Ayer, trás ta rebaja de la calificación de la deuda americana, todos nos esperábamos un Lunes más negro que el más negro de los Lunes. Finalmente se quedó en negro oscuro y es que pese a todo, hay motivos para creer que el mundo seguirá girando aunque EEUU haya perdido la triple A.
Aunque el impago por parte de un país respecto a la posición global de los EE.UU posiblemente cause estragos en los mercados financieros, la historia sugiere que perder una calificacion de triple A puede no supone los enormes daños para el mercado que algunos temen.
Japón, Canadá o Australia, entre otros (además de los recientes países Europeos), han experimentado el trauma de bajar de categoría desde las cimas más altas de la solvencia crediticia y en general, los costes de los préstamos se mantuvieron bastante constantes, incluso en algunos casos, finalmente disminuyeron. Las bolsas se tambalearon pero en general rebotaron, al tiempo que la respuesta de los mercados de divisa varió mucho.
Para los EE.UU., la historia sugiere que el resultado podría incluso ser positivo a largo plazo si una reducción en la calificación impulsa a los políticos a poner en order la situación fiscal del gobierno. Todo el mundo conocía la debilidad de la economía americana y era cuestión de tiempo que alguna agencia de calificación se atreviese a bajarle la nota (pese a que no sigan el mismo criterio para ambos lados del Atlántico)
Si revisamos la historia de las reducciones de calificaciones de las deudas soberanas, y su efecto sobre los mercados de bonos, desde 1990, descubriremos que que cuando bajaban las calificaciones de la deuda soberana en un grado desde la triple A, los rendimientos de los bonos apenas cambiaron. A fin de cuentas es bajar de “Matrícula de honor” a un “Sobresaliente”
Es distinto cuando los países reciben calificaciones aún inferiores, como una A o entran casi en territorio «basura». Cuando la reducción de la calificación es a grados muy bajos, el efecto es muy importante.
Cierto es que el caso americano es bastante especial ya que la deuda del Tesoro estadounidense es la inversión con mayor profusión, siendo titulares de importantes partes otras naciones como China o Japón. A diferencia de Japón, cuyos bonos están en poder principalmente de titulares nacionales. Asimismo, el dólar estadounidense es la divisa más frecuentemente utilizada para las transacciones y las cuentas de ahorro. Ambos son considerados inversiones seguras.
En 1998, Moody’s Investors Service rebajó la calificación de la deuda japonesa de su máxima valoración de Aaa a Aa1, esa rebaja no fue seguida de forma inmediata por otras compañías de calificación. Standard & Poor’s mantuvo la máxima calificación de Japón en triple A hasta febrero de 2001, momento en que la rebajó un grado hasta doble A+.
El día de 1998 en que se produjo la rebaja, el yen cayó un 0,7%, según los datos recopilados por Wells Fargo. Tres meses después, el yen subió un 1,1% desde antes de la rebaja, y seis meses más tarde, el yen estaba un 2,7% más bajo.
Entre tanto, la respuesta de las acciones y bonos japoneses el día de la rebaja fue «bastante escasa», el índice bursátil Nikkei bajó un 2% un mes después.
En el caso de Japón, la rebaja de Moody’s se produjo cuando el país salía de una recesión y el día en que la Reserva Federal estadounidense rebajaba los tipos de interés como respuesta a la crisis derivada del fondo de cobertura Long Term Capital Management. Dos semanas después de la rebaja de Moody’s, las acciones japonesas estaban más altas.
Canadá también sufrió una rebaja de múltiples etapas durante un período de varios años.
En octubre de 1992, cuando S&P redujo la calificación de la deuda extranjera de Canadá en un grado desde triple A, se produjo un efecto muy leve sobre los mercados canadienses. Pero cuando Moody’s se sumó en 1994, los rendimientos de la deuda a 10 años subieron un 0,45% durante el mes siguiente y las acciones cayeron un 6%.
Posteriormente, en abril de 1995, Moody’s rebajó la calificación de la deuda canadiense en un grado desde Aaa. Ese día, hubo poca reacción en los mercados de bonos, acciones o divisas.
Pero la calma no duró mucho ya que ña diferencia entre los bonos a 10 años estadounidenses y canadienses subió de 1,30 a 1,88 punto porcentuales durante cuatro meses.
Impulsado en parte por la rebaja de las calificaciones, Canadá promulgó estrictas reformas presupuestarias, y el mercado de bonos cambió de curso. En noviembre, los rendimientos a 10 años eran parecidos a los estadounidenses.
Se pusieron muy serios con el equilibrio de su presupuesto, la rebaja de la calificación les sirvió para acelerar las reformas.
