Normalmente vamos corriendo a todos los sitios. Hay muchas cosas que hacer y no se puede perder el tiempo. Tanto en la vida personal como profesional tratamos de optimizar al máximo ese valioso tiempo. En las oficinas se suele oír mucho eso de: “no me da tiempo” ó “estoy muy estresado”.
No siempre es así. Hay muchas personas que se aburren en su trabajo. Los motivos más comunes son:
- La falta de motivación. Esto conlleva a que los empleados sientan apatía por realizar las actividades competentes a su puesto de trabajo.
- La monotonía de las actividades laborales también influye en la falta de interés por la realización de las mismas.
- Realizar un trabajo que no se relaciona con el área de estudio.
- La falta de trabajo en sí. Ya se que suena a utopía, pero es cierto, muchas personas no tienen trabajo suficiente para cubrir sus 8 horas de jornada, sobre todo en verano, lo que también produce aburrimiento.
Es lo que se conoce como el síndrome boreout. Es un síndrome laboral que padecen el 33% de los empleados y confiesan que su trabajo les aburre por cualquiera de los motivos anteriores. Estos trabajadores suelen pasar el día llamando por teléfono, actualizando sus redes sociales, mirando cosas por internet o jugando a diferentes juegos. No es que no hagan su trabajo, lo hacen, pero muy lentamente. Fingen estar ocupados con otras cosas para dejar su verdadero trabajo para después.
Está claro que a las empresas no les interesa tener a este tipo de trabajadores, no son productivos. Pero, ¿de dónde viene este problema? Principalmente de arriba, de los jefes. Parece que la “culpa” de todo es de ellos, pero en este caso, sí. ¿Por qué?
- Tal vez no hayan hecho una correcta selección del personal. Es importante a la hora de seleccionar personas para tu equipo saber cuáles son sus capacidades e intereses profesionales y personales y de esta forma poder asignarles las tareas que combinen su cualificación, habilidades e intereses.
- Hay que motivar a los empleados. Ya hemos hablado de esto más veces, pero reconocer el trabajo de la gente, crear un verdadero equipo de trabajo, dejarles tomar la iniciativa, escucharles…, son pequeñas cosas que no cuestan y que ayudan a que las personas sientan que su trabajo y su esfuerzo, se valoran.
- Deben ofrecer nuevos retos de aprendizaje. Esto se logra mediante cursos de formación, asignando nuevas tareas de vez en cuando…
- Deben aprender a delegar. Es por el bien de ambas partes: el jefe estará menos sobrecargado de trabajo y el empleado no se aburrirá. Sólo hay que pensar en la persona adecuada para el proyecto y explicárselo bien, de forma que entienda qué se espera de él.
Vale, ya sabemos la teoría, ¿pero qué podemos hacer si esto no sucede? Entonces serás tú quien tenga que poner remedio:
- Intenta mantener una actitud positiva . Te permitirá tener la mente abierta a nuevas tareas y responsabilidades que puedes adquirir y que sean diferentes a las que estás acostumbrado.
- Proponte metas a largo plazo. Obtener un asenso puede ser un objetivo que te lleve a esforzarte en cada cosa que hagas dentro de tu espacio laboral.
- Practica alguna actividad física. Siempre es una buena opción que despeja la mente y disminuye el estrés.
- Lee sobre tu trabajo. Si tienes tiempos muertos en los que no tienes nada que hacer, puedes leer información sobre tu trabajo para ponerlos luego en práctica. Puedes proactivamente proponer nuevas cosas a tu jefe. Seguro que es visto con buenos ojos.
Y tú, ¿sufres el síndrome boreout?
1 comenta
En mi caso, no es aburrimiento exactamente pero si que cuesta ser productivo desde hace una temporada, uno de los motivos es tener pendientes por cobrar nominas y dietas, otro es que cada semana algun compañero se marcha o lo echan( pasamos en 9 meses a ser la mitad) y ver que tu trabajo se tira a la basura cuando mas hace falta centrarse en lo que es importante. Como colofón el jefe se gasta la excasa facturación en temas privados en lugar de dedicarlo a pagar proveedores y nominas. Este clima no ayuda a ser “productivo” en el trabajo.
Saludos