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Draghi: Amoniaco para esterilizar la deuda

Draghi: Amoniaco para esterilizar la deuda 1Lo mismo que Bernanke hizo en el 2009 y 2010, Draghi nos quiere embaucar con la cháchara de la esterilización de la deuda que el BCE acumule cuando implemente el nuevo programa de compra de bonos periféricos. Sin embargo, al igual que Bernanke, Draghi también abandonará tal charlatanería.

O bien son tontos, o se hacen los tontos, o piensan que somos lelos. Para empezar, el jefe del BCE ha puesto muchos condicionales. Por un lado promete que comprará toda la deuda necesaria, sin techo y, si fuera necesario, perennemente. Por otro lado, dice que los países que quieran que el BCE compre su deuda han de someterse al “régimen” y solicitar ayuda del fondo de turno que a cambio les obligaría a realizar las reformas dictadas por los alemanes. Digo de turno porque las siglas que se han inventado para los diferentes y nefastos mecanismos son tantas que marean y confunden hasta al más curtido en la materia. Pienso que una de las estrategias es la de confundir a Dios y a su madre para terminar convirtiendo a la ciudadanía en zombis y después hacer lo que ellos quieran, cómo quieran y cuando quieran –OMT son las nuevas siglas de moda.

Esterilizar la deuda” significa que el BCE no crearía nueva masa monetaria puesto que cuando compre un activo, en este caso deuda periférica, vendería otro de equivalente valor. De esta manera los activos en manos del BCE serían rotados por otros activos (tal como hizo Bernanke en la operación twist 1 y 2). El truco, según ellos, es que el BCE no inyectaría nueva liquidez que pudiera crear inflación, de esta manera cumpliría con el mandato de las directrices del tratado europeo de mantener estabilidad de precios en la eurozona.

Primera contradicción: ¿de dónde sacaría el BCE los activos vendibles que esterilicen los cientos de miles de millones de deuda periférica que tendría que comprar? Los únicos activos disponibles en poder del BCE son unos pocos cientos de millones de euros de deuda periférica que el exjefe del BCE, Trichet compró hace más de un año para intentar, fallidamente, estabilizar la deuda irlandesa, portuguesa y griega. En mi opinión, dichos bonos han representado grandes pérdidas para el BCE y su valor actual, suponiendo que pudiera venderlos, es, posiblemente, menos de la mitad de lo invertido originalmente. Entonces, cuando Draghi habla de esterilización, ¿está mintiendo? ¿Nos chupamos el dedo? o ¿O se refiere al amoniaco?

Una posibilidad es que pudiera utilizar los activos que los bancos europeos tienen depositados en el BCE; algunos bancos tienen liquidez depositada en el BCE porque no quieren prestar ni a las empresas ni al público por causa de la incertidumbre económica. Otra posibilidad es que pudiera utilizar la liquidez que muchos bancos obtuvieron a cambio de bonos basura a través de ambos LTROs y re-depositaron en el BCE. Si este fuera el caso, y probablemente lo es, el BCE podría utilizar la liquidez depositada por estos bancos para comprar deuda periférica. Entonces, en teoría no estaría creando excedente de masa monetaria. También teóricamente, con el paso de un año, o dos, se arreglaría todo mágicamente, el BCE vendería poco a poco en los mercados la deuda periférica acumulada y devolvería el dinero a los bancos a medida que estos la necesitaran.

El problema es que la liquidez que los bancos obtuvieron a través de los LTRO’s son préstamos a cambio de basura y que “eventualmente” tienen que devolver al BCE. Mientras que los bonos que avalaron los préstamos recibidos por los bancos a través de los LTROs sigan siendo basura, los bancos malamente podrán devolver los préstamos al BCE. Siempre es posible que los bancos ganen muchísimo dinero en sus operaciones bancarias ordinarias, la encrucijada es que tendrían que prestar dinero y sabemos que no lo están haciendo, al menos en las cantidades necesarias para ganar lo suficiente para poder pagar las gigantescas pignoraciones del BCE. Por otra parte, si los bancos venden la deuda soberana que compraron con parte del dinero conseguido por los LTROs y el BCE también la vende para esterilizar las nuevas compras, ¿quién queda para comprar trillones (escala corta) de deuda soberana periférica?, algunos fondos de renta fija y de pensiones, y nadie más. Sin embargo, dichos fondos podrían asimilar solamente una pequeñísima fracción del total y consecuentemente la prima se dispararía de nuevo –muchos de los fondos, sobre todo los de pensiones y de renta fija están metidos en deuda soberana hasta las orejas.

