# 10, Maño H20
25 de Mayo de 2010, a las 8:11
Las siete claves / los siete errores del (des) empleo en España. ¿Por qué es necesaria la reforma?
1.- El salario.
2.- La cotización a la Seguridad Social
3.- La indemnización por despido
4.- La protección por desempleo
5.- El IRPF por el salario
6.- La productividad
7.- La (in) movilidad geográfica1º.- No he conseguido en años de actividad profesional encontrar a alguien que considere que gana más que lo que merece. Cuando muchos citan el salario como factor de “motivación”, les llevo la contraria y les aseguro que el salario es, en realidad, un factor “higiénico”, no de motivación. ¿Por qué? Bien, pensemos en un WC. Si te lo encuentras sucio y asqueroso (salario bajo), te quejas con razón. Si te lo encuentras limpio (salario mejorado), simplemente piensas que es lo correcto, como debe estar y como esperas encontrarlo. Si tu salario es una caquita, te quejas con razón. Si es correcto, simplemente piensas que es lo que tiene que ser, como poco y, a ser posible, más. Si te suben el salario, la alegría te dura lo que un helado a un crio. Lo absorbes inmediatamente (porque el WC tiende a ensuciarse muy pronto). Es lo que te mereces. Y por supuesto quieres mas salario como un crio mas helado.
Y piensa que el salario que te llevas a casa (el neto) procede de una cifra mayor (el bruto menos descuentos de Seguridad Social e IRPF) que pone el empresario. Y que, además, el empresario debe sumar a ese bruto el coste empresarial de Seguridad Social.
Una persona que se lleva netos 19.500 euros al año, le cuesta al empresario 24.000 en bruto. Además hay que sumar unos 8.000 de Seguridad Social. Por tanto el coste empresa es de unos 32.000, cuando el trabajador solo recibe en líquido 19.500. No es despreciable este primer mordisco de nuestro sistema de trabajo, entre coste de empresa y salario neto.
2º.- La cotización a la Seguridad Social es un impuesto revolucionario al trabajo. Siguiendo con el ejemplo anterior, un empleado con un salario bruto de 24.000 euros al año, cuesta en torno a un 37% (punto arriba o abajo en función de la actividad) de esa cifra en pagos a la S.S., vamos unos 8.000 euros anuales. No está nada mal. Esa aportación la hacen conjuntamente empresario y trabajador. Y sirve para temas tan diversos como la futura jubilación, el desempleo, las posibles enfermedades, bajas por accidentes, formación profesional, FOGASA, etc. Es un segundo mordisco nada despreciable, ya que otros colectivos como autónomos, empleados de hogar, artistas, etc. hacen una aportación tremendamente inferior (lógicamente con contrapartidas también muy inferiores). Y encima el sistema está en peligro, no está garantizado salvo recortes y alargamiento de la vida laboral. Mal asunto.
3º.- Las indemnizaciones por despido abarcan un amplio abanico entre 8 y 45 días por año trabajado. Los 8 son en contratos temporales. Si hablamos de un trabajador “fijo”, oscilaremos entre 20 días (despidos objetivos), 33 días (disciplinarios/improcedentes en determinados colectivos) y la universalmente extendida de 45 días (improcedentes y dicho con todo el doble sentido de la palabra). En todo caso son mínimos legales, pero se pueden/suelen pactar cifras mayores.
Sobre este asunto hacer dos puntualizaciones: la tributación por IRPF de los excesos sobre los mínimos legales (tributación nada despreciable) y que las cuantías son desorbitadas si se comparan con las que se manejan en países de nuestro entorno.
Y, por otra parte, ese aspecto que nunca me deja de sorprender: la mentalidad española de que el contrato de trabajo es como un seguro cuyo valor de rescate se revaloriza anualmente. Con la peculiaridad de que la prima y la indemnización, por el valor asegurado (el puesto de trabajo), no la paga ni el tomador, ni el asegurado, ni el beneficiario. No, aquí quien la paga es el asegurador (el empresario). (Y si la compañía de seguros-empresa quiebra, acudimos al fondo de garantía de seguros, es decir, al FOGASA).
