Hoy en día y sin que te lo esperes, puedes ser despedido de tu trabajo. Las empresas no tienen los beneficios de hace unos años o incluso tienen pérdidas, así que, entre otras cosas, recortan en personal.
Tienes hipoteca o hijos o simplemente, una vida social y quieres mantenerlo, para eso, hace falta dinero y si no te toca la primitiva o algo similar, me temo que vas a tener que seguir trabajando.
El Informe Workmonitor de Randstad demuestra que cerca de tres de cada diez españoles (29%) reconocen que tienen miedo a perder su actual puesto de trabajo. El informe establece el perfil actual del español que tiene miedo a perder su puesto de trabajo: Un hombre de entre 18 y 24 años de edad y con una formación universitaria.
Por eso hoy te queremos ofrecer las claves para mantener tu empleo:
Fija metas a 30 y 60 días: Compártelas con tu jefe y luego, a medida que te acerques a tus objetivos, infórmale. Ir haciendo progresos paulatinamente, conseguirá que estés más optimista y creativo y además tu jefe sabrá que vas alcanzando objetivos.
Piensa como si fueras el jefe: Averigua de qué manera se pueden optimizar los procedimientos de la empresa y cómo se puede ahorrar tiempo, dinero e incrementar utilidades.
Cuida tu actitud: Una actitud pesimista y sombría hace que a la gente le resulte difícil trabajar contigo, además ¿de qué te sirve ser desdichado durante 8 horas?. Podrías llegar a convertirte en un compañero “tóxico” con el que nadie quiera trabajar.
Mantén activa tu red social: Siempre hablamos de tener contactos, pero lo importante no es tenerlos, si no, mantenerlos. No te llevará mucho tiempo y posiblemente, te reportará más beneficios que otra cosa: quedar a comer o una simple llamada telefónica, hará que la gente se acuerde de ti y te tenga en cuenta en el futuro.
Actualiza tus habilidades: Mantente informado de lo que ocurre en tu campo profesional. asiste a cursos o seminarios. Es importante reciclarse y estar al día de todo lo relativo a tu puesto.
Fomenta el trabajo en equipo: Es una cualidad fundamental y muy valorada. Aprende a escuchar las opiniones de los demás, así como también a estar dispuesto a colaborar y generar un ambiente de compañerismo.
Coge responsabilidades: Asume todas las responsabilidades que puedas tomar, especialmente las tareas que nadie más quiere. Mantén tu mente abierta para adaptarte a los cambios, pero también aprende a delegar, enséñale a alguien cómo realizar las tareas extras que llevas a cabo, o nunca podrás tener vacaciones.
Se resolutivo: Cuando ocurra una catástrofe, que no te entre el pánico; respira profundamente y evita ser negativo, en otras palabras, no imagines lo peor. Siempre piensa en la mejor solución, apela a tus instintos y actúa para resolver el problema que se presentó. Tus jefes lo valorarán.
Nunca hables mal de nadie: La máxima” si no tienes nada bueno que decir, cállate”, se cumple perfectamente aquí. No sabes con quién vas a tener que trabajar en el futuro, o quién será tu próximo jefe. De cara al presente, a tu jefe no le gustará que critiques a tus compañeros.
Recuérdalo siempre, en la economía del conocimiento, tú eres el producto: por esa razón tienes que cuidar de ti. Duerme lo suficiente, come sanamente y dedica algo de tiempo a hacer ejercicio.
¿Qué otros consejos puedes darnos?
3 comentarios
Me temo yo que si la empresa está por cerrar, ni todos los consejos del mundo me van a salvar….
Muy bien el repaso de actitudes, pero los puestos de trabajo van peligrando, por lo menos pondremos de nuestra parte en disposición.
Vale mas no conocer al jefe porque. No hay uno comprensivo a la larga mas tarde o mas temprano son todos igual de egoístas todo para ellos