Cuando uno entra en una web como esta, es porque posiblemente esté en el proceso de compra de una casa y se ha encontrado con una palabra que le va a acompañar durante los próximos 25 años, el Euribor. Es posible, que tu relación con el Euribor dure más que tu relación con tu actual pareja, en serio, no bromeo, en España hay tres divorcios por cada cuatro matrimonios. Así que para evitar que eso ocurra lo mejor es tratar cuanto antes el espinoso tema de la pasta.
Aunque todas las parejas de recién casados son distintas y no existe una única estrategia financiera que sirva para todos, hay algunos errores frecuentes que la gente sigue cometiendo al empezar su vida financiera en común. Para evitar el estrés económico y restarle diversión al matrimonio, es importante se conscientes de los errores que la gente suele cometer.
Evitemos los siguientes errores en la economía matrimonial:
1. No discutir nunca sobre problemas financieros
Dado que el dinero puede ser un tema delicado a tratar con los seres queridos, muchas parejas temen tener cualquier tipo de conversación sobre las finanzas por miedo al desacuerdo. Sin embargo, no establecer cómo se gestionará el dinero conyugal dará lugar a muchas desavenencias en el futuro. Es importante para ambas partes organizar conversaciones regulares para tratar los objetivos a corto y largo plazo, así como los pasos necesarios para alcanzar dichos objetivos. Idealmente, hablar de dinero es parte del consejo prematrimonial. Simplemente puedes descubrir que no congenias cuando se trata de dinero, y eso puede acabar con tu matrimonio desde el principio. Puede que te sorprenda descubrir que tu cónyuge aporta muchas deudas a tu matrimonio o que uno es un maniroto mientras el otro es un puño cerrado.
2. No crear un presupuesto conjunto
Como muchos recién casados comienzan el matrimonio con cuentas y gastos separados, es importante establecer un presupuesto matrimonial enseguida. Al igual que compartes cualquier otro aspecto de tu vida, es necesario compartir las finanzas también. Cada parte debería poner sobre la mesa todas sus obligaciones, incluyendo pagos mensuales de todas las cuentas que paguen cada mes. También será de gran ayuda tener una lista de los gastos diarios de la pareja, como gastos de transporte, gastos derivados del trabajo e incluso el café de la mañana y el periódico. Creando una foto de la situación económica matrimonial, ambas partes serán conscientes de cómo deben funcionar las cosas.
3. Evitar asignar responsabilidades financieras
Con demasiada frecuencia la labor de pagar las facturas,calcular los ahorros y destinar efectivo a los gastos corresponde solo a uno de los miembros de la pareja. Es una forma segura de generar resentimiento para ambas partes. Una por realizar todo el trabajo y la otra por no estar involucrada y no saber lo que pasa con su dinero. Lo ideal sería que las responsabilidades financieras se compartieran. Uno puede pagar las facturas mientras el otro puede cuadrar los movimientos del banco y de la tarjeta de crédito. Esto también evita que uno de los dos asuma el control sobre el dinero, y ambas partes aprenderán cómo mejorar el proceso del presupuesto.
4. Guardar secretos sobre el consumo
Como soltero, era más fácil gastar dinero cuando no tenías que dar explicaciones a nadie, pero ahora que estás casado, puede resultar embarazoso compartir decisiones de consumo y sentir la necesidad de mantener secretos y contar pequeñas mentiras. Estos secretos suelen ser la ruina de las relaciones. La confianza se convierte en un problema. Es mucho mejor comentar las expectativas financieras y las limitaciones a fin de que ambas partes tomen parte en las decisiones financieras importantes aún manteniendo cierta sensación de libertad con parte de sus ingresos. Consideremos una partida de gasto para cada persona para evitar la necesidad de secretos y establezcamos un precio límite para las compras sin necesidad de consultar al otro.
5. No buscar pelea
Con frecuencia, las parejas que se casan son polos opuestos. Esto puede generar mucha tensión, en particular en el aspecto económico. Es importante que los recién casados se den tiempo para acostumbrarse a la gestión que el otro hace de las cuestiones económicas. Como se ha indicado anteriormente, que una única persona asuma el control del dinero no es siempre la mejor idea, por lo que es mejor que cada persona sea flexible a la hora de conversar sobre dinero en lugar de resistirse a cambiar o dejar de tener el control. Si se produce una discusión acalorada sobre cuestiones financieras, haced una pausa de común acuerdo y retomad la conversación una vez que se haya recuperado la calma.
Conclusiones finales
Establecer un sistema financiero inteligente al empezar el matrimonio puede allanar el terreno para un futuro sin problemas cuando empiecen a surgir asuntos económicos más complejos. Dominar las finanzas matrimoniales convertirá la gestión de las finanzas familiares en un proceso más sencillo. Si las cosas empiezan con muchos conflictos cuando se habla de dinero, buscad asesoramiento profesional puede mediar en la creación de un presupuesto y empezar la planificación financiera con el pie derecho.