4º.- En cuanto a la prestación por desempleo, ya sabemos todos que tenemos un sistema que concede un plazo muy amplio (hasta 24 meses) con un tiempo de cotización relativamente bajo (seis años) y con unos porcentajes elevados (70% de la base reguladora seis meses y 60% el resto, con topes referenciados al IPREM). Creo que son las condiciones más favorables de toda la unión europea. Y eso dejando a un lado el posible subsidio posterior a la prestación. Como he reiterado en muchas ocasiones, nuestro sistema prima permanecer en desempleo en vez de favorecer la búsqueda activa de empleo. (Por supuesto se que esto suena mal y es criticado por muchos foreros, pero es una de las causas que explica por qué tenemos la tasa mas alta de desempleo de la UE). Algo querrá decir.
Puse en su día un post con la comparativa con casi todos los países de la UE. A los datos me remito para seguir criticando el sistema español. (Sumo otra cosecha de negativos por este apunte).
5º.- Sobre el IRPF que pagamos por nuestro salario, decir que está en concordancia con otros países de nuestro entorno. Pero debe hacerse el matiz de que los asalariados soportamos una carga fiscal desproporcionada respecto a otras formas de obtener ingresos el Estado. Y como, además, somos los más fáciles de controlar, cualquier necesidad de aumentar ingresos, por parte del estado, se traduce en una persecución del asalariado (público o privado). No se le clava el diente a otro tipo de rentas. Se acude siempre a la vía fácil, teniendo en cuenta, además, que, si la insaciable necesidad de recaudar no se ve satisfecha con lo que nos clavan por IRPF, si ahorramos, nos perseguirán los beneficios obtenidos por ese ahorro. Y si no, siempre nos queda el IVA como a Bogart le quedaba París. La carga fiscal está muy mal repartida en este país.
6º.- Sobre la productividad, creo que Copero y el que suscribe, nos hemos significado por denunciar que nuestra productividad es muy baja en relación a los salarios que percibimos en España y todo ello en relación a los datos de otros países europeos. Otro tema que se que no gusta escuchar, pero la verdad debe decirse, aunque escueza. Nuestra productividad es muy inferior a la de cualquier país de nuestro entorno. Nuestro trabajo aporta escaso valor añadido. Y además tenemos la mala costumbre de indexar al IPC los aumentos de salario. Craso error que nos ha conducido a la situación actual. Los salarios deben referenciarse a puntos de productividad. Se que el tema puede ser complicado de entender. Pero qué necesario sería ponerlo en práctica cuanto antes ya que no se ha hecho anteriormente.
7º.- Sobre el tema de la (in) movilidad geográfica también hemos comentado muchas cosas. Es un hecho cultural español. Anclamos nuestra vida en un pequeño radio alrededor de nuestro puesto de trabajo. Compramos el piso (para toda la vida) lo más cerca posible del trabajo y desarrollamos profundas raíces. No puedo cambiar de piso, ni de trabajo, ni de colegio a los peques, ni de vecinos, ni de bar para las cervecitas. Somos animalicos de costumbres. Somos árboles difíciles de trasplantar.
Somos, en definitiva, esclavos de nuestro puesto de trabajo. No tenemos nada que ver con el resto de Europa en este aspecto. Si perdemos el trabajo, el radio de búsqueda de un nuevo empleo, será de unos Kms alrededor del piso. (Generalizo, claro).
Pues bien, estos siete apuntes que hago, envuelven el sistema laboral más rígido, pesado, inflexible y lento de toda Europa. Además de farragoso por las mil variantes de contratos de trabajo existentes. Es algo tan profundamente asentado en nuestra mentalidad, que sacudirlo y reformarlo nos va a costar un dolor. Pero también es cierto que el dolor actual de nuestro mercado de trabajo, procede de estos siete errores de nuestro sistema laboral.
