EEUU acusa a Goldman Sachs de fraude por ocultar información en productos relacionados con las hipotecas «subprime»
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Cuando el miembro de BCE Bini Smaghi resumió este lunes la Línea abierta de 30 mil millones para Grecia (que se activará cuando su gobierno lo pida y –según Merkel- una cumbre de la UE dé el visto bueno) como “Hemos evitado en Europa lo que pasó en EE UU con Lehman”, creo que –aparte de dar por hecha implícitamente la quiebra de Grecia sin ayudas- dio con la clave de este asunto. Cuando Lehman quebró las autoridades se asustaron tanto que activaron planes multimillonarios –empezando por AIG- para evitar nuevas quiebras. Todo ese dinero público ha servido a intereses privados durante todo este tiempo pero se ha justificado por la salud del sistema. Ahora se quiere utilizar el mismo argumento para ayudar a Grecia pero, ¿es realmente una ayuda a Grecia? El que los estados de la zona euro y el FMI presten dinero para que el país heleno afronte sus pagos significa que con dinero público, de los europeos que usan el €, Grecia consigue abonar sus deudas…¿Y quién es el principal deudor de Grecia? Los bancos (Exposición de Grecia en bancos de Francia y Alemania ). Luego una vez más el dinero de todos servirá para que las entidades financieras se salven y si Grecia suspende pagos el que perderá su dinero será el contribuyente de cada uno de esos estados que han participado en el plan. Es decir, es una forma de traspasar la deuda griega de los bancos europeos a los ciudadanos europeos: nada diferente a lo que ya hemos visto en esta crisis. Yo al menos lo veo así.
Ojalá me equivoque pero es algo similar a los créditos que ha aprobado el FMI a varios países de Europa del Este, que han salvado a los bancos de un posible default soberano, y adivinad de quien son los bancos de Europa del Este. Otro aspecto del Plan de Rescate a Grecia es lo de que El FMI podría aportar 15.000 millones al rescate de Grecia que se sumarán a los 30.000 millones de la eurozona en lugar de dejarlo como algo en manos sólo del €grupo. Esto le abre la puerta para intervenir en otros países de la €zona. Pero como recuerda el economista Rogoff el FMI no concede regalos, solamente ofrece créditos puente para dar tiempo a los países en quiebra de solucionar sus problemas de presupuesto. Aunque los países ocasionalmente pueden solucionar sus problemas de deuda, como hizo China con su crisis bancaria de los años noventa, los receptores de los créditos normalmente se enfrentan a una dolorosa aritmética presupuestal: Para evitar el impago y la inflación, la mayoría de los países se ven obligados a aceptar importantes alzas de impuestos y recortes del gasto, lo cual a menudo desencadena o agudiza la recesión. Según sus estudios, la reputación del Fondo de imponer austeridad es en buena parte una ilusión. Usualmente, los países piden la intervención del FMI sólo cuando los mercados internacionales de capital los han rechazado y tienen que afrontar medidas restrictivas desesperadas. Además, ha habido numerosos casos en los que los países ingresan a los programas del FMI, pero terminan en situaciones de impago de todas formas. El ejemplo más sonado es el de Argentina en 2002, pero otros casos recientes incluyen Indonesia, Uruguay y la República Dominicana. ¿Puede ser el caso de Grecia?
Grecia tiene una deuda superior al 100% del nivel del PIB, y la carga para colocar sus bonos es del doble que Alemania, supongamos un 6% (aunque esta semana hemos visto números por encima del 7%). Si su inflación fuera del 0% y su crecimiento también (que no lo será, se espera negativo para el 2010), Grecia tendrá que producir lo que se conoce como un superávit primario (o diferencia entre el gasto corriente y los ingresos corrientes) de alrededor del 6% sólo para pagar sus deudas sin aumentar ni disminuir su endeudamiento bruto. Difícil batalla – La espada de Damocles – que seguro supondrá un gran esfuerzo para la población griega, auténtica víctima de todo este enredo.
