Vuelves a la piscina y el chico no está precisamente contento. ¿Qué te pasa ahora?, le preguntas de nuevo. He estado haciendo lo mismo ocho horas al día durante una semana y sigo sin ver ningún cambio. Habrá un escape en la piscina, le dices. No, dice el chico, no hay escapes. Lo he comprobado. El chico se encoge de hombros y vuelve al trabajo. Así que te quedas mirando y ves como el chico va a la parte más profunda de la piscina, llena un cubo de agua, camina a lo largo de la piscina y vacía el cubo en la parte menos profunda.
¿Qué le dirías a ese chico? Puede parecer bastante sencillo de explicar que sacar dinero de bolsillo izquierdo y colocarlo en el derecho no hace a nadie más rico. Lo mismo ocurre con el agua de la piscina. La cuantía total no ha cambiado. Pero si lloviese todas las noches teniendo en cuenta los esfuerzos del chico, él podría llegar a creer realmente que llevar agua del lado más profundo al hace que la piscina tenga más profundidad. Puede resultar difícil de creer que se trata de su caso.
Frédéric Bastiat fue uno de los primeros en explicar que cuando analizamos un sistema económico como un todo, no es suficiente con mirar lo que se ve, el agua vertida. También hay que mirar todo el sistema y las restricciones que pueden envolverlo. Bastiat utilizó el ejemplo de una ventana rota. Reparar la ventana estimula los intereses económicos del cristalero. Pero lo que no se ve es la pérdida de lo que hubiera podido hacer con el dinero en lugar de sustituir el cristal. Quizás el que pierde la ventana se habría comprado un par de zapatos. O invertido en un negocio nuevo. O simplemente disfrutado de la paz mental que produce tener dinero a mano. La reparación de la ventana se ve. La pérdida no se ve, y, por tanto, pasa desapercibida. Así ocurre con la mayoría de las acciones del gobierno para «estimular» la economía. Se olvida fácilmente que los recursos para estimular deben provenir de alguna parte, como el agua en la parte profunda de la piscina.
Romper ventanas es bueno para los cristaleros, pero malo para la economía en su conjunto. Los huracanes son buenos para los constructores y carpinteros, pero perjudica a la economía en su conjunto. Construir un estadio para un nuevo equipo deportivo fundamentalmente beneficia a los aficionados al deporte de la ciudad, aumenta el empleo en el negocio de la construcción, enriquece a los equipos deportivos que juegan allí, mientras perjudica a otras formas de entretenimiento competidoras.
Pero después de que se ha interiorizado la lección de la ventana rota, surge normalmente una pregunta. Si construir estadios no enriquece a la ciudad y si el gasto del gobierno normalmente no estimula la economía, ¿qué lo hace? ¿Qué puede hacer una ciudad para aumentar la actividad económica? ¿Qué puede hacer un presidente frente al aumento del desempleo?
El ritmo acelerado de nuestro tiempo crea una impaciencia con demora. Queremos nuestra comida rápido, nuestros mensajes de correo electrónico ahora, en nuestro teléfono. Queremos todo para ayer si podemos tenerlo así. La idea que podemos hacer muy poco para estimular la economía a corto plazo es simplemente inaceptable. Seguramente hay una palanca política, algún botón económico que se pueda presionar para acelerar las cosas. Pero la lección de la piscina y la ventana rota es que las restricciones fundamentales que rodean al sistema dificultan el cambio de los acontecimientos a corto plazo. Un presidente no puede estimular más la economía a corto plazo de lo que usted podría contribuir a que un niño creciera treinta centímetros en una semana. El crecimiento auténtico lleva tiempo. Lo máximo que puede hacer un presidente es contribuir a crear un entorno para que ese crecimiento tenga lugar desencadenando la creatividad inherente en la población de una nación y aquellos con los que negocien en otros países.
