Pocos meses antes del comienzo del € en los mercados financieros no reinaba precisamente el optimismo sobre su existencia, estoy seguro que si entonces se hubiera hecho una encuesta entre los traders y brokers de entonces la mayoría hubiéramos votado que no iba a salir. Incluso cuando empezó a funcionar muchos creíamos que el periodo de transición entre la moneda virtual y la llegada al ciudadano de la moneda física se iba a alargar. Quizás estábamos influidos por la prensa británica, que era abiertamente hostil a una moneda que entonces se creía podría acabar con la libra esterlina en pocos años, quizás porque desconfiábamos de la dirección más política que económica del proceso. Pero ocurrió, algo tan increíble como que economías tan diferentes como la española y la alemana compartieran la misma moneda, el mismo banco central emisor, que ambas llegaran a emitir deuda al mismo tipo de interés y que las agencias de calificación de rating nos consideraran–y es algo que aún persiste por ejemplo para Fitch- con la misma solvencia y calificación crediticia.
Y lo cierto es que excepto el caso griego por sus datos falsos, todos los que entramos en el € lo hicimos porque nuestros números estaban en el rango exigido de déficit, deuda pública e inflación. Recuerdo que yo era muy escéptico, cierto que Extremadura y Cataluña durante siglos han compartido la peseta y el banco central con datos económicos muy dispares pero les une una unión política, una misma fiscalidad, un mismo código penal, una única voz exterior, un estado central. Europa y en concreto la €zona me parecía una unión de intereses económicos que no tardarían en demostrarse dispares entre los diferentes países. Pero tuvo éxito, y fue uno de los acontecimientos de nuestra historia económica más importantes. Tras siglos de retraso de repente nos colocábamos a todos los efectos a la misma altura que los países más potentes de Europa. Y creo que el € ha sido beneficioso para España y si no hemos aprovechado mejor sus ventajas no es culpa de la divisa. El flujo de dinero barato que supuso durante años poder financiarnos con facilidad y la estabilidad monetaria fue bien aprovechado por algunas multinacionales hispanas pero por desgracia las administraciones y los ciudadanos nos acostumbramos de tal modo al €, que nos creímos más ricos de lo que éramos y además de abusar de las facilidades de crédito que nos reportaba, pensamos que la situación no podría cambiar.
Hago un copy paste del primer artículo de este blog este año:
No es una cuestión sólo de diferencias económicas, es más bien la estructura de Europa la que es un lastre para el liderazgo de su moneda: todos los EUA responden por la salud financiera de California a pesar de lo nefasta que es pero la falta de una unión política provoca que la misma situación en Grecia perjudique a toda la €zona sin que la UE pueda hacer mucho ya que no puede obligar a nada al gobierno griego. Es más, las presiones de BCE pueden ser contraproducentes ya que pueden acelerar el proceso negativo. Es por ello que en situaciones de peligro los inversores se lanzan al $ como valor de más seguridad. Sólo la expulsión del € de las economías más débiles y el freno a las nuevas incorporaciones del Este podrían cambiar esto, algo que de momento parece remoto ya que los países más fuertes de Europa son exportadores por lo que un € débil no parece ser una preocupación para ellos.
