La semana pasada hablamos sobre el efecto que tuvo el “sesgo de lo reciente” (dar más peso a los acontecimientos recientes) en la incapacidad de los ecnomistas para prever las actual crisis. Lamentablemente, esta parcialidad por lo reciente seguramente también te afecta a ti, haciendo que tomes decisiones financieras erróneas y forzándote a abandonar lo que considerabas una buena estrategia a largo plazo.
La parcialidad de lo reciente en las inversiones puede manifestarse de muchas maneras. Por ejemplo:
- Trichet subió tipos hace poco. El euribor se va a disparar y necesitas dinero para amortizar hipoteca.
- Decides guardar el dinero que tienes para imprevistos en casa en lugar de depositarlo en el banco ya que en estos últimos años no daban nada por tus ahorros y además has oído que los bancos están en peligro
- Decides destinar el dinero a inversiones «más seguras» o «mejores» como bonos o letras del tesoro
- Decides vender tus viejas acciones y mantener exclusivamente las últimas de una empresa de eneregías renovables porque este año no han hecho nada más que subir.
- Decides mantener un fondo que invierte en Oro y vender uno de renta variable que te ha dado históricamente “sólo” una rentabilidad anual media del 4%
Cuando tomas este tipo de decisiones, están permitiendo que los acontecimientos recientes afecten a tu estrategia a largo plazo hasta el punto de abandonar lo que una vez consideraste una estrategia segura. En ocasiones, las cosas te saldrán bien, pero históricamente sabemos que no es inteligente reaccionar de esta manera.