Cambiar de lugar los recursos no estimulará la economía, incluso a largo plazo. Pero esto no significa que no hay nada que un alcalde o presidente pueda hacer para mejorar la economía. Una ciudad siempre puede mejorar la gestión de los colegios, la policía de las calles o la recogida de basuras. Puede decidir que algunas de estas tareas se pueden hacer de forma más económica o efectiva por organizaciones privadas o dejarlas en manos de las elecciones privadas del mercado. Reducciones de impuestos o reformas fiscales diseñadas de forma correcta permiten a una ciudad financiar sus actividades de forma que incentiven decisiones acertadas y beneficiosas. Cualquiera de estas mejoras hará que la ciudad sea un lugar mejor para vivir y darán lugar a un crecimiento económico. Pero todos estos cambios llevan tiempo.
Nosotros como ciudadanos deberíamos ser un poco más escépticos frente a las afirmaciones de culpa cuando las cosas van tal mal o presumir de derechos cuando las cosas van bien. Esperemos un poco menos de nuestros políticos a corto plazo y encontraremos un poco más de satisfacción con su desempeño.
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La disyuntiva entre anticipar la disolución o agotar la legislatura centra y es de presumir seguirá centrando el debate político. Visto desde fuera, puede sonar a la contraposición entre las ganas de llegar al Gobierno de los unos y las pocas ganas de marcharse de los otros; así, sin más. Lo que resulte, sin embargo, no será neutral. Afectará a muchas cosas, entre ellas al porvenir de buena parte de leyes cuyos proyectos se encuentran en distintas fases de desarrollo, tramitación parlamentaria o simple elaboración. Las hay más trascendentes que otras, igual que sus avatares -mayor o menor consenso- auguran que un futuro Ejecutivo conservador podría desde derogarlas hasta variar los parámetros de su aplicación.
Es poco probable, más bien nada, que la ventura o desventura normativa condicionen y todavía menos determinen la decisión final, potestad exclusiva del presidente del Gobierno, pero los afectados directa e indirectamente andan estos días elucubrando sobre el porvenir que aguarda a normas que condicionan sensiblemente su actividad.
Entre lo más importante destaca el ámbito de la negociación colectiva -de momento, sin pacto- y la reforma ya pactada del modelo pensiones-jubilación. Respecto a lo primero, existen no pocas dudas sobre si va a dar o no tiempo a tramitar el paquete normativo que precisa ratificación parlamentaria, en tanto que lo segundo discurre ya bastante avanzado, recién concluido el plazo de presentación de enmiendas en el Congreso de los Diputados. Otras cuestiones pendientes se refieren a la implementación de la ley de juego, ley concursal, servicios profesionales, dinero electrónico, mecánica procesal, juzgados de lo social, políticas activas de empleo, inspección de trabajo, contrabando (tabaco), telecomunicaciones (transposición directivas comunitarias), etc.
En realidad, nada distinto de lo habitual cuando se aproxima el final de la legislatura, máxime si se fuerza respecto del plazo constitucional. Sobran razones, pues, para cualquiera de ambas opciones. Lo peor, quizás, sea la incertidumbre que está acompañando y acompañará. Es lo que hay.
Zapatero y su mezquina ambición http://dlvr.it/T0wGH
Un mundo de regiones
Buen artículo, aunque me recuerda a la paradoja de Santo Tomas y el niño que intenta sacar con el cubo el agua del mar.
Respecto de las ventanas rotas y huracanes, si tu dejas en tu vecindario el cristal de la ventana roto, probablemente al mes tengas otro roto, etc el aspecto de algo descuidado puede dar lugar a la inseguridad. Creo que hay una teoría acerca de eso no se que autor economista americano que te relaciona una ventana rota de un vecino con el aumento de la delicuencia y seguridad en el vecindario con modelos económicos.
Yo pondría ejemplo trabajo productivo, un notario por la firma de un papel cobra 600 €/hora. Un albañil por hacer una pared imagina que 15€/hora. que trabajo de cara a la sociedad es productivo realmente, este ejemplo lo ponia el profe de hacienda...?
