Cada una de las 18 ciudades principales de Castilla cobraba un impuesto especial destinado a los servicios de la deuda a largo plazo. El nivel de este impuesto se establecía cada seis años a través de negociación con el rey. Las recaudaciones de impuestos se utilizaban primero para pagar a los titulares locales de bonos a largo plazo, el resto se enviaba al gobierno central. Los titulares locales de bonos a largo plazo eran, en gran medida, los ancianos que vivían en la zona. De este modo los contribuyentes locales eran conscientes de que si no pagaban, sus padres se sentirían heridos. Así, este precursor de la Seguridad Social era un efectivo mecanismo de cumplimiento, la ira de los mayores.
Pero el rey solo podría explotar esta confluencia de intereses hasta este punto. Las Cortes establecían el tipo impositivo asignado por la regla de la mayoría, y esto limitaba la emisión por parte del rey de lo que eran, de hecho, sus títulos AAA. El rey también emitía otros bonos garantizados por otros, ingresos no asignados. Estos títulos eran de inferior valor y se vendían a menor precio.
Gracias a las caras aventuras militares de Felipe en Holanda y el Mediterráneo, la deuda española había alcanzado el nivel de la mitad del producto interior bruto en 1573. En ese momento, las ciudades evitaban pagar mayores impuestos. Durante los dos años siguientes, se negaron a cambiar de opinión en su confrontación con el rey.
Finalmente, en septiembre de 1575, Felipe optó por un camino menos directo para lograr lo que pretendía ante las Cortes. Suspendió el pago no de la deuda a largo plazo, sino sobre la deuda a corto plazo, que era titularidad principalmente de los banqueros genoveses. La gente estaba encantada. El resentimiento frente a los banqueros era tan elevado como lo es ahora, quizás mayor, porque eran extranjeros. El resultado, sin embargo, fue la quiebra y una crisis crediticia desarrollada.
¿Por qué las Cortes y el rey llevaron este juego?
Las ciudades querían parar el gasto del rey. Sabían que los bonos no respaldados explícitamente por impuestos asignados serían muy difíciles de vender, que una quiebra dificultaría aún más que Felipe pudiera pedir prestado sin su ayuda, y que esta falta de autoridad fiscal directa forzaría la situación hasta un punto muerto. Pero después de que dejase de pagar la deuda a corto plazo, las cosas se inclinaron hacia una dirección inesperada, muy parecida a lo que ocurrió después de que Lehman Brothers Holdings Inc. quebrase en septiembre de 2008. Muchos banqueros que habían prestado dinero al rey estaban, ellos mismos apalancados. La falta de pago congeló los fondos depositados por los comerciantes locales en los bancos.
En aquellos tiempos de comunicaciones costosas, las ferias comerciales periódicas eran acontecimientos esenciales para la actividad económica en toda Europa. Los banqueros llevaban el crédito de feria en feria, donde los acuerdos de préstamo se negociaban. Las ferias no se podían celebrar debido a la congelación del mercado crediticio comercial español. De hecho, la principal feria que se celebraba dos veces al año en Medina del Campo se canceló. En pocas palabras, la falta de pago causó un colapso bancario, que condujo a una grave recesión.
Transcurridos dos años, en noviembre de 1577, las ciudades se hundieron, acordando un aumento de impuestos muy elevado. El rey volvió a pagar la deuda a los banqueros. Como el rey explicó en el contrato de liquidación, llamado Medio General, a los banqueros se unieron en sus demandas «las peticiones de los delegados de las ciudades con particular urgencia sobre el mismo negocio». En otras palabras, las ciudades rogaban que el rey restaurase el negocio comercial. Las ferias de Medina del Campo volvieron a celebrarse a finales del año siguiente, pero habían perdido su supremacía para siempre.
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Resulta difícil no asombrarse ante el contraste entre la energía de la economía y la sociedad civil –similares a las “asiáticas”- de Israel y el carácter puramente defensivo de su actitud ante el cambio político, tanto dentro como fuera del país. Una ley reciente prohíbe a los ciudadanos israelíes apoyar boicoteos occidentales encaminados a abandonar las políticas del país en materia de asentamientos y respaldar un Estado palestino independiente. Mientras que Israel nunca ha estado tan próspero, dinámico y seguro de sí mismo, tampoco ha estado nunca tan aislado internacionalmente.
Israel podría haber aprovechado la “primavera árabe” como una oportunidad y no haberla visto como un profundo riesgo. Si los ciudadanos árabes podían transformar su cultura de humillación en otra de esperanza, tal vez podrían haberse resignado a la existencia de Israel, pero los dirigentes israelíes reaccionaron de forma puramente negativa ante los levantamientos árabes. A su juicio, un ambiente regional complejo ha pasado a ser ahora más peligroso incluso, por lo que la prudencia resulta aún más urgente.
Para Israel, los déspotas del pasado inmediato, como el ex Presidente de Egipto, Hosni Mubarak, eran mucho más previsibles que las “masas árabes”. Si bien algunos de los manifestantes podían estar inspirados en ideales democráticos, no nos hagamos ilusiones, parecen estar diciendo los israelíes: las fuerzas islamistas resultarán ser los únicos triunfadores y son mucho más hostiles a Israel y a Occidente que sus predecesores.
