Recuerdo cuando era pequeño, me costó horrores ahorrar dinero para comprar mi primer juego para el Spectrum. Después de pensar mucho sobre las opciones que tenía delante, reduje mis opciones para elegir entre dos juegos: el Abu Simbel Profanation y el Pyjamarama. Después de mucho dudar y tras ver que mi madre ya se estaba desesperando en el Corte Inglés, me decidí por el Abu Simbel Profanation. Tenía una carátula estupenda y unos gráficos maravillosos.
Me llevé el juego a casa, jugué durante una hora y lo aborrecí. A ver si me expreso bien, lo odié. Por algún motivo, los diseñadores del juego decidieron que aquello debia ser imposible, que ningún habitante de la tierra fuese capaz de acabarlo, porque quizás estaba inacabado. De verdad que el juego era muy bonito, lucía muy bien en las revistas, pero no había quien jugase con él. Para mi, que era un chavalín, o tenía ninguna gracia. Años después se convirtió en un clásico, uno de los mejores juegos para aquél ordenador, quizás porque años después alguien se lo pudo terminar.
Aunque estaba claro que había escogido el juego inadecuado para mi, intentaba convencerme de que había sido una buena decisión. Intenté varias veces jugar. Convencía a mis amigos para que jugasen hasta que me suplicaban jugar a otra cosa. Incluso llegué a jugar al otro juego por el que casi me había decidido (el Pyjamarama) en casa de un amigo y me dije a mi mismo que el juego era horrible, aunque en realidad me gustaba bastante.
Aunque este es un ejemplo muy extremo, hacemos lo mismo en muchos aspectos de nuestras vidas. Compramos algo. No cumple las expectativas que teníamos. Sí, queremos creer que no hemos tirado el dinero, y, por lo tanto, intentamos racionalizar la compra.
En mi experiencia, veamos tres observaciones sobre la racionalización posterior a la compra.
- Aparece con mucha más frecuencia en una compra impulsiva que en una compra planificada con calma. Volvamos a mi comparación anterior con el videojuego. Mi compra fue bastante impulsiva. No tenía acceso a una amplia variedad de críticas de los dos juegos. De hecho, hice la compra según el impulso del momento, las fotos del juego eran muy chulas. En la actualidad, hago mis compras de modo totalmente diferente. Por lo general investigo las opciones disponibles, leo críticas y busco en Google como si mi vida fuera en ello. Me pregunto si en realidad lo necesito, y si es así, si este artículo en concreto es el que en realidad quiero. Esto no quiere decir que sea inmune a las compras compulsivas. Aparecen con cierta frecuencia, peor por lo general son de comer.
- Trato de olvidar las compras mal hechas. Más que pensar en ellas, corro un tupido velo sobre el asunto. Rechazo el recuerdo de una comida de mal sabor para olvidarla. Me deshago rápidamente de un libro que no me ha gustado. Mi método de “racionalización” de estas compras suele ser deshacerme de ellas, las saco de mi vista y, de este modo, de mi mente.
- Cuando no me puedo deshacer de la compra, intento “romperla”. No me refiero a aplastar el pastel ni a romper el libro. Lo que hago es intentar con todas mis fuerzas probarlo o demostrar que falla en algo para tener una razón por la que cambiarlo. Piensa en los artículos de cocina, por ejemplo, si compro un cuchillo que no corta, lo uso todo el rato hasta que descubro un verdadero uso para él o hasta que descubro que tiene tantos defectos que merece la pena cambiarlo. Por sí mismo, este hecho es un mecanismo de justificación, ya que me estoy obligando a justificar la compra o a justificar su cambio.
Estas tres observaciones me llevan directo a algunas soluciones para hacer que la racionalización posterior a la compra no se convierta en un problema.
- Primero, frenar las compras impulsivas. En vez de comprar impulsivamente, anotar el artículo e investigar un poco. Si lo sigues queriendo y te lo puedes permitir, cómpralo. Sin embargo, si no sabes más que lo que hay dentro del paquete, no lo compres.
- En segundo lugar, si un artículo no te vale, admítelo. No intentes convencerte no utilizarlo de manera estúpida. Si cometes un error, simplemente, admítelo. Después, pregúntate cómo afrontar el error.
- Por último, cuando hayas reconocido el error, céntrate en encontrar una buena solución. ¿Puedes cambiar el artículo por algo que realmente vayas a utilizar? ¿Sigue teniendo valor de reventa? Convierte el error en algo más positivo convirtiéndolo en algún tipo de ganancia para ti. Ebay puede ser tu amigo. Desazte de ese error mientras valga algo.
No racionalices tus errores. Afróntalos y busca formas de mejorar tus elecciones. Un error siempre es una oportunidad de mejorar. Y no todos los errores son el “Abu Simbel Profanation”….