Lo fundamental a mi entender es la eficiencia y que los intermediarios y costes administrativos sean los menores
El ejemplo del niño moviendo agua de la misma piscina es muy ilustrativo y fácil de comprender, sin embargo en la realidad es difícil que la gente en general tenga una visión más amplia.
Al leer el artículo inmediatamente he pensado en las docenas de operarios de mantenimiento a los que he tenido que "lavar el cerebro" para explicarles que mi obsesión por la fiabilidad de las máquinas no conduce a que ellos pierdan su trabajo, sino a la utilización de su tiempo en tareas más productivas y gratificantes: inversión o mejora continua.
Algunos lo entienden cuando ven que se dedican más a nuevas instalaciones que a reparaciones y eso les hace la vida más fácil y les gusta, otros no entran en esta dinámica ni atados, no me preguntéis porqué. No lo sé.
7.723 nuevos puestos de trabajo en España en 2010 gracias a la inversión extranjera
Miquel Roig:
Nouriel Roubini, uno de los economistas que predijo la crisis actual y una de las voces más escuchadas del escenario macroeconómico, asegura que España va a perder el acceso a los mercados en un futuro no muy lejano y que requerirá ayuda externa para conseguir financiación. A no ser que toma medidas hiper-urgentes.
Sin embargo, Roubini niega que esto vaya a ocurrir por un contagio derivado de la reestructuración de la deuda griega, sino por la propia debilidad de la economía española y por la incapacidad de su Gobierno de adoptar medidas económicas creíbles.
En pocas palabras, Roubini está anticipando que España gasta más de lo que ingresa, y que si hasta ahora la diferencia la ponía el mercado prestando dinero al Tesoro, el grifo se va a cerrar dentro de poco. Entonces, la única solución será un rescate: bien a la griega (con duras exigencias como contrapartida) bien en formato light (con un préstamo bilateral del FMI con escasas condiciones).
En un artículo publicado en RGE EconoMonitor, la web de su firma de análisis, el economista afirma que el riesgo de contagio derivado de una reestructuración de la deuda griega es mínimo. Roubini afirma que los datos demuestran que el diferencial de la deuda española con la alemana ha subido cuando ha habido dudas sobre la solidez de las políticas fiscales y económicas de España.
En consecuencia, el experto de origen libanés afirma que “la implementación de políticas económicas buenas y creíbles haría que el riesgo de que España perdiera el acceso a los mercados fuera muy bajo”. Sin embargo, advierte de que “los fundamentales españoles son débiles y hay una probabilidad significativa de que España pierda el acceso a los mercados pase lo que pase con Grecia”.
Tras ser preguntado por Expansión.com, Roubini afirma que todavía no es demasiado tarde para evitar el rescate, pero casi. Y que para conseguirlo el Gobierno deberá “trabajar duro para mejorar sus fundamentales, su austeridad fiscal, reformas estructurales etc…”.
En definitiva, que tenga Roubini o no razón, sólo por un por si acaso, Zapatero debería cumplir su palabra tras la derrota electoral del 22-M: que aprovechará el tiempo que le queda de legislatura para continuar con las reformas.
http://www.abc.es/20110525/internacional/abci-obama-metedura-pata-brindis-201105251031.html
Reunión de pastores...
Los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo comienzan hoy una cumbre de dos días en Deauville (Francia) en la que debatirán sobre la crisis económica, la seguridad nuclear, la regulación de internet y la primavera árabe. La reunión comienza con un almuerzo de trabajo ofrecido por el anfitrión, Nicolas Sarkozy, a los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev, y los primeros ministros de Japón, Reino Unido, Italia, y Canadá, junto con la canciller alemana, Angela Merkel.
Gran noticia, ¿no?
Krugman dice que Grecia, Irlanda y Portugal no podrán pagar su deuda, pero cree que España puede lograrlo