De todos depende erradicar la causa de nuestro problema o seguir tratándolo con aspirinas. Nos sentimos impotentes con este asunto pero nos asusta y avergüenza tomar la viagra de la reforma laboral. Muchos querrán seguir con la venda sobre los ojos y el rabo entre las piernas, adoptarán la táctica del avestruz y se desahogarán friendo a negativos este ladrillo.
El sistema actual se traduce en los datos que tenemos. Si alguien está satisfecho con los mismos, que levante el dedo. Si alguien está insatisfecho, pero prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer, que levante el dedo de la otra mano.
Si por el contrario alguien cree que debemos empezar a sacudir este sistema…..bueno, que esté atento a la reforma laboral que se nos avecina. O tal vez no, porque tampoco creo mucho en la capacidad de modificar las cosas por parte de sindicatos y patronal (vía acuerdo) y mucho menos aun en la capacidad del gobierno para hacerlo por vía “decretazo” o “zapaterazo”. Creo que todos estos agentes sociales a lo mas que aspiran es a pasar por un salón de belleza legal al sistema actual: un poco de perfilador para los labios de las indemnizaciones, cierta sombra de ojos para los titulares de los periódicos, tal vez algo de rímel para las pestañas de los parados, una buena capa de maquillaje para los datos estadísticos, puede que hasta inyecten algo de botox en las bonificaciones a la contratación, pero sobre todo unos llamativos “pendientes” en las orejas de las verdaderas reformas necesarias. Será lo mismo que vemos al levantarnos cada mañana pero un poquito arreglado para una fiesta.
PD.- Disculpas Sr. López por ocupar tanta memoria, pero una tasa de desempleo sobre el 20%….quizás merezca una larga reflexión. Porque la sugerencia/orden/recomendación del FMI en este tema, no es ninguna tontada. El “Fastidiamos Mas Incluso” por una vez tiene razón al decirnos lo que nos dice.
# 102, No tengo nombre
25 de Mayo de 2010, a las 11:50No puedo resistirme a comentar el esperpento de ayer: Un cordobés de Iznajar y un ceutí gaditano de adopción, se tienen que poner pinganillos para entenderse.
Estoy seguro de que esa no es la constitución ni el modelo de estado que se votó en su momento. SEGURO.
Y si lo fue, era un engaño.
Que agusto me he quedao
# 159, Anónimo
25 de Mayo de 2010, a las 13:50El Borges este, aparte de bellos poemas, que buenos frutos secos nos ha dado.
# 214, Tat
25 de Mayo de 2010, a las 18:04RECETA DE COCINA: Fácil y rápido de hacer.
POLLO AL AYUNTAMIENTOIngredientes:
Un pollo
Un despacho
Varios chorizosPreparación:
1. Se coge el pollo y se le pone una corbata
2. Se le coloca en el mejor despacho de un ayuntamiento.
3. Lo rodeamos de unos chorizos frescos.
4. Se le deja a su antojo durante un tiempo.
5. Y él solito se va haciendo rico, rico, rico…
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Como se suele decir en estos casos, "las redes están ardiendo" con el último movimiento…
Hola ¿Qué tal? Yo bien, gracias por preguntar. Hoy os quiero contar unas noticias. El…
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Origen de cierto insulto muy común
http://www.euribor.com.es/foro/bolsa/4540-curiosidades-de-la-red-8.html#post71126
Salgo a pasear y me encuentro que todo está en pesetas. De repente, pienso: ¡esto no puede ser, hemos vuelto a la peseta!. Dentro de mí se estimulan las neuronas, ahora toca volver a los buenos precios.
Por la mañana, hago parada en la gasolinera, ya no recuerdo los días en que llenaba el depósito, pero como toca ir a Asturias, qué menos que darme el gustazo de llenarlo en pesetas: 11.000 del ala. En 2002, lo hubiera hecho por 7.100 pesetas. Desde luego, aquí si que se nota el cambio. Pero ya sabemos que lo que hemos cambiado es el "manejo de la liquidez", con lo que consumimos más o menos lo mismo, pero hacemos más visitas a la gasolinera.