Y es que las deudas son muy peligrosas y sin embargo, el presidente Obama pidió el sábado a los estadounidenses que aprovechen las exenciones fiscales concedidas a los que adquieren por primera vez una vivienda, esto es, les anima a comprar, a gastar (Consumidores USA: el retroceso del gasto fue breve )…y a endeudarse. Misma filosofía que nuestro gobierno con la amenaza de la subida del IVA –que vistas las cifras de venta de coches e inmuebles parece están funcionando. Pero comprar una casa supone en la mayoría de las casos una hipoteca, ¿por qué quieren los gobiernos que nos endeudemos irresponsablemente, es que no han aprendido nada de esta crisis? No debe uno deber miles de euros al banco con el argumento de una subvención fiscal, hace falta más seguridad. Por ejemplo, en que no perderemos el empleo o en que no se dispararán los intereses a pagar. Esto último es un riesgo real. Como comenté hace 7 días, durante los últimos quince meses, la Fed compró 1,25 billones de $ de deuda hipotecaria, que representaba el 80% del mercado hipotecario. Antes de este programa, las tasas hipotecarias estaban por encima del 6%. Ahora que el programa de la Fed ha terminado, es razonable suponer que las tasas hipotecarias se elevarán de nuevo a esos niveles. Gracias a eso. Aunque el año pasado los bonos a 10 años del Tesoro pasaron de un 2,2% hasta el casi 4% actual, durante este tiempo las tasas hipotecarias han quedado prácticamente sin cambios por efecto de dichas compras de la FED. Luego es evidente que en los EUA se encarecerán las hipotecas justo cuando la construcción y venta de viviendas (las dos primeras semanas de abril han bajado el número de nuevas hipotecas) están en mínimos históricos. Es justo lo contrario de lo habitual y es que suben los tipos en lo peor de la crisis. El impacto de esto puede ser determinante en la evolución económica de los EUA: Los tipos altos en el largo plazo en un país de tasas hipotecarias fijas y que está gastando a un ritmo sin precedentes y al que urge colocar su deuda… no son una buena noticia.
Quizás por eso la FED insista en el mensaje de tipos bajos por un largo periodo, pero poco están influyendo los tipos cercanos al 0% a los bancos en el muy corto plazo con los del largo, aunque desde luego si los mantienen así significará menos presión para BCE, cuyo gobernador Trichet ya ha dejado claro a lo largo de los años que suele continuar la política del otro lado del Atlántico. Eso sí, creo lo de Grecia evitará que vuelvan las subastas de largo plazo, ¿Cómo justificar prestar dinero a los bancos griegos al 1% cuando su gobierno paga el 5% a sus socios en Europa? Sólo tiene sentido en operaciones de pocos días de duración.
Y en cuanto a la bolsa, lo más positivo es que España en abril parece haber roto su tendencia a hacerlo peor que el resto de índices mundiales, aunque no ha conseguido nuevos máximos anuales como los demás, que han vuelto a confirmar la estadística alcista de la primera quincena de este mes. Pero ahora nos enfrentamos a unos resultados empresariales en los que se está descontando una mejora del 30%, con la volatilidad en mínimos de casi tres años y un volumen más bajo de lo habitual…algo me dice que esta calma es prolegómeno de una tormenta. Además, puede darse la paradoja de que los buenos datos puedan tener una lectura bajista ya que muchos analistas inciden en que el miedo a una subida de tipos de la FED es una preocupación mayor para los inversionistas americanos que los datos macro.
La Agencia Tributaria ha comenzado hoy a realizar las primeras devoluciones de aquellos borradores confirmados con resultado a devolver, en el marco de la Campaña de la Renta de 2009 que se extenderá hasta el 30 de junio, informaron fuentes del organismo a Europa Press.
El pasado 5 de abril comenzó el plazo para modificar y confirmar los borradores ya solicitados y para solicitar el borrador en los casos en que no lo hubieran hecho el año pasado.
Desde ese día y hasta la semana pasada, la Agencia Tributaria había enviado ya 4 millones de borradores y datos fiscales a los contribuyentes y había calculado otros 13,7 millones de borradores y datos fiscales que están pendientes de envío.
El contribuyente, una vez que recibe el borrador, debe revisarlo y en su caso, lo puede completar o rectificar antes de confirmarlo. La confirmación del mismo supone la presentación de la declaración de la renta.
La Agencia Tributaria prevé devolver este año 12.200 millones de euros (un 4,5% menos) a 15,7 millones de contribuyentes. En total, espera que se presenten 19,5 millones de declaraciones, un 0,3% más, de las que el 80% serán a devolver. El compromiso de la Agencia Tributaria es haber realizado el 85% de estas devoluciones antes de principios de agosto.
