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Actualizado el 27 de septiembre de 2024
Esto nos cuentan en la web “soloenanos.com” y aunque parece mentira, el frente de liberación de los enanos de jardín existe y lo que empezó como una broma de unos estudiantes franceses se ha expandido por todo el mundo.
¿Y de dónde vienen los enanos de jardín?
La historia de los enanos de jardín se remonta al siglo pasado y ubica su creación en Alemania, en Grafenroda. Allí se sitúa la empresa pionera en la manufactura de estos gnomos. Desde la mítica exposición en Leipzig, allá por 1880, el hábito de decorar jardines con estos muñecos, se ha extendido por el mundo. Se supone que el concepto que llevó a la creación de estos artefactos se basa en la protección de los hogares. Al parecer estos iconos de yeso alejan a los verdaderos enanos de atacar los hogares. Los enanos de yeso son una especie de espanta-enanos, una versión de espantapájaros para enanos.
Y vaya que si ha protegido a los Alemanes, pero no de los enanos que atacan los hogares si no del monstruo que ataca la economía. Mientras que gran parte del mundo desarrollado sufre no sólo una altísima tasa de desempleo, Alemania va en dirección totalmente opuesta. Desafiando a todo pronóstico, la tasa de desempleo de Alemania disminuye durante esta crisis. Según la OCDE, el desempleo en Alemania se mantuvo en el 8,6% en el año del boom del 2007; bajó al 6,9& en 2010, y actualmente está en el 6.5%
Incluso más interesante es que Alemania crea trabajos utilizando la estrategia preferida de la administración de Obama para América, mediante las exportaciones. Alemania ha experimentado un aumento impresionante en sus exportaciones (hasta un 18,5% en 2010) y está impulsando la economía. Estas exportaciones, en gran parte son productos industriales fabricados en fábricas alemanas. Alemania se especializa en maquinaria y equipos de alto rendimiento, no en cosas sexis que ocupan titulares, sino en un negocio serio. Las fábricas y las plantas de energía en China y La India necesitan estos equipos para potenciar su progreso económico. De modo que Alemania ha forjado una relación complementaria con las economías emergentes. En resumen, Alemania ha encontrado la forma de crear trabajos manteniendo la competitividad de la fabricación.
¿Cómo lo ha hecho?
En primero lugar, tenemos que dar crédito al gobierno de Alemania por sus reformas y programas que realmente han fomentado la creación de empleo. Alemania (parecido a España ), tenía un problema de desempleo crónico, resultado de un mercado laboral demasiado regulado y que ofrecía demasiada protección a los trabajadores. Los políticos alemanes comenzaron a cambiar el sistema ya en 2003 con una serie de medidas que flexibilizaron el mercado laboral y que fomentaron una mayor participación en la mano de obra. Después durante la Gran Recesión, el gobierno y las empresas diseñaron todo tipo de programas para evitar el tipo de despidos masivos que se dió en Estados Unidos, Lo mas interesante fue un plan de trabajo a corto plazo financiado por el gobierno. Las empresas redujeron las horas de trabajo a los trabajadores en lugar de despedirles; el gobierno ayudó con subsidios que pagaban parte de los salarios de los trabajadores.
Pero hay algo más importante que funciona. La industria alemana se compromete a crear el tipo de productos de alta calidad, alto rendimiento e innovación por los cuales el mundo está dispuesto a pagar más. En otras palabras, Alemania fabrica BMW y no Dacias. Si fabricas un BMV y cobras mucho por el, puedes fabricar en un entorno de altos costes y aún así ganar algo de beneficios. Si fabricas un Dacia, que compite más en precio y no tiene reputación de marca, tienes unos márgenes mucho más estrechos. Los fabricantes alemanes se centran en la calidad, la ingeniería, la investigación y el desarrollo y lo demuestra en los productos que hace y los precios que cobra. Hacen cosas que no se pueden hacer en ningún otro sitio. De ese modo, aunque China desafíe a la industria alemana, las empresas alemanas se las han arreglado para estar por delante. En otras palabras, todo se basa en la innovación, independientemente del sector.
Pero eso no es todo. Hay algo más difícil de definir tras el milagro del empleo de Alemania. Tiene que ver con el compromiso de los ejecutivos de mantener los puestos de empleo. Las empresas de Alemania también han abierto empresas en China y han subcontratado a Europa Oriental. No obstante, muchas empresas de Alemania mantienen la producción en Alemania. Parte del motivo es la formación. Alemania tiene ingenieros de alto talento y trabajadores de línea de ensamblaje de alto rendimiento que crean esos productos de tanta calidad que venden tan caros. Pero voy a especular diciendo que el motivo se encuentra en la estructura corporativa de Alemania. El centro de la fabricación alemana se trata de empresas pequeñas y medianas por lo general familiares. Estas familias son las que se han comprometido a fabricar localmente. Aunque quieren ganar todo el dinero posible, no tienen presión de tener que demostrar a los accionistas las ganancias cada trimestre. Esto les permite tener una perspectiva a largo plazo. La gestión alemana también parece más determinada a buscar modos de mantener la capacidad de crear beneficios sin moverse del país.
