Por desgracia y sobre todo debido a la crisis que estamos viviendo, tenemos que considerarnos afortunados por tener un trabajo, pero en muchos casos, no es el trabajo de nuestros sueños. Tal vez no sea sólo debido a la crisis, en otros casos, simplemente puede ser porque lo que nos “vendieron” en la entrevista, no es la realidad del día a día. Sea como fuere, es un trabajo, tal vez no el mejor del mundo, pero sí un trabajo y mientras estemos en él deberíamos emplearnos a fondo y sacar lo mejor de nosotros.
Si consideras que ahora mismo tu trabajo no es el mejor del mundo, pero no encuentras otra cosa, tienes dos opciones, la primera que es llegar, trabajar lo mínimo y cobrar a fin de mes, o la segunda que es “poner toda la carne en el asador” y dar lo mejor de ti mismo.
Yo, desde luego, soy partidaria de la segunda y he aquí algunas razones que lo explican:
Pasamos muchas horas en el puesto de trabajo. La mayoría de nosotros pasamos alrededor de 40 horas de nuestras vidas todas las semanas en el trabajo. Eso es un mucho de tiempo como para sentirnos descontentos y miserables. Te lo debes a ti mismo. Intenta hacer las cosas bien y te sentirás mejor.
Estar a medias no te va a hacer feliz. Después de un tiempo, ser mediocre en tu trabajo no te va ayudar a aumentar la confianza en ti mismo, en tu propia imagen, o en tu satisfacción diaria. La mayoría de nosotros queremos hacer las cosas bien. Hacer las cosas a medias sólo hará que te sientas peor, entonces, ¿por qué no intentar mejorar aunque sólo sea por puro egoísmo?
Todo es una oportunidad de aprendizaje. Incluso el más mundano de los puestos de trabajo es una oportunidad para construir un conjunto de habilidades. Te voy a poner un ejemplo de mi propia experiencia: cuando empecé a trabajar, hacía encuestas telefónicas y no me gustaba en absoluto (con todos mis respetos hacia ellos), así que cuando conseguí reconducir mi carrera hacia cosas más relacionadas con mi verdadera vocación, me di cuenta que el haber estado de encuestadora me enseñó a tratar con todo tipo de personas y ahora lo puedo utilizar para manejar clientes y proveedores, así como situaciones de estrés. Moraleja: en ver de vez tu trabajo como una mera serie de tareas con las que conseguirás un sueldo a fin de mes, míralo como una oportunidad.
Deja atrás el resentimiento. Piensa que un trabajo es un trabajo y que si ahora mismo no tienes otra cosas mejor, tal vez sea debido a cómo están las cosas ahora mismo, así que trata de hacerlo lo mejor posible y como nunca se sabe cómo nos van a venir las cosas, tal vez de ahí salga algo mejor.
Se positivo. Si tomas la determinación de hacer las cosas bien, encontrarás satisfacción en ello. Puede que tu trabajo no tenga mucho significado personal para ti, pero sí el hecho de conseguir la satisfacción de saber que al final de cada día has hecho todo lo posible para que salga bien.
Ten una vida fuera del trabajo. Si te encuentras en un trabajo en el que no te sientes totalmente realizado, ten en cuenta que no todo en esta vida es trabajar. Existe la vida más allá del trabajo. Si haces planes cuando acabas tu jornada, el día se te pasará más rápido. Puedes apuntarte a cursos o practicar tus hobbies.
¿No crees que es mejor tener una actitud positiva?
2 comentarios
Yo empecé en mi trabajo mientras estudiaba (y no era el curro de mi vida) y curiósamente, fui ascendiendo. Acabé la carrera y a pesar de todo, sigo en el mismo sitio, ahora, además de cobrar a fin de mes, me gusta lo que hago a pesar de que mi trabajo no es nada impresionante!!
Yo al revés, empecé mis estudios mientras trabajaba, jejej….después de estar trabajando 15 años en la misma empresa, me decidí a estudiar, y ahí estoy, trabajando y estudiando con 40 años, pero acabaré siendo Psicólogo, la ilusión de mi vida, aunque sea con 45 años!!! ;) Venga un saludo a todos/as.-