Salen unas imágenes de la CNBC de verano de 2006 en las que el analista P.Schiff dice textualmente: “Cuando veas a la bolsa derrumbarse y estallar la burbuja inmobiliaria toda esa riqueza ficticia se evaporará y todo lo que quedará es una gran deuda” mientras otro personaje intenta disimular una sonrisa sarcástica. Él hace responsable a la FED del alto endeudamiento del ciudadano norteamericano. Y añade que como el estado garantiza los depósitos personales, había muy poca preocupación por lo que hacían los bancos. Es más, en la teoría de que la vivienda siempre sube y que si no lo hace, basta con devolver la casa al banco, se creó una falsa seguridad en el hipotecado medio. Respecto a la crisis inmobiliaria, salen unas imágenes de Bush en 2002 identificando como parte del sueño americano el ser dueño de una casa. Y explica cómo, ante la subida de precios inmobiliarios, se generalizó la utilización de la garantía hipotecaria para conseguir créditos al consumo que los bancos raramente negaban.
Vernon Smith, nobel de economía en 2002 y considerado experto en burbujas, también advirtió de ello. Se hace una especial crítica a las 2 agencias hipotecarias creadas por el Congreso y avaladas por el estado pero de capital privado –Fannie Mae y Freddie Mac- especializadas en dar créditos a personas sin recursos, algo que los políticos de ambos partidos aplaudían como motor de crecimiento a pesar de su obvio riesgo. En concreto salen escenas de Bush animando a adelantar incluso la entrada de la hipoteca a las personas de bajos ingresos para que así pudieran ser propietarios. La excusa del presidente americano era hacer accesible la vivienda y frenar el alza de los precios pero provocó que se acelerara la subida. Las hipotecas concedidas, y eso ya es familiar para todos, se titulizaron, las agencias las sobrecalificaron confiados en un aumento permanente de valor de las propiedades inmobiliarias y fueron vendidas por medio mundo, contagiando el riesgo de esos créditos que nunca debieron concederse. P.Schiff denuncia la corrupción del sistema en la que el estado autoriza a las agencias que son pagadas por los colocadores de la deuda…¿cómo no iban a ser serviles si era una relación “incestuosa”? Y lo denomina como la antítesis del libremercado.
Verano de 2005: en unas imágenes se ve a una periodista interrogando a Bernanke sobre la posibilidad de una bajada de precios del mercado inmobiliario, ¿Su respuesta? “No creo que eso ocurra porque nunca tuvimos una baja en los precios de las viviendas a escala nacional” En 2006 era nombrado sucesor de Greenspan. Justo en ese año la vuelta al alza de los tipos de interés dificultó la refinanciación de muchos créditos y si bien el crash no vino hasta finales de 2007 y 2008, ya se podían ver señales claras de bajadas en los precios de la vivienda. De nuevo unas imágenes de Bernanke en febrero de 2007 negando la extensión del efecto de las hipotecas subprime y lo saludable del mercado inmobiliario recalcan lo falso o equivocado del discurso de este personaje tan querido por los mercados financieros. Ese mismo verano aún anticipaba que en 2008 se crecería más que en la segunda mitad de 2007 pero eso era imposible y él debía saberlo ya que al bajar los precios de los activos inmobiliarios, empezaron las prisas por colocar todo el papel que estaba supeditado a que esto no pudiera ocurrir… y empezó la actual crisis financiera. Bear Stearns, Lehman Brothers, Fannie Mae, Freddie Mac… de repente se descapitalizaron y se quedaron sin posibilidad de obtener más liquidez.
El documental insiste que las “soluciones” ofrecidas para la actual crisis son iguales a las de las .com, ya que en ambas se está inflando de nuevo una burbuja, sólo que la actual es aún más grande y global: “la burbuja del rescate” caracterizada por los “planes de estímulo” originados en septiembre de 2008, tras la quiebra de Lehman y el miedo y la retracción del crédito que provocó. De nuevo salen las imágenes de Bush anunciando un plan para salvar al sistema financiero inyectando dinero a todos los bancos para que no se supiera quién era el que realmente lo necesitaba y frenar el pánico. Todos los políticos de todos los países y todas las ideologías se sumaron a esta política. David Walker, interventor general de los EUA desde 1998, renunció a su cargo entonces al advertir que puede que los rescates fueran necesarios pero que no se podía permitir el despilfarro de dinero público que supuso sin definir objetivos, sin seleccionar las entidades que merecían la inyección y sin establecer normas claras sobre lo que los bancos podían hacer y no hacer con ese dinero. Algo similar ocurrió con GM y Chrysler, que amenazaron con un importante aumento del desempleo si no les ayudaban pero como afirma Megan McArdle, analista de la revista The Atlantic, hubiera resultado más barato dar ese dinero -100 mil millones de $- directamente a cada uno de los trabajadores.
