Hoy día, si bien lamentablemente aún existen algunos focos de conflicto armado, ha ocurrido lo que Michel Houellebecq (uno de mis escritores de ficción favorito) llamaría “Ampliación del Campo de Batalla”.
En este preciso instante, y aunque la mayoría de las personas no se percaten de ello, EEUU y China están en guerra, así como también lo están el resto de los países que componen el globo terráqueo entre sí. Pero es esta una guerra distinta: no hay bombardeos, invasiones terrestres y aéreas y ejércitos dispuestos a todo. Se batalla ahora con devaluaciones, trabas a las importaciones, emisión monetaria y estados clientelistas.
Estados Unidos se convirtió a finales del siglo XIX en la mayor potencia industrial del mundo, desbancando entonces al imperio colonial de Gran Bretaña. La economía americana ha mantenido ese privilegio durante más de un siglo.
En los últimos años y a pesar de la crisis de las hipotecas, Estados Unidos fue responsable de un 19,9 por ciento de la producción industrial de todo el mundo, en comparación con el 18,6 por ciento alcanzado por China.
Esta supremacía americana, sin embargo, estaría a punto de terminar: según las proyecciones de diversos organismos multinacionales, en 2011 el gigante asiático superará a EEUU en cuanto a su producción, con un estimado de 1.8 billones de dólares. Estas cifras son nominales y no están ajustadas por inflación, lo que en términos reales podría preservar el liderazgo de Estados Unidos un poco más, pero no mas allá del año 2013 o 2014. En cualquier caso, la tendencia en productividad resulta inexorable ante la competencia planteada por un país como China, que posee cuatro veces la población de Estados Unidos y una décima parte de costes laborales.
¿Cómo es que está logrando China convertirse inexorablemente en la primer potencia mundial? o, adecuando la pregunta al tono de esta nota, ¿óomo es que los asiáticos están ganando la guerra mundial?
La respuesta es tan simple que parece difícil de creer: a partir de mantener un Yuan (moneda de circulación en China) devaluado desde hace décadas, soportando las presiones de Europa y los EEUU para que revalúe la misma, y ganando con esto mercado para sus exportaciones.
En esta guerra moderna, devaluar la moneda local, expandir las exportaciones y generar puestos de trabajo son los objetivos. Al realizar esta maniobra, se hace lo que los libros de texto de Macroeconomía llaman “tirar la basura al vecino”, ya que las alzas laborales en el país que devalúa son despidos en otra parte del globo.
Desde hace ya dos décadas que China viene creciendo a tasas de dos dígitos todos los años, motorizada por su sector exportador e incorporando mano de obra a tasas muy altas, casi tan altas como las pérdidas de trabajo que sufrieron en esos años tanto los países de la comunidad Europea como el mismo EE.UU.
Es importante entender entonces que cuando hablamos de la Eurozona estamos hablando de 16 países que tienen una misma moneda (el Euro), y que, por lo tanto, no pueden realizar individualmente políticas monetarias, sino que dependen de un Banco Central (Banco Central Europeo).
Si tomamos a Grecia, por ejemplo, vemos que posee una estructura productiva muy débil que se sustenta principalmente en el transporte marítimo y el turismo. Al adoptar una moneda que, con el tiempo, se fue revaluando, el turismo mermó considerablemente al encarecerse el país en términos relativos.
En el caso de Portugal podemos observar que tiene una especialización productiva basada en el calzado y la industria textil que perdió mercados al tener que competir con China y un Yuan que se devalúa todos los años.
Por último España se encuentra sufriendo la explosión de la burbuja inmobiliaria. Al no tener la posibilidad de aumentar el gasto o la emisión monetaria para estimular una demanda cada vez más deprimida, su economía se encuentra entre las de peor desempeño del bloque y su desocupación también es la más elevada.
Ahora bien: el BCE se encuentra comandado principalmente por países que solo tienen uno de los componentes nocivos antes descriptos, que es un Euro sobrevaluado, mientras que por otro lado poseen industrias potentes y a prueba de crisis, como es el caso de Alemania y Francia.
El ambicioso proyecto de una Europa sin fronteras parte de una premisa de igualdad, en donde todos sus integrantes deben cumplir con metas referidas, entre otras cuestiones, al déficit fiscal y al monto de la deuda para seguir formando parte. Estos objetivos se hacen cada vez más difíciles para aquellos países europeos que no pueden competir en igualdad de condiciones con el resto de los integrantes del bloque, y ni hablar de la competencia para con los países asiáticos.
De hecho, en el intrincado sistema de quién le debe a quién dentro del bloque, se pude observar claramente a Francia y Alemania (junto con Inglaterra, qué decidió mantenerse al margen por no querer abandonar su moneda) como los principales acreedores, mientras que Grecia, Portugal y España son los que más dinero deben.
La guerra de monedas tiene en el presente, para los EEUU, dos frentes abiertos: por un lado está Europa, en donde la batalla se está ganando pero sin demasiado margen.
Mi opinión es que una paridad del euro-dólar de 1 a 1 aliviaría la situación económica en Europa, aunque complicaría la recuperación americana. Pero de todas maneras creo que sería el escenario más favorable para la economía global en su conjunto: la industria americana siempre se mostró más flexible y con mayor capacidad de adaptación a las crisis que la Europea.
El otro frente abierto es el enunciado al comienzo de este post: China, en donde la guerra se está claramente perdiendo, en función de lo que marcan las estadísticas del comienzo.
