Sorprendentemente, pese a ser los terceros exportadores de oro negro del mundo, tienen una de las gasolinas más caras del planeta, muy cerca de los 2€ por litro, como véis bastante más caro que los 3 céntimos que cuesta el litro en Venezuela (quinto exportador).
Pero no todo son buenas noticias para ellos ya que lo que les sobra de petróleo, les falta de mantequilla. Parece más que absurdo que con la pasta que tienen se encuentren con problemas de abastecimiento de un producto alimenticio doméstico básico, que es lo que está sucediendo. Esto es lo que hemos podido leer en la prensa hace unos pocos días:
Los ciudadanos noruegos se encuentran entre los que más cuidan su alimentación. Cada nueva dieta de algún gurú de la comida sana encuentra, de inmediato, una gran acogida entre los habitantes del país de los fiordos. En esta ocasión, la moda alimentaria ha superado todas las expectativas y ha provocado una emergencia nacional: se ha agotado la mantequilla.
La causante de semejante crisis es una innovadora dieta –que arrasa en el país– que enfatiza el consumo de grasas en detrimiento de la ingesta decarbohidratos. El resultado no ha podido resultar más espectacular y Noruega, a pesar de ser el segundo país más rico del mundo, se ha quedado sin mantequilla en sus supermercados.
Pero, detrás de esta historia tan tonta hay varias lecciones económicas importantes sobre el comercio y sobre los sorprendentes dilemas económicos que supone el enriquecerse.
Comencemos por el comercio. Noruega es un país diminuto, con una agricultura marginal. Han tenido un clima muy malo este verano, lo que ha masacrado a la pequeña industria láctea. Es fácil entender que eso haya sido la causa de la menor producción nacional de mantequilla y la correspondiente escasez. Salvo en pequeños casos, por lo general lo rentable es no intentar producir todo localmente, hacerlo es una estrategia estúpida y despilfarradora en una economía global. Así que la respuesta es obvia, si Noruega no puede producir mantequilla para todos ¿no deberían importarla del exterior?. El super que hay abajo de mi casa tiene muchísima mantequilla, seguro que podría enviar alguna a Oslo. El problema es que la cooperativa de lácteos de Noruega Tine tiene un monopolio sobre el mercado local y está totalmente a salvo de la competencia extranjera como asunto de política pública.
El gobierno noruego, consciente de lo molesto y embarazosa que es esta escasez de mantequilla, está relajando las tarifas impuestas sobre la mantequilla importada para aliviar la crisis. Los suministros tardarán un poco en comenzar a entrar en el país, pero pronto habrá la suficiente mantequilla extranjera inundando el mercado Noruego (como ya sucede en Suecia, que tuvo problemas meteorológicos similares).
Pero, antes de concluir que la crisis de la mantequilla es una simple lección sobre las virtudes del libre comercio, merece la pena considerar las razones para adoptar estas normas.
El interés de los lobbies juega un importante papel, sin duda, pero hay algo más profundo en todo ello. Noruega se hizo rica gracias al descubrimiento de reservas de gas y petróleo, una bonanza de la riqueza natural de la tierra. Pero, con tanta riqueza pueden venir problemas más fuertes, con el llamado “mal holandés” que afligió a los países bajos tras el descubrimiento de su propio combustible fósil y lo mismo que ocurre en gran parte de los países exportadores de petróleo. Una industria de gran capital que emplea a relativamente pocos trabajadores se ha convertido en una mayor industria de importación. El alto volumen de exportación de recursos naturales aumenta el valor de la divisa y hace que sea más barato comprar productos en el exterior. Esto, en cambio, tiende a poner a los productores locales de los demás bienes comercializables fuera del mercado y hace que la economía dependa peligrosamente de las fluctuaciones de los mercados de productos alimenticios.
En principio, la ortodoxia económica diría que no es preocupante. Simplemente se deben utilizar los recursos para generar ingresos para el gobierno, y después comprometerse a su redistribución masiva. Muchos estados del Golfo Pérsico que han utilizado este planteamiento se han dado cuenta con el paso del tiempo de que crea problemas. Su país es rico, a nivel superficial, pero no tiene el capital humano y las capacidades organizativas propias de un país desarrollado moderno. Cuando se acabe el petróleo, ¿qué les va a quedar?
Proteger los mercados de productos seleccionados frente a la competencia internacional ha jugado, por este motivo, un papel muy importante en la estrategia económica de Noruega. Las ineficacias implicadas en el bloqueo de la mantequilla extranjera son menores en la mayoría de las veces, se pueden relajar en caso de emergencia, manteniendo algún tipo de base económica no basada en el petróleo para el futuro.