Ha habido otros ejemplos, en los que la respuesta del mercado ha sido más dramática. Cuando Suecia sufrió una crisis bancaria y una recesión, la rebaja de su calificación triple A en 1991 presenció la pérdida de un 11,4% de la corona durante los siguientes seis meses, al contrario de lo que ocurrió en 1986 con la rebaja de Australia que trajo una subida de un 12,6% del dólar australiano.
No obstante, la calificación crediticia AAA es muy difícil de recuperar cuando se ha perdido y la prioridad es no perder nunca la calificación, algo que finalmente ha ocurrido en EEUU. Ayer mismo, S&P recordaba que los países que han perdido la máxima nota tardaron al menos 9 años en recuperarla
Por otro lado, el director general de S&P, John Chambers, indicó que, históricamente, sólo cinco emisores soberanos entre todos aquellos que perdieron la máxima nota de solvencia lograron recuperarla, para lo que necesitaron entre “9 y 18 años”.
En concreto, los cinco países que, hasta la fecha, han logrado regresar a la máxima categoría crediticia tras haber perdido la ‘triple A’ son Canadá, Suecia, Finlandia, Australia y Dinamarca.
“Cinco (países) han recuperado su ‘triple A’ y todos lo hicieron asumiendo, durante un periodo sostenido de tiempo, programas sustanciales de consolidación fiscal y no sólo estabilizando su deuda, sino reduciendo su peso en la misma”, añadió.
Como comentaban ayer en el foro de bolsa, el problema es la economía y no lo que diga una agencia de rating Mientras tanto, esperemos que la administración Obama, aunque sea por orgullo hagan todo lo posible por recuperar la triple A.
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La salida adoptada por la autoridad monetaria europea para tratar de frenar la acometida de los inversores a la deuda española e italiana, y que disparó todos las alarmas la semana pasada en Europa, no es una solución óptima, en la medida que la adquisición de titulos de ambos países por el BCE inicia una fase de monetización de la deuda que acabará, como se ha producido en otras ocasiones precedentes, en un proceso inflacionario.
La crisis de deuda pública es ineludiblemente la segunda fase de una crisis financiera. La Reserva Federal norteamericana acudió a la monetización desde el primer momento porque no está sujeta a mandato limitativo, como el Banco central Europeo, que ha roto la ortodoxia financiera al mismo tiempo que ha sobrepasado su estricto mandato de contener la inflación. Y esa inflación va a ser la que se desate tras el proceso.
Iniciado el proceso inflacionario, el riesgo es que el BCE, en este caso, encuentre, como ocurrió en la crisis de deuda latinoamericana de los años ochenta, que la inflación es una manera de reducir el precio de la deuda y se acomode a esta situación. Y para corregirlo habrá que recurrir a una subida de tipos. ¿Se habrá situado Europa para entonces en una senda de recuperación consistente? Esa no será ya responsabilidad de Jean Claude Trichet.
Por otro lado, los especuladores más agresivos saben que la decisión a trancas y barrancas del BCE tiene sus limitaciones y es coyuntural. La entidad no puede soportar una cartera de activos constituida sólo por papel español e italiano. Únicamente tienen que esperar.
La claudicación
El presidente del BCE sabe todo eso y es por ello que intentó retrasar lo inevitable, hasta que las presiones de Berlín y París le colocaron entre la espada y la pared. A Trichet no le gusta apartarse del mandato constitucional del BCE. Ya lo hizo al adquirir cédulas hipotecarias a rebufo del estallido de la crisis y, más recientemente, cuando en 2010 empezó a hacerse con papel de los países al borde del abismo.
Y, de nuevo, acaba de transigir ante el acoso de los especuladores. Según su obligación original, el banco emisor debe mantener la inflación mediante la política oficial de tipos y, desde luego, iniciativas como la intervención en el mercado secundario están en el arsenal de la entidad.
La autoridad monetaria de la moneda única, de hecho, reiteró en el comunicado posterior a la reunión de donde salió la adquisición de títulos españoles e italianos que el objetivo último de la medida radica en "garantizar la estabilidad de precios en la zona euro".
Un brindis al sol, puesto que sus secuelas apuntan precisamente en sentido opuesto. Porque lo peor de la iniciativa reside en que los inversores consideren el paso una debilidad implícita del banco respecto al objetivo de contener la inflación. Y, en consecuencia, anticipen que el BCE no se mostrará tan contundente en el futuro para contener el alza de los precios.
Instrumentalización
Otro de los riesgos que corre la entidad emisora con su iniciativa estriba en la instrumentalización que de ella orqueste la clase política. Los gobiernos comienzan a sugerir que las adquisiciones forman parte del cometido ordinario del BCE. Y se equivocan. Pero continúan dando alas a aquellos que dudan de su independencia.
