Cuando países desarrollados de la Europa Occidental se ven castigados por los inversores y se genera desconfianza sobre su solvencia, sorprende que un país como Japón, que lleva más de dos décadas en crisis y tiene una deuda pública que alcanza el 200% del PIB, pueda seguir colocando sus inmensas emisiones a tipos de interés tan bajos. Esta es la curva de tipos de interés de la deuda nipona, con lo que el país se financia más barato que nadie siendo el que más dinero debe:
El problema es que esta es una situación insostenible, primero por pura matemática (antes o después un país que año tras año tapa con más deuda el desfase entre ingresos y gastos colapsará) y segundo, por su problema demográfico. La población japonesa está disminuyendo, esto hace que crezca la proporción de gente mayor de 65 años sin que haya habido ningún ajuste aún en el gasto público en pensiones y cuidados para la población anciana. Mizuho estima que para el año 2025 cerca de un 70% del gasto gubernamental será devorado por deudas y necesidades del sistema de seguridad social. Como dice Akira Kojima, miembro del Centro Japonés de Investigación Económica: “Estamos acercándonos a un territorio muy peligroso. Los nacidos en el boom de la natalidad en el período posterior a la guerra se están retirando del mercado laboral. Tenemos menos de 10 años para corregir este desequilibrio”. Y una disminución de la población con una mayor proporción de gente en edad de jubilarse significará que no habrá suficientes ahorradores en edad productiva –la población en edad laboral seguirá reduciéndose en aproximadamente un 1% anual- para financiar el déficit anual. Resumiendo, según pasa el tiempo aumenta el número de los que gastan y disminuye el de los que aportan
Ante esto los dos problemas habituales de la economía japonesa no parecen tan graves:
Daniel Gros -director del Centro para Estudios de Políticas Europeas- cree que hay un error al hablar del bajo crecimiento japonés en comparación al resto de países desarrollados, ya que si dividimos el PIB por el número de personas en edad laboral Japón en verdad tuvo un mejor desempeño que Estados Unidos o que la mayoría de los países europeos en la última década. Es decir, el trabajador nipón fue muy “productivo” ylo curioso es que las encuestas de sentimiento del consumidor en el país muestran a los japoneses bastante satisfechos con la situación actual. Como si se pudiera vivir siempre tirando de deuda…aunque claro, la población valora la escasa tasa de paro, la baja tasa de criminalidad, la mejor calidad de vida comparada con otros países y el sistema de salud, una de las razones que explican el aumento en la expectativa de vida. Y esto hace que en España por ejemplo envidiemos la crisis japonesa de la que venimos oyendo hablar hace dos décadas. Eso sí, cada uno de nosotros debemos unos 12 mil euros que nos corresponden por nuestra deuda pública mientras cada japonés debe 64 mil.
La pregunta es evidente, ¿Es mejor para un país ofrecer los mejores servicios sanitarios y sociales a costa de estar destinado a la bancarrota o recortarlos para asegurar la solvencia a largo plazo? La respuesta más fácil es aceptar la primera opción negando que la quiebra sea inevitable, y eso es exactamente lo que llevan haciendo durante años los diferentes gobiernos japoneses. Ojalá acierten.
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•Le pregunta Zapatero a Jaimito:
- ¿Así que tu eres el de los cuentos?
- No, Sr. presidente ... yo soy el de los chistes, el de los cuentos es Ud.
FMI: la crisis no está terminada y Europa está en la situación más difícil
En pleno declive de ventas, el sector del automóvil va camino de una cruenta guerra comercial. No entre marcas, que podría parecer lo suyo, sino entre fabricantes y concesionarios; es decir, entre marcas y red de comercialización. El episodio no es nuevo, pero parece exacerbado por una enmienda de última hora a ese cajón de sastre en que ha acabado convertida la ley de Economía Sostenible (LES), que viene a dar la vuelta al modelo de relación entre las partes.
El contencioso ni siquiera es original. Antes bien, es típico de dos que se necesitan recíprocamente y tratan de ejercer su fuerza para tomar ventaja frente al otro. Como tampoco es novedoso que los poderes públicos decidan terciar, interviniendo para imponer obligaciones a uno, otro o los dos. Podría entenderse si el resultado fuera equilibrar el marco de relaciones, pero lo más frecuente es que la injerencia pública sea resultado de la mayor o menor capacidad de presión del correspondiente lobby sectorial.
Es muy posible que la dinámica de relaciones entre fabricantes y vendedores de automóviles discurriera excesivamente decantada a favor de los primeros. Entre otras cosas, solían imponer la adquisición de un número determinado de coches al año, desentendiéndose de si se vendían o no. Anteriormente, incluso exigían acuerdos de exclusividad, pero hace tiempo que la Unión Europea (UE) prohibió tal exigencia, abriendo la puerta a la opción multimarca de los puntos de venta. Ahora, lo que ha logrado el lobby de los vendedores –Faconauto- es justo lo contrario: los fabricantes habrán de dejar prácticamente en depósito los vehículos, establecida la obligación de recomprarlos si en un plazo de dos meses no han encontrado comprador. Se ha transferido, en consecuencia, lo esencial del riesgo de un lado a otro o, lo que viene a ser lo mismo, pasando de una solución mala... a una mala solución.
Lo ideal sería dejar el asunto a la libre negociación entre las partes, como por cierto ocurre en la comercialización de muchas otras cosas. Pero, supuesta la conveniencia de una regulación pública, parece que lo procedente sería someter las controversias a los órganos de defensa de la competencia: para eso están.