El mayor esfuerzo de Noruega a este respecto, no obstante, es algo más innovador. Una gran parte de los ingresos por petróleo, en lugar de subsidiar las operaciones del gobierno actual, se invierten por medio del Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, el Oljefondet. A día de hoy, la cantidad depositada en el fondo supera los 388.000 millones de euros, es decir, a cada uno de los casi 5 millones de ciudadanos noruegos les correspondería unos 80.000 euros. Solamente en España, el Oljefondet ha invertido unos 19.000 millones de euros en forma de participaciones en el Sabadell (1,56%), el Santander (1,62%) y empresas como Iberdrola (1,54%) o Repsol-YPF (1,47%). Además, el fondo posee títulos de deuda pública española. En parte, el objetivo del fondo es, como dice su propio sitio web, “salvaguardar y crear riqueza económica para las futuras generaciones”, pero esto se podría lograr directamente dando los fondos a los Noruegos en lugar de invertirlos. El propósito real de mantener la riqueza en un fondo que invierte exclusivamente en el exterior es limitar la apreciación de la corona en los mercados de divisas internacionales y mantener la competitividad industrial de Noruega. Lo que esto tiene en común con el problema de la mantequilla, es que los noruegos aceptan una calidad de vida más baja de lo que disfrutarían para mantener una estrategia a largo plazo de no convertirse en una monocultura del petróleo al estilo Saudí.
Bendito problema, el suyo con la mantequilla… a nosotros nos tocará quedarnos con la margarina, es lo que tiene nuestra visión cortoplacista.
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mmmmm C.Lopez...nos tenias acostumbrados a las nordicas de buen ver.....aqui en vez de la banderita...echamos de menos una noruega de armas tomar...
Mucho se ha hablado en las últimas semanas de la posibilidad de implantar los minijobs en España, a raíz de la sugerencia del Banco Central Europeo (BCE), pero se ha dicho poco sobre qué son y cómo funcionan. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ya se ha aventurado a hacer unas declaraciones sobre el asunto, descartando que sea una fórmula adecuada para la situación española. Podría tratarse de una opinión precipitada, para salir del paso, pero atinada. La fórmula de los minijobs es compleja, muy controvertida, y podría chocar con el régimen de contratación parcial vigente en España desde hace décadas.
¿Qué es en realidad el minijob? Se trata de un contrato de trabajo a tiempo parcial cuya remuneración no supera los 400 euros mensuales. Hasta ahí los límites conocidos. Esta figura laboral se impuso por primera vez en Alemania el año 2003, y se ha ido matizando a través de múltiples modalidades y reformas. El objetivo era reducir el número de desempleados y que los trabajadores continuaran ligados al sistema de seguros sociales, aunque a costa de empleos considerados de poca importancia y cuyo salario no alcanza para vivir.
Los contratados bajo esta modalidad son sobre todo jóvenes y parados de larga duración. En cuanto a las profesiones más frecuentes: repartidores, limpiadores del hogar, cuidadores y camareros. Aunque los datos son confusos, ya que algunos contratados tienen vigentes varios acuerdos de este tipo, se calcula que en Alemania trabajan bajo esta modalidad unos 6 millones de personas, sobre un total de 42 millones de trabajadores. Cabe mencionar también que estos empleos para ir tirando han sido muy criticados por los sindicatos, al considerarlos una herramienta de precariedad laboral. Los defensores, en cambio, argumentan que los trabajadores ganan derechos de vacaciones remuneradas, maternidad, enfermedad y plazos de despido, que no tendrían si trabajaran en la economía sumergida.
Se trata, en cualquier caso, de una modalidad de empleo pensada para un sistema específico, el alemán. Por ello, implantarla en España presenta un claro conflicto en materia de remuneración. La legislación establece un salario mínimo interprofesional de 643,4 euros mensuales, barrera que no existe en Alemania, país en el que los empleados que ganan menos de la ayuda social mínima reciben el diferencial por parte del Estado ¿Cabe una figura de contratación que no respeta el sueldo mínimo legal? De ser así, ¿qué requisitos deberían exigirse?
En España ya es posible emplear a una persona por unas horas, siempre que se especifique en el contrato y el salario sea proporcional al de un trabajador a tiempo completo en el mismo puesto. Ello explica que haya contratos que se firmen y extingan el mismo día y la existencia de empresas de trabajo temporal (ETT), a las que se acogen muchos jóvenes y desempleados de larga duración. Según datos de la última encuesta de población activa (EPA), hay 2,3 millones de trabajadores a tiempo parcial en España.
Cabe deducir que la versión española de minijob sólo serviría para lo mismo que la contratación a tiempo parcial, pero a menor precio. La cuestión es si el objetivo es crear empleo, aunque sea precario, y si compensa complicar el sistema laboral español con una modalidad adicional... ¿o sería mejor acometer una reforma de la contratación total y de mayor calado?
14 bancos, abocados a fusionarse para poder competir http://bit.ly/spzXuT
Jo, que cosas tiene la economía. Resulta que, para que la riqueza que les trae el petróleo no sea contraproducente para los países afortunados, deben invertir gran parte del capital ganado en el exterior o sea dejar que se beneficien otros países... Luego dicen que economía(negocios) y justicia social no tienen nada que ver... Me entristece pensar que aquí nunca habríamos adoptado unas medidas a la noruega... tanto en la bonanza como en la crisis lo nuestro ha sido y es: despilfarro ayer, recortes hoy y pobreza mañana...