El desayuno o el café a media mañana empieza a ser necesario y pago religiosamente las 230 pesetas que me pide Carlos. Esta es de las cosas que más me impresiona. ¿Tanto ha subido el coste de este producto?. Recuerdo esas 105 pesetas de antaño. La verdad es que en el terreno de la hostelería es complicado poner ejemplos positivos. En el menu del día me dejo 1.700 pesetas cuando antes comía tan ricamente por 900. Toca salir a cenar algo en un restaurante medio y nos dejamos la friolera de 12.000 pesetas cuando era bastante habitual hacerlo por unas 5.000 a 6.000 hace unos años, para dos personas.
Pero quizás donde más lo he notado es en la compra de alimentos. Empezando por el pan, que una barra vale ya de 100 a 120 pesetas, muy lejos de las 45 a 50 pesetas de antes. Hacer una compra semanal con todo (alimentos, carne, pescado y limpieza), nos llevó 27.000 pesetas. Aquí me ha dado ya un sofocón, porque no recuerdo haber gastado más de 14.000 pesetas un fin de semana en 2001 con el carro a reventar. Hoy cualquier tonteria del supermercado cuesta 166 pesetas. ¡Comprobado!
Por la tarde, qué mejor que un poco de cine para relajarnos de tanta tensión. Me asombro al pensar que por 2 entradas de cine estoy pagando 2.350 pesetas. ¿cómo?, ¡2.350 pesetas!. Vamos a ver, ¿el cine se abre sólo para nosotros o es que hoy incluyen las consumiciones de refresco y palomitas?. No. Es solo entrar a ver la pelicula. Dos refrescos y las palomitas ya escalan hasta las 1.000 pesetas. Me pregunto si las palomitas son de primera calidad cuando me resigno a comerlas frías y que más parecen chicle que otra cosa.
En realidad, entre unas cosas y otras, la cara que se te queda es de estúpido. La gente te mira como esperando que reacciones y la verdad, es mejor dejarlo estar y confiar que algún dia razonemos qué estamos haciendo. Porque algo no hemos logrado hacerlo bien. En el informe de la CEACCU, hay cifras muy entretenidas como incrementos del 107% en aperitivos, el 100% de la caña de cerveza, el 60 % de los vaqueros, el 163% de un corte de pelo, el 224 % de la bajada de bandera de taxi, un 100 % de entrar al museo del Prado, o el 90 % de la matricula de la universidad.
El paseo por el mundo en pesetas, ha resultado ser una pesadilla. Menos mal, despierto y veo que todo está igual: en euros. Que alivio. Soy feliz.
Nota: Según el INE, desde noviembre de 2001, que refleja el IPC que se aplicó en contratos y convenios para 2002, hasta el de noviembre de 2007, los precios han subido un 22,1 %. Es decir que eso sería "lo normal". Crecimientos superiores a eso, supondría que el esfuerzo para consumir un bien sería mayor. Normalmente, el esfuerzo para la adquisición de un bien, sería más complejo de determinar pues influyen varios factores, como la capacidad de endeudamiento, el tipo de interés, etc...
Nos creimos ricos porque en cuestión de 6 meses le pusieron a todo los precios de Alemania o Francia (y por si con eso no teníamos suficiente, además los zulos se "revalorizaban" meteóricamente), pero se olvidó un pequeño detalle: Los sueldos siguieron siendo 100% españoles....
Por mi parte, la reducción que voy a hacer del consumo va a ser de mínimo 150 euros mensuales, ya he dado de baja varias cosas. Y el resto de mis compañeros están igual...
No es por fastidiar, es porque no sé si esto va a ir a más y prefiero ir ahorrando a saco, porque por ahora me quedaría con el sueldo justo justito para vivir, y si siguen reduciendo, me pilla el toro. De hecho iba a cambiar varios muebles, ya tenía el presupuesto y todo, y lo he cancelado por esto.