Probablemente, la reacción de los fabricantes –encuadrados en Anfac- ha sido un tanto desproporcionada, nada menos que amenazando con posibles cierres de plantas de producción instaladas en España. Pero hay que admitir como más que fundada la susceptibilidad que induce la circunstancia de que Convergencia i Unió (CiU) haya sido algo así como el adalid de la enmienda introducida a última hora en la LES y el caso por parte de Faconauto haya sido llevado por el bufete Roca Junyent.
http://www.euribor.com.es/2011/02/18/las-reformas-y-el-cambio-de-actitud-del-gobierno-devuelven-a-espana-la-confianza-de-los-mercados-segun-ft/
A algunos les sienta mal el oerujo...
Hola Alejandro,
Hace muchos días que ando dándole vueltas a la ley Sinde, a los derechos de autor, y leyendo tus desafortunados tweets. Ahora que tengo las tres cosas juntitas, me gustaría cometarte algunas cosas.
Soy científico, joven investigador del Centro Nacional de Biotecnología y actualmente “Visiting Assistant in Research” en la Yale School of Medicine, en New Haven, Conneticcut.
Trabajo en el desarrollo de vacunas para el tercer mundo, centrando mis esfuerzos en la Leishmaniasis, una enfermedad olvidada que mata e incapacita en África, Asia y Sudamérica. Y aunque no lo sepas (y muchas personas no lo saben) es esa enfermedad que hace que miles de pobres niños tengan el vientre hinchado y mueran. La misma que hace que sus padres no puedan trabajar. Entre nosotros, ese tipo de enfermedades que hace que el tercer mundo siga siendo tercer mundo.
Cuando consigo que mi trabajo funcione, tras muchísimas horas de laboratorio, intento publicar mis resultados. ¿Sabes lo que pasa cuando lo hago? Que la revista se queda con todos mis derechos de autor. CON TODOS. Si quiero, no sé, poner una figura de mi trabajo en algún otro formato, tengo que pedir permiso. Por mi figura. Por mi trabajo. Y te hablo de figuras en blanco y negro. En color no podemos pagarlas.
¿Sabes por qué? Porque PAGO POR PUBLICAR. Sí, en serio, lo hacemos. Mi laboratorio tiene que pagar para poder difundir los avances científicos que puedan curar a esos niños o a sus padres en el futuro. PAGO POR PUBLICAR y tengo que pedir permiso por mi figura, por mi trabajo.
Ahora podrías meter en 140 caracteres que luchar por mis derechos no me impide que tu lo hagas por los tuyos, yo seguiría leyendo.
Desde que el hombre es hombre, desde que el ser humano es humano, ha demostrado que necesita expresar sus sentimientos. Y de ahí surgió el arte. También, al mismo tiempo, surgieron las preguntas de qué hacía aquí. Los famosos “de dónde vengo, quién soy, y a dónde voy”.
Y es que las dos cosas, ciencia y arte, son humanas, pero no por ello profesiones.
Mira, no sé, 100 o 200 años atrás. El arte lo hacía el que podía permitírselo. Y la ciencia también. Hasta Darwin descubrió el origen de las especies en un tour por el mundo, en el que vio que los pinzones de unas islas tenían los picos más grandes que otros. La gran revolución científica vino de un viaje de alguien que pudo permitírselo.
Ahora, industria mediante, los artistas cobran por entretener y los científicos cobran por descubrir cosas. Una maravilla para los que no somos de familias ricas y queremos hacer ciencia o arte.
Yo me he quejado y mucho de mi falta de derechos. De intentar defender lo que ahora, para mí, es más que un reconocido trabajo. Y también creo cosas.
La diferencia es que yo con un salario tengo. Y lucho por un salario digno. QUE ME PAGUEN POR MI TRABAJO. No creo que tenga sentido que me paguen tiempo después por mis logros. Te recuerdo que lo que yo quiero es una vacuna para la enfermedad en la que trabajo. Y pagar mis facturas. No quiero ningún rendimiento extra que no me merezco. No quiero derechos de autor, quiero que mis avances sigan derechos a conseguir su objetivo.
Entiendo que quieras que te paguen por tu trabajo. O que defiendas tu caché en los escenarios.Y supongo que debes negociar lo que te paga una discográfica por grabar un nuevo disco. Pero cobrar también impuestos sobre los CD´s , discos duros, lo-que-sea que la S.G.A.E quiera inventar para sangrar al ciudadano medio, perdóname muy mucho, pero yo, lo veo excesivo. Intentar lanzar una ley que te permita cobrar más de lo que te toca porque la industria que a ti te trata bien se está muriendo, lo siento, pero no. Limitar las libertades individuales para maximizar vuestro beneficio no es justo.
¿Sabes por qué tengo un blog de divulgación científica? Para que el mundo vea que la ciencia es importante. Para que posiblemente en el futuro sea una profesión digna. Yo no busco hacerme rico. Yo no quiero recortar libertades. Yo lucho por cambiar la industria que hace que mi actual profesión me obligue a tener otra con la que, juntas, poder pagar las facturas.
Y por favor, no vuelvas a comparar los derechos a recibir medicamentos de los niños pobres con el derecho a declarar culpable de piratería a diestro y siniestro. Que ya lleváis demasiado tiempo cobrando por ello. Renovaos o morid. Pero no creo que debas compararte con los que de verdad mueren aunque de vez en cuando reciban tu dinero.
Atentamente,
Lucas Sánchez.
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Las tarifas eléctricas deben subir este año un 8% adicional al 9,8% de incremento ya aplicado en enero y hacerlo otro 15% en 2012 si se quiere contener el déficit entre ingresos y costes del sistema eléctrico, según un informe de Citi. El informe no queda ahí, sino que además ve necesario otro incremento en 2013 del 13,5% y uno más del 6,8% en 2014. En total, la luz debe subir cerca del 45% en apenas cuatro años a juicio de Citi, que dice sentirse cada vez más preocupado sobre la actual generación de déficit de tarifa.
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