Una vez más, ‘”en teoría cualquier cosa es posible pero la realidad es muy diferente de la teoría“. El caso es que tanto políticos como encargados de las políticas monetarias necesitan convencer al electorado alemán de que no van a imprimir dinero, de que no van a crear masa monetaria que inunde al bloque europeo de dinero que crearía inflación. Inflación que los alemanes temen más que a la misma muerte porque está escrito en su historia y las consecuencias incrustadas en lo más profundo del psíquico ciudadano. En varias ocasiones he explicado las consecuencias que el pueblo alemán sufrió a causa de la inflación. La inflación/hiperinflación fue, en buena medida, la causante de la ascensión y toma del poder de Hitler, quien supo aprovechándose de las distorsiones sociales, de los estragos y de las ramificaciones de aquella época negra para Alemania y para el mundo.

Por otra parte, si el programa de compra de bonos periféricos, o incluso la amenaza de compra por parte del BCE, tuviera éxito y la prima de riesgo fuera reducida considerablemente, ¿para qué necesita España, o Italia, acudir al fondo de rescate europeo si pueden financiarse acudiendo a los mercados ordinarios pagando intereses similares a los que tendrían que pagar al fondo de rescate y sin ceder soberanía política y económica? Es más, sin la creación de nueva masa monetaria, o sea, sin imprimir dinero nuevo e implementando duras medidas de austeridad, ¿cómo estimularían el crecimiento de las economías periféricas? ¿Cómo reducirían el cáncer del desempleo? ¿Cómo pagarían las abrumadoras e impagables deudas sin crear la inflación necesaria que las disminuya y posibilite la ironía de renegar la duda sin tener que renegarla técnicamente?

Ellos pueden decir lo que quieran, lo que más les convenga, y los mercados también creen lo que les conviene; cualquier excusa es buena para ganar dinero. Los avivados en los mercados hacen que se lo creen y ganan dinero durante la euforia alcista del “se va a arreglar todo.” Después, pretenden que ya no se lo creen y ganan dinero posicionándose para la euforia bajista del “no resolverá nada”. Todo esto ya está visto y vivido. Cuando el BCE instituyó ambos LTRO’s, en ambas ocasiones la prima de riesgo bajó considerablemente y también en ambos casos regresó a las andadas originales. Bajo mi punto de vista, como ya expliqué en Duelo a Muerte Entre Dos Disciplinas Económicas, solamente existen tres maneras de salir de este atolladero creado por la estupidez y por la avaricia: denegar parte de la deuda (doloroso), bancarrota (extremadamente doloroso en principio pero método eficaz después) o inducir inflación por medio de la creación de masa monetaria sin esterilizar, o sea imprimir a lo bestia. Diciembre, a más tardar, es la fecha que preveo para que la prima de riesgo española e italiana (la francesa vendrá por el mismo cauce), regresen a donde estuvieron en agosto, quizás incluso más altas. Para entonces crearán otro plan ChupaChups y misterioso, y así sucesivamente hasta que venga el lobo y los bonistas dejen de creer los gritos del pastor.” Entretanto, a  corto plazo, comprar bonos italianos y españoles de caducidad corta pudiera ser el negocio del año brindado por cortesía del hombre de Goldman, Draghi. Eso sí, no puede uno quedarse dormido con los bonos y debe soltarlos en cuanto el porcentaje de plusvalías sea decente –el ultimo duro que lo gane otro.

Lo que sí está claro es que mientras la crisis del euro no se resuelva de forma definitiva, quizás reconfigurando la eurozona o destituyendo el euro, Estados Unidos seguirá siendo el tuerto en el planeta de los ciegos, y la gran crisis, de la que vengo escribiendo desde el comienzo del blog, no verá la luz. La gran crisis será producida por muchas causas pero la principal será la inflación. Sin embargo, mientras Europa siga fragmentándose y el euro continue amenazado, la inflación, aunque ya existe, no despegará definitivamente por miedo a la deflación que la fisura europea ha producido y sigue produciendo. El miedo a la deflación es la causa que está produciendo las anomalías en los diferenciales de las primas de riesgo, así como el hecho de que muchos inversores prefieren aparcar su dinero en bonos estadounidenses, alemanes etc., con devoluciones negativas.