El sistema alemán, no obstante, no es perfecto. Los sindicatos ha aceptado pequeños aumentos en los salarios en los últimos años para mantener el empleo, pero eso ha supuesto que el sueldo del trabajador medio no se haya beneficiado tanto como se puede pensar de la recuperación económica alemana. Muchos trabajadores tienen trabajos temporales y mal pagados. También uno se puede preguntar si el empleo alemán es sostenible. Hay escasez de trabajadores cualificados en Alemania, puesto que la industria crece pero la población envejece. La demanda del talento hará que suban los salarios y que la fabricación en Alemania sea menos competitiva. Pero Alemania muestra que una economía de alto coste puede competir y crear trabajos en producción compitiendo con China utilizando la mezcla de compromiso, innovación y política nacional.
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Cuando el mes pasado el nuevo gabinete de gobierno de Dinamarca se presentó ante la reina Margarita II, el ministro de desarrollo entrante quiso dejar sentadas sus credenciales ecologistas, al llegar hasta el palacio en un diminuto vehículo eléctrico de tres ruedas. El momento fotográfico fue una demostración elocuente acerca de su compromiso con el medioambiente... pero probablemente no la que el ministro pretendía dar.
La autonomía del vehículo eléctrico de Christian Friis Bach era insuficiente para recorrer los 30 kilómetros que separan su casa del palacio. Así que el ministro puso el miniauto eléctrico en un remolque para caballos y durante tres cuartas partes del trayecto lo llevó a la rastra con su Citroën con motor a gasolina; sólo volvió a usar el miniauto cuando las cámaras de televisión estuvieron cerca. La exhibición produjo más emisiones de dióxido de carbono que si el ministro hubiera dejado en casa el auto eléctrico y el remolque y hubiera empleado un auto común y corriente para todo el recorrido.
Por desgracia, no es una anécdota aislada. En 2006, mientras el laborismo gobernaba el Reino Unido, el líder del Partido Conservador, David Cameron, llamó la atención por querer darse credenciales de ecologista yendo al trabajo en bicicleta; pero el ardid se vino abajo cuando se descubrió que su maletín viajaba detrás de él en automóvil.
Sin embargo, la hipocresía actual de los políticos en temas medioambientales no se agota en simples momentos fotográficos. En Dinamarca, y en todas partes del mundo desarrollado, nos prometen solucionar el desastre financiero internacional mediante una transición a una economía más ecológica. En los Estados Unidos, el presidente Barack Obama promueve la creación de “trabajos ecológicos”. La primera ministra australiana, Julia Gillard, introdujo un impuesto a las emisiones para “permitir un crecimiento económico sin aumento de la contaminación por dióxido de carbono”. Y al ser elegido primer ministro, David Cameron prometió conducir el “gobierno más ecologista” de la historia del Reino Unido.
Dinamarca puede servir como prueba de si las políticas favoritas de esos dirigentes producen o no los beneficios ambientales y económicos que prometen. A tono con el entusiasmo internacional por la inversión en energías limpias, el gobierno danés pretende lograr de aquí a 2020 un enorme aumento de la generación de energía eólica. Como gesto es relevante; pero como el país forma parte del esquema de intercambio de emisiones de la Unión Europea, desde el punto de vista de la emisión global de CO2 no implica absolutamente nada. Lo único que conseguirá será abaratar el uso del carbón en otros países de la UE.
De hecho, es probable que los costosos recortes de emisiones en Dinamarca y otros países conduzcan a una reubicación parcial de las emisiones de CO2 hacia países más permisivos, por ejemplo China (donde la eficiencia medioambiental de la producción es menor), y por consiguiente, a un aumento global de las emisiones de CO2. Aunque de 1990 a esta parte la Unión Europea redujo sus emisiones, al mismo tiempo aumentó sus importaciones desde China, que por sí sola produjo suficientes emisiones para contrarrestar aquellas reducciones.