Gobierno deberá recortar el déficit en 30.000 millones en 2012, según Bankinter http://bit.ly/uvKTg7
Esta semana intermedia de vacaciones navideñas los ciudadanos van camino de sufrir las consecuencias de dos conflictos laborales nada fáciles de entender: las huelgas en Iberia –jueves, 29- y Renfe –viernes, 30- han acarreado la suspensión de varias decenas de vuelos y trenes, impidiendo a miles de personas viajar con normalidad. Aunque sus efectos son parecidos, cabe señalar que el primer caso no pasa de ser un conflicto meramente empresarial, pero el planteado en la red de ferrocarriles lleva aparejada la circunstancia de afectar a un servicio todavía prestado bajo el privilegio del monopolio.
Los pilotos de Iberia afiliados al Sepla presionan para tratar de impedir la creación de una compañía filial especializada en vuelos low cost para operar trayectos de corto y medio radio de baja rentabilidad y, no por casualidad, han vuelto a elegir jornadas vacacionales como medio de optimizar su capacidad de condicionar la estrategia de la aerolínea. Argumentan, en esencia, que la nueva filial haría peligrar en torno a cinco mil puestos de trabajo –no sólo pilotos-, aunque no han razonado ni detallado cómo y por qué existe tal amenaza. La dirección de Iberia, por su parte, sostiene justo lo contrario: que la nueva filial comportará la generación de nuevas ocupaciones, para lo que han adelantado el proceso de selección de un centenar de pilotos destinados a cubrir los vuelos cuyo inicio prevén antes del próximo verano de 2012.
El conflicto en Renfe está centrado en torno al traspaso de la gestión de los servicios de cercanías en Cataluña a la Generalitat. Reclaman los trabajadores la firma de un contrato-programa a medio plazo que asegure que la operadora estatal seguirá operándolos durante los próximos años, con garantía de empleo, categorías y salarios. La administración autonómica, sin embargo, reclama su derecho a licitar la concesión con carácter abierto, con la más o menos velada amenaza de otorgarla a Ferrocarriles de la Generalitat, empresa dependiente que atiende distintas líneas del suburbano en el área metropolitana de Barcelona. La huelga no se ha circunscrito al territorio catalán, sino que se ha declarado para la totalidad del Estado, incluidos trayectos de larga distancia y alta velocidad.
No hace falta decir que los ciudadanos vuelven a padecer las consecuencias de conflictos en los que distan de ser parte, como no sea en condición de perjudicados, en buena medida como consecuencia del sucesivo incumplimiento gubernamental del mandato constitucional de regular el ejercicio del derecho de huelga, sobre todo cuando afecta a servicios de carácter esencial. Son ya más de tres décadas sin remitir al Parlamento una ley de Huelga y nada indica que el Gobierno recién constituido tenga intención clara de hacerlo durante esta legislatura.
Y, aunque la génesis de uno y otro conflicto permanece más oculta que transparentada, no es aventurado presumir que existe poca o ninguna relación entre las causas y los efectos: alterar las vacaciones navideñas de muchos, con negativa repercusión para la industria del turismo y la imagen de España como destino vacacional.
Empleo asume que la Seguridad Social cerrará el año con déficit http://bit.ly/syofB8
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. ha negado que los llamados minijobs (trabajos de pocas horas cuyo salario es inferior al mínimo interprofesional) vayan a implantarse en España. En una entrevista en ABC Punto Radio ha señalado que estos "no encajan en la legislación española", y que no le parece lo más adecuado en estos momentos, alegando que las líneas que desea seguir el Gbierno van por otro camino.
En concreto, Báñez ha incidido en que se quiere apostar con otras figuras de contratación, siguiendo el modelo de formación dual alemán para que los jóvenes trabajen y sigan formándose. No obstante, es precisamente Alemania el país que inventó esta modalidad de empleo y uno de los que mayor legislación ha desarrollado en este sentido. Gran parte de los estudiantes alemanes se ha acogido a esta legislación para trabajar, además de empleados de baja cualificación y pluriempleados.
En cuanto a la reforma laboral, la ministra ha reiterado que considera que habrá puntos en común, y ha anunciado que mantendrá una reunión en los próximos días con sindicatos y empresarios para que le informen de los avances conseguidos de cara a presentar sus propuestas antes del 7 de enero. También ha reiterado que si no hay un acuerdo con los agentes sociales, el gobierno legislará igualmente, dada la gravedad de la situación.
Ante la pregunta sobre la necesidad de mejorar horarios y equipararlos al resto de Europa para que la conciliación laboral sea un asunto real, no ha concretado ninguna medida. Se ha limitado a decir que aún queda mucha legislatura y que habrá que avanzar en este sentido.
El legado del euro La cesta de la compra sube un 48% los sueldos solo un 14% http://www.finanzas.com/noticias/economia/2011-12-27/625349_legado-euro-cesta-compra-sube.html
El índice CRB de materias primas cae un 20% desde máximos anuales http://dlvr.it/12Q95s