La FED a finales de 2008 bajó los tipos de interés a prácticamente 0%, intentando arreglar una crisis de crédito animando a que hubiera más créditos, como resume P.Schiff la solución fue: “Animemos a los endeudados a que se endeuden más, ayudemos a apostar a los excesos en Wall Street e imprimamos dinero para los bancos”. Tras ofrecer la imagen de Obama en 2009 anunciando su plan de estímulo “el más radical en la historia”, seguidamente hace un seguimiento de algunos de los gastos que se hicieron con este dinero, como repavimentar la acera donde Julia Roberts compraba en tiendas de lujo en “Pretty Woman” y denunciando –con ejemplos- todo el dinero perdido en burocracia y malas elecciones. Según D. Walker dos tercios de todo el paquete de estímulo se gastó en actividades que nadie quiso pagar durante los años de bonanza económica (creo todo esto recuerda al Plan E español) y que se aprovecharon del aumento del gasto público para conseguirlas.
El documental entra en sus últimos minutos en una dinámica muy pesimista e insiste en que si las medidas de 2001 produjeron un crecimiento ficticio durante 6 años, esta vez las de 2008 y 2009 aún reducirán más sus efectos benéficos en el tiempo ya que la deuda se ha multiplicado y es que todo lo que se ha hecho para recuperarnos de la crisis es lo mismo que nos llevó a ella: bajos tipos de interés, endeudamiento masivo, salvamento del sector financiero… Y aparece la imagen de Obama en enero de 2010 asegurando que lo peor de la tormenta había pasado gracias a todo ello. También describe el contraste entre la subida de las bolsas, los beneficios de las multinacionales e incluso la recuperación de algunas zonas ricas del país en contraste con la opinión de un simple barbero.
“Bush creó durante su mandato más deuda que todos los presidentes de la historia de los EUA juntos y Obama va a superarle” si bien insiste en que el problema es de todas las naciones desarrollados que copiaron el mismo sistema. Advierte que incluso los EUA pueden perder su categoría de AAA y lanza una pregunta muy actual: ¿Si la quiebra de Lehman fue tan grave y al fin y al cabo era sólo un banco, qué pasará si el siguiente en quebrar es una nación? Habla de Islandia y de Grecia pero advierte que Italia, España, Portugal o Reino Unido tienen problemas similares. Y finaliza denunciando que se están inflando muchas burbujas y alguna de ellas estallará originando una profunda depresión porque nos habremos quedado sin armas para combatirla y estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos.
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Claro y conciso. Muy buen articulo.
Pero veamos, si el dinero no vale nada, la bolsa cae, los estados no pagan la deuda, creo que lo más lógico será volver a invertir en tochos...........es broma!!
POR SI QUEDARA ALGUNA DUDA DE LO BIEN QUE LO ESTÁN HACIENDO LOS DE TELEFÓNICA. NOTICIAS DE/RELACIONADAS CON TELEFÓNICA DE ÉSTE MES.
EL PRECIO DE LA BANDA ANCHA ES DE MEDIA UN 37,5% MAS CARO EN ESPAÑA QUE EN EUROPA
LA CÚPULA DE TELEFÓNICA RECIBE 82 MILLONES DE EUROS EN STOCK OPTIONS (SON DEL PRIMER BIMESTRE DE 2006, PERO BUENO, LAS PILLAN AHORA). Y ESO A PESAR DE ESTAR PERDIENDO CUOTA DE MERCADO.
TRABAJO AUTORIZA EL ERE DE 6.500 TRABAJADORES DE TELEFÓNICA. ENTRE OTRAS COSAS PORQUE HAN PERDIDO CUOTA DE MERCADO.