Cuando Draghi comience a utilizar las imprentas incondicionalmente, a la Bernanke, el miedo a la deflación desaparecerá y la inflación consecuente será el comienzo de la gran crisis y de la burbuja del oro. “El oro sabe todo eso” y está actuando dentro de los parámetros del proceso. Los llamados “bonistas vigilantes”, exigirán intereses más altos a cambio de prestar dinero a los países incompetentes, que son casi todos pero especialmente Estados Unidos. Dichos bonistas forzarán al mundo a retirar las imprentas y a tomar en serio la austeridad y la disciplina necesaria para recomponer las economías. Cuando esto ocurra, el dolor será muy intenso incluso para los que ya han sufrido, durará más de una década. Después, finalmente, veremos la luz del final del túnel y el mundo vivirá casi cien años de serenidad.

Mientras tanto, en Estados Unidos las cifras del empleo, resultaron inferiores a los puestos de trabajo necesarios para mantener el balance de empleo con respecto al crecimiento demográfico. Lo cual significa que, también como vengo diciendo desde el nacimiento del blog y desde mucho antes, el QEterno de Bernanke intensificará las compras de todo tipo de activos. En numerosas ocasiones predije que habría QE2, 3, 4, 5, 6, 14 etc. Sin embargo, el QEterno, el que encierra a todos los que un servidor preveía hasta que estallara la GRAN CRISIS, me pilló de sorpresa, nunca supuse que Bernanke tuviera tanta osadía. Personalmente no estoy preocupado, no pierdo el sueño porque estoy perfectamente posicionado para ello y el tiempo y el oro me están dando la razón. Sin embargo sufro por tanta juventud sin futuro y por el porvenir de tanta gente inocente e ignorante del remedio.

¿Tienes Oro?

Os dejo con una imagen animada. No se sabe a ciencia cierta si el protagonista del vídeo es Bernanke cuando era niño o  Draghi, en realidad podrían ser ambos. Personalmente pienso que es Bernanke, pues no por menos le llaman “Helicóptero-Ben,” o sea, desparrama-dineros:

Antolín Blanco, editor de MercadosyBurbujas y experto de iAhorro

iahorro.com

Ver comentarios

  •  
    ESPAÑA está caminando como las viejas locomotoras de vapor, que cuando la vía se empinaba, había de echársele arena bajo las ruedas, para que continuaran su marcha cansina, entre carbonilla y paciencia infinita, en un país en que las prisas eran una costumbre sin justificación. Pero hoy el tiempo no perdona y no se entiende muy bien la parsimonia de algunos, cuando el agua sube de nivel de forma preocupante. Claro que los datos objetivos y fundamentales no justifican las reticencias de los mercados, pero eso ya no sirve de nada. Entre malas prácticas y calentones territoriales, estamos totalmente desprestigiados, por más que nos duela y lo encontremos objetivamente injusto. El Gobierno acaba de presentar las grandes líneas de unos presupuestos llenos de rigor, mientras la agencia Moody’s amenaza con colocarnos en la muy mala categoría "especulativa". Qué quieren que les diga, peor imposible.

    LUIS CARAMÉS VIÉITEZ - Catedrático de Hacienda Pública

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  • Me quedó cortado, sigo:

    Lo cierto y verdad es que si sobreviene una degradación de la nota soberana de España, su financiación en los mercados se volverá casi imposible, lo que -quiera o no don Mariano, acelerará la petición de rescate. El jueves tendremos otra dura prueba, pues se han de colocar varios mil millones de euros, mientras el BCE tiene su reunión mensual en Eslovenia. Pero, en cualquier caso, la actitud dubitativa de Madrid –que quizá sea una estrategia cuyas bondades se nos escapan– resulta más que arriesgada, pues una vez conocida las cifras y las líneas maestras de las cuentas públicas, el panorama sigue igual de cargado, amenazando tormenta.
    España no es Grecia ni Portugal, ni Irlanda, lo cual es en estos momentos algo bastante positivo, en términos relativos. Pero, perdonan la insistencia, los mercados no se inmutan, sin embargo, el Gobierno sigue en sus trece y, por supuesto, tiene la mejor información, es decir, él sabrá lo que hace, o quizá siga estrictamente las sugerencias de Alemania, ahora muy atenta a su política interna. Querido presidente, el rescate blando desbloquearía la compra de bonos por el BCE, los bancos podrían salir a buscar en los mercados mayoristas recursos en mejores condiciones y el crédito comenzaría a ver el final del túnel. Sigamos mareando la perdiz, rescate sí, rescate no, "pues a lo mejor también es posible o no, qué más da", Rajoy dixit, qué bonito si no estuviésemos colgados de la aguja pequeña de un reloj inexorable.     

