Desde que comenzó la crisis, el paro es el principal problema para los españoles y por tanto un tema que lleva años estando en portadas, titulares y en las conversaciones de todos nosotros. Al principio, nos planteamos movernos a otras provincias dentro de España donde hubiera más trabajo, pero eso no fue suficiente y comenzamos a plantearnos el salir fuera de las fronteras. Bueno, no sólo nos lo planteamos. Muchos lo han echo y lo siguen haciendo. Alemania ofrece trabajo. Francia tiene falta de trabajadores… Ante esto, muchas personas se plantean ¿Por qué quedarnos en España esperando a que la situación mejore? ¡Hagamos nosotros que mejore!
Por eso, el 73% de los arquitectos españoles se plantea abandonar el país en busca de trabajo, mientras que un 18% ya lo han hecho, según un estudio sobre el sector del Sindicato de Arquitectos (SArq) realizado durante el pasado mes de marzo.
El informe indica que las condiciones económicas españolas constituyen la principal causa de esta “fuga de talentos” dentro del sector.
Para el secretario general de la organización, Ignacio Bisbal,
esta fuga de talento en el sector de la arquitectura y el urbanismo, a corto plazo, puede considerarse un peligro para el desarrollo del mercado laboral español, ya que supone la pérdida del potencial de profesionales que podrían aportar conocimiento, entusiasmo y experiencia.
Los motivos que alegan para salir fuera de España son para el el 44% de los encuestados una oportunidad de conseguir unas condiciones laborales mejores, frente a un 24% que opta por marcharsedebidoa al elevado desempleo del sector y un 20% que desea mejorar en su desarrollo profesional. Sólo un 1% se marcharía para aprender un nuevo idioma.
Todo esto es debido a que un 32,4% de los profesionales de la arquitectura y el urbanismo se encuentran en situación de desempleo y un 14,3% desempeña funciones no acordes a su formación, mientras que un 48,5% trabaja en estudios de arquitectura bajo la figura ilegal del falso autónomo.
Aunque el miedo a abandonar España y no encontrar trabajo fuera hace que el 69% afirme que sólo se iría si tuviera trabajo seguro en el país de destino y únicamente un 31% se atrevería a marcharse y buscar empleo una vez allí. A pesar de todo, se muestran optimistas en cuanto al tiempo que tardarían en conseguir un nuevo empleo en otro país: el 57% cree que encontraría un trabajo en los tres primeros meses de su llegada, el 18% afirma que lo haría entre el tercer y sexto mes, un 6% considera que lo lograría entre el sexto mes y el año, y un 1% asegura que le podría llevar más de un año.
En cuanto a la fecha de regreso a España, mientras que un 66% de los encuestados no se fija límite temporal, un 27% apuesta por permanecer fuera de España entre uno y dos años y a un 5% no le importaría vivir en otro país más de dos años.
Por países, el 25% de los encuestados iría a Alemania a buscar trabajo, seguido de Reino Unido (22%), Francia (11%) y Estados Unidos (10%). Aunque muchos creen que el idioma sería una barrera para encontrar trabajo, el 14% asegura haber comenzado ya a estudiar otra lengua.
¿Crees que estamos ante una fuga de cerebros en España?
5 comentarios
Pues tal vez en el futuro seamos más tercer-mundistas porque necesitaremos profesionales que ya no estarán aqui
Cuando nos quejábamos que venían muchos inmigrantes no suponíamos que tendríamos que plantearnos vernos en esa situación para poder trabajar.
Esta bien el negocio, exportamos arquitectos, ingenieros y médicos a cambios de mozos y cajeras del eroski.
Visión de futuro lo llamo.
La fuga de cerebros en España siempre ha existido. Desde el descubrimiento de América, lo mejor de la población ha tenido que emigrar, somos un país de emigrantes. Este es el país de las contradiciones. La inversión para formar a los españoles es grande y una vez formados, que es cuando podrían empezar a rendir, paramos la cadena y son otras las naciones que se benefician de esta inversión… Yo no lo entiendo.
Ningún problema. En España tenemos exceso de arquitectos, y arquitectos excesivos, que no es lo mismo. Que se den una vuelta por el mundo para que se enteren de lo que vale un peine, y de lo fácil que lo han tenido aquí durante demasiados años.