Actualmente, a pesar de tener una licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas, un máster en Administración y Dirección de Empresas, dominar el inglés, tener amplios conocimientos informáticos y una experiencia de 5 años en comunicación, el curriculum de Elena (nombre ficticio) adelgaza a medida que pasan los meses sin encontrar trabajo. Ella, como muchas otras personas, ha comprobado que su amplia cualificación puede jugar en su contra a la hora de encontrar un trabajo y por ese motivo, se ha decidido a hacer un curriculum B para poder acceder a más puestos.
Actualmente en España los parados de larga duración ascienden a más de dos millones de personas, de los que, un número relevante dispone de una cualificación media o alta. Este grupo de desempleados cualificados, ante la difícil situación, está intentando optar a puestos de menor cualificación o, incluso, a puestos que no están relacionados con su experiencia.
Según un estudio de la empresa de recursos humanos Adecco, se está produciendo un incremento de personas que han decidido modificar su curriculum vitae, “ocultando” o “enmascarando” parte de su experiencia y formación. En los últimos meses, ha constatado un incremento de entre el 5% y el 10% de candidatos que para optar a un trabajo por debajo de su cualificación deciden ‘desinflar’ su CV con el fin de no ser descartados para el puesto.
Los sectores que más destacan en estas prácticas son el comercial, la banca o el financiero. Pero pese al aumento de este fenómeno, no se está produciendo a nivel general, según Adecco. Los desempleados cualificados y con experiencia no están aceptando masivamente trabajos que estén por debajo de su categoría profesional.
Según el estudio, esta tendencia puede tener consecuencias negativas tanto para el trabajador como para la empresa contratante.
Desde el punto de vista del trabajador, ocupar un puesto de menor responsabilidad al acostumbrado o con funciones por debajo de sus posibilidades puede acarrearle a medio o largo plazo frustración. Es decir, puede llegar a sentirse infravalorado.
Desde el punto de vista de la empresa, la desmotivación que pueda sufrir el empleado puede conllevar a una falta de interés que perjudique la productividad. Además, la sobrecualificación de un trabajador suele ser sinónimo de “rotación”, ya que en cuanto el empleado encuentre una oportunidad laboral acorde a su formación, trayectoria profesional y responsabilidades, abandonará la empresa y dará lugar al inicio de un nuevo proceso de selección.
Por tanto, para optar con éxito a un puesto de trabajo, lo mejor es adaptar al máximo el currículum a la oferta, sin omitir información importante, pues eso rompería la necesaria relación de confianza entre empresa y trabajador.
¿Creéis que quitar experiencia o formación del curriculum ayudará a encontrar trabajo?
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Yo creo que lo mejor es adaptar el CV a la oferta y si eso implica quitar alguna cosilla o cambiarlo un poco, lo haría.
A este paso nos vamos a tener que quitar del curriculum hasta el graduado escolar
Pero lo que más interesa a corto plazo es empezar a trabajar, si para ello hay que adelgazar el curriculum, se hace, no se piensa a largo plazo, la meta es trabajar, ¿es mejor estar infravalorado o parado?