignoro cómo lo van a hacer ya que quien quiere pagar un seguro contra la quiebra de un posible emisor no es culpable de que el mercado tome ese precio como referencia. Aun más difícil será consensuar un impuesto mundial a cierto tipo de operaciones y más cuando La reforma de Obama languidece . Por otra parte, un personaje tan relevante como Stark (BCE) critica el proyecto de un Fondo Monetario Europeo ya que iría contra las reglas de la UE, penalizaría a los países con finanzas en orden y estropearía la aceptación pública del euro. Es decir, que tras más de dos años aún estamos lejos de un consenso entre los que gobiernan el mundo sobre temas tan importantes.
Volviendo a los mercados esta semana hemos vivido dos aniversarios de dos hitos bursátiles: el del 10 de marzo de 2000 donde se vio el punto más álgido de la burbuja .com y el Nasdaq cotizó por encima de 5000 puntos (al año y medio ya perdía un 78% y aún hoy vale menos de la mitad) y la del 9 de marzo de 2009 que fue el suelo en la cotización de la mayoría de los índices a partir del cual se ha vivido uno de los mejores rallys bursátiles anuales de la historia. Y curiosamente, esta ha sido una de las semanas más tranquilas en bolsa de los últimos tiempos, instalados como estamos en un lateral que para los alcistas anticipa nuevos máximos anuales y para los bajistas la incapacidad de continuar subiendo. No tardaremos en saber quien tiene razón pero siendo la próxima semana vencimiento trimestral de futuros mucha presión vendedora no creo que haya a corto plazo.
Algunos datos
- Deuda pública: Italia es el foco de atención ahora
- Las cifras acumuladas en los dos primeros meses de 2010 arrojan un incremento del 5,02% de los concursos de acreedores con un total de 878, respecto a los datos de enero y febrero de 2009, cuya cifra total alcanzó las 836 declaraciones de insolvencia. En cuanto a las constituciones, el número de nuevas empresas creadas entre enero y febrero de 2010 cayó un 6,47% respecto a las registradas durante el mismo periodo del pasado año.
- Una montaña de dinero que no se presta
- Las pequeñas empresas siguen en problemas
- Aclarando conceptos sobre el mercado hipotecario de los EUA
- Las 20 compañías más grandes del SP500 por valor bursátil
- la dudosa y tímida recuperación alemana
- rally anual también en las materias primas
Algunas opiniones.
- CHINA – Ahora capitalismo rural ¿?
- Stephen Roach, presidente de Asia de Morgan Stanley: “la tasa actual de desempleo en EE UU es del 11,5% frente al dato oficial del 9,7%, está distorsionada a la baja en un mínimo de tres millones de personas, que simplemente han dejado de buscar trabajo y que se han salido voluntariamente de la fuerza laboral”
- El nuevo mapa accionarial de la Bolsa
- Douglas Elmendorf, director de la Oficina de Presupuesto del Congreso de los EUA: “La política fiscal de Estados Unidos avanza por un camino insostenible, con un abultado déficit fiscal que no puede ser corregido con medidas ligeras.”
- Previsiones de resultados empresariales
- La consejera de Obama Christina Romer ve imposible pensar en controlar el déficit con un 10% en la tasa de desempleo
- Consejo de sabios de Expansión: ¿Cuándo saldremos de la crisis?
- La agencia internacional de la energía (AIE) prevé que el precio del barril de petróleo alcance los 85 al término de 2011, mientras que para la primavera de este año estima un precio medio de 80 dólares. Para el cierre del presente ejercicio, el organismo proyecta una cotización del crudo de 82 dólares por barril.
Datos que confirman lo que ya sabemos.
En los “años de la burbuja” se ha visto que personas con poca formación conseguían salarios muy altos, con la crisis ese desajuste se ha corregido y estos datos americanos demuestran lo que todos sospechamos: a menores estudios, más paro.