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  • Economista jefe del FMI asegura que no se saldrá de esta crisis iniciada en 2008 antes de una década

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  • Reconozco que estoy cansado. Porque conforme pasa el tiempo intuyo que cada día estoy más alejado del rumbo que toma esta sociedad. Puedes aguantar un tiempo nadando contra corriente, mientras te duran las fuerzas, pero finalmente te agotas y la corriente te arrastra.
     
    Me cansan la decisiones que se toman y que considero absurdas y equivocadas. Ya hace demasiados años que veo como nos convertimos paulatinamente en una sociedad blanda, caldosa y maloliente. Una sociedad adormecida y autocomplaciente, tolerante en extremo hasta el punto de malcriar a sus ciudadanos,  convirtiéndoles en niños caprichosos, maleducados y malcriados. Una sociedad con tolerancia cero a la frustración. Una sociedad malacostumbrada a tenerlo todo sin esforzarse por nada. Y sobre todo sin responsabilizarse de nada. Una sociedad de lindas mariposas que vuelan felices de flor en flor. Somos incapaces de batir un huevo para elaborar una tortilla y alimentarnos con ella, pero nos apuntamos rápido a asaltar el bar de “los derechos” arrasando la barra de tapas (derechos) engullendo como  muertos de hambre, pero eso sí, huyendo todos a la hora de pagar la cuenta, afirmando desconocer quien la tenía que pagar y terminando por criticar que, en el fondo, tampoco estaban tan buenas las tapas. ¿Dónde hay otro bar? Que aun no me he saciado de derechos.
     
    Protejamos siempre al delincuente y afeemos siempre la conducta a quien tiene por objetivo garantizar el orden y la convivencia. Invitemos a los terroristas a gobernar instituciones en vez de restringir sus “derechos” encarcelándolos. Convirtamos espectáculos deportivos en anuncios segregacionistas. Robemos todos a manos llenas en vez de gestionar adecuadamente los recursos comunes. Opositemos a famosillo de algún programa de telemi.erda y no a hacer los mínimos deberes del colegio de la sociedad. Otorguemos derechos religiosos a los más fanáticos y sectarios defensores de la intolerancia religiosa. Convirtámonos en talibanes defensores de los animales a la par que tratemos como animales a nuestros semejantes.   Amemos lo ajeno y odiemos lo propio.
     
    Observo en muchas ocasiones que cuando alguien cuelga un comentario, real o presunto, de un líder australiano o canadiense defendiendo lo suyo e invitando a los “tolerantes” musulmanes a volverse por donde han venido si no aceptan y se adaptan a las costumbres, leyes, idioma y raíces australianas, llueven los positivos a ese comentario. Pasa lo mismo cuando alguien cuelga un escrito de Pérez Reverte, que se caracteriza por llamar a las cosas por su nombre y dejarse de lenguajes políticamente correctos y demás maricon.adas. Llueven los positivos. Y podría poner otros muchos ejemplos. Pero da lo mismo.
     
    Eso me hace pensar que, en el fondo, la gente aún conserva en su interior un ápice de orgullo, de razón, de sensatez y de identidad propia. Pero cierto es, también, que esos rasgos no duran en la superficie más tiempo  que una película en un cine. Un rato no mucho mayor de una hora. Después volvemos a narcotizarnos con la heroína que nos inyecta la realidad, con la cocaína que aspiramos en los medios de desinformación, con el hachís que nos fumamos en todo nuestro alrededor.
     
    Si alguien en este foro comenta iniciativas empresariales no tarda mucho en ser diana de mil flechas envenenadas. Si alguien opina abiertamente de cómo vería adecuada una política económica, rápidamente le llueven envoltorios políticos de todo signo que ocultan la propia idea económica para convertirse en una acalorada y simple discusión de bar cutre entre las derechas fascistas y las izquierdas marxistas. Porque parece que la capacidad de diálogo no  nos da más de sí. Eso es lo que me tiene cansado, casi agotado diría.
    Recuperar a un drogadicto no es fácil, a veces es imposible. Recuperar a una sociedad narcotizada se me hace inentendible.
     
    Amoniaco sí que necesitamos, pero a la altura de las narices, a ver si con ello nos despertamos de este letargo. Sí, ya lo sé….preferimos en el fondo seguir dormidos.
     