Naturalmente, en vista de las matanzas por parte del régimen sirio de sus propios ciudadanos, algunos en Israel dicen que el sufrimiento de los habitantes de Gaza palidece en comparación, con lo que no les granjea tantos simpatizantes como en el año pasado, pero no por ello se debe olvidar el panorama diplomático general para Israel, que sigue siendo esencialmente negativo.
Uno de los resultados más irónicos de la configuración política en transformación de la región es el de que Israel advierte una convergencia estratégica con Arabia Saudí. Pese a las profundas diferencias de sus sistemas políticos, los dos son partidarios del status quo regional y comparten una sospecha obsesiva respecto del Irán.
Pero, ¿por qué no imaginar un nuevo triángulo estratégico que abarque a Israel, Arabia Saudí y Turquía, del mismo modo que los israelíes imaginaron un triángulo no árabe entre Israel, Turquía y el Irán del Sha? La consternada reacción de los turcos ante el brutal comportamiento del régimen sirio brinda una oportunidad que Israel debería aprovechar para intentar restablecer la privilegiada relación con el Gobierno de Recep Tayyip Erdoğan existente antes del bloqueo de Gaza, pero eso presupondría un pequeño gesto para con los palestinos, a los que los israelíes consideran tan profundamente divididos entre sí, que no parece posible avance alguno hacia un acuerdo de paz.
Los dirigentes de Israel parecen decididos a ganar tiempo tanto tácticamente, oponiendo resistencia a la suave presión del gobierno del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, como estratégicamente, preparando al país para un mundo nuevo en el que potencias en ascenso como China desempeñan un papel cada vez más importante.
Sin embargo, será un mundo en el que Israel ya no podrá contar con los sentimientos de culpabilidad por el Holocausto para influir en las potencias más importantes, un mundo en el que las rivalidades monoteístas quedarán diluidas en un océano de credos politeístas y en el que Israel podrá depender sólo de sus méritos relativos ante los observadores cínicos y realistas que lo juzgarán exclusivamente conforme a sus propios intereses nacionales.
Israel puede ser “de Europa” y sus aliados principales pueden muy bien seguir siendo los Estados Unidos durante muchos años por venir, pero los dirigentes israelíes deben empezar a pensar en cómo puede prosperar su país en un mundo postoccidental. La más reciente “Conferencia de Presidentes”, celebrada en junio en Jerusalén con el patrocinio del Presidente de Israel, Shimon Peres, fue muy simbólica de esa evolución. En la sesión de apertura, el enviado especial de Obama, Denis Ross, fue acogido con un silencio ensordecedor cuando transmitió a los participantes los buenos deseos de su jefe. En cambio, el ministo de Cultura de China recibió una acogida muy calurosa cuando habló, en un sentido muy propio de su país, de la necesidad cada vez mayor de “armonía” mundial.
Según algunos pensadores estratégicos israelíes, Israel debe resistir firmemente durante dos o tres generaciones más para llegar a ser una realidad irreversible en la región y un legítimo “hecho consumado” del sistema internacional. En ese momento, ¿quién querría boicotear a un país cuya proezas tecnológicas sean necesarias en todo el mundo?
En ese marco, la idea de un acuerdo de paz con los palestinos parece más abstracta que nunca. De hecho, hace que el status quo actual parezca cómodo. La distancia que separa actualmente a los ricos de los pobres en Israel puede recordar al Brasil, pero, ¿quién recuerda los ideales socialdemócratas de los primeros sionistas?
La prosperidad del país resulta sencillamente abrumadora. De Tel Aviv a Jerusalén, se están multiplicando los edificios de pisos lujosos. ¿Estamos en Singapur, Hong Kong o São Paulo? ¿Por qué poner en entredicho las certidumbres del presente con las incertidumbres del futuro?
Además, Israel no sólo ha llegado a ser mucho más próspero; también se ha inclinado decididamente hacia la derecha. La segunda Intifada puede muy bien haber resultado fatal para la izquierda israelí. El capitalismo triunfante, la idolatría de la tierra y las comodidades del status quo producen un cóctel que se sube a la cabeza, pero, embriagados con los beneficios de la mundialización y mientras esperan con una mezcla de entusiasmo y aprensión la llegada de un nuevo orden mundial postoccidental, los israelíes están bailando en el borde de un volcán.
Dominique Moisi
Valladolid por entonces, antigua capital del imperio español.....................oeeo
jeeje ahora estamos en decadencia y la que nos espera.
Un balance de lo que llevamos de año
http://www.rankia.com/blog/punk-trading/868543-ciclo-bajista-economico-termino-finales-mayo
No parece mucho
España ingresaría 16.091 millones de dólares si vendiera todo su oro http://bit.ly/osJumM
¿Próxima opv?
Liberbank, el grupo financiero integrado por Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria, mantiene abierta la posibilidad de salir a Bolsa para alcanzar el 8% de capital si no logra inversores privados.
Promotora tendrá que devolver depósito a cliente al que se le negó la hipoteca http://bit.ly/qCEa7U
Lo que dijo anoche la FED
España no está entre las peores...
Rentabilidad de las bolsas del mundo en lo que llevamos de 2011
el fin del imperio español fue claramente culpa de zapatero. y pensar que estabamos al lado de estados unidos.... entonces españa si que era UNA....y GRANDE....y LIBRE...como el viento.
¿como va la prima? mas calmadita, ¿no? ¿el fin del mundo se acerca?