También se ha iniciado hoy la atención directa al contribuyente en las oficinas de Hacienda que se puede concertar mediante cita previa, y con la que se ayuda a los ciudadanos a modificar y confirmar sus borradores.
Al Financial Times a parte de meterse constantemente con la economía española le da también por escribir algunos artículos muy buenos y otros muy entretenidos. El otro día en la sección de “Querido economista” que trata de preguntas y respuestas, realizaron esta.
Querido economista: Si reduzco la oferta ¿Mi precio pude subir?
Tuve una relación a larga distancia con mi ex-novia durante seis meses, yo en Bangladesh y ella en Inglaterra. Al principio, todo era maravilloso, pero luego la curva de demanda para mí parecía estar cambiando lentamente hacia la izquierda. Paranoico, empecé a prestarle mucha más atención, por lo que de alguna manera estaba incrementando mi oferta. Mi precio y utilidad marginal cayó. Rompimos una vez, pero me la convencí para volver.
Volvimos a la normalidad y hablabamos durante muchas horas todos los días. Decidí que me movería por ella y conseguí poder estudiar economía en el Reino Unido. Ella comenzó a actuar muy extrañamente, y hace unos días una, ella dijo que ella no me ama más y rompió definitivamente conmigo.
Seguimos siendo amigos y ella empezó a inventar excusas que no parecen demasiado racional. Creo que está confundida y que ella podría volver conmigo si juego mis cartas adecuadamente. ¿Debo reducir drásticamente la oferta y esperar a que de esta manera mi precio suba? La amo más que a nada. Mi curva de la demanda por ella es perfectamente inelástica.Anon, Bangladesh
Esta es la respuesta que recibe de su consultor econosentimental.
Estimado Anon,
Me gustaría eliminar las curvas de oferta y demanada y tratar esto como un problema de información imperfecta. Antes de cambiar de continente, necesitas averiguar lo que su ex-novia piensa.
Culpas a tu desesperada necesidad de su cambio de comportamiento – y probablemente esto no ha ayudado. Incluso si logras rescatar esta relación seguramente lo único que has logrado es fregar los platos a partir de ahora.
Pero recuerda que ella redujo la demanda antes de que tu incrementases la oferta. ¿Por qué? Dos hipótesis: Ella estaba realmente preocupada por la naturaleza de la relación a larga distancia, o encontró a alguien a quien prefiere antes que a tí. Prueba cada uno de estos argumentos contra el hecho de que cuando dijiste que volvías a inglaterra, ella te dejó. La ecuación es fácil: se acabó. Sí, puedes “reducir notablemente la oferta” a esta chica, pero no con la esperanza de volver con ella.
Como véis entran en juego dos aspectos económicos muy importantes, por un lado la ley de la oferta y la demanda y por otro lado la “información imperfecta”, con respecto a este último tema me resultó especialmente interesante este artículo, del cual os rescato el comienzo.
Por extraño que pudiera parecer a principios del siglo XXI, gran cantidad de negocios industriales están protegidos todavía por información imperfecta en sus mercados. Se da a menudo que varios distribuidores del mismo producto tienen precios completamente diferentes y el que vende más caro confía, para lograr ventas, en que su cliente no descubra a su competidor. No, no es que confíe en su imagen de marca, o en su historial intachable, o en un servicio postventa mucho más atractivo que el de sus competidores. Nada de eso, simplemente cruza los dedos para que cliente no descubra a la competencia y le obligue a bajar el precio.
De alguna manera es lo que le ocurría al pobre Anon, él no disponía de la información suficiente como para llegar a un buen “trato”.