Y de la misma manera, al considerar que no se trata de operaciones extraordinarias, se empiezan a acostumbrar y a pensar que se prolongarán lo necesario para frenar a los especuladores. Y olvidan que la solución no reside en la intervención del BCE, sino en todas las reformas que deben ejecutar para que la economía crezca.
A todo esto se suman las divergencias en el seno de la entidad que la decisión acaba de poner negro sobre blanco. Máxime cuando el banco emisor pasa por una institución colegiada que procede de forma conjunta y cohesionada. El ala alemana del banco no quería ni siquiera que se empezaran a adquirir de nuevo bonos irlandeses y portugueses en el marco del programa de recompra. Con lo que se puede inferir fácilmente qué opinan de comenzar a adquirir títulos españoles e italianos.
En España hacen falta algo más que elecciones
El rey Abdullah de Arabia Saudita está cada vez más solo. No nada más ha visto como han caído sus aliados cercanos, el presidente Hosni Mubarak en Egipto y Ali Abdullah Saleh en Yemen, sino también cómo se han tambaleado los tronos de reyes como él en Bahrein, Marruecos y Jordania debido a las protestas públicas.
Ahora el viejo protector del reino, los Estados Unidos, que defraudaron a Abdullah al aceptar (a regañadientes) la primavera árabe, está a punto de retirar sus tropas del vecino Iraq. Abdullah se pregunta ahora ¿quién mantendrá al lobo iraní lejos del reino?
Según un acuerdo de seguridad con el gobierno iraquí, los Estados Unidos deben retirar sus fuerzas armadas para finales de este año. Arabia Saudita, junto con sus vecinos del Golfo gobernados por los sunitas, ansía que permanezcan algunas tropas estadounidenses en Iraq para ayudar a mantener controlado el resurgimiento de Irán. No es necesario convencer a los Estados Unidos de ello, pero el pueblo estadounidense –y el público iraquí- quieren que las tropas regresen a su país. Ninguna facción política iraquí desea que se le culpe de prolongar la ocupación, pero la mayoría, a excepción del movimiento de Muqtada al-Sadr, estará de acuerdo en mantener la presencia militar estadounidense por cinco años más.
Aunque los Estados Unidos y las monarquías del Golfo comparten el temor a Irán, hay muchas otras cosas sobre Iraq y la región que están ahora en disputa. A Arabia Saudita aún le disgusta la idea de un Iraq democrático gobernado por la mayoría chiíta. Los chiítas, considerados apóstatas por las clases dirigentes wahhabíes del reino, son vistos como una amenaza para la existencia y legitimidad del Estado saudita, no sólo por el poder de Irán sino también por la magnitud de la población chiíta local, que está concentrada alrededor de los campos petroleros del país.
Desde la caída de Saddam Hussein, los Estados Unidos han instado a Arabia Saudita a invertir política y económicamente en Iraq. En cambio, las autoridades sauditas trataron a los líderes de Iraq con desprecio y se hicieron de la vista gorda ente las fawtas wahhabíes que alentaban a los voluntarios jihadistas a luchar contra los “apóstatas” chiítas. Al rechazar a un Iraq dominado por los chiítas, la mayoría sunita de Arabia Saudita, Jordania y los Estados del Golfo prácticamente no tienen influencia en Bagdad, lo que ha dejado el campo libre a Irán.
El temor de Arabia Saudita a Iraq se debe a cuestiones de seguridad. A pesar de la sangrienta guerra civil que sucedió a la destitución de Saddam Hussein, Iraq sigue creyendo que tiene el derecho a un liderazgo regional. Sin embargo, los monarcas de la región excluyeron a Iraq del Consejo de Cooperación del Golfo. Arabia Saudita aún no ha abierto una embajada en Bagdad por temor a que cualquier participación de Iraq en la configuración de la seguridad regional disminuiría el dominio político y militar saudita entre los países del Golfo.
Arabia Saudita también teme que Iraq recupere la cuota de producción de petróleo en la OPEP, que el país no pudo cubrir debido a la falta de seguridad y una infraestructura limitada. Los sauditas piensan que un aumento de los precios del petróleo revivirá la economía de Iraq y también la de Irán, fortaleciendo así su influencia regional. Esto explica el afán del reino por incrementar la producción de petróleo, lo que debilitaría las economías de sus competidores (y agradaría a Occidente).