Los directivos, consejeros y chupopteros de:
Telefonica, energeticas, entidades financieras y demas chiringuitos de amiguetes de la casta
deberian estar en la carcel acusados de alta traicion a la patria y por estafa continuada a 46 millones de personas. Un saqueo continuo que han conseguido que sea legal.
Y Deberian pero no estan. Porque eso depende de la dignidad y buen hacer de los gobernantes. Que a dia de hoy, dignidad y buen hacer poco hay por esos lares.
George Soros
El especulador filántropo
Tipos de interés oficiales en el mundo y su variación en lo que llevamos de 2011
http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/Nuevas/ideas/economia/futuro/elpepueconeg/20110731elpneglse_13/Tes
La paciencia puede ser una virtud, pero no necesariamente cuando se trata de la política exterior estadounidense.
Consideremos "la larga guerra", un concepto contundente adoptado hace unos años para describir la lucha continua contra el terrorismo, el progreso a regañadientes que se podría alcanzar en términos realistas y la enorme carga financiera que esto impondría en los años venideros. También fue un reconocimiento de realpolitik de los obstáculos que se podían encontrar en el camino (el "arduo camino por delante", según el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld).
Sobre todo, el término fue un esfuerzo por comunicarles a los norteamericanos, acostumbrados a librar una guerra con rapidez y determinación (e insistentes al respecto desde Vietnam), el sacrificio y compromiso a largo plazo necesarios para ganar una guerra de supervivencia. Sus defensores también entendían que la guerra no estaría limitada a las armas, sino que debería ser un esfuerzo sostenido que involucrara, según sus propias palabras, a "todo el gobierno" y en el que las agencias civiles estuvieran al servicio de objetivos militares -o paramilitares.
Por más desalentador que fuera el esfuerzo, sus partidarios daban por sentado que estaría respaldado por un consenso político sostenible. Después de todo, Estados Unidos había sido atacado.
Hoy, ese consenso se está deshilachando conforme los políticos estadounidenses batallan con un presupuesto federal que se está convirtiendo en sí mismo en una larga guerra -con sus propias bajas-. Las líneas de batalla en esta lucha sugieren que existe escaso acuerdo entre las elites políticas respecto de cualquier gasto, mucho menos una larga guerra con compromisos vastos.
En consecuencia, a cada momento se están cuestionando suposiciones elementales. Por cierto, la actual guerra presupuestaria parece responder a antiguas divisiones sobre la visión que Estados Unidos tiene de sí mismo y del mundo. El resultado dista de ser seguro, pero incluso el aislacionismo, una enfermedad norteamericana perenne, parece estar de regreso.
El aislacionismo es un estribillo familiar en la política exterior estadounidense entre aquellos elementos de la derecha que consideran que Estados Unidos es demasiado bueno para el mundo, así como entre aquellos de la izquierda que consideran que Estados Unidos es una fuerza global destructiva. Pero esta vez, quizá como nunca antes, un impulso aislacionista bipartidario tiene como fuerza motriz el presupuesto.
La crisis fiscal de Estados Unidos es profunda, y no tiene que ver sencillamente con números. Tal como sugieren las emociones hoy en Washington, la aversión a los aumentos impositivos es mucho más profunda que la preocupación por su efecto en el desempeño económico y el crecimiento laboral actuales. En parte, representa una visión fundamental -algunos dirían fundamentalista- de que los impuestos son al gobierno lo que una botella de whisky es a un alcohólico. El gobierno, como nos dijo Ronald Reagan, es el problema, no la solución.
Ese mensaje es una mala noticia para la diplomacia estadounidense. El vínculo entre la falta de voluntad de los políticos para financiar programas domésticos y el compromiso en peligro con "la larga guerra" podría escapársele a aquellos en los círculos de la política exterior de Estados Unidos, pero no al resto del país. Las encuestas de opinión sugieren que los norteamericanos quieren mantener muchos de los programas domésticos "discrecionales" -escuelas, hospitales, infraestructura de transporte, parques recreativos, etc.- que hoy están a punto de ser rebanados en las negociaciones presupuestarias.
En lugares como el rural condado El Paso, en las llanuras del este de Colorado, lejos del epicentro del debate presupuestario federal, los recortes del gasto están a la orden del día. Los distritos escolares están aumentando el tamaño de las aulas mientras despiden maestros, difieren proyectos de mantenimiento y recortan el servicio de ómnibus escolares. Esos recortes tienen un impacto muy real e inmediato en los residentes del condado El Paso. ¿Se puede esperar, verdaderamente, que ellos y otros norteamericanos que están perdiendo servicios vitales se sobrepongan a todo esto y respalden la construcción de nuevas escuelas en Afganistán?