    Esto no es una mera crisis económica. Esto va mucho más allá de serlo. Es una crisis social. Es una anemia bestial por falta del hierro que durante siglos nos alimentó y nos hizo fuertes. Nos falta también el calcio que nos proporcione fortaleza en los músculos. Y la carencia de calcio provoca calambres en la musculatura. Tenemos un serio calambre social.
     
    Que mal panorama veo. Pero ¿qué más da? Probablemente soy yo el que se ha tomado la pastilla equivocada y los demás, con mente clara y despejada, contemplan con estupor como pierdo el conocimiento.

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  • Emilio J. González
    A primera vista, el presupuesto para 2013 que acaba de presentar el Gobierno parece más sensato y creíble que el que elaboró en marzo para este año, lo cual ya es un avance, todo sea dicho. Sin embargo, no se corresponde con la naturaleza y gravedad de la crisis económica y fiscal que estamos sufriendo, y de la que nos va a costar muchos esfuerzos y mucho tiempo salir.
    Si estamos en plena recesión, lo primero que no puede hacer el Gobierno es volver a subir las pensiones en función de la evolución de la inflación; porque, cuando nuestra urgencia es reducir el déficit público lo antes posible, no podemos cargar las cuentas públicas con un incremento de entre el 2 y el 3% en la principal partida de gasto. Es duro decirlo, pero estos no son tiempos para andarse con populismos caros ni con medidas electorales, sino para que nos apretemos todos el cinturón, incluidos los jubilados.
    ¿Qué es, entonces, lo que se tendría que haber hecho? Pues congelar las pensiones, porque un sistema que se financia con las cotizaciones de los trabajadores y de las empresas que los emplean no puede permitirse el lujo de seguir incrementando la cuantía de esta prestación cuando el paro se acerca a los seis millones y las bases de cotización se reducen como consecuencia de los recortes salariales, con lo que hay menos dinero para pagar pensiones. Además, hay que tener en cuenta que, con las políticas de reducción de precios que están aplicando las empresas para poder sobrevivir, la cesta de la compra de los pensionistas se está abaratando, excepto por el capítulo de la energía. En consecuencia, no hay más razón para subir las pensiones que los deseos del Ejecutivo de hacer populismo y electoralismo con este tema.
    Segunda cuestión. No creo que la estrategia más adecuada para reducir el déficit sea recortar los presupuestos de los ministerios porque sí, para que apliquen un poco de reducción del gasto por allí y otro poco por allá, porque enseguida vamos a volver a las andadas. Aquí lo que hay que hacer es establecer prioridades, como las familias que se tienen que ajustar a la crisis, y decidir en qué se puede y se debe gastar y de qué se puede prescindir. Dicho de otra forma: de lo que se trata es de suprimir políticas completas que hoy no nos podemos permitir para poder seguir financiando aquellas que de verdad son necesarias. Por ejemplo, si hay que reducir el déficit, ¿por qué se aprueba una nueva ayuda para la adquisición de vehículos? ¿Por qué se mantienen las ayudas al cine? ¿Por qué no se cierran muchos entes y organismos públicos que no se necesitan para nada? Así es como se recorta de verdad el déficit. Además, el proyecto de presupuestos para 2013 debería venir acompañado de un verdadero plan de racionalización del personal al servicio de las administraciones públicas, de todas ellas, a fin de eliminar de una vez todos los puestos de trabajo que sobren, teniendo en cuenta que no es lo mismo hablar de administrativos que de policías, médicos o enfermeras. Eso tampoco se hace en este presupuesto.
    Por último, y en línea con el punto anterior, está la cuestión de las autonomías. A estas alturas de la crisis, y viendo lo que están haciendo, lo que ya no sirve es decir que se van a recortar las transferencias a las administraciones territoriales. Aquí lo que hay que hacer es intervenirlas todas y volver a redefinir el modelo de Estado. Si las autonomías se resisten a tomar las medidas necesarias para acabar con sus excesos, como cerrar universidades y televisiones públicas, tendrá que hacerlo el Gobierno central.
    Lo que hay que entender, de una vez por todas, es que no estamos ante una crisis coyuntural, sino ante una crisis de modelo institucional. De la misma forma que hay que comprender que vamos a tardar muchos años en superar esta situación si no se empieza por reducir drásticamente el gasto público, es decir, el tamaño del sector público, para que se pueda empezar a bajar impuestos lo antes posible, con el fin de estimular la actividad empresarial. Solo cuando se abra espacio de verdad a la iniciativa privada podremos resolver los graves problemas socioeconómicos que nos aquejan. O acabamos con un modelo de Estado que derrocha a raudales, o el sector público acaba con este país.

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