Habrá quien diga que es necesario implementar un acuerdo amplio de reducción de emisiones a escala internacional, al estilo del protocolo de Kioto. Pero, como quedó al descubierto tras la farsa de reunión cumbre sobre el cambio climático celebrada en Copenhague en 2009, eso es imposible. Nadie espera que de la cumbre del próximo mes en Durban (Sudáfrica) salga algún acuerdo, y hay buenos motivos para este escepticismo: los Estados Unidos no pudieron poner en práctica un protocolo sobre cambio climático ni siquiera con el Partido Demócrata ocupando la Casa Blanca y con el control del Congreso, y las economías emergentes, con China e India a la cabeza, no están dispuestas a implementar medidas que obstaculicen su crecimiento.
Los políticos daneses (lo mismo que en otros países) aseguran que lograr una economía ecológica no costará nada, y que incluso puede ser un motor de mayor crecimiento. Lamentablemente, no es así. A escala global, existe una clara correlación positiva entre los índices de crecimiento y las emisiones de CO2. Además, casi todas las fuentes de energía limpia son todavía más caras que los combustibles fósiles, incluso cuando en el cálculo se incluyen los costos de la contaminación. No quemamos combustibles fósiles por mero afán de molestar a los ambientalistas, sino porque los combustibles fósiles posibilitaron prácticamente todos los avances materiales logrados por la civilización en los últimos siglos.
En Dinamarca, y en otros países, los políticos hablan como si ahora la realidad fuera otra: según ellos, la transición a una economía ecológica creará millones de nuevos “trabajos ecológicos”. Pero aunque los subsidios a las energías limpias creen más puestos de trabajo en los sectores beneficiados, también desplazarán una cantidad similar de empleos en otros sectores. Es lógico: alguien (los clientes o los contribuyentes) tiene que financiar los subsidios. El precio de la electricidad aumentará, y eso pondrá un freno a la creación de empleo en el sector privado. Si lo que se busca es crear puestos de trabajo, se lograría un crecimiento del empleo más rápido y sostenido aumentando la inversión pública en otras áreas (por ejemplo, en atención de la salud).
Un último ejemplo bastará para que quede claro: hace años que los políticos daneses insisten en subsidiar a la mayor fabricante de turbinas eólicas del mundo, la danesa Vestas, con el argumento de que el gasto de otros países en la tecnología de parques eólicos danesa subsidiada es un beneficio para Dinamarca. Pero en 2004, el Consejo Económico de Dinamarca examinó la situación y llegó a la conclusión de que, en términos generales, los subsidios habían provocado un perjuicio económico al país. Y lo que es peor, con las dificultades financieras actuales, las industrias de la energía solar y eólica están reduciendo la producción en los países caros y trasladando empleos a otras economías más baratas. El año pasado, Vestas despidió a 3.000 empleados en Dinamarca y Suecia.
A muchos políticos les gustan los momentos fotográficos y los discursos grandilocuentes sobre la “construcción de una economía ecológica”. Por desgracia, las políticas actuales para la adopción de energías limpias no ayudan al medioambiente ni a la economía. Lo más probable es que produzcan un aumento de las emisiones en China, más subcontratación con destino a la India y una reducción de las tasas de crecimiento en los bienintencionados países “ecologistas”.
Bjørn Lomborg
La crisis de la deuda soberana golpea ya a 12 de los 17 países del euro http://www.elpais.com/articulo/economia/crisis/deuda/soberana/golpea/paises/euro/elpepueco/20111116elpepueco_1/Tes
Aquí , el presidente de la Junta de Andalucia opina que amamantar a un niño......"roza la antropofagia" mientras esta siendo investigado por los ERES falsos, el Presidente del Gobierno se reune con el jefe de la Oposición para traspasar los poderes, esto a 4 días de las elecciones, salen a la luz datos que implican a la Princesa y al jefe de la casa real ......en el escandalo de Undangarin......Los Mercados nos presta a intereses de usura , decrecemos o encojemos y la seleccion Española hace el ridiculo en el Salvador !!!!!!!!!!!!! el país se va al caraj........!!!!!!!!!!!
Saludos cordiales
Aunque llena portadas y genera cierta histeria colectiva, un aumento de la prima de riesgo, que se mide por el diferencial entre el bund alemán y los títulos a diez años del resto de emisores soberanos, no se traduce siempre en un encarecimiento del coste de financiación de los países. Al menos, no tiene por qué. Importa, porque suele anticipar lo que los inversores pueden exigir en las siguientes emisiones, pero sólo se trata de una referencia. Además, el spread puede ampliarse por el aumento en la rentabilidad del bono de un país, pero también por el abaratamiento del alemán.
En realidad, lo que diferenciaba a Italia y España en las últimas semanas era precisamente la traslación de la subida de la prima de riesgo -mercado secundario- a las emisiones realizadas -mercado primario-. Mientras que en el primer caso cada subasta marcaba un interés récord en quince o veinte años, el Tesoro español había conseguido prácticamente estabilizar los tipos de emisión, de modo que la prima de riesgo ha subido 150 puntos básicos en lo que va de año y el coste medio de la deuda apenas lo ha hecho en 25. De hecho, sólo en los años 2009 y 2010 la rentabilidad media ha estado por debajo del 3,96 por 100 actual.