No sólo las escuelas públicas de Estados Unidos están empezando a parecer de segunda categoría, sino también su infraestructura, que durante mucho tiempo había sido un motivo de orgullo nacional. ¿Cuántos viajeros hoy en día pueden no percibir la diferencia entre los aeropuertos nuevos y eficientes de Asia y las antigüedades vetustas y atascadas en algunas de las ciudades más importantes de Estados Unidos?
La guerra presupuestaria no está generando ningún consenso en cuanto a reparar la infraestructura de Estados Unidos, pero sí está empezando a forjar la idea de que Afganistán y Pakistán están lejos de ser los principales intereses nacionales de Estados Unidos. ¿Por qué, pregunta la gente, las escuelas y caminos en Afganistán e Irak son más importantes que los de Colorado o California? En un momento en 2008, el ejército norteamericano asumió el costo de transportar un tigre para el zoológico de Bagdad. ¿Cuándo fue la última vez que el gobierno de Estados Unidos hizo lo mismo para un zoológico estadounidense (fuera de Washington, por supuesto)?
La manera en que se desarrolle este debate tendrá consecuencias profundas en el modo en que Estados Unidos se desenvuelva en el mundo. Pero también podría afectar la manera en que el mundo reaccione ante el producto de exportación de más rápido crecimiento de Estados Unidos: el consejo no solicitado.
Los países aceptan el consejo de otros por muchas razones. A veces respetan la sabiduría y el entendimiento de quien aconseja (algo bastante raro en la diplomacia). O pueden temer las consecuencias de no aceptar el consejo (un ofrecimiento que no se puede rechazar, por decirlo así). O, como sucede en muchas de las transacciones diplomáticas de Estados Unidos, aceptar el consejo podría abrir el camino a una mejor relación y a una mayor asistencia. En resumen, la diplomacia -y la diplomacia estadounidense en particular- suele involucrar dinero.
Ahora bien, ¿qué sucede si no hay dinero para ofrecer? ¿Qué pasa si los norteamericanos, cansados de los recortes presupuestarios en sus vecindarios, se niegan a respaldar fondos incluso para "la larga guerra"? En ese momento, los altos funcionarios estadounidenses bien podrían llegar a un país, ofrecer consejo y descubrir que nadie se preocupa por escucharlos.
Christopher R. Hill
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Las centrales nucleares producen en España una quinta parte de la electricidad final consumida, según datos del Foro de la Industria Nuclear española, que en un nuevo informe destaca que ésta es la tecnología que más horas opera al año y la segunda fuente que más electricidad aportó en 2010.
Así, en su informe “Resultados y Perspectivas Nucleares, 2010 un año de energía nuclear”, el lobby apuesta por la “combinación equilibrada con otras tecnologías”. Asimismo señala que es una fuente de electricidad “imprescindible” porque garantiza el abastecimiento eléctrico y ofrece electricidad con precios “estables y predecibles”.
Desde el organismo alegan, además, que, al igual que las renovables, es una fuente libre de emisiones, capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin emitir CO2. Concretamente, según datos del foro, en 2010 la producción del parque nuclear español representó más del 41 por 100 de la electricidad libre de emisiones generada en el sistema eléctrico español.
Conscientes de las consecuencias que ha tenido en el sector el accidente en la planta nuclear de Fukushima (Japón), desde la industria señalan que además del abastecimiento eléctrico seguro y constante y del freno a las emisiones contaminantes, esta fuente contribuye a la reducción de la dependencia energética de los combustibles fósiles.
El informe de la asociación revela que en 2010 la energía eléctrica producida en los ocho reactores nucleares españoles aumentó un 17 por 100 y fue de 61.914,26 millones de kWh, lo que representa el 20,2 por 100 del total de la producción eléctrica del país (306.439 millones de kWh). Además, la potencia instalada del parque nuclear español ascendió a 7.786 Mw, el 7,5 por 100 del total del parque de generación. En concreto, la potencia instalada se incrementó en un 0,8 por 100 por el aumento de potencia de la unidad I de la central nuclear de Almaraz (Cáceres).