Algo así es lo que ha ocurrido durante mucho tiempo en el mercado inmobiliario, se ponía un precio y se cruzaban los dedos para que el cliente no descubriese a la competencia, claro que en ese caso la competencia había optado por una estrategia igual. Ejemplos de esta “imperfección” en la información tenemos muchos, concretamente varios estos últimos siete días, con noticias tan contradictorias como las siguientes:
¿En qué quedamos? ¿Suben o bajan? ¿Han tocado techo o no?. Creo que no hay ningún sector económico con informaciones tan manipuladas por parte de los interesados como este y es algo preocupante en cuanto se trata de un elemento clave en nuestra economía. Por lo que mucho me temo que a la hora de tomar alguna decisión deberíamos olvidarnos de la información que nos envían para confiar exclusivamente en el sentido común y la ley de la oferta y la demanta
Nuestro entrañable jefe de la FED, Ben Bernanke defendía las ayudas a los bancos mediante la siguiente analogía. Imagínate que a tu vecino le da por fumar en la cama y en un descuido se queda dormido se le cae el cigarro e inicia un incendio. En este caso podemos darle una lección negándonos a llamar a los bomberos y así que su casa se quede en ruinas y aprenda, sin embargo correríamos el riesgo de que el fuego se propagase a las demás casas del vecindario con el peligro que ello conlleva. Así que lo primero y más urgente es apagar el fuego y después ya veremos cómo se hace frente a las reparaciones y sanciones.
Pero vamos a cambiar un poco la historia. Imaginemos que la casa del vecino se está quemando con mucha fuerza, tanta que incluso pondría en peligro las vidas de los bomberos. En este caso lo que se suele hacer es dar por perdida la casa y proteger a las casas vecinas para impedir que el fuego se propague. En este supuesto además de no poner en peligro las vidas de los bomberos, el culpable sufre un fuerte castigo que le quitará las ganas de fumar y seguramente, en un futuro, le hará instalar alarmas contra incendio, comprar extintores y proteger mejor su vivienda. Es una lección cara, pero seguro que no se le olvida. Afortunadamente para el pobre fumador que lo ha perdido todo, el banco cuando contrató la hipoteca le obligó a acogerse a un seguro obligatorio que le cubría entre otras cosas las pérdidas por incendio. Es posible que como era un poco despistado, la casa vieja y de madera, él un fumador empedernido y no tenía ninguna medida contra el fuego, al tener más riesgo el seguro le costó más.
Ahora cambiemos de protagonista y en vez de poner al fumador durmiente, pongamos a la banca e intentemos jugar con nuestra historia alternativa en vez de la que cuenta Bernanke.
Bernanke partía del “demasiado grande para dejar caer”, la necesidad de sacrificar bomberos en un incendio que está condenado a destruirlo todo. A no enseñar ninguna lección a los culpables que obran de manera peligrosa sin contar con un seguro a terceros. Una idea que comentaban el otro día en el Washington Post (del cual cojo unos párrafos para este artículo) es la posibilidad de crear un impuesto que recoja de algún modo la contribución que cualquier entidad financiera tendría en una crisis global como la que hemos pasado. De alguna manera, un seguro a terceros. A fin de cuentas, si el banco nos obliga a contratar un seguro cuando pedimos una hipoteca ¿Por qué no vamos a pedirle un seguro a él por si rompe algo en el sistema financiero y nos mete en una crisis?
Como es lógico, todas las empresas hacen lo imposible para reducir al mínimo sus impuestos, por tanto tendrían un incentivo para la elección de actividades menos arriesgadas y asumir menos deuda, dando lugar a un sistema más seguro y con más sólidez financiera. El dinero recaudado serviría para compensar a quienes sufren los daños colaterales de las crisis financieras- las instituciones financieras y empresas solventes en la economía real que sufren de la situación de pánico que generan los culpables. Viene a ser como nuestro seguro del coche, solemos ser más cautos y a dar los mínimos partes anuales para que al año siguiente no nos suban la factura. Al igual que en las mutuas, los malos conductores son los que premian a los buenos.
Para entender por qué esta iniciativa es necesaria, tenemos que recordar lo que realmente llevó a la crisis. El riesgo sistémico surge cuando las instituciones financieras no tienen el capital suficiente para cubrir sus deudas y sus inversiones arriesgadas. Como resultado, cuando las apuestas van mal, las instituciones fallan y con ello el crédito se congela – y sin crédito, se desploma el comercio y las economías caen en recesión. Eso es precisamente lo que ocurrió con algunos de nuestros más grandes instituciones: Fannie Mae y Freddie Mac, Lehman Brothers, AIG, Merrill Lynch, Washington Mutual, Wachovia y Citigroup, entre otros, muchos de ellos con respaldo gubernamental y por tanto la garantía de que si las cosas iban mal sería el estado quienes les echaría un cable. Vamos, que circulaban sin seguro porque no les hacía falta.
