Mantener la zona monetaria que comparte el Euro como moneda única es posible, al igual que posible ha sido una integración paneuropea cuyo objetivo primordial ha sido que países históricamente enfrentados vivan en paz. Que la integración ha sido discutible y mejorable, sin duda. Pero la tarea no era ni es sencilla, ya que estamos cediendo importantes parcelas de soberanía a organizaciones supranacionales.
Alemania y el resto de países con capacidad de decisión pueden estar a la altura de un momento histórico y apuntalar la unidad europea o abandonar el barco a la deriva, como hacen determinado roedores cuando temen que las filtraciones de agua hundirán el bajel. Lo que decidan tendrá repercusiones en la eternidad, como decía un gladiador cinematográfico.
Si bien hay economistas que apuestan por la desintegración de la zona Euro como realidad inevitable, yo soy de los que piensan que la solución al problema existe, siempre que haya valentía política para frontar unos cambios que ya desde la misma creación de la unión monetaria se reclamaban: una integración fiscal que permita coordinar políticas monetarias y fiscales, estrategia económica imprescindible en caso de shocks asimétricos (crisis que afectan a unos países más que a otros).
Un inversor, cuyos méritos no voy a repetir, George Soros, ofrece 4 medidas para salvar el Euro, que merecen ser comentadas:
Soros dice:
It takes a crisis to make the politically impossible possible. Under the pressure of a financial crisis the authorities take whatever steps are necessary to hold the system together, but they only do the minimum and that is soon perceived by the financial markets as inadequate.
La economía se basa en la confianza, siendo el dinero la base de todo. El intercambio es posible porque confiamos en la moneda, no porque valga nada, en realidad. Mientras las decisiones económicas sistémicas no generen confianza, la crisis no remitirá. Para que los mecanismos de apoyo mutuo funcionen y sean creíbles, es necesario que los recursos sean suficientes (y los mecanismos creados al efecto no serían capaces de auxiliar a Italia o España) y coordinados, sin tener que esperar a la decisión de cada uno de los países europeos. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera ya no es suficiente ni en recursos ni en atribuciones, y necesitará de un nuevo tratado que lo convierta en un decisor fiscal.
Podemos salir de esta crisis mundial por separado o mucho más unidos, todo dependerá de los gobiernos y de sus ciudadanos. Lo que me gustaría es que todos entendamos que lo que hagamos ahora se reflejará en siglos venideros, ya que estamos ante un momento histórico, tanto social como económico. Espero que sepamos estar todos a la altura de las circunstancias.
En realidad, las soluciones son sencillas, pero de tal magnitud e implicaciones en la soberanía nacional que los políticos titubean a la hora de aplicarlas. Sin embargo la crisis ya hace peligrar el sistema económico mundial entero, y ante esta apocalipsis los europeos tenemos que avanzar o perder el tren.
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En relación al artículo de hoy,
En coherencia con lo que comentaba el otro día, acerca de que los nacionalismos son una falacia propia de un fanatismo de hojalata que pretende embaucar a mentes cortas, tengo que decir que lo contrario me parece un proyecto humano que tendrá que lograrse tarde o temprano.
Los Estados, dentro de si, tienen unos mecanismos basados en la democracia, el Estado de Derecho, la separación de poderes, los derechos humanos, que hacen que los conflictos se resuelvan de una manera más o menos digna. Sin embargo, esta formula de aplicar el derecho no existe para los conflictos que surgen entre 2 estados.
Para mi, lo ideal sería que existiese un Estado Universal, con unas instituciones universales y una legislación universal, basada en todas las conquistas sociales ha alcanzado el ser humano, que paguemos solidariamente un estado de bienestar para todos, que tengamos una lengua común (p. ej. el inglés), unos servicios públicos iguales para todo el mundo, unas mismas normas fiscales donde los ricos no puedan decir que tributarian en otro país, etc.
Ese es el camino que tiene que recorrer la humanidad, y no el de los soplapoll.as de los nacionalistas basado en el chantaje emocional, la división y el enfrentamiento por cada subnormali.dad que se le ocurra, cuanta más gorda mejor, a los iluminados que los encabezan.
Pues para mi lo ideal sería que nos igualaran los sueldos a los Alemanes o los Belgas y se nos acabó la crisis ( por lo menos a mi),,,....
Saludines.
No me quiero ni imaginar lo que ocurriría si se produjese un corralito en zona euro.
Uy que llegan los arrepentimientos:
Salgado se arrepiente de no acumular un superávit “mayor” en “algunos años”
Yo creo que estamos a tiempo de "construir" una Europa mucho mejor. Nos ha costado siglos (y muchas guerras, incluídas las dos mundiales) tener una Unión Europea, aunque sea sólo a nivel económico. Ya en tiempos del Imperio Romano existían desequilibrios entre Roma y sus "provincias". Desgraciadamente, aquel Imperio fué construído por la fuerza, sin cohesión interna, lo cual condujo a su desintegración y a una edad media muy negra para todos los europeos.
Como bien dice Pau deberíamos lograr una unificación fiscal, pero también laboral social, etc. Y, sobretodo, una cohesión interior, a nivel de estados, pero también a nivel de Unión.
Cojamos lo mejor de cada país y de cada ser humano como dice rcalber, pero sin despreciar las diferencias estatales y regionales. Será imposible una Europa o un mundo poblado de clones que hablen únicamente inglés y tengan un único punto de vista. Se puede ser catalán, español y europeo al mismo tiempo, al igual que se puede ser bávaro, alemán y europeo también. Las diferencias nos enriquecen en conjunto, pero cuidado, llevadas al extremo podrían llevar todo el proyecto europeo al traste.
Una cosa, cada uno puede ser de su aldea, pueblo, región, pais o continente, pero lo que esta claro es que si queremos avanzar hacia un mundo más justo, lo lógico es que el bienestar de la mayoria este por encima de los aldeanismos y localismos de cada cual.