Los Servicios Públicos de Empleo han demostrado que son capaces de gestionar las prestaciones contributivas, pero parece que no lo tienen tan fácil a la hora de recolocar a personas en el mercado laboral. Adecuar el perfil del candidato a lo que pide la empresa, no es tan sencillo y si no, que se lo digan a una mujer de 69 años con artrosis a la que contrataron como peón de albañil.
Vale, se que es un caso extremo, pero lo que sí que es cierto es que las ETTs colocan 4,8 veces más trabajadores que los Servicios Públicos de Empleo. Estos datos se extraen del Informe Regional AGETT del mercado laboral, que analiza de manera exhaustiva la intermediación laboral de empresas de trabajo temporal y de servicios públicos de empleo en todas las comunidades autónomas.
En el caso de las ETT, las recolocaciones ascienden a 5.025 durante el primer semestre del año, lo que supone una tasa de intermediación del 8,8%. Esta cifra es cuatro veces superior al 2,2% que representan las 1.252 realizadas por los servicios públicos de empleo.
En el colectivo de los jóvenes, la brecha entre las ETT y los servicios públicos se incrementa. Así, las primeras intermedian en un 10,7% de los casos, mientras que las segundas lo hacen en tan sólo un 2,2%. Por su parte, en las mediaciones con mujeres, la proporción desciende, ya que las empresas de trabajo temporal participan en un 7% de los casos por el 2,2% de los servicios públicos.
Por último, no podemos olvidarnos de las Agencias de Colocación, que son aquellas entidades públicas o privadas, con o sin ánimo de lucro, que, en coordinación y, en su caso, colaboración con el servicio público de empleo correspondiente, realicen actividades de intermediación laboral que tengan como finalidad proporcionar a las personas trabajadoras un empleo adecuado a sus características y facilitar a los empleadores las personas trabajadoras más apropiadas a sus requerimientos y necesidades.
Según publica Cinco Días, el Ministerio de Trabajo e Inmigración, ya ha autorizado 50 agencias. Éstas pueden actuar exactamente igual que los servicios públicos de empleo, poniendo en contacto de forma gratuita a los empresarios y los desempleados de su ámbito de actuación. Además, uno de los requisitos para recibir la autorización es que la agencia solicitante tenga un sistema informático compatible con el de los servicios públicos de empleo para compartir ofertas y demandas.
¿Qué experiencia has tenido con las ETTs y los Servicios Públicos de Empleo?
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A través de una ETT alguna vez he conseguido algún trabajillo. A través del SPE, lo único que he conseguido es que me manden algún curso....
Las ETTs recolocan a gente pero mi experiencia es como dice el anterior de trabajo temporal. No conozco a nadie que haya conseguido trabajo a través del SPE.
Yo llevo trabajando desde Junio a través de una ETT, no te buscan el trabajo de tu vida pero asombra algunos puestos que seleccionan este tipo de empresas. Vamos, que no tengo queja con ellas, si se te acaba un trabajo rápidamente te buscan otro, del SPE ni he oído hablar a nadie, llevo registrado desde hace un año y no me han llamado ni para hacer cursos.... Mi experiencia es en Navarra, supongo que en otras comunidades será distinto...
Yo te puedo garantizar que aunque estés toda la vida apuntado al paro, nadie, absolutamente nadie te va a llamar para ocupar un trabajo, te tendrás que buscar la vida como siempre se ha echo.
Recuerdo mi primer contrato en una ETT. Mozo de almacén de esa empresa de paquetería que todos conocemos como la número 1. Cuando se acabó el contrato me pusieron una hoja delante donde yo firmaba que me entregaban todo un arsenal de ropa y calzado por parte de la ETT. Les dije que no lo firmaba ya que no había recibido nada eso. La respuesta de la ETT la recuerdo muy bien: ellos la firmaban con mi nombre y hasta siempre.
Ahora lo que hacen es privatizar servicios en Trabajo, Sanidad, Tráfico y la gente encantada pero cuando, como todo negocio privado, empiecen a buscar el beneficio igual que un banco o una gran superficie comercial... nos acordaremos de otros tiempos que tan malos fueron.
Un saludo.