No sería una tarea fácil calcular esta tasa aunque si tiramos de cifras históricas veremos que de media la grandes crisis financieras se producen cada 50 años y cuestan entorno al 5% del PIB, esto es en el caso de EEUU una tasa anual de 14 mil millones dólares en el sector financiero de EE.UU, que vistas las cifras que hemos movido es calderilla.
Aunque parezca una locura determinar cómo y qué empresas pueden contribuir a un riesgo global financiero es algo bastante factible. Por un lado debemos ser capaces de estimar el tamaño de sus responsabilidades, su influencia, pérdidas petenciales así como su grado de interconexión con el resto de el sistema financiero. A excepción de este último factor, todo puede ser calculada a partir de los datos disponibles públicamente. De hecho, la Stern School of Business lo hizo en un artículo titulado “Medición de Riesgo Sistémico“, en el que analizaron el riesgo para las principales firmas financieras en junio de 2007, antes de que estalló la crisis. Las seis empresas con el mayor riesgo para el sistema financiero eran las siguientes: Bear Stearns, Freddie Mac, Fannie Mae, Lehman Brothers, Merrill Lynch y Countrywide Financial.
Irónicamente, esta crisis ha empeorado el riesgo a sufrir otra crisis sistemática ya que la diversas fusiones y compras derivadas de las quiebras de muchos bancos ha llevado a la creación de instituciones cada vez más grandes y con un potencial de riesgo mayor. Ahora son menos pero más grandes como para dejarlas caer. Poco a poco en Europa vamos viendo una tendencia a crear nuevas tasas a los bancos aunque me da la impresión de que son con afán recaudatorio en vez de preventivo para nuevas crisis e incluso ayer el FMI sugirió gravar a las entidades en función del riesgo que supongan para el conjunto del sistema que sin conocer los detalles suena a algo parecido a lo comentado hoy.
Esperemos que trás haber apagado el incendio a los responsables ya que no han pagado la reparación al menos les de por dejar de fumar en la cama.
Según Wikipedia, el capitalismo es el sistema económico fundado en el capital como relación social básica de producción. En él, individuos privados y empresas, con el propósito de acumular ganancias, emplean trabajadores asalariados para llevar a cabo la producción y el intercambio de mercancías, ya sea en forma de bienes o de servicios. También se denomina capitalismo o sociedad capitalista a todo el orden social y político (legislación, idiosincrasia, etc.) que orbita alrededor del sistema económico.
El capitalismo es concebido mayoritariamente por dos características importantes:
Si analizamos la definición de Wikipedia y las diferentes formas mediante el cuál el capitalismo es concebido, nos encontraremos con varios aspectos que hacen ruido.
La primer forma habla de un régimen económico en el cuál la titularidad de los medios de producción es privada, cuando la realidad de, por ejemplo, el sistema bancario y financiero de los EE.UU, Inlgaterra y Holanda da cuenta de que, gracias a los rescates que tuvieron que implementarse recientemente, la mayoría accionarial de los bancos más importantes y representativos de cada uno de estos países se encuentra en manos del estado del país en el cuál nacieron.
Esto tendrá grandes implicancias para el orden económico internacional en general y para las bolsas en particular, ya que las ganancias del sistema financiero no quedarán en manos privadas sino que deberían recalar en los gobiernos, principales accionistas de las mismas.
La segunda forma habla sobre la estructura económica en la cual los medios de producción operan principalmente en función del beneficio… y hacia la consecuente competencia por los mercados de consumo y trabajo asalariado.
El sistema de libre mercado deriva de las ideas de Adam Smith, quien en el año 1776 en su libro “Riqueza de las Naciones” le da vuelo a estas ideas. En estos escritos, la conjunción del interés personal de cada individuo, expresada a través de la competencia, la oferta y demanda, funciona como mecanismo capaz de, por sí mismo, asignar con eficiencia y equidad tanto los recursos como el producto de la actividad económica.
Bajo esta línea de pensamiento, la libre competencia hace que las empresas se vean obligadas a competir para sobrevivir, bajando los precios de sus productos y aumentando su calidad. Aquellas que no puedan hacerlo deben quebrar y desaparecer del sistema, por lo cual, bajo esta teoría “darwiniana”, solo sobreviven los más aptos.
Estas mismas ideas son las que se quieren imponer en el mundo a través del libre comercio (impulsado mayoritariamente por EE.UU) en donde se pide a todos los países que abran sus fronteras a los productos comerciales del resto del mundo, para poder mejorar su productividad vía la libre competencia.