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Últimamente parece que sólo el fin de semana asegura unas horas sin sobresaltos en el plano económico. El paréntesis de sábado y domingo está siendo a menudo el único descanso de caidas en las cotizaciones, subidas de la prima de riesgo y perspectivas de desplome de la coyuntura global. Hasta ahora, ha dominado esa tónica en agosto, extrañamente previsto por algunos como fase de calma.... olvidando que casi ninguno de los anteriores ha sido tranquilo: basta repasar las hemerotecas para constatar que más de un terremoto financiero ha ocurrido los años recientes precisamente este mes.
La relativa espectacularidad de los titulares merecería, no obstante, alguna matización. La menor actividad, por ejemplo, propicia que se produzcan oscilaciones -bajistas o alcistas- con mayor facilidad. Quiere decir que unos pocos, con escasa dedicación de recursos, pueden incidir con mayor eficacia para determinar la tendencia de los mercados, sea cual sea su intención. Con ello, las tendencias de fondo se pueden -¿deben?- tomar por menos significativas que las del que pudiera considerarse un período normal de actividad.
Nada de eso significa, sin embargo, que la importancia de los indicadores negativos acumulados en las semanas precedentes se deba minusvalorar. Parece claro que existe un clima desconfiado de fondo en el ánimo de los inversores y demás agentes económicos, sin olvidar el papel en muchos casos determinante que ejerce el consumidor.
En cierta medida, la incertidumbre se está tornando desconfianza, en todo y respecto de todos, con una creciente sensación de que los dirigentes políticos no saben qué hacer... en tanto los expertos no coinciden en el diagnóstico y por ello tampoco en la solución.
Los hay, por tanto, que añoran que las finanzas también se tomasen un descanso vacacional. Sería una forma de descansar de miedos, amenazas y zozobras... todos sugeridores de que los próximos meses comportan el riesgo de discurrir aún peor. Sería probablemente buena forma de descansar... los demás.
El BCE compró 14.300 millones en bonos en su 2da intervención en agosto
Obama habló con Warren Buffett de medidas para mejorar la economía
El último tercio de agosto parece camino de confirmar la amenaza: las expectativas de crecimiento hacen agua por doquier. Los datos del segundo trimestre de las economías centrales se vislumbran peores o en el mejor de los casos iguales a los del precedente, sin duda defraudando las expectativas y por lo general comprometiendo o cuando menos volviendo más que incierta la consecución de los objetivos marcados para el conjunto de 2011.
Días atrás, las sombras vinieron de Estados Unidos. Este lunes, el jarro de agua fría lo han aportado la Ocde y en cierta medida Alemania, con datos poco brillantes para los pasados abril, mayo y junio. Y no faltan temores sobre los balances coyunturales que vaya a ir aportando en próximos días el resto de economías europeas, incluida la española, cuyo ratio de crecimiento dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) el viernes, 26 de agosto.
Aunque la doctrina oficial sigue instalada en confiar que los tercer y cuarto trimestres sean mejores y con ello se puedan alcanzar los índices de crecimiento previstos para el conjunto del año, la aritmética empieza a jugar en contra, dada la tendencia que muestran algunos indicadores adelantados de julio y lo ya transcurrido de agosto; entre otros, los relativos al escaso vigor del consumo en la mayoría de las economías centrales, con el consecuente huella en las exportaciones de muchas emergentes.
Las dudas sobre el crecimiento están a buen seguro tras los vaivenes de los mercados, entre otras cosas por lo que vaya a repercutir en la capacidad pública y privada de hacer frente al enorme endeudamiento acumulado antes y después de que todo se empezara a estropear. Y es que, aunque nadie se atreva del todo a decirlo, un (no) crecimiento plano se empieza a considerar buena noticia... frente a la reaparición del fantasma de una vuelta a la recesión.
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La Agencia Tributaria no cobrará las deudas pendientes que tengan un valor inferior a tres euros debido a que su coste de gestión es mayor que el dinero que finalmente ingresan las arcas públicas. Así lo ha establecido una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que entrará en vigor este martes.
Según la Intervención del Estado y la Agencia Tributaria, la finalidad no es otra que evitar actuaciones recaudatorias que presupongan un "nulo provecho" para la Hacienda Pública. "Este es el caso de las liquidaciones cuya exacción genera unos costes superiores a los recursos que potencialmente pudieran derivarse de aquellas", subrayan.
La resolución establece la anulación de todas aquellas liquidaciones practicadas por la Agencia Tributaria de las que resulte una deuda pendiente de recaudar por un importe inferior a tres euros a 30 de junio de 2011.
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