El clima general, al menos en mi trabajo, es de reducción drástica del consumo, y eso no sé si es bueno o malo para la economía.
Yo por ejemplo no pienso cambiar de coche hasta que el actual tenga por lo menos 15 años y se me empieze a caer a cachos. Ir a casi todos sitios en bici, nada de transportes públicos y muy poco coche(yendo al óptimo de consumo), nada de bares, nada de cine, ropa de decatlhon made in india y aprovechada al máximo, mucho andar, mucha lectura (libros de préstamo de las bibliotecas públicas), conversación, cine en la tele o de préstamo igualmene en biblios, pasear, contemplar el cielo, estar con la familia, comidas caseras, tortilla de patatas en la playa y en el campo camping (si puede ser acampada libre mejor). Ah, y la música...ya sabemos, jeje.
Esto son solo algunas ideas.
LA VERDADERA REVOLUCION ES DEJAR DE CONSUMIR
Totalmente de acuerdo con el comentario del dia y los demas comentarios destacados.
En este pais se pagan muchos impuestos solo por trabajar, algo que viene recogido en la constitucion como un derecho y un deber de los españoles.
Señor 'presi', si de verdad nos lee, baje los impuestos al trabajo.
Gracias.
MENSAJE PARA LOS FUNCIONARIOS
Desgraciadamente su empresa es una catástrofe, tanto organizativa como en recaudación.
En 2005, su empresa tenía 2.868.000 funcionarios, y en 2010 tiene 3.088.000. Esto es un aumento de plantilla del 8%. Desgraciadamente los ingresos de su empresa no han crecido en ese 8%, sino que han bajado. Es una putada, en cualquier otra empresa de este país simplemente se despedirían a esos nuevos 220.000 contratados, y aprovechando la coyuntura quizás a 400.000.
Pero su empresa es un caos organizativo que hace contratos fijos desde el primer día, tanto a gente muy competente como a vagos redomados. Y no hay huevos a despedir ni a los que no van a trabajar. Al final hay un claro incentivo a ser un poco más vago cada día, porque uno va a cobrar igual. Y al final, los 2.868.000 que estaban en 2005 tienen que repartir su sueldo con los 220.000 nuevos incorporados, que en realidad no aportan nuevos ingresos, sino que sólo son una carga para la empresa.
El Congreso rechaza una moción para fijar un techo de gasto a las autonomías en Cincodias.com
Las 7 etapas de una burbuja, según el nobel Hyman Minsky
Fase 1 - Planteamiento: Toda crisis financiera comienza con una perturbación. Puede ser el invento de una nueva tecnología, como internet. Puede ser un cambio en la política económica. Por ejemplo, los tipos de interés podrían reducirse inesperadamente. Sea lo que sea, las cosas cambian para un sector de la economía. La gente ve a ese sector de otra manera.
Fase 2 - Los precios comienzan a subir: Enseguida, los precios en el sector empiezan a subir. Inicialmente, ese incremento casi no es percibido. Muchas veces, estos precios más altos reflejan una mejora en los indicadores económicos. Según los precios van aumentando más, la gente empieza a notarlo.
Fase 3 - Crédito fácil: El aumento de precios no es suficiente para una burbuja. Toda crisis financiera necesita combustible para el cohete, y sólo hay una cosa que este cohete quema: crédito barato. Sin él, no puede haber especulación. Sin él, las consecuencias del planteamiento se desvanecen y el sector vuelve a la normalidad. Cuando una burbuja empieza, el mercado es invadido por agentes externos. Sin crédito barato, los agentes externos no pueden entrar.
El crédito barato es el billete de entrada para los agentes externos. Por ejemplo, los precios de la gasolina han aumentado fuertemente en los últimos años. Sin embargo, los bancos no están concediendo préstamos para que la gente almacene gasolina en sus garajes esperando que el precio se doble en tres meses. Pero los bancos sí que están dando préstamos a gente de poca solvencia para comprar casas con la idea de que se pueden vender enseguida.