A mi juicio, este dogma cuenta con un problema latente: los países no son empresas que pueden “quebrar” en caso de no poder competir. Que un país no pueda competir y quiebre significan despidos en masa, tensión social y crecimiento exponencial de la pobreza. Y si no pregúntenle a Grecia.
En su último y aclamo documental llamado “Capitalism: a love story” (2009) Michael Moore logra captar, con suma crudeza y realismo, los problemas intrínsecos que llevaron a EEUU a la debacle de 2008. Moore comienza filmando, en tiempo real, el desalojo de una familia americana de clase media/baja desde adentro de la casa. Y este el solo el primero de los varios golpes bajos a los que apela este maravilloso cineasta, capaz de retratar como pocos la caída del imperio.
Además de ocuparse de la decadencia de la industria Americana ilustrada en la quiebra de General Motors, Moore le dedica una parte importante del documental a Wall Street y la crisis de las suprime, y aprovecha la movida para asestarle un par de cachetadas a su enemigo número uno: George W. Bush, a quién acusa de haberse rodeado de toda la cúpula de bursátil durante su gobierno, a partir del nombramiento de Henry Paulson como secretario del tesoro (hasta ese entonces máximo directivo de la firma Goldman Sachs) después de la renuncia de John Snow en el año 2006.
Compra de votos en el senado, extorsiones, sobornos (se habla de cómo las compañías estrellas del mercado hipotecario de ese momento sobornaban a los encargados de aplicar el control de las préstamos dándoles líneas de créditos a tasas irrisorias al ser colocados en unas listas VIP), discursos del ex presidente de los EEUU que solo buscan instaurar el miedo en la población para entregarle la llave del tesoro con 700.000 millones de dólares (el costo del rescate finalmente aprobado en el senado) a las firmas más poderosas de Wall Street; todo esto y más forma parte de este documental que lo deja a uno pensando que fue lo que realmente pasó entre el año 2008 y mediados de 2009.
Es la frase que mejor sintetiza lo que hizo el gobierno de Bush al rodearse y confiar ciegamente en gente del “mercado”. Los CEOs de las principales sociedades de bolsa eran los encargados de aplicar las políticas financieras: ¿alguien en su sano juicio pensaba que lo harían en función del “bien común” y no con un sesgo especulativo centrado en el corto plazo? Lo que quedo en evidencia es que el gobierno debe abstraerse de las tentaciones especulativas ávidas de superganancias para pensar en la sociedad en su conjunto, aplicando las políticas anticíclicas necesarias.
EE.UU. tuvo que sufrir sin dudas el peor gobierno de las últimas décadas, y sus ciudadanos votaron a Obama exigiendo un cambio de 180 grados que por ahora parece lejos de materializarse.
España es, junto con Grecia, Irlanda y Portugal, una víctima directa de un conjunto de malas políticas aplicadas por los líderes del Norte; aunque también debería hacer un “mea culpa” y reflexionar sobre porqué el país se encuentra tan mal parado a nivel de mercado laboral y deuda externa cuando en otros países los efectos directos y residuales de la crisis comienzan a desaparecer.
No sería nada raro que de esta introspección surja como resultado que la codicia y el deseo de veloces y cuantiosas ganancias extraordinarias fueron también los conductores de las políticas gubernamentales españolas en la última década.
Pocos dudan que en EE.UU lo que se viene ahora es mayor presencia del gobierno, un endurecimiento en lo que respecta a los controles financieros y, seguramente, mayor presión fiscal e inflacionaria, además de una suba de tasas de interés.
Como si esto fuese poco para las ideas capitalistas tradicionales, los riesgos soberanos (esto es: el riesgo de que un gobierno declare el cese de pago sobre la deuda emitida) seguirán bajando ya que, quedó demostrado, tanto EE.UU como la Comunidad Europea deben actuar como “prestadores de última instancia” para evitar quiebras privadas (de importancia) o públicas.
Comprender este tipo de cuestiones será de viral importancia para el resto del mundo, y permitirá adelantarnos al nacimiento de este nuevo paradigma liderado por la nueva Unión Socialista Americana (USA): una locomotora global llena de fallas y contradicciones que se agudizan con el correr del tiempo.