Así, la subasta de este martes, en la que colocar deuda a un año ha exigido un interés superior al 5 por 100, podría marcar un punto de inflexión, pero aún es pronto para saberlo. No es la primera vez que las tensiones en el mercado secundario generan picos en los intereses de las subastas para luego relajarse. Durante las negociaciones de los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal ocurrió así.
De que el repunte de las emisiones sea puntual o se mantenga en el tiempo dependerán los presupuestos de los próximos años. Por el momento, la carga de intereses que soporta anualmente España -27.421 millones en las cuentas de 2011- está lejos de lo que pagan otros países con triple A, como Alemania o Francia, que rozan los 40.000 millones al año, y todavía más de los alrededor de 80.000 millones que dedica cada año Italia. ¿Motivo? Su volumen de deuda es menor.
En términos relativos, las diferencias son aún mayores, ya que que los gastos asociados a la deuda apenas suponen el 2,2 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) en España, frente al 2,4 por 100 de Alemania, el 2,6 por 100 de Francia o el 4,9 por 100 de Italia. Según los cálculos de la Comisión Europea (CE), en 2013 todos los países de la eurozona tendrán que elevar sus gastos financieros, pero España, con un 2,6 por 100 del PIB, seguirá por debajo de la media (3,3 por 100).
Habrá que esperar, pues, para comprobar si la subida del interés es excepción o regla. Sólo en los dos próximos años, el Tesoro español necesitará refinanciar más de 250.000 millones de euros. Si el encarecimiento de la deuda es sostenido, la combinación entre aumento del gasto en intereses y la obligación de controlar -reducir- el déficit público será ciertamente más dolorosa.
El momento de la verdad para el BCE http://dlvr.it/wDgkH
Agenda del dia http://dlvr.it/wDgk5
Ya hay datos oficiales que permiten afirmar que Europa tiene un serio problema económico, más allá de las llamativas turbulencias y sinsabores en el plano financiero. El Producto Interior Bruto (PIB) apenas creció un 0,2 por 100 intertrimestral entre julio y septiembre, el mismo ritmo que presentó entre abril y junio. Se trata de un dato de crecimiento débil, que apoya los pronósticos de contracción para los últimos meses de 2011 y complica las expectativas para el próximo año.
Lo único que ha evitado hasta la fecha que el conjunto de la economía europea se contraiga es la aportación de sus dos miembros de mayor peso. Alemania creció en ese mismo periodo un 0,5 por 100 y Francia un 0,4 por 100. Los datos están muy lejos de lo contabilizado a principios de año, pero aún son positivos. Además, ambas economías registraron una recuperación del consumo de los hogares, sin duda como consecuencia de la mejora del mercado laboral.
La otra cara de la moneda la presentan buen número de socios de la zona euro, entre ellos Italia, la tercera economía de la moneda única, y España, la cuarta. A falta de conocer el PIB transalpino que publica el órgano estadístico Istat, su homólogo comunitario, Eurostat, ha estimado un crecimiento nulo en el tercer trimestre, y atribuido tasas recesivas a los tres rescatados: Grecia, Irlanda y Portugal. Esta doble realidad europea suscita dos cuestiones. La primera, ¿hasta cuándo pueden Alemania y Francia contrapesar el estancamiento de sus socios en el euro? La segunda, si tienen sentido los estrictos planes de ajuste impuestos a las economías con más dificultades, ya que compromenten la capacidad recaudatoria y, con ella, el futuro.
La necesidad de debatir estas cuestiones cobra fuerza si se compara la situación con lo que ocurre en otras economías avanzadas. Estados Unidos creció un 0,6 por 100 intertrimestral entre julio y septiembre, y Japón un 1,5 por 100. Las autoridades de Washington no han dudado en afirmar que harán todo lo necesario para la reactivar la economía, mientras que los esfuerzos para acometer la reconstrucción están siendo la máxima prioridad del país nipón.
http://www.elpais.com/articulo/economia/FROB/registra/accionista/indirecto/Sacyr/CLH/Banco/Pastor/otras/cotizadas/elpepueco/20111115elpepueco_9/Tes
Parece mentira pero no lo es.........Hungria prohibe a existencia de los sin techo bajo multa de 500 euros...............después de esto se entiende muchas cosas..........
Saludos
Montoro propone ahora crear un banco malo para movilizar el stock de la banca........ eso se le llama simple y llanamente socializacion de pérdidas, y es el mayor robo de la historia de este pais.
Saludos