Así pues, los dirigentes sauditas y sunitas del Golfo quieren que las fuerzas militares estadounidenses continúen en Iraq en parte para mantener al país debilitado. En efecto, Kuwait se niega a condonar las deudas de Iraq de la era de Saddam, y está construyendo un puerto en Mubarak al-Kabir, lo que a los iraquíes les parece un intento claro para sofocar el acceso ya limitado de su país al Golfo Pérsico. Además, Bahrein ha respondido a las críticas de Iraq por la represión política con la suspensión de los vuelos de su aerolínea nacional a Bagdad, Beirut y Teherán, consideradas todos demonios chiítas.
La mayoría de los iraquíes están resentidos profundamente con Arabia Saudita –y justificadamente. Los sauditas jihadistas tuvieron una participación central en el caos culpable de la muerte de cientos de miles en los años inmediatos a la invasión dirigida por los Estados Unidos en 2003. Los sauditas incluso gastaron miles de millones de dólares para construir un muro de seguridad a lo largo de su extensa frontera con Iraq, a fin de contener la violencia que estaba exportando allí.
Sin embargo, el verdadero escudo protector para los gobernantes del Golfo es la presencia de las tropas estadounidenses en Iraq porque los estrategas miopes del reino no pudieron ver que la incapacidad para relacionarse con el Iraq posterior a la era de Saddam dejaría el campo abierto a Irán. Sin embargo, el sueño saudita de regresar el tiempo y tener de nuevo un Iraq gobernado por la minoría sunita hizo imposible una diplomacia realista.
A pesar de este fracaso, Iraq sigue teniendo el rechazo de los Estados de la región controlados por los sunitas. Iraq ha intentado forjarse un papel político para sí mismo en el mundo árabe mediante la participación en cumbres árabes, pero cuando le tocó ser anfitrión la cumbre se pospuso por un año debido en parte a la primavera árabe, pero también al rechazo de algunos países del Golfo a participar en una reunión celebrada en Bagdad.
A los ojos de los sauditas, la salida militar de los Estados Unidos significaría entregar el país a Irán. Los sauditas bien podrían tener razón: el retiro de las tropas estadounidenses representaría una victoria contundente para Irán, que no tiene presencia militar en Iraq pero es el actor más fuerte ahí. Ningún otro país aliado de los Estados Unidos, ni siquiera Turquía, podría igualar la influencia iraní en el país.
En efecto, el retiro militar de los Estados Unidos de Iraq será un regalo para Irán. Sin embargo, eso se debe totalmente a que los sauditas desde 2003 se han comportado como si le temieran a los chiítas de Iraq –y a los suyos propios- que al régimen iraní.
Mai Yamani
La OCDE advierte de que el frenazo económico se extiende a los emergentes
La inflación en China tuvo en julio el mayor incremento de los últimos 37 meses al tiempo que la economía tiende a salir de un sobrecalentamiento, informaron el martes reportes oficiales
Un consejo para los que quieren comprar en bolsa estos días
Los inversores siguen sin creerse casi nada de lo que hacen los políticos y ni siquiera el plan de recompras de deuda pública italina y española resucitado por el Banco Central Europeo (BCE) evitó que la sangría de las Bolsas europeas (y la norteamericana, aunque por diferentes razones) se detuviera. Pero la caída bursátil, que en el caso de Madrid llevó al IBEX al nivel más bajo en tres años, no fue la debacle que algunos anticipaban. La sesión de este martes y en Madrid, y en el resto de los mercados europeos, decidirá más que la del lunes, ya que ésta se vió presionada por la opinión de los agoreros más pesimistas. El temor, además, ya no es la deuda en sí acumulada por los Estados bajo sospecha -Italia, España y, desde la rebaja del rating por S&P, Estados Unidos-, sino el temor a una recesión en la economía norteamericana, que afectaría a todo el planeta. De hecho, Wall Street cerró el lunes con una pérdida de más del 5,5%, superior a la caída registrada tras la intervención de Lehman Brothers
Condo volverà la prima de riego a 400 pb?
+1 antes de un mes
-1 nunca o tardará más de un mes
Ayer el presidente Español llamo al presidente Norteamericano.....después el presidente Norteamericano en una rueda de prensa televisada .........echo la culpa de su depresión económica a España, Grecia ,Italia y las bolsas del mundo se desplomaron.............la inyección de billones de Euros en el sistema bancario internacional creando un impas temporal que amortiguo y detuvo la depresión..... ha concluido...ahora ya solo queda rezar y muchos saqueos.........
Saludos cordiales (salir del ibex y tengan algún dinero en casa)
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Según rumores de internet, fuentes cercanas al BCE de anoche........el BCE carece de entidad para asumir la deuda Italiana y Española...........que cada uno se crea o no