Hoy en día Estados Unidos y Europa han agotado el margen de la política monetaria tradicional porque las tasas de interés ya están en niveles mínimos y tampoco tienen mucho margen para una política fiscal más expansiva. Si no hay un ajuste en las paridades cambiarias, que ayude a “rebalancear” de algún modo la demanda mundial, puede haber una tentación para recurrir a medidas proteccionistas
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Los españoles no lo ven claro. Creen que se sigue un camino equivocado. Se confiesan poco o mal informados. Están de acuerdo con que la reducción del déficit debe ser un objetivo primordial, a la vez que no se muestran muy dispuestos a aceptar más sacrificios. Critican la gestión del Gobierno, pero señalan que la oposición no lo habría hecho mejor. Y sospechan que tanto el presidente como el líder de la oposición saben "poco o nada" de lo que hablan cuando se pronuncian sobre la crisis y la situación económica. No son comentarios de ninguna tertulia anti, sino conclusiones del libro Alerta y desconfiada: la sociedad española ante la crisis, presentado este lunes por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
El texto se basa en dos encuestas realizadas en octubre de 2009 y un año después. Las conclusiones se parecen mucho a las que resultan de los trabajos periódicos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): el paro es el gran problema y la labor de los políticos deja mucho que desear. Creen que España no alcanzará niveles de empleo similares a la época pre-crisis hasta dentro de al menos cinco años y que las perspectivas de sus finanzas personales han empeorado en los últimos meses.
Preocupados, pero poco y mal informados, lo que atribuyen a falta de claridad del Gobierno y la confusión que generan los medios de comunicación. A título ilustrativo, la crisis de deuda soberana que se desató en mayo es prácticamente desconocida para la mitad de los españoles.
Probablemente exista desinterés y tenga que ver con la falta de confianza que inspiran, en general, los políticos. Al final, lo que para una parte relevante de la sociedad parece trascender de los debates entre Gobierno y oposición es que el discurso de los líderes se centra más en cómo rebatir las tesis del oponente que en incorporar ideas. Así lo ve el 85 por 100 de los consultados. Y casi nueve de cada diez piensan que la descalificación del adversario pretende desviar la atención para que los ciudadanos no se den cuenta de que no saben cómo afrontar la crisis.
El autoanálisis que los españoles hacen de sí mismos tampoco presenta datos estimulantes. La gran mayoría no se muestra dispuesta a dedicar parte de su tiempo a enterarse de qué va la política económica, mejorar su percepción de la realidad y reflexionar antes de decantarse a favor o en contra de tal o cual opción. Opinan también que esta crisis los ha vuelto más insolidarios y propensos a ir a lo suyo. De ilusión, mejor no hablar.
La prima de riesgo española vuelve a superar los 240 puntos
pues que poco dura la alegría en casa del pobre
Bastante de acuerdo con el articulo y con el problema que se enfrenta la economia en esta decada.
Pero ojo con la solución de la "paridad" euro/dolar. Para España puede ser saltar de la sarten para caer en el fuego.
A dia de hoy, con el precio del barril rondando los 90 € pero intentando el ataque a los 100, la paridad o bajada del euro provocaria un subidon en los gasoleos desmesurado.
Estoy hablando de precios por encima del 1,50 €/l., cercaos a 1,70-1,80, las gasolians "caras" se acercarian a los 2,00 €
La economia española colpasaria a estos precios, entrariamos en una fase de "Gran Depresión", la unica posibilidad seria dar marcha atras en medidas impositivas y bajar brutalmente los impuestos de los gasoleos o incluso subvencionarlos.......y no hay dinero para eso y ni se le espera.
bueno... ¿y cómo se fuerza a un país a sobrevalorar su moneda? Porque China se está riendo en las barbas de USA cuando se lo pide "seriamente"...
El director general de Instituto de Estudios Económicos y decano del Colegio de Economistas de Madrid, Juan Iranzo, considera "absolutamente inaplazables" las reformas en la economía española si se quiere evitar que los costes la "ahoguen", entre ellas la extensión de la edad de jubilación a los 70 años.
También reclamó la reforma de las Administraciones públicas para evitar duplicidades de servicios, una "auténtica" reforma laboral que actúe sobre la negociación colectiva, así como cambios en las políticas energéticas, la justicia o la financiación de la sanidad.
# 3, y esto es todo
Y que lo digas
El petróleo, la inversión más rentable de los últimos 40 años
si a eso le sumas una moneda depreciada...
Leo
"Las autoridades canadienses anunciaron hoy medidas para restringir el acceso a créditos hipotecarios ante el alarmante aumento en los últimos años de la deuda de las familias canadienses y que se sitúa en el punto más alto de la historia. "
Pues bien, sólo el 1% de las familias canadienses son morosas..¡y están alarmados!
El presidente de la patronal de constructoras Seopan, David Taguas, cifra en unas 350.000 unidades el actual "stock" de viviendas pendientes de venta actualmente en manos de promotores y bancos. "Debe de haber en torno a 350.000 viviendas, son muchas y es grave, pero no tanto, dado que una vez que se normalice (el sector), es equivalente a la demanda de un año"
Increible, está claro que los políticos viven en otro mundo:
El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, ha dicho este lunes que pedirá a sus homólogos de la eurozona una rebaja del tipo de interés que paga su país, fijado en el 5,8% de promedio, por el rescate de 85.000 millones de euros que aprobaron la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de noviembre.
Informe semanal de BBVA Research
http://www.bbvaresearch.com/KETD/fbin/mult/170111_Observatorio_Semanal_e_tcm346-243343.pdf?