Es decir, incluso cuando ya estaba en el aire el tema de Grecia de lo que se trataba era de la depreciación del €, apenas 5 meses después y con el € efectivamente depreciado, el dilema no es el valor de la moneda, sino su misma existencia. ¿Es posible que países tan diferentes usen una misma moneda? Creo que tras más de una década podemos afirmar que el experimento ha sido interesante pero que ha fracasado. Si no existiera la Unión Europea, habría que inventarla, pero si no queremos dar un paso más allá en la unión política compartir una misma moneda se vuelve peligroso cuando llega una fuerte crisis y los comportamientos económicos son diferentes. Para colmo, BCE ha sido cómplice de la pérdida de credibilidad del €, ha sido una mala copia de la FED que siempre ha ido detrás de los acontecimientos, no ha sido capaz de dirigir con independencia y sus decisiones han sido meras copias de lo que acontecía al otro lado del Atlántico. Su último bochornoso espectáculo lo ha dado Trichet: en menos de un mes pasó de afirmar que Grecia no necesitaba ayuda financiera a permitir que sus bonos, aunque sean considerados basura, puedan ser cambiados por liquidez, saltándose sus propias normas, al igual que con la decisión de apoyar la compra de deuda dos días después de afirmar lo contrario demostrando una falta de rigor que ya había hecho patente la UE. Y es que esa flexibilidad ha sido el germen de la crisis actual de la €zona: en teoría ningún país debería sobrepasar el 3% de déficit ni el 60% de deuda pública respecto al PIB. Puedo estar de acuerdo en ampliar esos límites en situaciones excepcionales pero el problema es, ¿Qué ocurre si –como pasa ahora- hay velocidades distintas y en un par de años la mitad de los países lo cumplen y los otros no, cómo se debe actuar? ¿ Y qué debe hacer BCE con los tipos si en Alemania sube la inflación porque crece mientras en Grecia, Irlanda y Portugal hay deflación porque siguen en recesión?
Europa no ha sido capaz de avanzar en su unión política y sin ésta el € es un instrumento erróneo, que sólo funciona cuando las cifras macro de los diferentes componentes se mantienen en los mismos rangos, hay excesivos Desequilibrios en la Unión Monetaria. Si un país se sale de los límites fijados el problema puede tener arreglo pero si existe una crisis –como la actual- que lleva a que cada gobierno actúe como cree mejor saltándose todos los límites, no hay mecanismo que frene esto. Ha bastado un gobierno mentiroso de un país pequeño para provocar el caos pero en el fondo la clave está en que debería existir un mecanismo que prohíba explícitamente una excesiva desviación de los datos macro, es decir, que haya una voluntad política que obligue a un gobierno concreto a actuar como Europa diga, esto es, a renunciar a su soberanía, algo que parece hoy por hoy utópico. La medida desesperada del fondo de emergencia de 750 mil millones de € para compra de bonos no es más que un recorte de soberanía, que Alemania y Francia financien la deuda de Irlanda, Grecia, España, Portugal e Italia a cambio de que éstos se comprometan a un ajuste fiscal agresivo. Pero la soberanía está en el pueblo, en el ciudadano, si el alemán no quiere que su dinero se use para eso y el portugués no acepta que se le recorten derechos, ambos están en su derecho.
Mi opinión es que sin unión política no puede haber unión económica, y sin unión económica no tiene sentido una misma divisa ni un mismo banco central. El € ha tenido una década de éxito y la mayoría hemos creído que era posible pero ahora necesita una profunda reforma. El caso griego es sintomático: ellos gastan mucho más de lo que ingresan durante años; independientemente de la falsedad de los datos, el pueblo griego se habrá beneficiado de ello de algún modo. Ahora tienen tal problema que para poder pagar sus deudas necesitan abonar tantos intereses que se encaminan a la bancarrota y Europa y el FMI les prestan el dinero que necesitan pidiendo a cambio unas duras condiciones de recorte del gasto y un tipo de interés razonable (de hecho es la mitad de lo que exigía el mercado), ¿Cuál es la respuesta de Grecia? Como el pueblo griego es soberano, tenga o no razón, si no quiere aceptar las condiciones, ¿Qué tendrá que hacer Europa? Dejar quebrar a Grecia, por mucho contagio que eso genere. Y si eso no es la tumba del € le faltará poco, más cuando el 59% de los alemanes prefiere volver al marco.