El aumento del crédito fácil está muchas veces asociado a la innovación financiera. Frecuentemente, se desarrolla un nuevo tipo de instrumento financiero que infravalora los riesgos. De hecho, el crédito fácil y la innovación financiera son un cóctel peligroso. La Burbuja de los Mares del Sur comenzó con una novedosa figura llamada "sociedad anónima de responsabilidad limitada". En 1929, los precios fueron catapultados a la estratosfera con la ayuda de los "margin calls". Los precios de las casas ahora se han acelerado en forma de hipotecas "sólo interés", creadas para financiar compras de inmuebles sobrevalorados.
Fase 4 - Recalentamiento del mercado: Según el efecto del crédito fácil se va notando, el mercado comienza a recalentarse. El recalentamiento estimula los volúmenes y aparecen las escaseces. Los precios comienzan a acelerarse, y se recogen beneficios fáciles. Más agentes externos son atraídos y los precios se desbocan. Las subidas de precios atraen a los bobos, los codiciosos y los desesperados por meterse en el mercado. Así como un fuego necesita más combustible, la burbuja necesita más forasteros.
Fase 5 - Euforia: La burbuja entra ahora en su fase más trágica. Saldrán algunas voces prudentes y dirán que la burbuja no puede seguir más. Pondrán argumentos convincentes basados en indicadores económicos a largo plazo y simple lógica económica. Sin embargo, estos argumentos se evaporan en el calor del hecho inapelable: los precios aún están subiendo. Los prudentes son acallados por charlatanes, que justifican la locura de precios con el argumento eufórico de que ahora el mundo es diferente y que este mundo significa precios más altos.
Por supuesto, el argumento del "nuevo mundo" es cierto; el mundo es diferente cada día, pero eso no significa que los precios tengan que descontrolarse. Los charlatanes ganan y el optimismo injustificado se impone. En este punto, los charlatanes adornan su optimismo con la más cruel de las mentiras: cuando los precios toquen máximos, habrá un "suave aterrizaje". La idea de una apacible desaceleración de los precios calma los nervios. Los forasteros se quedan atrapados en la negación de la evidencia. Saben que los precios no pueden subir eternamente, pero rara vez actúan según ese principio. Todo es seguro, porque piensan marcharse justo antes de que la burbuja explote. Aquellos que no han entrado al mercado se enfrentan a un terrible dilema: no pueden entrar, pero tampoco pueden quedarse fuera. Saben que perdieron el tren al principio de la burbuja. Son bombardeados cada día con historias de gente que se hizo rica en dos días y amigos con grandes ganancias. Los fuertes se quedan fuera y asumen la oportunidad perdida. Los débiles compran y se tiran a los pies de los caballos.
Fase 6 - Los expertos recogen beneficios: Todo el mundo quiere creer en un futuro mejor, y la burbuja se aprovecha de eso. Una burbuja necesita que todos crean en un futuro mejor, y mientras esta euforia continúa, la burbuja se mantiene. Sin embargo, al tiempo que la locura se apodera de los forasteros, los expertos recuerdan el viejo mundo. Pierden su fe y comienzan a asustarse. Conocen su mercado, y saben que todo ha ido demasiado lejos. Los expertos comienzan a vender. Típicamente, los expertos intentan escurrirse sin ser percibidos, y a veces lo consiguen. Otras veces, los forasteros los ven mientras intentan largarse. En cualquier caso, sean detectados o no, el hecho de que esos expertos vendan es ya el principio del fin.
Fase 7 - El estallido: A veces, la marcha de los expertos infecta a los forasteros. Otras veces, es el fin del crédito fácil o alguna serie de noticias inesperadas. Pero sea lo que sea, la euforia es reemplazada por el miedo. El edificio se quema y todo el mundo corre hacia la puerta. Los forasteros comienzan a vender, pero no hay compradores. Llega el pánico. Los precios se desploman, el crédito se corta, y las pérdidas comienzan a acumularse.
¿Por qué nadie mira al Yuan ?