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buen articulo...
lo bueno que en la vida, no dejas de equivocarte...y pobre de ti que en tu vida no te equivoques, si no te equivocas...no estas viviendo
pd: yo era de Amstrad.. pero mas o menos lo mismo...
pd: algun dia tendrias que hacer una encuesta sobre la edad media del forero, creo que somos la "lost generation"
A nivel de empresa también se tratan de racionalizar los errores en la elección compulsiva de un jefe o de un colaborador.
Y es que muchas veces decidimos de forma compulsiva quien va a ocupar, por ejemplo, un puesto vacante, o quien va a ser promocionado a un puesto de mayor responsabilidad.
Las prisas son malas consejeras y, en ocasiones, son las que determinan una elección incorrecta ya que se hace de forma compulsiva por la imagen que tenemos de alguien (las fotos eran muy chulas) en vez de planificar adecuadamente y con calma esa elección.
Después tratamos de olvidar rápidamente la selección mal realizada, escondemos al elegido en un apartado despacho y no contamos realmente para nada con él/ella.
Si no podemos despedir al elegido (aplastarlo) tratamos de cortocircuitarlo o, por el contrario, tratamos de justificar lo injustificable, resaltado talentos ocultos de esa persona, que solo nosotros somos capaces de ver (descubrir el uso correcto para ese cuchillo que no corta).
Además de recomendar calma y templanza a quien se vea en la situación de tener que decidir sobre quien va a ocupar un puesto de trabajo, doy un pequeño truco que no suele fallar:
Observa bien a quienes te rodean y diferencia claramente quien son/serán personas de éxito y quienes serán fracasados. ¿Cómo? Es muy fácil:
La persona de éxito siempre encuentra de forma rápida una solución a cualquier problema.
La persona fracasada siempre encuentra de forma rápida un problema a cualquier solución.
Por supuesto no se me pasa por la cabeza aplicar toda esta teoría a lo que hacemos cualquiera de nosotros al votar a un político. Me refiero a la racionalización posterior a nuestro error.
Mi juego era Prince of Persia
# Maño H2O
Es verdad que a veces se dan cuenta que han elegido mal y luego ademas de racionalizar el error buscan un subordinado capaz, para que le haga el trabajo. Eso si, este inutil sigue cobrando el sueldo de jefe y el pringado que le hace el trabajo como mucho recibe palmaditas en la espalda o ni eso...
¿Y si Grecia dice 'no'?
La industria y el sector público griego secundan la huelga contra el ajuste
"Gran parte de la ralentización de debe a factores coyunturales". Es la explicación de los analistas de Fitch para la debilidad del crecimiento mundial registrada en el primer trimestre del año, que se produjo por una caída de la producción industrial y del estancamiento del consumo. No obstante, el desastre de Japón del pasado 11 de marzo y la escalada continuada del crudo tienen mucho que ver con esta evolución y sus efectos han empezado ya a remitir. Por ello, los expertos mantienen sus previsión de crecimiento global en 2011 en el 3,1 por 100, y en el 3,2 por 100 y 3,4 por 100 para los próximos dos años, según los datos recogidos en el documento de perspectivas económicas globales.
La estimación de los analistas permanece sin cambios para el conjunto de las mayores economías, a excepción de Estados Unidos, que sufrirá la caída del consumo y crecerá a un ritmo del 2,6 por 100 en 2011, cuatro décimas menos que en la anterior previsión. También se verá perjudicada la economía británica, que apenas avanzará un 1,4 por 100, dos décimas menos que en el anterior informe. Para el conjunto de la eurozona se mantiene en el 1,7 por 100.
Otro de los aspectos que destaca el informe es el dilema al que se enfrentan los bancos centrales, que tendrán que subir los tipos de interés para frenar la inflación cuando la economía aún avanza moderadamente. A este respecto, señalan que las subidas no llegarán hasta el primer trimestre en 2012, mientras que el Banco Central Europeo volverá a encarecer el dinero en el tercer trimestre del año y el Banco de Inglaterra en el último.
Si ya es difícil racionalizar la compra de un videojuego malo, imagínate lo que debe ser la de haber comprado una casa hace 3 años.
Otro verano sin sequía en España
Rodrigo Rato, presidente de Bankia, no ha tenido más remedio que resistir la presión de los mercados y haasta desafiarlos. La junta general de accionistas del Banco Financiero y de Ahorros, formada por las siete cajas implicadas en la operación (Madrid, Bancaja, Segovia, Ávila, Caixa Laietana, La Rioja, e Insular de Canarias) decidió aguantar la presión por la crisis de la deuda griega, que ha elevado el diferencial de la deuda española a niveles nunca conocidos (casi 300 puntos básicos) y seguir adelante con el proceso de salida a Bolsa de Bankia. Nada hace prever que la situación será mejor en septiembre, la otra fecha barajada, aparte de la de julio). La decisión se traduce en que previsiblemente hoy se registará, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto de la Oferta Pública de Suscripción de Acciones, que se realizará en julio, en la primera quincena mejor que en la segunda
A cada español nos cuestan 50 euros al año las TV públicas