Incluso aunque ese extremo no ocurra, y dado que las consecuencias de esta crisis se alargarán en el tiempo por la burbuja de la deuda y con la diferencia –ya existente- entre los datos macro de unos países y otros, nos enfrentamos a años en los que la divisa no podrá ofrecer estabilidad porque difícilmente habrá uniformidad de las diferentes políticas económicas. Reino Unido ha devaluado su moneda cuando le ha interesado, dada su credibilidad internacional no tiene prisa por reducir su déficit público y hace la política que quiere –sea buena o mala- gracias a tener su propia moneda y su propio banco central. Mejores cifras disfrutan Dinamarca y Suecia que tampoco utilizan el € y curiosamente sólo tienen prisa por usar nuestra divisa los que tienen una economía y una moneda débil: Estonia, Bulgaria, Polonia, Letonia, Lituania, Chequia. Hungría, Rumanía. Es decir, el futuro que le espera al €, si se cumple el calendario, es de más diferencias entre sus miembros. Definitivamente, vuelvo a ser euroescéptico: tardará meses o tardará años pero dudo mucho que el experimento de una misma moneda y un mismo banco central sobreviva a esta crisis. Y si sobrevive, será con cambios de envergadura: o expulsión de los miembros más débiles/menos disciplinados a la hora de cumplir las normas o un € diferente para ellos ( y digo ellos porque prefiero pensar que España estará entre los más fuertes).
Gráfico Euro – Dólar
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La Historia del Imperio Español en 10 segundos.
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Ibex 35 - Sueldos récord en plena crisis
El sistema financiero sigue rodeado de peligros que no deben ser subestimados, dijo el viernes uno de los principales funcionarios del Banco Central Europeo, Axel Weber. Weber, quien preside también el Bundesbank alemán, dijo en un discurso en Río de Janeiro que la crisis financiera seguía planteando nuevos desafíos. Es importante no subestimar los peligros a la estabilidad financiera que siguen existiendo, afirmó.
El profesor de Harvard, Kenneth Rogoff, ha asegurado en una entrevista en la CNBC que el paquete de medidas para rescatar al euro "sólo es un parche" y ha afirmado que la mejor solución hubiera sido "un movimiento planificado para que Grecia y Portugal abandonaran la Unión Europea". "En la UE miraron hacia otro lado y decidieron dejarlos entrar". El experto ha asegurado que "en Grecia había una alta inflación y riesgos de incumplimiento y Portugal tenía un programa del FMI en 1984". Desde su punto de vista ha afirmado que "creo que deberían de haber dejado salir de una manera ordenada a Portugal y Grecia antes de que hacer el rescate".
Estoy de acuerdo con el artículo pero una opción que no sale contemplada es que Francia y Alemania se salgan y nos dejen el € a los demás.
http://www.leap2020.eu/El-GEAB-N-44-esta-disponible-Crisis-sistemica-global-EEUU-UK-la-pareja-explosiva-de-la-segunda-mitad-de-2010-Verano_a4535.html
Standard & Poor´s rebajó el viernes la calificación crediticia a largo plazo de Cataluña del nivel AA- al nivel A+ y reiteró que la perspectiva económica es negativa. En un comunicado, la agencia de calificación de riesgo informó de que la rebaja es consecuencia de una revisión de los pronósticos económicos para esta región y de la constatación de que el déficit de las cuentas catalanas ha empeorado. Los esperados desequilibrios presupuestarios a partir de 2010 dispararán el ratio del peso de la deuda (la deuda con base impositiva sobre los ingresos operativos consolidados) más allá (un 180% en el caso de Cataluña) de los límites que consideramos correspondientes con una calificación AA-', señaló S&P.
resumen de la semana en una viñeta
Las valoraciones de bienes inmuebles y suelos siguen siendo la asignatura pendiente de las entidades financieras y de las sociedades inmobiliarias, que no realizan dotaciones suficientes para provisionar el deterioro del valor de mercado de esos activos. Un clarísimo ejemplo de esta actitud, tolerada por el Banco de España, es el de las cuatro grandes torres que se edificaron en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, cuya recalificación, conseguida por Florentino Pérez, sirvió al club blanco para sus primeros fichajes galácticos extranjeros, Figo, Zidane y Ronaldo. Caja Madrid es la propietaria de una de las torres, comprada a Repsol a finales de 2007, justo antes del estallido de la burbuja, por algo más de 800 millones. Firmada por Norman Foster, de 250 metros de altura, es el edificio más alto de España. Al cierre del ejercicio pasado, y concluidas las obras, la entidad financiera no había dotado ni un duro por el obvio deterioro en el valor de este activo originado, que está contabilizado por 830,3 millones de euros.
Curioso cómo nos ven en Argentina
Los españoles temen caerse del tren del Primer Mundo